#11"Fúnebre Ceremonia"[Parte:1]
📌
"Que Dios reciba tu alma querido Han"
Martha Campbell.
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La mañana llegó mucho más deprisa de lo que esperé.Anoche casi no pude pegar el ojo por la preocupación de que alguien hubiese visto salir a Jayden de mi habitación a tales horas, eso sin duda supondría un completo escándalo y una terrible mancha en la carrera que tanto me he esforzado por labrar.
Para mi suerte nadie parece estar al tanto de nada cuando por fin llego a mi planta, el asunto de la ceremonia fúnebre tiene a todos tan ocupados que logro pasar el día tranquila y muy pero muy encerrada en mi oficina íntegramente enfrascada en las actualizaciones de mis informes y nuevos tratamientos a probar.
Probablemente esto sonará muy mal pero me alegro de que todos estén lo suficientemente distraídos como para notarme, aunque la razón para esto sea un muerto.
Hoy si tengo suerte sobreviviré a la ceremonia sin percances ya que no creo que Jayden esté muy interesado en este tipo de reuniones lo cual solo significa que estaré bien y sin preocupaciones de que pueda abrir su enorme bocota y arruinarme.
Juro que ese hombre va a causarme un infarto.
—Ruby, ¿puedo pasar?
Tayler se asoma luego de par de toques a la puerta.
—¿Qué pasó Ty?
—Luci ya tiene todo listo, nos espera en la zona común.—avisa.
—excelente.
Me pongo de pie y juntos nos dirigimos a donde los demás.
Cuando llegamos Luci ya tiene reunidos a todos los pacientes "aptos" para bajar a la reunión, son bastante pocos a decir verdad pero ya sabía que no somos precisamente la planta más numerosa.
Por suerte Jayden no está entre los presentes todo lo contrario de Ben que levanta una mano a modo de saludo cuando hacemos contacto visual en la distancia.
—¿ya somos todos?
Indago queriendo que así sea.
—Si, ya estamos todos.
Asegura Luci y dejo escapar el aire con un poco de alivio, por primera vez algo va a mi favor.
—bien...
Empiezo a hablar pero me veo interrumpida.
—Aún les falto yo.
Esas palabras, esa voz, hacen que incluso todos mis compañeros se giren hacia las puertas de forma brusca para ver al recién llegado, todos menos yo.
No me hace falta verlo para saber que se trata de él, ¿será una broma?
El almuerzo del medio día se asienta de manera peligrosa en mi estómago, tan pesado como una piedra pero aún así me mantengo quieta en mi lugar, rezándole a todos los dioses para que se de media vuelta y se marche por donde vino.
Maldición, ¿es que no podré tener un jodido día tranquilo?
—¿Jayden?
Escucho a Luci hablar detrás de mi, su voz suena confusa.
Dios, seguro parezco idiota al permanecer aún de espaldas cuando claramente todos tienen su atención en las puertas.
—No pensamos que querrías unirte por eso no te avisamos.—el desconcierto se impregna en su tono.
—Me aburría y descuida, sé que tienden a ignorarme.
Dice y siento su pesada vista en mi nuca.
—Es porque creímos que así lo querías.
Justifica mi amiga.
—y no se equivocaron.—concede parsimonioso.
No me atrevo a verlo, no quiero y en mi fuero interno aún espero que se evapore.
Ben alza una mano y es todo lo que necesito para saber que se acerca.
No me muevo, me mantengo en mi lugar completamente rígida cuando roza mi hombro con su brazo tatuado para entrar de lleno en la sala.
Lo que creo es una muy rara mezcla de fragancias se queda profundamente atascada en mis cavidades respiratorias, huele a almizcle, no...es una combinación letal de cedro o musgo ¡Mierda!, ¿Qué maldita fragancia usará este hombre?
¡Maldición!, huele a puras feromonas y puede que sea un maldito cabrón pero su olor es cautivador, único.
