Aprisionado por sí mismo, el escritor fue conducido a las cavernas de la soledad. La oscuridad del lugar no le permitía ver siquiera su propio cuerpo. Una vez en el fondo de una de las cavernas y creyendo que no podía pasarle nada peor fue lanzado a un profundo pozo. Durante algún tiempo el escritor quedó inconsciente, pero la humedad del lugar terminó despertándolo. Como pudo consiguió incorporarse y lentamente comenzó a seguir el único camino que había. El sitio estaba atestado de seres fantasmales y muy pronto fue atacado por el pasado, cientos de recuerdos llenos de dolor lo comenzaron a perseguir hasta que un nuevo ser se le presentó, la locura, quien lleno de burlas y criticas destrozó con gran facilidad el alma del escritor dejándolo agónico en el suelo del lugar. Con sus últimas fuerzas preguntó al viento.
- ¿Por qué debo sufrir de esta manera? -
Y el viento respondió - Este es el destino de aquellos que siguen el sendero que has elegido. Si alguna vez fuiste digno de la luz primero deberás sucumbir ante la oscuridad -
El escritor no pudo más con el tormento de la locura y exhausto cerró los ojos esperando que fuera la última vez que lo hiciera.