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37. El nuevo Hyunjin

Se había movido ya bastante del lugar donde lo habían dejado y tal vez para su suerte, había logrado esquivar todos los zombies que había encontrado. Afortunadamente, no había visto grandes hordas ni tampoco esos peculiares zombies que corrían como si en vida hubieran sido corredores de olimpiadas de atletismo. No estaba seguro de cuánto había recorrido en total, pero la idea de haber sobrevivido ya varias horas en aquel lugar le era suficiente.

Su mente se centraba en encontrar a Felix, de alguna manera se había acostumbrado a ser constantemente protegido por el menor, tenían esa promesa y estaba feliz con ello, dedicándose a protegerlo de humanos mientras él se dedicaba a los asquerosos y desagradables seres a los cuales Hyunjin aún les tenía terror, si, sucede que en meses, Hyunjin aún no había logrado superar ni un poquito su horror por esas criaturas.

Oyó un grito, y de repente paró en seco en donde estaba, ¿había alucinado o de verdad había escuchado un grito? intentó agudizar el oído y nada, el viento silbaba al frotarse contra las copas de los árboles, y tal vez, era aquello lo que había escuchado. Pero al dar un paso, de nuevo lo oyó, esta vez estaba claro de lo que había escuchado, un grito femenino al cuál le siguieron llantos difíciles de oír.

¿Qué debía hacer? Se encontró en un dilema, había una chica que probablemente estaba siendo atacada, pero él era tan cobarde como para siquiera saltar a la acción. Si Hyunjin fuera como Felix, tal vez el pequeño ni siquiera lo hubiera pensado, él se hubiera aventado a la tarea de salvar a aquella chica. 

Quería fingir no escuchar sus llantos y lloriqueos, pero esa voz, no estaba seguro, pero de alguna forma sentía haber escuchado aquella voz antes, y a pesar de todo, no podía identificarla.

—¡Suéltenme! —El viento de nuevo silbó, y la chica cada vez se oía más desesperada, sus pasos poco a poco se acercaban hacia donde ella estaba, un pasillo oscuro entre dos edificios pequeños.

Hyunjin escuchó risas. Risas masculinas, seguidas del llanto desconsolado de la chica. En una milésima de segundo, cada fibra de su cuerpo se volvió un estallido de ira y sus pies corrieron sin detenerse hasta estar justo a la entrada del pasillo, aferrándose con fuerza a su lanza.

No habían zombies, ninguno. Los gritos eran claros y las risas de los tipos fueron calladas cuando el ruido de sus tenis raspando el pavimento llegó a él. Había tres figuras, sosteniendo con fuerza a una chica mientras trataban de sacarle la ropa, y lo siguiente que Hyunjin supo fue que había llegado a pasos gigantes en dirección a ellos.

—¿Tienes algún problema? —Le gritó uno de los tres, Hyunjin los miró con disgusto, eran apenas unos niños, ninguno más alto que él. 

—Ella les dijo que la suelten. —Murmuró enrabiado, logrando risas en los tres chicos, los cuales para su favor, soltaron a la chica, la cual se escabulló hasta la pared más cercana a ella, su mirada dió con los chicos de nuevo, los cuales lo rodeaban.

¿3 contra 1? Tal vez sonaba desventajoso, pero no era la primera vez que Hwang Hyunjin se metía en problemas más grandes que él, y por dios, los 3 eran a penas niños comparados con él.

Uno de los tres dió la señal con la mirada, y al segundo siguiente, ellos trataban de sostenerlo, quiso hacerles creer que podían, pero mientras dos de ellos le sostenían los brazos, una de sus piernas alcanzó a estrellarse fácilmente contra la cara del que se había quedado frente a él de forma confiada, su cuerpo cayó desmayado al piso, asustando a los que lo sostenían, y ese mismo susto logró que en segundos, sus puños hubieran impactado con ambos, dejándolos inconscientes o al menos, fuera de combate por el tiempo suficiente.

No le importó mucho dejarlos en el suelo, lo único que hizo fue limpiarse la sangre que tenía en los puños con sus pantalones y luego sigilosamente caminó hasta la chica, sin querer asustarla, pero una sorpresa se formuló en su mirada al lograr verle el rostro.

