Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XX. Shall we

De camino a la comisaría pasaron más cosas extrañas. Mai recordó algo que había oído decir a Kyungsoo antes y todo cobró un cariz muy diferente. "Ellas me dijeron...". ¿Quiénes eran "ellas"? ¿Quiénes trataban de convencer a ese chico de que matase a su hermano? Empezaron a cobrar sentido los cambios de personalidad, la violencia... Esta vez fue el hermano de Jongin y no él quien acabó en el ala de psiquiatría. Custodiado en todo momento, pasó diferentes pruebas y Lay se encargó personalmente del caso.

El diagnóstico fue el que Mai esperaba: una esquizofrenia no detectada que había estado haciendo añicos la vida de Kyungsoo y la de su hermano. La muerte de su madre adicta, antecedentes familiares de problemas psicológicos, la presión de sacar adelante a su hermano pequeño; el paso de los 18 años, cuando los síntomas comienzan a aparecer... Las voces que le instaban a tomar decisiones criminales estaban solo en su cabeza. Explicárselo a Jongin fue más fácil de lo que esperábamos.

—Tenía que haberlo imaginado... Sabía que no era normal... Él no es así, Soo no es así —repetía.

—No es culpa tuya —le cortó Lay—, te ha hecho la vida muy difícil siendo muy joven aún. Aunque es él quien la tiene, ambos sois víctimas de esta enfermedad.

—Debí imaginarlo. Cuando ese coche... cuando lo atropellaron... Había salido a buscarme, decía que sabía que estaba conspirando contra él y que iba a matarme. Corrió a la carretera sin razón aparente, yo estaba en mi habitación, pero él gritaba que me había oído salir de casa... No me dio tiempo a detenerlo.

—Jongin... —intervine, con el corazón yéndome a velocidades inquietantes—. ¿A qué te refieres con que lo atropellaron...?

—Sí —terció Mai—, cuando vino a verme, cuando empezamos a salir... Su hermano estaba en el hospital, por eso pudimos movernos con libertad... Cuando le dieron el alta fue cuando todo camb... Espera... No... —Palideció—. Dime que no estás pensando lo que... No querrás decir que... que... ¿Suho?

Lay y yo nos quedamos hablando un rato después de que Mai y Jongin se fuesen. Cruzamos los datos. Era definitivo: Kyungsoo era el chico al que Suho había atropellado aquella noche, el motivo de que su vida se hubiese venido abajo en un momento. Lay insistía en que una enfermedad mental que causa alucinaciones y comportamiento errático debería ser motivo suficiente para que ni la policía ni nuestra empresa responsabilizasen a Suho por el accidente. Yo estaba de acuerdo, solo hacía falta que ese dato les llegase. De eso se encargaría el nuevo abogado de mi compañero, contratado tras la... situación con Baekhyun.

—Parece que el mundo vuelve a girar en el sentido correcto para Jun. Al menos uno de los dos podrá recuperar la estabilidad... emocional que tenía antes de que este hospital apareciese en nuestras vidas.

—No te voy a preguntar qué quieres decir con eso —respondió Lay, mirándome un segundo para después seguir buscando algo en el horizonte. Estábamos en una pequeña terraza del centro, apoyados en la barandilla con un café para llevar.

—Olvídalo, estaba siendo dramática. —Sonreí, algo avergonzada.

—Has debido quererlo mucho —añadió, sin mirarme.

—¿Lo sabes? ¿Quién te ha...?

—Nadie. —Bebió un sorbo de su café mientras se calentaba las manos con el recipiente. Hacía fresco fuera—. Te conozco un poco. —Se incorporó sobre la barandilla y me miró—. Me sigues gustando, Dinah. Quiero que sepas que, si un día te sientes sola y quieres compartir tu vida con alguien, yo estaré aquí. —Hizo una pausa antes de continuar—. Enamorarse... son solo fuegos artificiales; y no es lo mío, ya lo sabes. —Dejó escapar una sonrisa triste—. Cuando se van, lo que quedan son dos personas que tienen que aprender a caminar juntos. Siempre he pensado que tu y yo podríamos hacerlo.

Una llamada de teléfono de Suho evitó que tuviese que darle a Lay una respuesta que desconocía. ¿Debía decirle que no?, ¿mantenerme en mis trece?, ¿insistir en la importancia del amor? A estas alturas esa estupidez del amor solo me había traído problemas. Él era un buen hombre, inteligente y maduro, me había gustado mucho durante bastante tiempo, ambos estábamos solos, ¿por qué no podríamos elegirnos el uno al otro sin mariposas de por medio? Esa tendría más sentido que cualquier otra de mis malas decisiones recientes. Intentaba buscar razones para no echarme en sus brazos y pedirle que me llevase lejos de aquel hospital cuando sonó mi teléfono. Suho quería cenar conmigo para hablar algunos temas.

Me despedí de Lay y volví a casa para arreglarme antes de vernos. Fue allí, delante del armario de mi habitación, donde empecé a asustarme. Había sacado un par de vestidos del armario y me los estaba probando junto al espejo. Uno de ellos me sentaba especialmente bien esa noche; de mi color favorito, rojo, algo atrevido, no demasiado arreglado, quedaba perfecto con unos tacones altos y una chaqueta fina... Levanté la mirada para encontrarme con mi sonrisa ilusionada reflejada en el espejo. ¿Por qué?

