Capítulo 10: Lo que yo quiera.
—¿Qué es eso? —Denki preguntó mirando una especie de máquina gigante, parecía una de las naves que salía en las películas de Star wars.
El y Kirishima estaban en lo que parecía ser un gran salón, bastante alto y ancho, grandes naves estaban allí en fila, unas más grandes que otras. Parecía un gran garaje.
—Es una G-342, una nave de exploración y ataque, es por si hay que hacer algún tipo de viaje en una zona de peligro. —contestó el de cabellos negros con una sonrisa, estaba feliz de que su pequeña pareja al fin fuera más abierta y no tuviera tanto miedo.
—Están preparados para todo, ¿Eh? —Aún le seguía pareciendo imposible todo lo que sucedía, y no sabía si esos alienígenas habían planeado una invasión a la tierra.
¿Quizás el secuestro de omegas era la primera parte del plan?, Como en los tiempos antiguos en donde los bárbaros tomaban de las ciudades a los omegas y mujeres betas para después masacrar todo lo que encontraran.
—Pues no se sabía que íbamos a encontrar exactamente en tu planeta, debemos estar preparados para cualquier situación de emergencia y no sufrir ninguna baja, incluso para ustedes. —Kirishima dijo caminando entre las naves, no lo sabía, pero había despertado una curiosidad en Denki y ahora tenía toda su atención.
—¿Para nosotros?, ¿Te refieres a los omegas o nuestra especie en general? —el Omega rubio miró al escamoso con una ceja alzada.
—Sí verás, aún tenemos que estar al pendiente por si a ustedes les ocurre algo en el proceso de adaptación y gestación de nuestras crías, también tenemos herramientas por si ocurre algo. —Kirishima subió por unas escaleras llegando a la parte superior de ese gran salón y entrando por una de las compuertas hacia un pasillo.
—¿P-puede que a nosotros nos ocurra algo malo? —Sinceramente eso asustaba mucho a Denki, no quería que su cuerpo tuviera daños al tener en su vientre algo que no debería de estar allí.
—Posiblemente, y por eso es que debemos de estar al pendiente todo el tiempo, pero ya eres compatible con mi veneno, eso significa que también puedas serlo con mis crías, además para cualquier cosa está la cámara de criogenización. —mientras Kirishima más hablaba, más se confundía Denki y se asustaba.
—¿Criogenización? ¿Y qué es eso? —En ese momento el de escamas rojas entró en una habitación, era larga y varios tubos largos, que supuso que eran cápsulas, estaban en filas, la cantidad era enorme e incluso había varios niveles desde lo más alto de la pared hasta el suelo—. Wow, creo que estoy entendiendo lo que dijiste, pero entonces, ¿Para qué sirven exactamente?
—Dentro de las cápsulas los cuerpos entran un hipersueño, lo que sería en tu planeta como un estado de coma, aún estará vivo y su sistema trabajará normalmente, pero la persona no estaría consciente de nada de lo que ocurre a su alrededor, puede dormir hasta por años y sentirá que solo fueron un par de horas. —Kirishima informó y Denki tuvo que tratar de que su cabeza no sufriera una sobrecarga de datos, era demasiado para su pobre cerebro con pocas gigas de velocidad.
—V-ve un poco más despacio ¿Si?, Ahora explícame qué problemas podría haber durante mi… ¿Embarazo? —Sinceramente aún le costaba asimilar eso también, no sabía que iba a ser madre de un día para el otro, su vientre había crecido de forma anormal. Deseaba con todas sus fuerzas que no le fuera a pasar nada.
(...)
Por otra parte, Izuku luchaba contra el libido de un pervertido lagarto alienígena, trataba de conseguir más información sobre las cosas que estaban pasando y lo que iba a pasar en un futuro no muy lejano, pero aparentemente el escamoso rubio había llegado a su límite de autocontrol y le quería devorar.
—¡K-kacchan, no cumples con tu parte del trato! —el pecoso exclamó con su voz chillona, en parte porque sentía el calor subiendo por su cuerpo, pero aún así sentía que sus caderas sufrirían una gran consecuencia y no podría caminar después, eso hacía que tuviera nervios.
