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24. Correcto

Las chicas no paraban de mirarlo, incluso mientras comía, así que era un poco incómodo para él, pero le habían hecho comentarios muy lindos, incluyendo Ryujin. Le gustaba pero en aquel momento, ya resultaba asfixiante para él.

Cuando acabaron de comer, Hyunjin lo cargó de nuevo y se lo llevó al cuarto, Felix comenzaba a creer que él disfrutaba mucho cargarlo, porque se lo llevaba como si no pesara nada y además lucía divertido con la tarea, aunque para Felix no era nada divertido, sino más bien vergonzoso, el hecho de no poder ni caminar por cuenta propia era desesperante.

—Alza tu camisa. —Mencionó Lia, ella había llegado detrás de ellos, diciendo que había algo que había olvidado hacer.

—¿Eh? —La miró confundido, ella sostuvo lo que parecía ser un spray.

—Es para los moretones de tu abdomen, solo será un segundo.

—No quiero que mires. —Argumentó, ella no sabía qué responderle porque entendía que a él le daba vergüenza, y tampoco era correcto mencionarle que en realidad, ya habían visto todo, ella y Hyunjin.

—No miraré. —Ella se llevó la mano libre a los ojos y puso el spray frente a ella, él miró a Hyunjin y el chico de igual forma volteó para no mirarlo, al final se levantó la camisa y le indicó a la chica que coloque el spray, asegurándose de que al menos cubra bien su piel.

Cuando ella se fue, vio a Hyunjin tomar una sábana, sentarse en la silla y colocar un poco de su cuerpo sobre la orilla de la cama.

—¿Qué haces? —Preguntó cuando Hyunjin se acomodó mejor en la cama.

—Te haré guardia toda la noche.

—¿Sentado? —Hyunjin asintió, sin problemas.

Él había estado haciendo eso, no le preocupaba estar incómodo, dormiría incluso en cajas con tal de saber que Felix dormía cómodamente, pero en ese momento, el menor no parecía feliz con la idea, aún cuando antes si lo había dejado dormir sobre cajas.

—¿Por qué no vienes acá conmigo? —Se levantó incrédulo cuando oyó eso venir de Felix, el menor lo miraba con un puchero en el rostro, ¿de verdad había dicho eso? —Ven aquí, Hyunjin.

Negó, dejando de mirarlo, si Felix lo estaba probando ahora de verdad debía confiar en su autocontrol, porque la idea era demasiado tentadora, y él era muy débil ante cualquier cosa que Felix le diga.

—Me salvaste, te lo mereces, Hyunjin.

—No necesito que me pagues, no lo hice para recibir algo de ti.

Felix no supo qué decir ante su respuesta, se quedó pensante y llegó a la conclusión de que Hyunjin creía que él lo hacía para devolverle el favor de haberlo salvado, cuando realmente no era así.

—No te estoy pagando, estoy confiando en ti. —Hyunjin lo miró sorprendido. Pero cuando el silencio reinó, Felix volvió a cubrirse con las sábanas, derrotado ante el hecho de que el mayor no accedería. —Haz lo que quieras, me sentiría mejor teniéndote a mi lado.

—Joder, Felix. —Hyunjin saltó de la silla. —Será mejor que esto no sea un intento tuyo por probar mi autocontrol, porque estoy jodido. —Se quitó los zapatos y levantó la sábana, escabulléndose debajo hasta dar con el cuerpo de Felix.

De forma enojada, lo pegó a sí mismo, y luego el menor soltó una risita. Sus pequeñas manos llegaron hasta su pecho y apretaron la tela de su camisa, Hyunjin sentía como si una horda de zombies corrieran por su estómago, hace varios días había admitido a sí mismo que estaba completamente enamorado de Felix, y la cercanía con él se sentía increíble. Él ya no lo estaba rechazando, ya no lo apartaba, ahora incluso le pedía estar más cerca, entonces Hyunjin quería mentirse creyendo que el menor solo buscaba en él la sensación de seguridad que necesitaba.

Felix estaba tan cerca que incluso podía oler su cabello, se sentía limpio, de nuevo Felix, de nuevo su precioso chico risueño. Había pasado por tanto y esa tarde había sido caótica para él, pero allí estaba, aferrándose a la felicidad a pesar del horror que sufrió. Hyunjin sentía que aquello lo convertía en la persona más fuerte que conocía.

