4. Supermercado
—Estos eran los últimos, ya no hay comestibles en ninguna de las repisas.
Habían pasado más y más días, teniendo como principal objetivo saquear completamente aquella tienda, a Hyunjin no le había ido tan mal, había aprendido que cargar de a menos equipaje le acortaba el tiempo de salida, era molesto pero los minutos eran cruciales. De a poco comenzaba a tratar de adaptarse, aunque hasta el momento nunca le había tocado vivir peligro real más que huir corriendo de unos cuantos zombies lentos.
Siempre salía de casa manteniendo la misma promesa: si no vuelvo antes del mediodía estaré muerto.
Le dolía salir de casa y observar a la menor dejarlo ir con tristeza, sabía que muy en el fondo, ella creía que él no volvería a casa uno de aquellos días, pero por su parte ganaba confianza con cada salida que hacía, comenzaba a sentirse como el increíble Hwang Hyunjin, ahora él era el hermano mayor valiente y heróico, aún cuando era su pequeña hermana quién había decapitado a uno justo frente a sus ojos.
Ahora estaban empatados, Yeji 1 - Hyunjin 1.
Tomó su lanza entre sus manos, de alguna manera hoy estaba dispuesto a cambiar ese marcador imaginario y ganarle a Yeji, era imposible que ella fuese mejor que él incluso en matar zombies. Pero aún con esa mente positiva, estaba temblando de miedo como siempre.
Había un supermercado más grande no muy lejos de donde estaba, pero si tenía alejarse varias calles, además debía conseguir medicinas o algo que pudiera considerarse un botiquín de primeros auxilios, o eso es lo que Yeji le había dicho, él nunca se paró a pensar que claramente la salud no era eterna y podía caer enfermo de cosas triviales como una alergia o tos, y que podría complicarse y enfermar de gravedad, tal vez sin ella, él se hubiera gastado la comida de un mes en una semana y luego muerto de inanición.
Tardó unos 20 minutos caminando, o probablemente más, porque volteaba a todos lados como esquizofrénico para saber que no estaba siendo seguido por nadie, ya sea humano o muerto.
Al divisar el lugar, respiró hondo, había llegado sano y salvo, había realizado la primera parte de un viaje peligroso con éxito, pero aún faltaba y no debía bajar la guardia.
Las puertas del supermercado eran de vidrio, pero estaban llenas de cinta, era lo suficientemente inteligente para saber que no iban a ceder si trataba de romperlas. Así que hizo lo inimaginable, abrió una de las puertas simplemente tirando de ella, y ante todo pronóstico, esta se abrió con facilidad, ahora estaba más cerca de su cometido y había sido fácil. Sin embargo, al pasar por el marco de la puerta se tropezó, el sonido causado lo alertó y miró hacia el piso, este estaba lleno de sartenes, era un completo imbécil por no haber visto aquello.
Esperó y esperó, y nada sucedió, ni por dentro ni por fuera del establecimiento, después de su espera, simplemente entró, tratando de no pisar de nuevo nada que pueda delatarlo, divisó a todos lados y no había nadie, así que corrió a la sección de farmacia, entrando para llevarse algunos de los medicamentos que parecían más importantes, tal vez debió haberle preguntado a Yeji cuál, ya que ella lo sabía todo.
Volteó de nuevo cuando su visión periférica notó movimiento, pero no había nada, absolutamente nada, eso lo estaba asustando. Cargó con su mochila victorioso y mientras recorría los pasillos tomó unas cuantas cosas, la entrada estaba ya justo frente a él pero cuando esta quedaba a unos dos metros delante, sintió un fuerte golpe.
Y de repente todo se volvió oscuro.
Cuando recobró la consciencia, todo le dolía, la zona desde su espalda hasta su cuello, sus piernas y su jodida cabeza le estaba matando.
No podía ver nada, todo era oscuridad, incluso parpadeaba creyendo que tal vez su visión regresaría al parpadear pero nada, veía ligeros destellos de luz en las paredes, parecían puertas cuya luz se colaba por las esquinas, era el único indicio de que no se había vuelto ciego.
Entonces una de las puertas se abrió, mostrando una pequeña silueta negra y Hyunjin tembló de miedo en su sitio, ahora se daba cuenta que estaba atado a una silla. La sombra negra se paseó al rededor de él, pero no apestaba, no era un zombie y eso lo tranquilizó, hasta que recordó que no solo los zombies son de temer.
La silueta negra tomó una silla y se sentó justo en frente de él, quien sea la persona que estaba detrás de ello, Hyunjin pensó en que era extremadamente pequeña, ¿esa persona había logrado derribarlo? Aunque si lo analizaba, su hermana tenía un tamaño similar y la había visto decapitar a un zombie.
De un momento a otro encontró más claridad a través de una lámpara que la silueta prendió, y allí pudo ver que aquella persona estaba cubierta de pies a cabeza de negro, botas negras, pantalones de cuero, camisa negra, y su cara cubierta por una mascarilla y una gorra.
Pero no podía quitarle la vista de encima a esos ojos, castaños y brillantes, sus cejas estaban fruncidas pero la calidez en su mirada era reconfortante, era como si tratara de dar miedo y fuera delatada por sus ojos.
—¿Cuál es tu nombre? —La silueta de repente habló, con la voz más grave y oscura que Hyunjin haya escuchado en su vida, era como terciopelo negro, suave pero mortal.
—Hyunjin. —No sintió razón alguna por la cual mentirle, la verdad era que los nombres ya no significaban nada en el apocalipsis.
La persona –que a juzgar por su voz era un chico– respiró hondo. —¿Edad?
—22 años.
Volteó de nuevo hacia todos lados, tratando de encontrar información acerca del lugar donde estaba, sus últimos recuerdos antes de caer estaban en la tienda, ¿qué había pasado? ¿le había robado a una organización criminal del apocalipsis y ahora lo iban a torturar por ello?
—¿Por qué estabas robando mi tienda?
—¿Es tu tienda? —El chico gruñó con su voz grave, eso lo asustó, sonaba como un verdadero pitbull enojado.
—Yo hago las preguntas, responde.
Respiró hondo, quería llorar, pero no iba a hacerlo. —Tengo una hermana menor en casa, necesitábamos medicinas para armar un botiquín de emergencia.
—No te creo. —Soltó. —¿A qué clan perteneces?
—A ninguno, mi hermana y yo vivimos de forma independiente.
El chico frente a él parecía comenzar a desesperarse y de vez en cuando soltaba gruñidos con su voz grave, Hyunjin pensó en que tal vez podría conocerlo con anterioridad y salir de la situación, pero jamás habría olvidado una voz como esa si alguna vez la hubiera escuchado.
—Es imposible que no pertenezcas a un clan y hayas sobrevivido tanto tiempo, ¿quién te envió?
—Ya te dije que nadie. —Murmuró, el chico lo estaba asustando y estaba a punto de explotar y llorar del miedo.
El chico se levantó de la silla, de una forma tan intimidante que Hyunjin se encogió en la silla, y entonces lo tomó del mentón con fuerza, obligándolo a levantar la mirada, Hyunjin cerró los ojos esperando por alguna clase de golpe, pero este nunca llegó.
—Mierda... —Oyó al chico murmurar, mientras le soltaba el mentón, Hyunjin respiró profundo cuando lo soltó, eso había sido aterrador.
La figura del chico salió de aquel cuarto casi oscuro por la puerta por la cuál había entrado, entonces se dedicó a mirar hacía los alrededores intentando encontrar una pista de dónde estaba. El lugar estaba lleno de cajas y repisas con más cajas, parecía una bodega, la bodega de una tienda... de la tienda que intentó robar.
Fue entonces que recordó que estaba intentando encontrar medicinas, y tropezó con ollas al entrar, se sintió un idiota por no haber ignorado esta señal a la entrada, pero estaba tan desesperado por volver a casa que no pensó en las consecuencias de esto.
Y Yeji, se preguntaba qué habría pasado con Yeji, necesitaba saber cuántas horas había estado allí, tal vez ella lo habría dado por muerto ya y eso le rompía el corazón, ella no merecía un susto tan horrible.
La puerta se volvió a abrir, revelando la misma silueta pequeña del chico que lo había interrogado, esta vez parecía tener una botella de agua en la mano, el chico la abrió frente a él e introdujo una pajilla de plástico para luego llevarla a la boca de Hyunjin.
—Bebe. —Ordenó.
—¿Cómo sé yo que no está envenenada?
—Bueno, o mueres envenenado, o mueres por deshidratación, tú eliges.