—¿Hum? Pero si ya respondí todas tus preguntas, eres tú quien no quiere cumplir con su parte del trato y quiere huir. —Katsuki murmuró juguetonamente sonriendo mientras tomaba una pierna del pecoso y la alzaba para acercarla a su rostro, pasando su lengua por la pantorrilla del menor.
Un jadeó salió del pecoso al sentir como esa lengua grande y áspera pasaba por su piel subiendo más, pasó de su pantorrilla a su muslo, trató de moverse y salir. Sin embargo el agarre del rubio era firme y no le soltaba.
—¡E-espera! —fue inútil, pues el rubio siguió subiendo hasta llegar a la parte interna de sus muslos—. ¡A-ah!
Izuku gimió tembloroso cuando unos dientes filosos se encajaron en una de sus glándulas menores que tenía en sus muslos, volvió a sentir la misma sensación en su otro muslo, no pudo evitar que empezara a chorrear por la excitación que seguía creciendo en su cuerpo.
—Tu cuerpo es más honesto que tú, mi linda cosita. —Katsuki sonrió de medio lado con malicia, lamiendo las pequeñas gotas de sangre que salían de las mordidas en esa suave piel de porcelana—. Te daré tanto amor y placer que te volverás loco porque no sabrás qué hacer con el.
El pecoso solo pudo murmurar algo que no se entendió antes de que Katsuki pasara su áspera lengua por su entrada húmeda, fue lento pero placentero, el calor de la lengua que se deslizó entre sus piernas desde que pequeña polla hasta su entrada fue increíble.
—Me encanta tu sabor, es tan exquisito. Comería de ti todo el día si pudiera. —Izuku gimió bajito y trató de agarrar con sus manos la cabeza del rubio, pero solo pudo sostenerlo por sus cuerno sobresalientes de su cabello.
—S-se siente bien… —era más que obvio esa afirmación, era la segunda vez que le hacían algo así y no sabía si comparar la sensación de antes y la de ahora, porque ambas eran igual de buenas—. ¡K-katsuki!
Katsuki soltó un gruñido bajo cuando las manos de Izuku se apretaron contra sus sensibles cuernos, paseó su lengua por toda la parte baja del menor, saboreando el lubricante que salía de esa deliciosa entrada y el presemen que chorreaba la diminuta polla rosada.
Cuando el rubio sintió que tuvo suficiente por ese momento y se apartó de ese paraíso, se ganó un pequeño chillido de frustración del menor, pero Katsuki solo sonrió lamiendo sus labios como el depredador que era.
—Una de nuestras partes del trato era que ibas hacer todo lo que yo te pidiera ¿No? —el mayor preguntó e Izuku sintió como su cuerpo empezaba a temblar lleno de anticipación—. ¿Verdad que sí, cosita?
—S-sí. —fue lo que Izuku respondió sabiendo que ya no había escapatoria, ahora le tocaba aguantar cualquier petición del rubio, aunque eso le costara la movilidad de sus piernas al día siguiente.
—Bien. —Katsuki ronroneó con su voz gruesa, se sentó en la cama estirando sus piernas al frente y se echó hacia atrás poniendo el peso de su espalda en sus grandes brazos—. Quiero ver como te follas con mi polla, es hora de que uses esos deliciosos muslos en algo útil.
Izuku se sentó sobre sus talones sintiendo su rostro ponerse rojo, estaba avergonzado por la petición que le dió el mayor, además de ver cómo esa enorme polla salía erguida y lista para la guerra no lo ponía mejor. La vista era increíble, ver cómo esa polla chorreaba sin parar mojándose hasta la base le ponía mal.
—¿Vas hacerlo o te quedarás mirando mi polla todo el día como si fuera un dulce? —Katsuki podía notar esos ojos pasándose deseosos por su polla, su pareja era una cosita hambrienta que estaba a punto de devorar su polla sin restricciones, lo dejaría adorar más, en otro momento, pero ahora estaba impaciente.
—V-voy. —el pecoso gateó hasta donde estaba el rubio, tomó postura sobre su regazo y antes de presionar la enorme polla contra su pequeño agujero disfrutó frotándose en esa caliente erección—. Es tan cálida.~
Katsuki solo miraba, para el era satisfactorio ver como el menor se tomaba su tiempo en saborear las cosas, su pancita hinchada junto a sus muslos gruesos que se estremecían con cada movimiento era lo mejor. Vió como el pecoso tomó una bocanada de aire antes de alzar todo lo posible sus caderas y alinear la punta de su polla contra su entrada rosa.