—Volvamos a la tienda, Hyunjin. —Susurró el menor, aún pegado a su pecho.

—¿No te gusta estar acá? —Hyunjin acariciaba su cabello, haciéndolo sentir tranquilo.

—No me gusta ser observado todo el tiempo, incluso mientras comíamos estaban cuidándome, es asfixiante.

—¿Quieres que estemos los dos solos? Eso me suena como a una propuesta indecente, Felix. —El menor gruñó, ganándose una risa de Hyunjin, la verdad era que también le había parecido divertido. —Volveremos cuando Lia decida que puedes caminar por tí mismo.

Él simplemente no contestó, solo suspiró una última vez antes de dormirse, feliz y calientito en los brazos de su Hyunjin.



—¿No les parecen adorables? —Preguntó Chaeryeong, todas miraban enternecidas la escena con la que se habían topado, el menor traía la cabeza encima del brazo de Hyunjin, ambos muy cerca uno al otro y con expresiones de paz y tranquilidad en sus rostros.

—Hyunjin antes insistía en que no era gay, pero mírenlo. —Las chicas rieron, y como si hubieran invocado al mayor al decir su nombre, él empezó a pestañear con sueño, levantándose para encontrarse confundido a todas las chicas que lo miraban de forma extraña.

—¿Qué diablos hacen todas ustedes acá? —Su tono sonó grave y seco, acompañado de su rostro enojado.

—Vinimos a traerle el desayuno a Felix. —Yeji alzó el plato que traía agarrado, traía hotcakes con miel y un vaso con jugo de naranja.

—Váyanse. —Gruñó, las chicas bufaron molestas y salieron del cuarto, todas a excepción de su hermana, quien colocó el plato en la mesita de noche y tomó asiento en la cama cerca a él.

—Sabía que tarde o temprano caerías por alguien, Hyunjin.

—Felix no es mi novio. —Admitió, la chica lo miró con confusión. —Ustedes se han estado haciendo la idea errónea.

—¿Entonces por qué duermen juntos?

—Él se siente más tranquilo si estoy con él. —La chica no parecía convencida, en su mente, Hyunjin solo ponía excusas estúpidas ante el hecho de que no quería admitir su sexualidad.

—Pero... la manera en que lo miras, de verdad parece que te gusta Felix.

—Si me gusta Felix. —Ella ahogó un grito de sorpresa al escucharlo admitir eso, no podía creer lo que estaba escuchando. —Pero no porque me guste significa que va a salir conmigo, lo sabes.

Ella ahora entendía su posición, tal vez significaba amor no correspondido, pero había algo en la manera en la que ambos se trataban que gritaba amor por todas partes, le parecía imposible creer que a Felix no le gustase Hyunjin de la misma manera. Tal vez era su radar gay o su instinto femenino, pero apostaría a que ellos dos no tardarían en ser algo más que amigos.

Además, Hyunjin era su hermano gemelo, su contraparte masculina, y si ella había resultado bisexual, él también debía serlo, porque eran gemelos y así funcionaba ser gemelos.



Ya no había más nada que hacer en esa casa, y a pesar de que Felix había lucido entretenido a la hora de recibir el salón de spa, ya no solo de 3, sino de 5 chicas que terminaban incluso escogiendo un outfit para él como si fuera una Barbie de tamaño real, sabía que era incómodo para él recibir tanta atención sofocante.

—Busca esta crema cuando llegues, es crema antibacteriana. —Lia alzó el ungüento que había estado poniéndole en las piernas, Felix asintió, tratando de memorizar lo que la chica le explicaba para después revisar el área de farmacia de la tienda. —Y este spray, es para los moretones. —Él volvió a asentir. —Si vas a quitarte las vendas, no dejes las heridas mucho tiempo expuestas, pueden infectarse.

Hyunjin entró a la habitación mientras la chica seguía explicando, interrumpiéndola. Llegó hasta donde Felix estaba en la cama y le hizo una señal para cargarlo, pero el menor negó. Entonces se paró por sí mismo y sintió las costras arder de una manera extraña, sin embargo, no dolían lo suficiente como para no intentar hacer el esfuerzo de caminar. A pesar de las insistencias de Lia por mantenerlo en reposo, él quería caminar, le hacía sentir como un inútil ver a todo el mundo a su al rededor moviéndose por él.

Llegó a la camioneta donde Hyunjin ya había subido la poca ropa que había usado allí, Yeji le había hecho el favor de lavarla a pesar de que insistió en que no debía, incluso la había embolsado para que nadie la vea.