—¿Lia? —Ella pareció reconocer su nombre, tomando la confianza suficiente para voltear a verlo, mientras aún con pánico trataba de cubrirse, habían logrado quitarle la parte inferior de la ropa y ella permanecía sentada entre el piso y la pared a penas con bragas y una fina blusa.

Hyunjin reaccionó de inmediato, dándole la espalda, ella probablemente no solo se hallaba destruida emocionalmente, sino también avergonzada. No sabía qué hacer en ese momento, sabía que debía protegerla pero ¿cómo? Proteger nunca fue su talento, en peleas callejeras solo se tenía a sí mismo, y el hecho de proteger a Felix de otros humanos había sido muy diferente a la protección que Lia necesitaba ahora, menos golpes y más apoyo.

—¿Puedo voltear? —Susurró, lo suficientemente alto para que la chica lo oiga, jura haber usado la voz más suave que podía. Después de todo, él le debía mucho a Lia.

—¡No! —No volteó, Hyunjin confiaba en que la chica tal vez se estaba vistiendo, y se quedó allí parado incluso cuando su tono de voz había sido desesperado. —Están rotos... —La oyó murmurar.

—¿Estás bien? —Estuvo a punto de voltearse, pero en su lugar se ganó un grito inmediato proveniente de la chica.

—¡No voltees!

Hyunjin quería decirle que en realidad, no era ni por mucho la primera vez que veía a una chica en ropa interior, pero algo dentro de él le gritaba que no era el mejor momento, ni tampoco Lia era la persona adecuada para escucharlo.

Respiró hondo, ¿qué harías si fuera Felix? Un destello de iluminación llegó en su mente, haciendo que se sacara la sudadera, caminando de espaldas, y se la extienda a la chica.

Pudo intuir su confusión de alguna forma, así que le indicó. —Tal vez puedas usarla como falda.

Respiró hondo aliviado cuando la sudadera le fue arrebatada de la mano, y entonces pudo escuchar los pies de la chica raspando el pavimento mientras se movía. Todo estaba tan silencioso, tan calmado que incluso le causaba pavor, ni siquiera los 3 chicos desmayados en el piso se movían, tal vez incluso el viento dejó de sonar.

Pero esa calma fue interrumpida, al momento en que un característico siseo se colaba por la entrada del callejón sin salida, Hyunjin maldijo por lo bajo, tratando de no moverse, pero la chica detrás de él parecía no darse cuenta, y sabía por experiencia que si le hablaba, ellos se darían cuenta.

Ni siquiera hizo falta, porque los dos seres que caminaban hacia la calle en línea recta doblaron justo en el pasillo donde ellos estaban y de nuevo, maldijo.

—Lia. —Tal vez con su desesperación, la chica no pudo intuir el pánico en su voz, ella contestó de forma desinteresada.

—Aún no, Hwang.

Ambos seres aceleraron el paso, pero en su andar, era como si caminaran automáticamente, como si fueran atraídos a ellos por mero instinto.

—Joder, Lia, no tenemos tiempo.

Cuando los siseos y el arrastre de los pies de las criaturas en la grava se hicieron más fuerte, la chica ahogó un chillido, cayendo de nuevo al piso y ocultándose en la pared.

Hyunjin, quién había corrido creyendo que la chica lo seguiría, tuvo que volver inmediatamente a donde ella estaba, aún pavorizada, e intentar sacarla de allí. No le importó ni siquiera que su sudadera aún estaba puesta hasta la mitad de sus caderas después de que la chica haya intentado usar el agujero del cuello para hacer una falda, tampoco le importaba verla en bragas o sus piernas expuestas. Hyunjin en lo único que pensó fue en cargar con ella en sus hombros y tratar de huir de allí lo más rápido que podía, aún si era dificultoso cargar con ella, estaba tan aterrorizado que la fuerza sobrenatural emanaba de él.

¿Dónde ocultarse? Pensó, revisando a su al rededor y notando una puerta trasera cerca de uno de los edificios a su al rededor, Hyunjin quería confiar en que su suerte haría que el edificio esté vacío, pero en aquella situación de vida o muerte, lo único que le quedaba era confiar.

