#33"Fía"
«El amor duele, te destroza, lo aniquila todo a su paso como si ya no hubieses hecho de todo por él»
Fía
...
Esa imbécil lo está arruinando todo y para más en contra a Jayden no parece importarle en lo absoluto que imponga sus normas sobre el lugar, incluso sobre él y me pregunto ¿porqué? ¿porqué se lo permite cuando está claro que tiempo atrás hubiese hecho de todo para evitarse eso?
Espero que no tenga nada que ver con lo que estoy imaginando.
Cuando llegué aquí me pareció estar interrumpiendo algo en esa piscina, aunque no estoy segura.
Lo que si tengo claro es que en muy corto tiempo la chica a logrado influencia sobre la planta, sobre todos en realidad, eso me tiene inquieta.
Este ya no es el sitio que yo reinaba, todo lo contrario.
El trabajo cotidiano se me hace aburrido entre paciente y paciente que agotan mi energía y para rematar a mi actual situación hoy me toca hacer la guardia de noche(Otro sutil cambio de la tonta en mi ausencia)
Con lo que me había costado convencer a Alfonso de erradicarlas en un principio.
Bueno, tendría que verle el lado agradable al asunto, esta noche tendré la planta para mi sola y puedo aprovecharme de ello e ir a molestar a Jayden como en los viejos tiempos, rezo para que ya no cuente con «compañía»
Odio cada que una de esas malditas resbalosas se aprovecha de mi inicial estupidez con lo de las guardias para colarse en su habitación, aunque eso, creo, a partir de ahora ya no será ningún problema.
Todo gracia a Ruby, incluso hasta tendría que agradecerle por esto, digo, yo ya no soy culpable de arruinar la diversión a Jayden y en mis turnos libres ahora lo tendré solo para mi, si, definitivamente se lo agradecería.
La noche se me hizo fría detrás del escritorio modesto al inicio de los pasillos que se usa para hacer las guardias.
Tengo que quedarme aquí por lo menos una hora o dos hasta poder moverme con total libertad, así que me propongo dejar pasar el tiempo, y me pierdo en mis redes sociales cuando la lluvia amenaza con colarse dentro debido al espantoso temporal.
Llegada la madrugada por fin no dudo en dejar el escritorio con las piernas entumecidas, entonces me dirijo al baño más cercano, tengo que llevar al menos una hora haciéndome pis.
Me lavé las manos en uno de los grifos una vez terminé de usar el retrete y volví a salir al pasillo más animada que nunca, esta vez con dirección al ala este.
Veré a Jayden y con algo de suerte hoy él podría saltarse los códigos entre nosotros y darme la follada que tanto he estado esperando de su parte.
No lo entendía, no entendía porqué se reía de todo eso con otras pero no conmigo, me repetí a mi misma una vez más que era porque las otras no le importaban tanto, que yo era diferente, pero si algo he descubierto en este tiempo fuera es que no quiero serlo, no si eso lo aleja de mi.
Estoy a punto de adentrarme en su pasillo cuando la puerta de su habitación se abre raramente veloz, es una horrible sorpresa ver que detrás del movimiento se encuentra nada menos que Ruby.
Una molesta y muy empapada versión de nuestra líder de planta abriendo la puerta de un interno nada menos a las tantas de la madrugada.
Me quedé tiesa sin saber muy bien que hacer hasta que reaccioné, ella parecía dispuesta a marcharse y yo me escondí para no perderme de nada, entonces lo vi.
Jayden solo llevaba encima una toalla gris alrededor de la ingle cuando la jaló del brazo hacia si mismo para cerrar la puerta nuevamente detrás de ellos.
«Miren nada más lo que se encontró el gato»
Así que yo tenía razón y ella se metía en su cama.
Ahora comprendía la actitud relajada de Jayden, el porqué no me pareció molesto esta mañana cuando le informé que me tomaría más tiempo del habitual obtener las pastillas por culpa de la imbécil.
Nuestra dulce y correcta Ruby resultó ser de lo más interesante aquí desde mi regreso.