¿Qué hace aquí?, ¿no se supone que es un jodido asocial?
Finjo una sonrisa en cuanto mis compañeros vuelven la mirada al frente aún perplejos al tiempo en que Jayden toma lugar junto a Ben que lo recibe encantado.
Creo que es el único que realmente se alegra de verlo.El resto de nosotros parece tomarse su presencia con precaución y no los culpo, desde que llegó mi cuerpo fue invadido por una rara y horrible tensión.
Solo quiere joderte Ruby, eso le divierte no le des el gusto.
Él no hablará o al menos eso quiero creer y para mi buena suerte aquí todos parecen ignorar el hecho de que le guste dar paseos diurnos.
¡Carajo!
No tarda en dedicarme una miradita cínica desde su posición al final de la sala y eso es todo lo que necesito para saber que no miente al decir que está aburrido, en realidad parece de humor para sus juegos y lo menos que me apetece ahora es ser su entretenimiento .Aunque no creo que me esté dando la opción de elegir.
Aparto la mirada de él para ver a mi equipo, tengo que dejar de sobrepensar o me va a dar algo.
Menudo problemón el mío, no entiendo como mi carrera a venido a parar en las manos de la única persona en el lugar que trata de hundirme y mientras más le doy vueltas más irreal me parece todo.
Ahora mismo Jayden podría joder mi carrera si quisiese, para eso solo tendría que soltar un par de palabras llenas de veneno y listo.Todos mis años de esfuerzo tirados a la basura por sus mentiras.
—Todo listo Ruby, cuando nos digas.
Luci me saca de mis cavilaciones y entonces vuelvo a la realidad notando que todos me miran expectantes.
—¿Martha a dicho ya dónde será la ceremonia?
Trato de ignorar todos los ojos que me observan comportándome como lo que soy, la líder de esta planta aunque por culpa de Jayden eso no vaya a durarme mucho.
—Si, la ceremonia tendrá lugar en la primera planta.Amalla se ofreció para preparar el espacio.
—bien en ese caso.—me giro en seco.—Ty encárgate de bajar con el primer grupo.
Asiente para luego indicarle a unos cuantos pacientes que lo sigan marchándose de la sala.
Solo tenemos dos ascensores y no creo que nadie quiera tomar las escaleras por lo que habrá que dividirse en pequeños grupos para bajar.
—Castillo y yo nos vamos con el siguiente.
Se adelanta en decir Pía y acabo asintiendo en aprobación antes de que se lleven otro pequeño grupo.
—bueno, supongo que eso nos deja a nosotros a cargo de ustedes.
Digo para los que aún permanecen y Ben me sonríe contento.Trato de devolverle la sonrisa como puedo pero es difícil para mi ignorar la amargura que me causa su amigo.
—Por favor vengan con nosotras.
Pide Luci y así todos los restantes nos siguen por los pasillos hasta que abordamos el ascensor.
Ben, Luci, Jayden y yo quedamos al final de este, menudos segundos más incómodos, por suerte el ascensor no tarda mucho en bajar.
Cuando lo hace todo mi cuerpo irradia tensión y siento que fácilmente podría explotar.
Al encontrarnos abajo Luci es quien nos guía hasta el salón en donde se dará la ceremonia, encontrándonos pronto en una sala amplia y abarrotada de sillas, la gran mayoría de ellas ya ocupadas por el resto de las plantas.
El paraninfo está organizado de manera tal que todos los psiquiatras junto a sus respectivos psicólogos ocupan un puesto en la primera fila mientras que los pacientes presentes son supervisados por los enfermeros más atrás.
—Ni en un jodido velorio no dejan sentarnos donde nos de la gana.
Escucho a Jayden renegar.
—¿qué?, ya recuerdas porque no vienes a estas mierdas.
Se burla Ben empujándolo para que se siente en uno de los asientos traseros.
—Ruby tú vas al frente con Pía.
