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29. Limpio

Felix nunca tuvo la mejor resistencia física, era atlético pero todo tenía un límite, sin embargo la misma regla no parecía funcionar para Hyunjin, porque el mayor era como si nunca se cansara, siempre tenía energía, siempre llamaba a su nombre repetidas veces durante todo el día y siempre estaba a su lado preguntando qué hacer porque se había aburrido por milésima vez en la hora.

En realidad, Felix se había estado sintiendo físicamente decaído desde lo de Changbin, aquello fue como un duro golpe a su estado anímico a pesar de tratar de ocultarlo. Incluso si ante la vista de todos, Felix parecía seguir adelante sin problemas, por dentro siempre trataba de cualquier forma no pensar en ello. Después de lo ocurrido, había pasado días enteros en la cama sin hacer nada, el hecho de tener las piernas heridas no ayudaba, porque además que no quería salir de cama a causa de su depresión estacional, tampoco podía, y luego incluyendo a eso que, con el pasar de los días, le descolocaba ser cuidado por varias chicas por todo el tiempo, durante esos días se había sentido más apegado a Hyunjin pero tenía poco tiempo para estar solo con él mientras vivían con ellas.

Es por ello que había pedido volver a la tienda, a la comodidad de su espacio donde podían estar ellos dos solos y tranquilos, y de alguna forma eso le hacía sentir mejor, recuperándose con el paso de los días. Pero físicamente seguía teniendo ese problema, tal vez porque no era saludable para él vivir a causa de comida empaquetada y pre cocida, pero no había de otra, tal vez estaba enfermando física y mentalmente, se estaba marchitando.

Ahora, su pasatiempo favorito era permanecer en cama, en su colchón inflable individual que resultaba tan cómodo y perfecto para él, y era aún mejor si Hyunjin dormía con él, pero al ser el mayor una batería sin acabarse, siempre estaba haciendo algo, los primeros días si había permanecido horas con él en cama pero luego simplemente despertaba y él no estaba, tal vez estaba en el techo, tratando de reparar algo, limpiando la tienda o acomodando los perecederos, Hyunjin había cambiado mucho por lo que Yeji le había contado, la chica se sorprendió mucho al saber que su hermano agarraba una escoba por voluntad propia y se encargaba del aseo, él se había vuelto proactivo.

Hyunjin tampoco se podía mantener quieto ahora en la cama, siempre trataba de tocarlo, Felix incluso creía que él no se daba cuenta de su especie de impulsividad por tocar, muy pocas veces pasaba de allí, la mayoría eran solo las manos del mayor metiéndose entre su ropa y quedándose allí, como si se sintiera más tranquilo solo con el hecho de tocarlo, así que a Felix no le molestaba para nada.

Y justo como en ese momento, ya estaban en el colchón para dormir y Hyunjin se abrazaba a él, metiendo las manos y dándole caricias directo a la piel, pero esta vez el mayor saltó de su lugar, mirándolo fijamente con alguna especie de plan raro en su mente.

—Felix, déjame intentar algo. —La seriedad en las palabras de Hyunjin lo sorprendió, estaba a punto de dormirse antes que él saliera con aquello.

—¿Intentar qué? —Balbuceó, preguntando más porque no se sentía con ánimo para moverse que por curiosidad.

—Para avanzar poco a poco. —Felix gruñó, solo a alguien como a Hyunjin se le ocurría llevar a cabo alguna de sus prácticas sexuales a esa hora de la noche.

Felix volteó el cuerpo completo, quedando boca abajo. —Haz lo que sea que no implique que yo me mueva.

Hyunjin de alguna forma estaba sorprendido de que el menor accediera tan pronto, pero la última vez en el contenedor de agua, había sido Felix quién inició todo. Desde eso, no habían pasado más allá de besos y caricias, algunas veces el tono era más elevado, pero nunca llegando a algo más que ese día.

Eso había sido un buen inicio, al final, a pesar de ser un desesperado de primera, había aprendido a amar aquello de "subir de nivel poco a poco" porque hacía que el premio final se sintiera cada vez más especial.

Felix traía de nuevo su pijama de pollitos, la tela era sedosa y suave, le gustaba mucho la sensación de la piel suave del menor combinada con la tela, porque para Hyunjin, todo en él era suave en lo que a su apariencia refería. Felix era muy limpio, todo en él siempre era limpio y cuidado, incluso si nadie lo veía ahora por el apocalipsis, se encargaba de retocar y cuidar su cabello, de usar skincare y depilarse, con cosas que se robaba de la tienda, ahora sus piernas de nuevo estaban suaves sin bello alguno porque se había ocupado de ellas a penas las heridas cerraron lo suficiente, además él siempre olía bien y su piel siempre era suave y limpia, le encantaba eso de él.

El short azul le quedaba lo suficientemente ajustado para marcar su redondo trasero, además que las orillas de sus bragas se notaban por el tipo de tela. En cuanto a ese tema, Hyunjin nunca dijo nada al respecto que lo pudiera incomodar, ni siquiera le preguntó el por qué, pero de alguna forma que no quería admitir, se ponía muy caliente cada vez que recordaba este detalle.