¿Por qué llevaba más de media hora sacando y metiendo ropa en el armario y probando barras de labios e imaginando si Jun iría al restaurante con traje de chaqueta o no y si le gustaría el rojo y si...? Y si... No. No. Esto no estaba pasando. Era mi estúpida cabecita confundiendo las cosas y jugando a juegos a los que no debía... Dejé el vestido y me puse un traje de chaqueta fino, negro, de pantalón. Muy yo. Al menos así no habría malentendidos: éramos dos amigos, compañeros, compartiendo problemas y riendo juntos un rato. Como siempre. Solo eso.

Llegué al restaurante aún algo asustada. Estaba segura de que por mi parte solo había sido un juego, ganas de gustar mezcladas con mi cariño por él, pero me preocupaba la posibilidad de haber hecho creer a Suho en algún momento que sentía algo por él, o de hacerlo en un futuro; la posibilidad de darle esperanzas y hacerle daño después como se lo hice a Chanyeol. Si confundía mis propios sentimientos, ¿cómo evitar confundir los de los demás?

Antes de entrar, tomé una decisión. No. No iba a hacerle daño a Suho, pasase lo que pasase. Aunque tuviese que alejarme de él para siempre. Aunque tuviese que acudir a Lay para que me ayudase a hacerlo.

—¡Dinah! Aquí. Iba a pedirte algo de beber, pero conociéndote querrías lo contrario...

—Idiota. —No pude evitar reírme.

Esta vez me resultó incómodo nuestro abrazo de siempre y me alejé lo más rápido que pude.

—¿Cómo lo haces para que te siente tan bien un traje de chaqueta? ¿Es tu outfit de ejecutiva sexy?

Me quedé sin palabras. Era un comentario tonto, simpático, mientras nos sentábamos. En cualquier otro momento habría bromeado con él, no le hubiese dado importancia, pero ahora... Lo que más me molestaba era que, por una fracción de segundo, se me había pasado por la cabeza responderle que no me lo ponía para cualquiera.

El resto de la cena fue raro. Yo estaba raro y él también porque notaba que yo lo estaba. Hablamos de trabajo y comentamos lo de Kyungsoo. Respiró aliviado cuando le dije que no era responsable de lo que pasó y eso me hizo feliz, pero evité entrar en comentarios emocionales. Estábamos tomando una copa antes de despedirnos cuando me dijo algo extraño.

—Vas a dejar el trabajo, ¿verdad?

—¿Yo? ¿Por qué?

—Olvídalo. ¿Quieres otra copa?

—Eh —le insté—. ¿qué estás pensando?

—¿Cuál de los dos es, el demandante frustrado o mister psiquiatra? —Hablaba sin darle importancia, entre sorbo y sorbo, jugueteando con la hebilla del reloj. Fingía tan mal...

—¿Qué demonios te pasa por la cabeza ahora mismo? —contesté, algo incómoda—. En serio, tengo curiosidad.

—Vas a dejar esto. Lo sé... Y tiene que ver con un hombre, pero no sé si es Jongdae o uno de esos dos, porque hace tiempo que no me cuentas nada y eso tampoco lo entiendo... Creía que... Oye, no tiene importancia, de verdad. Es tu vida.

—Yo... —No sabía qué responderle, ¿cómo era posible que supiera más de mis propios planes que yo misma? Pero tenía razón, tenía toda la razón—. No te estoy ocultando nada a propósito, Suho, no es eso.

—Has cambiado mucho últimamente, Dinah. Has tardado años en verme como un amigo y ahora vuelves a alejarte. —Desvió la mirada, haciéndose el indiferente y concentrándose en girar su vaso.

—Suho, eres un amigo, claro que lo eres. —Había tocado mi punto débil—. Eres la... una de las personas que más aprecio en mi vida. No deberías dudar lo que sient... —Me contuve en el último momento—. No deberías dudar que eres importante para mí. Haga lo que haga a partir de ahora, vaya a donde vaya, siempre vas a tener un lugar en mi coraz... —Me había perdido. No había forma de salir de aquello sin decir cosas que no quería decir, sin animarlo en una dirección que no quería. Iba a hacerle daño a él también, tal vez ya se lo había hecho... Recogí velas—. Lo que quiero decir es que todo este tiempo has sido el mejor compañero posible. No sé si dejaré el trabajo o no cuando vuelvas, pero el programa estará en buenas manos. —Hizo un gesto de escepticismo, como si eso fuese lo último en lo que estaba pensando, pero yo necesitaba redirigir la conversación—. La empresa no va a poder seguirte apartando cuando sepan todo sobre el accidente y... Llevo unos meses de mucho estrés, tal vez sea bueno que me plantee otras opciones laborales... También quiero estabilidad emocional, ¿sabes? Lo necesito... —Hice una pequeña pausa en la que Suho me miró atentamente, con esa preocupación cargada de dulzura, tan suya, que me hacía perder la racionalidad... Esto tenía que acabar—. ...Voy a casarme con el doctor Zhang.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro