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#9"La enfermera nocturna"

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Este capítulo está dedicado a Leyanis por darme la idea inicial para que surgiera este cap, besitos.
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El paseo con Ben llegó a su fin cuando medio nos cansamos de juntar nieve en lo que supuestamente debió ser un muñeco de nieve decente.Luego de eso lo había acompañado de vuelta a su habitación aún con la intriga latente que me causó el ver a Raimon cruzar palabra con Jayden.

Apenas había sido un minuto pero el simple hecho de que mantuvieran una conversación era motivo más que suficiente para causar en mi recelo.

¿Qué podría estarle diciendo el asistente de la directiva a un interno?

¡Diablos!

En momentos como esos era cuando de verdad envidiaba el super oído de los sexis vampiros y hombres lobo que salen en las series que tanto le gustan a Raquel.

Aún no comprendo del todo a que se debió su repentina marcha y mucho menos entiendo la extraña reacción que tuvo antes de eso.Quizás me había pasado un poco al decirle lo que le dije, pero no me arrepentía, estoy en mi derecho de estar furiosa por lo que hizo ¿o no?...

¡Pues claro que lo estoy joder!

Desde que llegué solo he intentado hacer bien mi maldito trabajo pero Jayden parece estar siempre metido justo en medio, complicándome todo con su molesta tendencia a romper las normas.Mis normas, me recuerdo.

Juro que lo he intentado, quizás no lo suficiente pero lo he intentado y no encuentro la manera de entrever algo, lo que sea que me deje romper sus barreras y me permita acercarme lo bastante como para ayudarlo a superar lo que sea que lo esté dañando.

Mi habitación un poco más ordenada ya me recibe acogedora, y deshaciéndome de la abrigadora ropa que cargo aprovecho para darme un baño relajante que me obligue a dejar de sobrepensar tanto las cosas.

El agua y la música siempre han sabido como distraerme.

Ya vestida de forma adecuada para dormir me acomodo en mi cama suave y calentita que se muestra acogedora para mi, entonces par de toques repentinos a la puerta me fuerzan a ponerme en pie de mala gana retrasando por un momento mis planes de invernar.

Por la puerta se adentra una Luci sonriente y seguido de ella es Pía la que ahora se me planta en frente con cara de moribunda.Trae puesto un pijama naranja parecido al verde de Luci pero el de ella lleva la parte superior en forma de camisa corta, contrario a la blusita con tirantes que usa la rubia exuberante.

—Antes de que digas nada que conste que esto fue idea de la rubia.

Bosteza somnolienta mirando a Luci con mala cara.

—la muy loca prácticamente me arrastró de la cama con todo y almohada.

Alza la que trae en las manos con una mueca de desapruebo total en el rostro.

—Según ella hay que honrar ese rollo  de la pijamada.

Esto último lo dice con resignación entrando por completo como si ni ella misma entendiera muy bien el porqué le sigue la corriente a Luci en todo lo que hace, hasta entonces se deja caer en la cama apoderándose de mi colcha.

Adiós a mi dulce dulce siesta

—Vamos Pía, que no venimos a dormir tan temprano.

Luci le tira del pie cuando cierro la puerta detrás de mi, avanzando hacia ellas resignada.

—Ruby tú díselo.—continua zarandeándola para que se incorpore pero no lo hace.

—¡Sei un fastidio Luci!, mañana toca madrugar —gruñe de mal humor.—agradece que te haya seguido hasta aquí.

Se zafa de su agarre aferrándose a la almohada como niña pequeña cuando al fin Luci se rinde en sus intentos por levantarla.

—¡bien!, entonces solo seremos Ruby y yo.

Le hace una mueca en apariencia molesta.

—¿Se quedarán aquí esta noche?

Pregunto intrigada por saber la respuesta.

—¡Claro!, es tu pijamada de bienvenida al centro nene.

Su sonrisa se vuelve pletórica y ni como contrariarla.

—¿eso siquiera existió antes de mi?

—¡obvio si!, es la bienvenida que le damos a todas las chicas de la residencia.También la hicimos con Pía y Amalla, todas excepto por la de Fía, esa si que nos la saltamos —ríe perversa.

—¿es que no le agrada a ninguna o qué? —interrogo al notar su claro rechazo.

—Ni siquiera la propia Pía que es insoportable la aguanta y eso es poco decir.

—Aún puedo oírte Luci...y no hay punto de comparación, Fía es una pedante.