Tal vez por mera coincidencia, la puerta estaba sin seguro, logrando meterse allí con la aterrorizada chica aún en sus hombros. Jura haberse recargado con fuerza en la puerta una vez que estuvo dentro, soltando a la chica y sintiéndose débil cuando la descarga de adrenalina le pasó factura. Ni siquiera las peleas callejeras lograban esa reacción en él, y ahora en aquella nueva era, se sentía constantemente al filo de la muerte a cada día.

El lugar era un pequeño cuarto que tenía otra puerta del otro lado, pero no se aventuraron en abrirla. Al lado de la puerta detrás de él había una ventana, por la cuál, se aventuró a observar qué había pasado con aquellos zombies, porque aún podía escucharlos a varios metros, sin moverse, y entonces, cuando sigilosamente observó, se dió cuenta que las dos criaturas estaban en el piso, justo en el lugar donde había dejado los cuerpos de aquellos tres chicos.

Suspiró hondo, sintiendo como si él mismo hubiera asesinado a una persona, pero incluso cuando su mente trató de excusarse pensando en que eran los chicos o ellos quienes morirían, no podía quitarse la culpa y el remordimiento.

Lia lloraba, a volumen bajo, pero aún lloraba. Tal vez ella necesitaba un abrazo, pero no de él, Hyunjin sabía que había quienes podrían abrazar a Lia luego hasta hacerla olvidar todo lo que había pasado, así como él había logrado olvidar tanto de su pasado gracias a su ángel, y justo en ese momento, deseaba tanto tenerlo en brazos para olvidarse de todo.

Con mucho trabajo, la chica logró colocarse bien la sudadera, amarrando las mangas alrededor de su cintura, aún lloraba, pero él no sabía si por miedo o vergüenza, tal vez incluso ambas. Ni siquiera podía culparla, tal vez en su momento, le hubiera desesperado tanto la idea de una chica llorando a modo de víctima, pero ahora se le hacía tan justificado, tal vez incluso él mismo quería llorar ante la situación.

No supo cuánto tiempo pasó, pero entonces, los siseos se movieron de lugar y solo se dió cuenta hasta que estaban demasiado cerca. Por impulso, extendió una mano hacia la chica y la apegó a él para que aquellas criaturas no sean capaces de verla desde la ventana, si es que acaso veían siquiera. Ella mantuvo la cabeza pegada a su pecho todo el tiempo, ahogando su llanto en su camisa, los siseos sonaban tan claros mientras caminaban hacia la ventana y luego se pegaban a ella, pero aun así, ni Lia ni él emitieron sonido alguno, y luego de lo que se sintió como una eternidad, pudieron respirar de nuevo y separarse.

Hyunjin lo admitía, Lia estaba aterrorizada y aun así, su sentido de supervivencia era tan agudo que sabía cómo mantenerse a sí misma al margen del peligro, tal vez tenía que aprender eso de ella, y no solo de ella, Felix y su propia hermana, todos habían cambiado a causa de lo que estaban viviendo, y él aún se mantenía como un idiota que no era capaz de defenderse de los zombies, era un inútil que ni siquiera era capaz de proteger a Felix a pesar de la promesa que habían hecho.

No habían salido de allí, las paredes cerradas les daban a ambos una idea de falsa seguridad, y entonces, ambos se dedicaron a respirar quietamente con el pasar de los minutos, sin dedicarse palabra alguna y aun así, era acogedora la presencia del contrario.

—¿Ellos te trajeron acá? —Incluso cuando formuló la pregunta mil veces en su cabeza, había sido un desastre al preguntar, pero ella solo asintió, no era necesario entrar en detalles porque ya ambos sabían de qué se trataba. —¿Y Yeji?

—Ella también está aquí, todas, incluso Ryujin.

Respiró profundamente, sintiendo como si fuera a tener una crisis de ansiedad por tercera vez en su vida, después de la que tuvo cuando creyó que Yeji había sido secuestrada o cuando se llevaron a Felix.