Luci señala la primera fila cerca de la plataforma improvisada justo al inicio de la sala.
—Prefiero quedarme.
—eres nuestra representante nene, no puedes ocultarte aquí detrás.Ya te dije que te tocaría dar la cara.—ríe.
—No sé yo, creo que Pía se las arregla muy bien sola.
Miro en su dirección y en serio estoy a punto de creer que es adivina o algo porque como si sintiera que la vemos se gira haciéndome señas para que vaya con ella.
—Ve ya y no la hagas esperar, ¿es que no ves cerca de quien está sentada?—se burla.—seguro que ahora mismo quiere suicidarse.
Bromea y entiendo a que se refiere, solo un asiento la separa de Leonard.
—Muy bien pues en ese caso creo que iré al rescate.—bromeo.
—Por favor—apoya.
Cuando llego al inicio de la sala tomo asiento entre ella y Leonard, justo cuando la directora y Gunter suben al pequeño podio.Las coronas de flores fúnebres más abundantes en esta parte, algunas dispersas y otras rodeando una imagen alegre del difunto Han.
La funeraria ya había retirado el cuerpo según Luci y en el fondo lo agradezco, lo menos que los pacientes presentes aquí necesitan es tener un muerto a la vista que los altere.
Sabia decisión por parte de la directora si me preguntan, una pequeña ceremonia de despedida es mucho mejor que montar un velorio con todos los aquí reunidos.
—¿Porqué tardaste tanto?—regaña Pía a mi lado un poco malhumorada.
—Lo siento, Luci me decía algo.
—que bonito, ustedes echando el chisme y yo aquí como un muermo.—farfulla.
—Vamos Pía, no luzcas tan desesperada por alejarte de mi.—Leonard la repara uniéndose a la conversación.
—No huyo de nadie, menos de ti si es lo que intentas decir principito.
Escupe las palabras ahora de peor humor mirando al frente con seriedad al tiempo que Leonard gira los ojos.
—Hola para ti Ruby.
—Hola Leonard, ¿qué tal lo llevas?
—Como puedo, Han fue mi paciente por mucho tiempo, aún no me creo que haya muerto.
Leonard parece triste y viéndolo de este modo las dudas que tuve antes ahora parecen un insulto directo y ridículo hacia su persona y labor.
Conozco a Leonard desde hace muy poco pero por lo que he visto de él parece ser un muy buen psiquiatra y mi instinto me dice que jamás haría o permitiría que algo malo le ocurriese a los pacientes a su cargo.
Sea lo que sea que hiciesen con Han esa noche seguro que no era nada y solo malentendí lo que vi.
—De verdad lo siento.
Le doy el pésame, mi mano sobre su hombro de modo reconfortante.
—¿Sabes si por fin apareció la hija?
—No, no se presentó.—coloca la palma de su mano sobre la mía.
—es una pena.
—si, lo es.—admite.
—Queridos pacientes y personal del centro, como casi todos aquí deben saber ya el motivo de esta reunión es para despedir a nuestro amigo y compañero Han, el cual falleció ayer en la tarde.
Martha comienza a hablar dirigiéndose a todos y la sala guarda silencio.
—Nuestro querido y respetado Han sufrió la muerte a causa de su estado de enfermedad irreversible, hoy le decimos adiós, que Dios reciba su alma.
Concluye cediéndole la palabra a Leonard que se levanta para dar un pequeño discurso en honor al difunto.
(...)
Acabada toda la charla de despedida todos los presentes pasan a mezclarse en el comedor de la primera planta en donde las cocineras y el personal de las cocinas ofrecen un pequeño bufet.
Joder, ahora entiendo la clara ventaja de que esto sea un psiquiátrico lujoso.
—esto es deprimente.
Pía se une a mi, Luci y Ty seguida por Owen.
—por lo menos hay buenas bebidas.
Castillo levanta su vaso con jugo de naranja haciendo uso del sarcasmo.