La voz de Pía suena amortiguada por la almohada.

—Entiendo.

voy hacia mi cama olvidándome de mi noche tranquila.

—Vamos Ruby quita esa cara y muéstrate un poco más animada quieres, ya te había avisado —suspira —te lo dije en la tarde y estuviste de acuerdo.

—Pensé que te referías a cotillear un rato Luci.

—y eso haremos.

Promete con una sonrisa cómplice pegándole un almohadazo a Pía que de seguro ya andaba en los brazos de Morfeo porque se levanta sobresaltada soltando todo tipo de maldiciones en un muy enredado italiano.

—¡Me vas a matar loca!, ¿que no conoces maneras lindas para despertar a alguien?

La regaña indignada con las mejillas coloradas.

—Si que las conozco pero contigo ninguna funciona...vamos Pía hay que cotillear, luego te acuestas ¿si?

La rubia le pone ojitos de cordero y la pelirroja acaba cediendo incorporándose sobre el colchón para cruzarse de piernas como nosotras.

—bien ya que, ¿de qué me perdí?

—De nada, aún.

Luci la mira mal cuando vuelve a recostarse sobre su espalda mirándonos con atención.

—y ¿Qué hay de Tayler?

Miro a la rubia.

—¿Qué hay con él?

Me devuelve la mirada perdida.

—¿No se molesta porque no le hagas compañía esta noche? —río un poco.

—Mi bombón tiene todas las noches conmigo, no se morirá si paso esta con ustedes.

—Uff el alivio que debe de estar sintiendo justo ahora el pobre de Tayler.

Empieza a comentar Pía encubriendo una risita.

—hoy será la primera noche que duerma tranquilo sin que una rubia libidinosa lo succione a mitad de la madrugada.

Se burla y Luci vuelve a pegarle con la almohada sacándome una sonora carcajada.

—¡Oyee!, no te metas conmigo.Yo no succiono a nadie.

Se queja ofendida.

—ya, admite que si, dan asco con tanta dulzura.

—Envidiosa —ríe entusiasmada —milagro cuando te la pasabas pegada a Leonard como garrapata no te daba asco.

Revela y las miro a ambas con curiosidad.

—No inventes Luci, no revivas cucarachos.

—¿Leonard y tú fueron novios?

La veo sorprendida.Esto no me lo esperaba, tenía entendido que se llevaban fatal.

—Eso fue hace mucho —admite —el principito y su séquito de enfermeras hace rato que dejaron de importarme.Luci solo habla pendejadas ni caso.

—¡Clarooo!, ya no te importa "el principito" porque ahora estás más interesada en Castillo.

La picardía en los ojos chispeantes de Luci le saca un sonrojo al instante.

—¡Mentira!

Rebate rápido pegándole un almohadazo en toda la cara.

—Admite que si.

hacen volar la almohada entre risas.

—¡No me lo puedo creer!, ¿De verdad te gusta Castillo?

—¡Nooo!
Refunfuña.

—tienes buen gusto amiga.

Es mi turno de joderla ganándome también la almohada.

—¡Que no me gusta! —jadea frustrada.—¡Ya, dejen de decir tonterías!

Se agita provocando que de la nada la invada un repentino ataque de tos que nos hace detenernos por un segundo preocupadas.

—¿estás bien?

La miro y niega.

—necesito mi inhalador.

Pide entrecortada por la incesante tos.

—¿inhalador?, la miro confundida.

—¿dónde lo tienes?

El cuestionamiento de Luci llega rápido, ayudándola con su tos masajeando su espalda.

—es asmática, lo necesita.

explica en mi dirección sacándome de mi momentánea confusión.

—en mi oficina, lo olvidé en mi escritorio.

Sigue tosiendo con fuerza.

—¿En el centro? —Luci la mira con reproche.

—está bien, yo iré a por el, no tardaré —ofrezco.

—Bien, date prisa por Dios.

Me pongo en pie y solo doy para ponerme mis pantuflas cuando en pocos segundos me veo corriendo hasta el edifico principal ignorando la frialdad que emana la noche, mierda no tomé nada para cubrirme.

¡Joder que frío hace!

Como me es ya familiar tomo el ascensor en la primera planta pero en mi torpeza presiono sin querer el botón incorrecto.Corrijo mi error de inmediato, presionando el número de mi planta pero de igual forma el elevador se detiene abriendo sus puertas grises en la planta de Leonard poniéndome ansiosa.