A regañadientes tomó la pajilla entre sus labios y bebió del agua, le sabía dulce como si no hubiera tomado agua en horas, ¿cuánto tiempo había estado allí?
Cuando se terminó media botella de un sorbo lo soltó, el chico de la sombra llegó hasta él y tomó el nudo de sus manos.
—Levántate. —Ordenó, y como pudo lo hizo, casi perdiendo estabilidad al levantarse con las manos amarradas mientras eran jaladas sin cuidado. El chico lo llevó hacia una esquina con cajas el piso. —Dormirás acá.
Hyunjin se volteó consternado. —¿Dormir? ¿Qué hora es?
—9 o 10 de la noche, tal vez.
Hyunjin palideció, de repente se sintió mareado, lo único que lograba hacer era murmurar "Yeji" repetidas veces, logrando asustar al contrario.
—¿Quién carajos es Yeji? —Eso lo sacó de su trance, enviando una mirada asesina al chico.
—Mi hermana menor ¡Joder! —El contrario saltó de la impresión en su lugar, pero a Hyunjin no le importaba, solo podía pensar en su hermana creyendo probablemente que él había muerto. —Suéltame, ya te probé que no pertenezco a ningún clan y necesito regresar a casa con mi hermana.
El contrario rió, desesperando a Hyunjin. —No voy a soltarte, y aún si lo hiciera, allí afuera está tan oscuro que serías comida para muertos antes de darte cuenta.
Lo encaró con rabia, pero tenía razón, incluso con su lanza no podría regresar a casa, estaba tan malditamente oscuro afuera que ni siquiera podría ver los dedos de su mano delante de su cara, no había forma de regresar y estaba más lejos que de costumbre.
Retrocedió y chocó de espaldas con la pared detrás de él, para ese momento sentía que su fuerza era drenada por su cuerpo y sus piernas se debilitaban, cuando lo notó ya estaba sentado en el piso encima de las cajas donde "dormiría". Todo lo malo del mundo le estaba sucediendo, todo a causa de que había sido tan distraído en un viaje peligroso, una estupidez que ahora le estaba costando todo.
Quería llorar, quería gritar, pero a pesar de que sus ojos picaban amenazando con mostrar su debilidad no le iba a dar el gusto a su secuestrador de verlo. Pensó en lo dicho, si el chico frente a él quisiera hacerle daño probablemente la mejor opción sería dejarlo solo en la calle sin armas ¿no?, eso significaba que de alguna forma él estaba indispuesto a hacerle daño, y más aún cuando tomó su rostro, juró haber sentido una sensación de violencia que fue apaciguada segundos después, pero joder, ¡nada de eso tenía sentido! lo único que quería era volver a casa, con Yeji, jugar una partida de Uno hasta golpearse entre ellos y beber hasta llorar por sus desamores de secundaria.
El chico simplemente lo dejó solo, y con ello se llevó la lámpara, Hyunjin no veía nada salvo por la luz después de la puerta, intentó romper la atadura entre sus manos pero nada, no cedía, y aún si lo lograba, no podía salir de allí, lo único que podía hacer era esperar hasta que el día siguiente fuera una mierda menos grande que ese.
A penas y logró conciliar el sueño entre el suelo lleno de cajas duras y el frío de la noche, afortunadamente mantenía su sudadera puesta que le daba un poco de confort y calidez. Había estado despertando cada 2 horas aproximadamente durante la noche, se sentía cansado y adolorido pero sus nervios estaban al tope, haciéndolo sentir más despierto que de costumbre.
Cuando el lugar se aclaró, logró verlo con más detenimiento, estaba en una bodega, había cajas de productos por todos lados y varias filas de estantes con más y más productos, estaba claro que era la bodega de la tienda.
Cuando el seguro de la puerta sonó, saltó en su lugar, sintiendo pánico recorrerle por el cuerpo, había por fin caído en cuenta que había sido secuestrado y eso significaba que estaba en peligro aún cuando se había mantenido en una pieza durante un día.
La misma silueta pequeña de un chico volvió a pasar dentro, esta vez podía observarlo con total claridad, y aún más cuando se dió cuenta que esta vez no traía puesta una gorra como el día anterior, dejando al descubierto su lacio cabello rubio que lucía sedoso al tacto, si fuera un amigo de la escuela definitivamente hubiera preguntado por su recomendación de productos para el cabello, pero no era así, el pequeño frente a él podía ser un potencial asesino y no solo asesino de zombies.