—Felix también está dentro, necesito encontrarlo. —Lia no le dedicó la mirada, ella solo se mantuvo pegando sus rodillas a sí misma, parecía destruida, y aun así, estaba tan feliz de verla a pesar de los roces que habían tenido antes. Quería suponer que podía confiar en ella y después de todo, podría hacerse amigo de todas ellas, tal vez incluso de Ryujin.

—Ellos están en el centro, en donde hay más zombies. —Le respondió ella, Hyunjin no entendía de lo que ella estaba hablando, y a su vez, le prestó atención para que prosiga. —Nosotros estamos a las afueras, la zona más infestada, porque somos débiles y nos quieren muertos primero. Ellos quieren a los fuertes, a personas como Ryujin y Felix.

—¿Quiénes son ellos?

¿Cómo es que Lia sabía tanto? Pero Hyunjin a su vez recordaba que todos a su al rededor parecían saber cosas que él no, las chicas del clan de su hermana eran las mejores, lo había comprobado cuando lograron ayudarle a llevarse a Felix de nuevo, no era sorpresa para él que Lia estuviera al tanto de lo que sucedía, porque ellas lo sabían todo.

—El clan de Changbin.

—¿Cómo sabes todo eso? —Y por primera vez desde que habían empezado a hablar, ella lo miró, realmente estaba vacía y destruida, pero aun así, se mantenía colgando de un hilo, aferrada a vivir, le recordaba tanto a Felix.

—¿Ellos no te lo dijeron? ¿El juego? ¿Las reglas? —Negó a cada pregunta de ella, a pesar de recordar algún balbuceo acerca de días y algo acerca de una iglesia, tal vez debió prestar más atención a las palabras del enano, pero estaba tan enojado como para oírle. Lia suspiró decepcionada. —Estamos dentro de un juego de supervivencia, no somos los únicos aquí, y la única regla es vivir o matar.

—Recuerdo algo sobre la iglesia. —Ella asintió.

—Tenemos que llegar allí, pero es lejos, Hyunjin, yo conozco esta ciudad y ese es un viaje de una hora a pie.

—Una hora no es mucho. —Habló sin pensar, para luego verla mirándolo de forma juiciosa. —Está bien, lo es.

—Tenemos que llegar antes de que anochezca o seremos comida.

—Podríamos dormir aquí.

—No. —Ella se apresuró a decir. —Tú no conoces a Changbin, Hyunjin. Él está loco, no sabemos lo que pueda pasar luego de que anochezca.

Entonces, Hyunjin se había sentido abatido acerca de lo que estaba pasando. ¡Era imposible! Sobrevivir en un lugar infestado, un viaje largo como ese podría resultar peligroso, y solo eran ellos dos, ambos indefensos que dependían siempre de alguien más para protegerlos y ahora estaban solos.

Pero sin que él lo hubiera notado, el aura de Lia había cambiado, entonces ella se paró decidida, sorprendiéndolo, la chica estaba dispuesta a sobrevivir sola, y entonces lo único que le dijo fue:

—Vámonos.




K:

Nada que ver, pero sobre mi (casi) desaparición de Wattpad, sucede que me piqué mucho con la saga de Crónicas Vampíricas y no saben, de la nada me llevé 6 libros ya (y según mi bella EisDame, son como 16). La cosa es que ya le paro, termino el sexto y les juro que empiezo a ser más activa, porque que mi obsesión por un francés rubio de ojos azules y 300 años llamado Lestat ya me está pasando factura.

Además que estamos casi en Noviembre, y a esta cosa le faltan como 5 capítulos (tentativamente) para que yo termine de escribir el fic entero, ni siquiera es mucho pero se siente como demasiado, intentaré con todo terminarlo antes de que termine el año~~~

Y por último, les juro que tengo demasiados proyectos e ideas, pero soy demasiado malditamente procrastinadora, siento que el tiempo se me va cuando se refiere a realmente poner de mi parte, y aprecio tanto que esperen por mí, les adoro demasiado, en serio, sin ustedes no escribiría en Wattpad 😭 literalmente hago todo esto por un poquito de atención vieron 🤣

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