Debo obtener rápido ese inhalador o el ataque de Pía podría empeorar.

Cuando las puertas vuelven a hacer un amago por cerrarse respiro con alivio, justo entonces veo un movimiento extraño en los pasillos que llama mi atención.

Antes de que las puertas se cierren por completo logro ver de refilón como Leonard y varias de sus enfermeras trasladan a un paciente en una camilla perdiéndose rápidamente en otro de los pasillos.

Que raro, tenía entendido que esto no son horas laborables a excepción de los enfermeros de guardia claro
...¿entonces, qué hacen ellos aquí a estas horas?

Mi curiosidad se esfuma en cuanto llego a la tercera planta, a continuación recuerdo mi cometido y voy rápido hasta la oficina de Pía a por lo que vine, hallándolo sin mucho problema sobre su escritorio como dijo.

Hasta ahora nunca me había percatado de que su oficina queda justo frente al cruce de pasillos que lleva a las habitaciones del Ala Este.

Aquí arriba a esta hora un silencio mordaz corrompe el espacio y la idea de que este si que podría ser un escenario de pesadillas se incrementa.

El centro de día es una cosa pero de noche no es el mejor sitio para estar, no lo sé pero es como si algo perverso cargase el aire.

<<Aterrador>>

Pretendo ir de vuelta para la residencia cuando antes de cerrar la puerta que sujeto del picaporte captó un ruido extraño, ruido que me deja completamente inmóvil y anclada en mi lugar preguntándome si no me estaré volviendo un tanto paranoica.

Es imposible...dejo ir la idea por un segundo pero los gemidos de placer que escucho esta vez se oyen claros, dándome a entre ver cuan quebradizas pueden llegar a ser las normas en este lugar.

Mis sentidos advierten el movimiento a pesar de la poca claridad, junto con una risa femenina que me deja perdida teniendo en cuenta que las únicas dos chicas que tienen acceso a la planta actualmente se encuentran justo en mi habitación.

—¡Estas loco!

Se escucha decir y deduzco que se trata de la misma chica dueña de las risas que oí anteriormente.Los ruidos extraños también parecen provenir del mismo pasillo, el que lleva a las habitaciones.

En pocos segundos y sin pretenderlo tengo un boleto en primera fila para ver la película en la que Jayden, si mi "paciente problema", ese que supuestamente prefiere el aislamiento total, sale prendido de la boca de la misma chica, pero la chica no es cualquiera, no...es una jodida enfermera, específicamente la que flirteaba con él en los pasillos esta tarde.

¿Pero que mierda?, ¿en que momento había pasado esto que no lo vi venir?...esto ya si sobrepasaba los límites del descaro.

Toda yo se queda en shock por la escena que se desarrolla justo en mis narices.

Ninguno de los dos parece verme cuando de un solo movimiento Jayden la empuja contra la pared sujetándola del cuello con rudeza, todo eso mientras busca con premura sus labios.

—Mumm, tan brutal como siempre.

Ronronea la chica entre risitas juguetonas que a mi me dan náuseas.

Ella se logra librar de su agarre traviesa por un momento pero él no tarda y vuelve a retenerla en pocos segundos besándola con brusquedad en medio del pasillo semi oscuro.

La rubia que antes me quedaba de frente da un giro repentino cambiando de posiciones con Jayden sin despegarse de su boca.
Por instinto trato de hacerme pequeñita en mi lugar para que no me noten, en vano porque él no tarda en advertir mi presencia en el oscuro pasillo clavándome sus fríos ojos sin dejar de besarla.

No hay manera de que pueda salir de aquí sin pasar primero por ese pasillo que ambos bloquean y por una fracción de segundo deseo poder atravesar paredes, deseo desaparecer y no estar "oculta" viendo lo que pasa en frente.

Se toma un momento para despedirse y no alcanzo a escuchar lo que le susurra al oido a su acompañante nocturna pero en pocos segundos se pierde feliz he ignorante en cuanto a mi presencia en el lugar.

La cara de Spooner al verme no predice nada bueno, no cuando se encamina en mi dirección con los puños apretados, solo entonces me permito hacer ruido y termino por cerrar la puerta que aún permanecía a medio camino de cerrarse, lo hago dejando el tirador preparada para enfrentarlo.

—lo preguntaré una sola vez.

llega a donde estoy.

—¿Qué mierdas haces aquí?

Escupe las palabras con ira y recuerdo las notas de Alfonso retrocediendo un paso.

Si, está enojado y no me parece sensato tentar a mi suerte ahora.

—Eso es lo que menos debería importarte teniendo en cuenta tus circunstancias.—murmuro no muy segura de querer continuar por este sendero.

Lo veo acercarse aún más reparando en mi, como si la poca distancia que nos separa ya aún no le fuera suficiente para intimidarme.Frunce el ceño pero su mirada se pierde en mi cuerpo.

¿Porqué me está viendo así?, como si fuera un lobo hambriento a punto de capturar su cena.

Su enojo es sustituido por un desconcierto momentáneo, entonces sigo la dirección en la que se dilatan sus pupilas y ¡Mierdaaaa!

Solo traigo encima mi jodida pijama que no es del todo apropiada teniendo en cuenta el momento y la peculiar circunstancia.

¡joder Ruby, joder, no das una!

—¡Ehy!

Atraigo su atención de nuevo a mi rostro con un gesto de la mano seria.

—¿Qué chingados es lo que acaban de ver mis ojos?

Lo encaro y el enojo vuelve a su rostro pero al menos ya no me está viendo raro.

—¿qué?, nunca has visto a alguien besándose —sonríe con un tenue retintín.

—No estoy bromeando Jayden.

Lo miro con dureza buscando en lo más profundo de mi ser autocontrol para no gritar de la jodida impotencia que me causa.

—Tampoco yo, más te vale no decir nada de lo que viste aquí.

Me da otra mirada glacial que acompaña de una sonrisa ladina que no le llega a los ojos.

—¿y quién me va a impedir hablar?

Me pongo firme totalmente rígida.No está ante cualquiera, aquí yo soy la autoridad y no seguirá pasándome por alto, no de esta manera.

—Esa de ahí no era una interna en cuyo caso también tienen prohibido copular, esa era una maldita enfermera, que te la folles va contra la ética que maneja el centro.

Señalo lo que ya sabe apuntando el pasillo por donde acaba de irse la chica, rogándole a Dios por todo mi auto control.

—Me importan una mierda tus reglas, y tú no dirás nada porque si lo haces la única que saldrá mal parada serás tú.—asegura.—Mira a tu alrededor querida, de aquí no saldré nunca.—especta tranquilo —no tengo nada que perder, de ti en cambio no puedo decir lo mismo, después de todo es tu planta.

Se calla arrinconándome en una de las paredes de forma brusca.

—te echarán, y adiós a la molesta Ruby y a su brillante carrera.

Se mofa a mi costa a una distancia peligrosamente corta.

—¿cómo pretendes hacer que me echen?

Lo reto con una media sonrisa de incredulidad en los labios por su actitud.

—Yo no veo a nadie más aquí a esta hora tan inadecuada aparte de ti.

La sonrisa ladina que tira de sus labios se vuelve aterradora cuando me encierra con ambos brazos apoyándolos a cada lado de mi cara en la pared.

—eres un asqueroso mentiroso.

—puede ser cariño pero...¿a quién crees tú que creerán cuando les cuente que te encanta meterte en mi cama cada que se te antoja?

Juega con coquetería rozando las tiras de mi pijama con la yema de sus dedos calculador, sus ojos recorriendo un camino peligroso hasta los míos causando estragos en mi sistema nervioso.

—Estás jodidamente enfermo.

Lo empujo perpleja pero no se mueve, al contrario se yergue aún más firme sonriendo con malicia.

—pensé que eso ya lo tenías claro teniendo en cuenta el sitio.

vuelvo a la realidad saliéndome de la cárcel que forman sus brazos a mi alrededor, recordando quién es y quién soy, tratando de ignorar la vibra extraña que siento con su envolvente cercanía.

—mantente en silencio y métete en tus asuntos y estaremos bien porque si me jodes te jodo al doble —amenaza —Tú misma ya lo dijiste, y recuérdalo porque siempre me salgo con la mía, no me importa a quien tenga que aplastar en el proceso.

Cuando habla de algún modo siento que sus palabras son una navaja de doble filo que corta parejo para ambos lados.

Trata de herirme con tanto ímpetu que no logra detenerse a pensar en que con eso solo se autodaña.No sé porqué pero no lo entiende, no entiende que yo solo trato de ayudarlo.

Para él no soy más que su enemiga, se ha convencido a si mismo de ello y ya no estoy segura de que puedo hacer para cambiarlo.

Es sin duda la persona más inaccesible que he conocido, se niega a recibir cualquier tipo de ayuda y ya no sé si solo grita por ella mientras se unde sin remedio o simplemente se quiere dejar ahogar.

—No tengo solución —murmura tan seco que arde  —destruyo a todo el que intenta acercarse.

Repite mis palabras y de algún modo siento que las mismas que dije en algún punto del día llena de furia y sin pensar, en él excavaron con fuerza un hoyo a profundidad.

Quiero preguntar, de verdad quiero pero me da miedo enfadarlo aún más.

—Jayden...

—Corre si no quieres que te alcance Ruby.

Su cruda advertencia corta el aire áspera junto con cualquier otro intento mío por razonar, y antes de que pueda hacer algo siquiera se pierde por el sombrío pasillo dándome la espalda irreverente en un acto sagaz.

(...)

No sé que mierda pasa esta noche pero cuando vuelvo a mi habitación no digo una palabra, solo le paso el inhalador a Pía que ya parece mucho mejor de su asma.

—¡Ya era hora!, tardaste una eternidad.

Luci se queja en mi dirección vigilando que Pía se apliqué bien el inhalador y vuelva a acomodarse en la cama.

—ehy nene, ¿está todo bien?

Me mira al no obtener respuesta de mi parte y asiento con la cabeza.

—estoy muy cansada, ¿te importa si nos dormimos ya?

—Claro que no, igual Pía está más para allá que para acá —ríe —ven hay que dormir.

Me hace un hueco en la cama y las tres nos acomodamos cuando baja las luces.

—que tengan buena noche —dice para todas y Pía se voltea con su almohada.

—Igual —contesto cerrando los ojos sin poder dejar de pensar.

No sé que voy a hacer a partir de ahora, sin dudas creo que hablé demasiado pronto cuando dije que esto no me sería difícil.Es más que obvio que en mi plan inicial no entraba Jayden y su jodida manera de complicarme las cosas.

¿Debería callarme sus andadas? o ¿debería informar de esto a la dirección?

La última vez eso no me había salido tan bien como esperé, y no tengo nada que demuestre mis palabras otra vez.

<<Carajo, odio esta situación>>

¿Hace cuanto pasa esto en el centro?,¿es que nadie se da cuenta, solo yo?

Todo está mal, quizás todos saben de esto y simplemente callen para no salir perjudicados, aunque pensándolo bien eso no suena realista.Sin lugar a duda debía saber cuan largo es el alcance que poseé Jayden.

Abro los ojos viendo a las chicas ya dormidas a mi lado, y nop...no creo que ninguna de ellas sepa nada al respecto, este asunto es un poco chungo, si estuvieran al tanto ya lo hubieran reportado sin duda o al monos eso quiero creer.

De igual manera debía ser inteligente, no ganaría nada poniéndolo al descubierto.La directora Campbell ya lo había dicho, esta es mi planta ahora y lo que pase en ella solo es asunto mío.

Yo debía solucionarlo y lo haría, aún no tenía idea de como pero lo haría y si Jayden Spooner se llega a convertir en un problema aún mayor para mi en adelante pues... haré lo que hago con todos, lo reduciré.Esperaba no tener que hacerlo pero si no me deja otra opción no lo dudaré.

Mira por donde en eso creo que nos parecemos.

No pensaba doblegarme ante ningún interno, no caería en su juego pero por ahora le dejaría pensar que si por lo menos hasta descubrir la manera de proceder.

No solo es Jayden quién debe aprender a respetar mi autoridad, también las enfermeras y personal debían.No sé que clase de autoridad manejaba Alfonso pero es claro que no hacía un gran trabajo si cualquiera se cree con permiso de subir aquí cuando se le pegue la gana.

Claramente Martha debería hacer cambios en su personal.

Para desgracia de algunos yo no soy Alfonso y pronto se darían cuenta de ello.

ya me encargaría más tarde de poner cada cosa en su lugar, primero debía investigar el terreno sobre el cual comenzaría a moverme.

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Fin del cap...

¿Menuda nochecita la de Ruby eh?

Yo no sé ustedes, pero yo muero por ver como se las arreglará nuestra Ruby para marcar territorio🙃con tanta enfermera nocturna que circula en su planta.🤣🤣🤣

Sei un fastidio:eres una molestia.

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