—¿vamos chicos que esperaban?, es un jodido psiquiátrico ni modo que tengan champán.—los miro obvia.
—Eso sería lindo.—aporta Luci.—mi cuerpo añora una buena bebida.
—¿mi nena quiere beber eh?
Tayler la mira con ojitos de enamorado.
—haberlo dicho antes y yo la conseguía para ti.
Le proporciona un beso rápido en la mejilla y mi amiga se ruboriza.
—eres un amor bombón pero no podemos, entrar bebidas al centro nos costaría el trabajo.
—¿Qué hay de las de Victor?—refunfuña Pía.
—Créeme Roja, a ese están a punto de echarlo si lo atrapan.—asevera Castillo.
—Nada de bebidas por dios, no tienen que echar a nadie.—digo a la defensiva.—suficientes problemas tiene la planta ya como para agregarle otro.
Todos me miran extrañados y sé que ya hablé de más.
—¿A que te refieres nene?
—Ni caso, solo digan no a la bebida.—aclaro.—al menos dentro del centro.
—claro, solo espero que tu problema no sea Jayden.—observa y carajo, odio ser tan obvia.
Suspiro.
—Solo ignora a ese chico y listo, tú sola te complicas.—dice justo antes de que el aludido y Ben crucen la sala yendo hacia un rincón.
—No creo que ese hombre sea fácil de ignorar Luci.—agrega Pía cuando lo sigo con la mirada.
No somos las únicas que lo vemos, muchas de las chicas presente se apartan cuando se acerca, lo cierto es que resulta ser bastante intimidante cuando lo tienes a corta distancia, no lo sabré yo.
Creo que no es muy amante de las reuniones, su cara de pocos amigos lo deja en evidencia.
—Oigan...¿qué tal si hacemos algo este finde?, podríamos ir a la ciudad y alocarnos ¿qué dicen?
—la verdad ahora si que me apetece.— apoya Pía.
—Por mi bien.—acepta Tayler y Pía pasa a ver a Owen que sonríe malicioso.
—Cuenten conmigo.
—Diablos ¿pero que estrella se va a caer que Castillo se viene con nosotros?
Luci palmea su hombro emocionada.
—¿Qué?, de vez en cuando también me gusta salir—se defiende.
—Pues ya estás entonces, ¿qué opinas tú Ruby?
La rubia me encara cuando alguien se me aproxima por detrás haciendo que gire bruscamente temiendo por un horrible segundo que se trate de Jayden, por suerte solo son Leonard y Amalla.
De verdad tengo que hablar con él o el estrés me va a matar, necesito saber que no me joderá.
—chicos.
Leonard se une al grupo.
—¿pasa algo?
Luci lo mira amable.
—No, Amalla y yo solo huimos del tema de moda ahora.
—Eres bienvenido entonces.
—¿Oímos que irán a la ciudad?—indaga Amalla.
—si, pensamos que sería bueno tomar el aire.
—¿les importa si nos unimos?—esta vez es Leonard quien habla.
—Si.—farfulla Pía.
—claro que no.
Contradice la rubia viéndola mal.
—De hecho le preguntábamos a Ruby si viene.
Me mira y vuelvo a la conversación.
—¿si salimos todos quién cuidará la planta?—observo.
—yo les puedo echar una mano con eso.
Leonard le resta importancia.
—en ese caso creo que no me lo perdería.
—¿lo dicen en serio?
Pía maldice largándose del grupo seguida por Owen.
—ya se le pasará.—aclara Luci pidiendo perdón en su nombre.—adora el drama.
—me lo dirás a mi.
Leonard sonríe y de refilón veo que Ben al fin se separa de Jayden dejándolo solo para ir hasta donde Nicole reparte bebidas.
Este es mi momento, si voy a hablar con él esta es mi oportunidad.
—oigan vuelvo en un momento, debo hacer algo.
Me excuso separándome del grupo para aclarar este embrollo de una jodida vez.
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Continua...
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