—A-aún no me acostumbro por completo a su tamaño. —la voz del pecoso salió temblorosa, usó la gravedad para dejar caer su cuerpo contra la pelvis del rubio, bajando poco a poco en un deslizamiento lento y sin interrupciones.
Izuku podía sentir como su interior trataba de acomodarse para recibir la larga extensión y soltó un suspiro cuando estuvo toda dentro, estaba seguro que si no fuera porque ya tenía la panza hinchada podría ver como se firmaría un bulto en su estómago por el tamaño de la polla que tenía dentro.
—Vamos cosita, ¿Como es que dicen en tu planeta? Ah sí, salta como un conejito en celo cariño. —murmuró el rubio con sorna mientras amasaba con firmeza los suaves muslos del pecoso que se encontraban de lado a lado en su cadera.
—N-no digas esas cosas… —era tan vergonzoso como excitante, Izuku podía sentir cómo las lágrimas calientes bajaban por su rostro, ni siquiera se estaba moviendo y ya se quería correr, pero debía de aguantar un poco para llegar al final al menos.
El pecoso empezó a mover sus caderas de arriba abajo ayudando con sus piernas en todo lo que podía, el ardor y el calor en sus muslos solo le incitaban a seguir por más, era un deleite doloroso. Era un poco masoquista.
—Joder, sí, sigue así. —para Katsuki la situación no era tan diferente, le encantaba ver a su cosita tratar de saltar sobre su dura verga todo lo que podía, quería ayudarle, pero también quería ver hasta dónde era capaz de aguantar.
—¡Kacchan, Kacchan! —el pecoso gimoteó fuerte, le alentaba saber que el rubio disfrutaba de lo que hacía por esa razón empezó a mover sus piernas más rápido y fuerte—. ¡K-kacchan! ¡Es tan increíble y grande!
Quizás no llegaba a saltar sobre la polla del rubio, pero podía llegar hasta más de la mitad en cada saltó, solo le faltaba la punta para poder saltar sobre la polla completamente, pero eso era todo lo que podía llegar y estaba satisfecho con eso.
Katsuki también parecía disfrutar, así que no había razón para no seguir.
Cuando las manos del mayor fueron hacia sus muslos supo que desde ese momento las cosas iban a ser más intensas y no se equivocó. El pecoso volteó los ojos hacia arriba cuando las manos escamosas se apretaron contra sus muslos y lo ayudó a que los sentones fueran más rápidos y fuertes.
—¿Quieres que te llene de más crías cuando nazcan éstas? Di que sí, te mantendré siempre lleno de mis huevos, siempre hinchado. —el rubio estaba perdido en ese exquisito placer que recibía gracias al interior caliente y pegajoso del pecoso, no quería salir de allí jamás, lo amaba.
—¡Sí, sí!, Yo quiero todos los cachorros de Kacchan, todos sus bebés. —las palabras de Izuku fueron tan temblorosas y entrecortadas como un radio viejo, sin embargo, Katsuki pudo escucharlo bien, y al hacerlo no pudo evitar que sus manos se ajustarán más contra esa suave piel y que sus caderas se movieran al ritmo del menor.
Ayudando a que su polla fuera aún más profunda y deliciosa, eso hizo que Izuku viera aún más estrellas que de las que ya había visto, era tan abrumador que su cuerpo podría colapsar en algún momento y no se daría cuenta.
—Maldición. —Katsuki no pudo aguantar más a su liberación e hizo que el pecoso se enterrase más contra su virilidad antes de soltar una gran carga de su viscosidad dentro suyo.
Lo que hizo que Izuku gimiera de manera fuerte y se corriera entre ambos, el menor se dejó caer a un lado del rubio mientras respiraba con dificultad.
—E-estuvo increíble. —murmuró el pecoso con cansancio, le extrañaba que la polla del mayor estuviera aún dura en su interior.
—Aún no se acaba, cosita. —bien, de verdad no podría caminar al otro día, ¿Ahora cómo iría a explorar con los demás?
(...)
Donación para la silla de ruedas!!
Se empieza desde aquí, donen todo lo que puedan. -abre una caseta para la donación-
Espero que les haya gustado.
Zaorycast.✨✨
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