Entonces llevó las manos a cada lado de sus caderas para bajar sus shorts, revelándole la caliente imagen de sus bragas, esta vez de color rosa pastel, Hyunjin se preguntaba cuántos modelos de bragas tenía porque lo había visto utilizar diversidad de encajes y telas, cada uno más precioso que el anterior, a decir verdad combinaban mucho con el cuerpo de Felix, que era más curvilíneo que muchos hombres y la delicada prenda afinaba su estructura.

Ya que pudo sacar el molesto short, acuñó sus nalgas con ambas manos, las caderas de Felix eran tan pequeñas  –y mucho más lo era su cintura– que sus dos manos lograban abarcar su trasero casi completamente.

—¿Qué vas a hacer? —Escuchó de repente venir de Felix, así que Hyunjin sonrió de lado.

—Confía en mí, Lix. Apuesto a que te va a gustar.

Y después de eso, tomó igualmente sus bragas y comenzó a bajarlas hasta dejárselas a media pierna, Felix hundió la cara en el colchón por la vergüenza de darle un panorama completo de su trasero a Hyunjin, pero este no parecía nada avergonzado, así que el pensamiento que cruzó por la mente del menor fue relacionado a la experiencia en el área sexual de Hyunjin, después de todo, sabía de antemano que el mayor había tenido una vida sexual muy activa, y aunque no le enojaba, si le daba un poco de vergüenza que él mismo tenga nula experiencia previa.

Hyunjin jugó con su trasero un poco más, abriéndolo para observar la entrada rosa del menor, y como Felix tenía la cabeza hundida en el colchón, no pudo ver cuando el mayor acercó la cara y dejó caer un poco de saliva en su entrada, pero si pudo sentirlo, quejándose un poco por la acción. Los dedos de Hyunjin comenzaron a tantear el área, metiendo la punta del pulgar un poco antes de sacarlo.

—¿Vas a usar tus dedos otra vez? —Felix volvió a preguntar, esta vez levantando la cara, Hyunjin pudo ver que estaba rojo y avergonzado, y luego negó.

—Vuelve a poner la cara en el colchón. —Indicó, Felix no tuvo más remedio que hacerlo, además se hallaba demasiado avergonzado para no hacerlo. —Quiero que te concentres en lo que sientes.

Para ese momento, Hyunjin estaba muy orgulloso de su experiencia de gigoló de secundaria, una de las razones por las que estaba 100% seguro de no ser un sátiro –contrario a lo que mucha gente creía– era porque él se interesaba mucho en complacer a la otra persona, y por eso, había conocido y probado con muchas técnicas que ahora quería probar con una sola persona en el mundo.

Luego de asegurarse que su saliva estuviera esparcida y tuviera el trasero de Felix a la vista, acercó su cara y la hundió entre sus nalgas, llevando la lengua hasta su entrada para intentar meterla dentro.

El menor se percató de lo que estaba pasando y protestó. —¡Hyunjin! —Su voz salió como un gemido, al momento en que despegaba la cara del colchón para encontrarse con el mayor quién tenía la cara en su trasero. —¡Allí no! ¡Está sucio! —Incluso cuando protestó, no hizo nada para detenerlo.

Pero Hyunjin sacó la cara, y con una expresión divertida le dijo: —Honestamente Lix, mi lengua ha estado en lugares peores que tu trasero.

Lo había dicho con mucha seguridad, pero Felix solo alcanzó a cubrirse la cara con las manos de la vergüenza y pegarse al colchón de nuevo, tratando de no pensar en lo que Hyunjin le había dicho, ni mucho menos imaginarse los lugares por los cuales su boca había pasado, ya no lo besaría igual o al menos le haría un lavado con flúor y una fibra de lavaplatos antes de volver a besarlo.

—Además, tú siempre estás limpio, incluso tus piernas lo están ahora, no me sorprendería que por dentro también hayas hecho una exhaustiva limpieza.

Felix sintió que se moriría de la vergüenza justo por lo que Hyunjin dijo, porque a pesar de no haberlo hecho en ese momento, durante su vida definitivamente había probado aquello de hacer un lavado interior, por pura investigación científica seguramente, y tal vez algo de curiosidad.

—Si querías que haga un lavado, solo lo hubieras dicho. —Hyunjin entendió la indirecta, sonriendo de lado.

—No descartemos la idea aún. —Y con eso, dejó caer más saliva y regresó a la tarea de lamer por dentro.

Lo que Felix podía sentir era la sensación resbalosa entrando y abriendo todo a su paso, era una zona muy sensible y por lo tanto, la sensación era extraña pero buena, resbalosa y húmeda. Los dedos del mayor se fueron introduciendo y al mismo tiempo que los movía, su lengua también lo hacía, la combinación de movimientos era tan buena que no quería que parara a pesar de su vergüenza. La cara le ardía, pero se sentía tan bien la lengua de Hyunjin dentro de él.

—Te dije que estás limpio. —Hyunjin escabulló la otra mano para llegar a su miembro, tocando al rededor y tanteando esa zona de su piel recién depilada. —Estás limpio acá también. —Sus dedos luego llegaron hasta su miembro, empezando a bajar el prepucio para dejar al descubierto el glande. —Y aquí también.

Felix sintió sus dedos apretando al rededor de su pene, empezando a subir y bajar al mismo tiempo que su lengua hacía maravillas dentro, sin darse cuenta comenzó a mover las caderas y liberar quejidos, tratando de hacer que la lengua de Hyunjin se adentre aún más profundo.

Le daba un poco de asco la idea de que el mayor esté lamiendo directamente dentro, pero a la vez le gustaba tanto que no podría pedirle que pare, además, Hyunjin parecía saber lo que hacía, tocaba en los lugares correctos, Felix sentía que se vendría solo con aquellas caricias y la lengua invadiendo muy dentro de él.

Levantó las caderas aún más, comenzando a apoyarse de sus rodillas para dejar su trasero alzado, Hyunjin notó esto, riendo para sus adentros, entonces posó ambas manos en las caderas de Felix y lo levantó, logrando que su trasero le dé una muy buena vista mientras se apoyaba completamente en sus rodillas. Ahora era más fácil para el mayor llegar más profundo, y ya no solo se encargaba de lamer la entrada sino incluso debajo, llegando hasta los testículos y chupándolos mientras su mano masturbaba a Felix.

Felix comenzó a gemir tratando de ahogar los sonidos con el colchón, pero podían oírse a pesar de eso, la mano de Hyunjin que lo estaba masturbando aceleró, a la vez que sus testículos eran succionados y dedos se adentraban dentro de él, moviéndose diestramente dentro. Era tanta estimulación que los dedos de sus pies no podían mantenerse quietos, las paredes internas apresaban los dedos, casi succionándolos y la otra mano se movía en un ritmo constante. El estómago le hormigueaba, las piernas le temblaban, y su boca simplemente no podía callarse, si tuviera vecinos probablemente estarían en su puerta gritándole barbaridades, pero se sentía libre de poder ser tan ruidoso como quiera.

Cuando menos se lo esperó, sintió los escalofríos recorrerle todo el cuerpo hasta que con un último gemido, liberó toda su esencia, temblando y manchando no solo la mano de Hyunjin, sino sus bragas que aún estaban a la mitad de sus piernas, incluso el colchón inflable y parte de su camisa de pollitos se habían ensuciado. Se había venido tan fuerte que su respiración no podía ser tranquilizada, su corazón acelerado bombeaba fuerte, mareándolo debido a su terrible condición física.

Cansado y avergonzado de nuevo una vez que repasó la situación en la que se encontraba, con el culo al aire y Hyunjin dándose una buena vista, se dejó caer en el colchón, agarrando sus bragas para volvérselas a poner sin despegar la cara del colchón, la textura pegajosa y húmeda era incómoda, pero decidió ignorarlo. Felix aún seguía sin creer lo que había pasado, cada experiencia subida de tono que tenía con Hyunjin lo hacía sentir tan bien que no sabía cómo reaccionar, no sabía qué decir, ni siquiera podía moverse adecuadamente, era tan abrumador para él.

—¿Y... qué tal estuvo? —Hyunjin, que aún esperaba alguna palabra del menor, se sintió un poco decepcionado cuando no obtuvo respuesta inmediata.

—Apaga la luz. —Felix no quería ser cortante, simplemente estaba sintiendo demasiadas cosas, necesitaba ordenar sus sentimientos.

Hyunjin sin muchas ganas se paró para apagar la luz de la lámpara de noche en el escritorio y acostarse de nuevo a un lado de él, por un momento creyó que no le había gustado o había sido demasiado, pero luego de tirarse al colchón, Felix se pegó a él para abrazarlo dulcemente.

—Te amo, Hyunjin. —Le susurró, el mayor sintió su corazón detenerse cuando escuchó aquello, no era la primera vez que se lo decía, pero tendía a reaccionar igual cada vez. Felix no sabía que él no era el único abrumado por sus sentimientos.

—También te amo, Felix. —Esta vez trató de encontrar los labios del menor entre la oscuridad, pero este se negó.

—Acabas de lamer mi trasero, no voy a besarte hasta que te laves los dientes. —Regañó, pero no pudo ver el puchero enojado que Hyunjin había hecho.

—Manchaste el colchón, tu ropa interior y tu pijama, ¿pero te quejas de mí? —Respondió el ofendido, no se le hacía lógico que el menor se haya vuelto a colocar las bragas manchadas y se vaya a dormir sin problemas.

—Tendremos que lavar todo. —Felix bostezó, acurrucándose más en el pecho de Hyunjin. —Hay tanta ropa sucia, ¿tienes lavadora en tu casa?

Hyunjin creyó que el menor solo balbuceaba cosas sin sentido, aún así asintió, antes de que balbucee unas cosas más y finalmente se duerma en sus brazos.


K:

Smut de relleno para calmar las aguas

Vengo a recomendar una historia por si se sienten en sequía de contenido

Es de la increíble EisDame, quien nunca nos defrauda con sus grandiosas obras

Voten por The Dark Prince who fell in love with the Sun al final...

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