Otra cosa que notó más tarde era que el chico sostenía un bate en una de sus manos, apoyándolo sobre su hombro, mierda, si iba a golpearlo con eso era el fin de Hwang Hyunjin, allí fue cuando comenzó a rezar por dentro, nunca había rezado en su vida ni sabía cómo hacerlo, pero si existía un Dios omnipotente y benévolo, rogaba porque le de la oportunidad de sobrevivir ileso.
Los pasos del chico hacían un ruido que lo dejaba sordo, el hule de sus botas con plataforma caía con fuerza, como si destruyera todo a su paso, el momento pasaba en tortuosa cámara lenta, quitándole toda esperanza.
—Levántate. —Ordenó, Hyunjin respiró hondo y como pudo intentó estabilizarse aún con las manos atadas para levantarse, sin decir nada, tratando de parecer lo más sumiso e inofensivo.
Sentimiento que no le duró mucho, porque al estar ya de pie frente al rubio, notó que este era considerablemente más pequeño que él, no solo altura, sino también complexión física, el chico lucía como si pesara lo mismo que un pollo y eso no ayudaba a Hyunjin a lucir como "el débil".
Hyunjin bajó la mirada, dispuesto a seguir sus órdenes en pro de parecer inofensivo, tal vez el contrario sentiría pena por un inocente poblador inofensivo y no le haría nada.
El chico tomó el amarre de sus manos y lo jaló, guiándolo por pasillos hasta llegar a la tienda y luego abrió la puerta de la entrada y lo dejó fuera. Hyunjin miró con sorpresa al más bajo.
—¿¡Me vas a dejar atado!? ¡Eso es asesinato!
Ignorando por completo el hecho de que estaba libre, le reclamó, viendo cómo él rodaba los ojos y gruñía, luego hizo señas para que Hyunjin se voltee y pueda desatar el nudo, y después de unos segundos sus manos ya estaban libres, adoloridas pero libres.
Hyunjin salió de la tienda. ¿Lo estaba dejando libre? Esperaba que fuese así, pero aún de esa forma, había algo que le enojaba.
—¿No vas a devolverme mi lanza?
El contrario tomó su bate con fuerza y lo guió para amenazar a Hyunjin. —No voy a darte un arma, ahora vete.
Hyunjin levantó los brazos frente a su pecho, expresando rendición. Lo estaba dejando ir, a costa de irse completamente desarmado, pero estaba vivo y en una pieza, no podía pedir más.
Lentamente se fue alejando de la tienda y cuando estuvo lo suficientemente lejos como para saber que no estaba siendo seguido, agarró impulso y comenzó a correr, correr lo más rápido que sus largas piernas podían dar y sin mirar atrás.
En tiempo record logró llegar a casa, completamente cansado por la carrera, pero ni siquiera se detuvo a pensar, simplemente intentó abrir la puerta, la cuál estaba cerrada con llave. De una de las grietas de la madera del piso encontró la llave de repuesto, esa que solo ellos conocían, y abrió la casa.
—¡Yeji! —Respiró hondo, aún se encontraba cansado. —¡Yeji! ¡Ya llegué!
Silencio.
—¡Yeji! ¿Dónde estás?
Silencio de nuevo.
Corrió por las escaleras, revisó el cuarto de su hermana, luego el suyo, luego el de sus padres. Todos los lugares donde ella podría estar, incluida la cochera y nada.
Yeji no estaba, Yeji había desaparecido.
K:
Para quién aún no se haya dado cuenta, Hyunjin es el protagonista de la historia, o al menos de gran parte de esta (hasta donde ya he escrito), es decir que a pesar de usar narrador omnisciente, se centra mucho en las acciones de él y su perspectiva de la historia, y es porque al pensar en los personajes que creé, es él quién le entrega la esencia al tipo de historia que yo quería transmitir, y me da mucha satisfacción escribir sus idioteces, honestamente 🤣
Diganme sus teorías, ¿qué creen que pasó con Yeji? ¿cómo actuará Hyunjin ahora?
Les presumo mi reciente compra, aunque en realidad es la primera vez que compro merch y solo lo hice porque una amiga me la ofreció a buen precio
Ella tiene una página de IG donde vente camisas y hoodies con diseños de skz, está como @ staysthetic_ , la recomiendo un montón shdgas
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