No solo no le bastaba con tirarse a Leonard, también a Jayden, que egoísta de su parte.
No supe como sentirme, ¿enfadada por él? o ¿eufórica porque ahora sabía exactamente como deshacerme de la intrusa?
No me detuve, pensaba averiguar cada detalle.
Me acerqué a su puerta cerrada justo a tiempo para escuchar su conversación.
«Dime que estás segura de nuevo, dime que de verdad lo quieres, que me quieres»—preguntó él en un tono que jamás le había oído antes y la sonrisa de mis labios se desvaneció.
«te quiero...»—dijo ella y a mí se me detuvo el corazón.
«¿pero acaso eso importa? Dime, porqué dudas ahora cuando antes no te hubieses detenido»
Conservo la calma porque yo también quiero oír su respuesta, lo conozco y sé que sabré si él está mintiendo, si solo se trata de otro de sus juegos.
«porque se trata de ti»—soltó con toda seguridad y eso me dolió.
¡Maldita! ¡Mil veces maldita!
Dejé de escuchar lo que siguió a eso dando un traspié hasta dar con la pared más cercana, destrozada.
Sentí ira, sentí rabia pero me controlé a mi misma, tengo que ser más inteligente que todo esto.
Además es mentira, tiene que serlo, Jayden jamás se enamoraría de alguien en tan poco tiempo.
A él algo le pesa demasiado y obstruye su amor por nadie, yo misma he estado lidiando con eso por años, sin duda esto tiene que tratarse de un juego, no hay otra explicación, él no me haría esto, no con todo el tiempo juntos, no después de todo el esfuerzo que he invertido para ganarme su aprobación.
Me niego a creerlo.
...
Que imbécil, me negué a hacerlo incluso dos días después cuando descubrí que él suele escaparse ocasionalmente para verla desde su ventana.
Apreté con fuerza los puños esa vez masticando el enojo cuando los vi reírse y conversar por horas antes de que él pudiese volver al centro sonriente.
...
—¿otra de tus andadas?—pregunté cuándo me encontró frente a su puerta esperándole dos noches después, enseguida noté lo rápido que se perdió su sonrisa, sin duda venía de verla.
—¿qué sabes veneno?—achinó los ojos escrutando en busca de una respuesta.
—nada veneno...
Lo miré con una sonrisa dolida que manipulé a voluntad cuando repetí nuestro apodo y él me sorteó para pasar esquivo.
—Solo es raro verte fuera del centro, en especial tan manso con esa psiquiatra.
En segundos abandonó la idea de irse y me cubrió la boca con una de sus manos, yo le levanté una ceja por encima de su agarre.
—claro que lo sabes ¿no veneno?, te subestimé pero será mejor que hables más bajo o alguien podría escucharte.—riñó con complicidad y me soltó.
Odié que lo hiciera, me gusta sentir su agarre.
—¿aquí?—vio mi confusión.
—nunca se sabe, pero bueno, supongo que a ti puedo contarte.
—por supuesto y me ofende que pienses que no.—rematé cruzando los brazos.
—es...verás, es que no sé...creo que...
—¿qué es lo que crees Jayden?, me estás mareando.
—estoy perdido.
—eso ya lo sabía.
—si, pero no de ese modo...
—no te entiendo.
—¡mierda Fía! creo que estoy enamorado....o no, ¡carajos no lo sé!
Mi mundo se tambaleó.
—¿cómo?
—es una locura, por todos los demonios, ni yo lo entiendo.
—clama, seguro que exageras y solo te la quieres coger.
—no, no es eso, esto es diferente.
—¿¡me esta hablando en serio!?—traté de conservar la calma.
—si...
No, no estaba pasando, no estaba pasando.
—¿qué pasa?, ¿porqué tienes esa cara?, no te angusties veneno creo que esto es bueno, se siente bien.
¿Qué no me angustie? ¿Cómo no hacerlo si me estaba soltando esto? ¿Qué había de nosotros los venenos? ¿Qué del tiempo juntos?
Recordé esa noche, cuando tras hacer un viaje juntos en el suelo de su habitación le dije que primero tomaría veneno antes de aceptar su insinuación, que idiota fui, pero yo quería ser algo más para él y ahora le daba todo eso a otra.
¡Inaceptable!
—¿estás seguro?, ¿cómo?
—no estoy seguro de nada ahora Fía, eso es lo interesante.
—pensé que te habías cerrado a este tema, ¿porqué cambiar?
—no tengo el control, y estoy aterrado, tú sabes porqué.
—lo sé....
—pero dime, tú, ¿querías algo?
—no, solo venía a verte por un rato pero no te encontré y ya tengo que volver, te dejaré dormir.
—gracias.—me abrazó un momento rodeando mis hombros y mi tonto corazón volvió a latir desorbitado.
Él es mío, y por mi que esa idiota no se va a interponer o yo misma me voy a encargar de quitarla del camino.
(...)
A la mañana siguiente me encontré con Ruby en su despacho y descaradamente le insinúe lo que pasaría con su pequeño y sucio secreto si no comenzaba a cooperar, para mi más sentida mala sorpresa la chica resultó ser astuta, ella de algún modo me devolvió el sutil chantaje haciéndome saber que conocía a fondo ese asunto mío con las pastillas, la muy maldita de alguna manera supo que yo lo hice.
Como mi primera estrategia no me dio los resultados esperados solo me quedaba ahogar la rabia y recurrir a otro plan, uno mucho más drástico.
Tal vez mi intento de chantaje no funcionara del todo, pero intuí bastó para asustarla y ahora que yo también estaba alerta sobre sus dientes me pasé todo el santo día ideando.
Si, tal vez ella sabe como mover sus piezas pero yo soy reina vieja en este tablero.
(...)
A Leonard le había sorprendido sin duda mi pedido de reunirnos tras el centro muchas horas después, en realidad se veía impaciente cuando me abordó.
Tan sexi, amo ponerlo en Jaque.
—¿porqué pediste verme aquí Fía?—se metió las manos en los bolsillos del pantalón y yo aparté los ojos de su anatomía ya muy familiar.
—¿porqué el tono?, ¿es que no te alegras de verme corazón?
—¿sinceramente?...—se lo pensó.—no.—soltó tan seguro que me dio gracia.
—es una pena, yo que te extrañé tanto.—me reí abiertamente.
—lo dudo.
Me mostró esa sonrisa cruel, si, este lado suyo era muy difícil de ver, reservado solo para aquellas personas a las que ya no tenía de que convencer.
—no seas tan seco conmigo amor, sabes que yo te guardo un lugar especial.
—lamento si te decepciono Fía pero no puedo decir lo mismo.
—tranquilo no lo haces, además ya sé que ahora tienes novia y todo, no es que no la tuvieses antes pero ya ves, ¿no es una pena?
—Fía, no estoy de humor para tus jueguecitos para eso ya tienes a Jayden así que ¿porqué carajos no me dices que hago aquí?
—¿cuál es la prisa?, mejor contéstame y dime, háblame sobre esa novia tuya, la conozco desde hace muy poco pero eso a bastado para darme cuenta de que tiene algo que adormece a los hombres.
—Sea lo que sea que tienes en su contra te aconsejo que la dejes en paz o no respondo.
—uy dijo la fiera, miren como defiende a su hembra...—me reí en su cara cuando en la suya apareció exasperación.
—¡sabes que, vete a la mierda!—hizo un amago de pasar por mi lado y lo frené en seco.
—bájale tres rayitas a tú histeria princesa porque te va a interesar mucho lo que voy a mostrarte.
Mi tono perdió la amabilidad, el chiste se esfumó y eso le bastó para seguirme.
Lo guíe en silencio al lugar de siempre y él se impacientó al no obtener nada.
—¿qué quieres mostrarme?
—paciencia, algo me dice que no va a gustarte mucho.
—Fía, Fía, Fía cariño...—me sujetó fuerte del brazo.—mi paciencia se agotó y aquí afuera hace frío así que...
—¡mira!—lo interrumpí y se calló cuando como yo captó el movimiento, entonces me soltó ocultándose para ver mejor.
No evité la mueca cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando.
Como la otra noche, Jayden se escurrió como un ladrón del centro para luego subir con una agilidad asombrosa hasta la escalera de incendios de la residencia, en la cima alguien ya lo esperaba de antemano y la cara de Leonard al ver a Ruby fue un poema digno de enmarcar, más aún cuando Jayden la besó.
—¿es que acaso tú no la atiendes bien amor?—fingí un mohín enojada cuando Jayden desapareció tras la ventana.—¿si no es así entonces explícame porqué diablos juega con mis cosas?
Se volteó para verme todavía pálido de la rabia, con los puños apretados y apostaba a que ahora mismo detrás de toda esa perfección suya ardía de celos, conocía el sentimiento.
—nunca hemos estado juntos, ahora entiendo el porqué.—confesó más para si mismo que para mi.
—¿Tú Leonard Wilson perdiendo ante un simple interno?, que bajo has caído mi amor.
No me dio tiempo a seguir soltando mi veneno cuando me apretó la tráquea.
—¡cállate!, no sabes de lo que hablas y no te recomiendo colmar mi entereza Fía.—gruñó en mi oído.
—¿porqué te enfadas conmigo?, yo solo te estoy mostrando lo que hace tú perfecta novia por las noches mientras tú te vas a dormir como un pelele.
—¿desde cuándo pasa esto?—me ignoró completamente.
—no lo sé, tuve sospechas hace una semana, cuando llegué.
—¡maldita sea!—rugió en mi cara y yo lo callé con una mano.
—mírate Leonard, ¿qué te ha pasado?, solo me bastó llegar para descubrirlo y tú ni por enterado, no eres el mismo hombre que dejé cuando me fui.
—¿qué hay de ti?, ¿no que Jayden estaba controlado?
—No es mi culpa, tu novia me quitó el acceso a los medicamentos, el resto ya se le acabó.
—¿entonces es eso?—él se rió en mi cara.—¿vienes a llorarme porque Ruby te destronó?
—eso está por verse.—gruñí yo esta vez.
—más te vale Fía.—por fin me soltó.
Dio dos vueltas y luego se enderezó para irse.
—¿es que no piensas hacer nada?—me quejé frustrada ante su calma.
—no vas a usarme en tus juegos, te toca a ti hacer tu propio trabajo sucio "corazón"
—es verdad, esa mujer te tiene comiendo de la palma de su mano.
—si te interesa Fía y para que no sufras, yo te daré los medicamentos que necesites pero de Ruby me encargo yo, claramente Jayden le tiene que haber hecho algo o de ningún modo se metería con él.
—dicen que el amor es ciego, nunca imaginé cuanto.
—dímelo tú, sabes mucho de eso.
—por algo lo digo, ambos lo acabamos de ver y ahí no hay chantaje, solo atracción.
—lo preguntaré Fía.
—bien, avísame cuando abras los ojos.
—limítate a hacer lo acordado.
—no demores Leonard, ya sabes que no tengo paciencia.
No dijo otra cosa, solo se fue, lo vi rodear la residencia hasta que lo perdí de vista y entonces respiré satisfecha.
Acababa de hacer ver rojo al toro.
Me reí.
Si lo conocía bien, y lo hacía, las cosas se pondrán la mar de interesantes.
Le eché un último vistazo a esa ventana, vi la luz dejar de salir de ella y eso me dio gracia, una envuelta en ira.
Pobre idiota, sin idea de en que se metió.
«que lo disfrutes Ruby, porqué será la última vez»
Solita se hundirá y yo lo veré.
———Nota.
Dos capítulos y esto se fue a la mierda.
Ay madre, las reglas del juego han cambiado y los personajes están pidiendo a gritos actuar...
Recordad que ya nos queda muy poquito para el final de la historia así que no desesperen.
Aquí les dejo mi cuanta de TikTok porque por ahí también estoy subiendo cositas del libro.
Me encontrarán ahí como:
@daya.valonso.
Chau.
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