Fue rápido, la tienda quedaba cerca así que en cuestión de minutos ya estaban allí. El sol ya empezaba a caer, anunciando el clima gélido que habría esa noche.

Hyunjin se sentía un poco a la negativa de volver a la tienda, pero Felix le había insistido, y de alguna manera le prometió que Changbin ya no se entrometería en sus vidas de nuevo. El mayor deseaba que sus palabras se hagan realidad, porque cuando conozca al tal Changbin en persona, definitivamente lo mataría.

Felix salió por cuenta propia, y detrás estaba Hyunjin cargando sus bolsas de ropa. Las chicas esperaron que ambos estén dentro de la tienda para irse, y las 5 dieron asfixiantes abrazos dirigidos al menor, después de compartir momentos con él, todas lo adoraban, y también era común para ellas soltar cotilleos indiscretos mientras Felix las escuchaba.

El menor le tomó de la manga de la camisa, haciendo que su corazón se acelere de un momento a otro, había olvidado lo mucho que amaba ese gesto de él. Entonces lo dirigió hasta la oficina, y luego con esfuerzo, Felix logró sentarse en su colchón inflable.

—¿Cenaremos ramen? —Preguntó Felix, acostándose y tomando su manta para acurrucarse con ella.

—Lo que tú quieras, Felix.

Hyunjin se sentó con la espalda pegada a la pared, mirándolo. A pesar de que el mayor también se había puesto muy al pendiente de él, en su caso no se sentía asfixiante, muy a pesar de pasar todo el día con él. Felix se preguntaba en qué momento se había vuelto tan importante para él, tal vez era porque Hyunjin cumplía todos los requisitos para ser el perfecto príncipe con el cuál siempre soñó, y hasta ahora era el primer hombre que no lo defraudaba.

Después de comer, Hyunjin se llevó la basura, él igualmente había hecho los paquetes de ramen. Tal vez no era mucho, pero recuerda la charla que las chicas le dieron acerca de ser más proactivo con su vida, y fue cuando ellas argumentaron un "debes cuidar bien a Felix" cuando el mayor realmente pareció tocado por sus palabras.

De repente Hyunjin tomó su manta y se tiró sobre las cajas, dejando caer su cuerpo como si nada. Felix no entendía por qué él estaba de nuevo sobre las cajas.

—¿No vas a dormir conmigo?

Las palabras de Felix llamaron su atención. —¿No era temporal? —Entonces el menor negó, su cuerpo estaba cubierto por su sábana y se hundía en el colchón inflable. Hyunjin suspiró pesadamente. —Se siente muy raro que ya no pongas distancia entre nosotros.

—Ya no la necesito, confío en tí ahora.

—¿Y qué pasa si mi autocontrol no es suficiente? —Susurró, más para sí mismo, pero Felix claramente pudo oírlo.

—Es la segunda vez que dices eso, ¿qué me harías si no fuera por tu autocontrol?

Hyunjin no supo qué contestar, ni siquiera sabía a qué se refería consigo mismo cuando hablaba de autocontrol. Sin embargo algo para él era muy claro:

—Nunca haría nada que no me permitas.

Felix parpadeó un par de veces, hundiéndose más en el colchón, fueron segundos antes de su respuesta pero para Hyunjin se sintió como toda una eternidad.

—Entonces no veo ningún problema.

Hyunjin miró al techo, intentando comprenderse a sí mismo, pero era jodidamente difícil. Antes hubiera aprovechado esta oportunidad, antes él era demasiado diferente al Hyunjin de ahora. Porque cuando Felix comenzó a poner distancia entre los dos, encontró un patrón que se repetía, cada vez que él lo hacía sentir incómodo, el menor lo "castigaba", se había acostumbrado tanto a esa lejanía que ahora era muy extraño para él que fuera Felix quien le estuviera pidiendo eso.

Pero como no se podía negar ante aquél precioso ángel, se levantó de las cajas, tratando de parecer desinteresado, y luego se acurrucó a un lado de Felix.

Esta vez era distinto a los días anteriores, no solo porque Felix ya no parecía estar necesitándolo como apoyo moral, ni porque la cama de casa de Lia era lo suficientemente grande para ser ocupada por dos hombres adultos mientras que el colchón inflable se sentía tan pequeño, ellos ahora estaban solos, en la comodidad de su privacidad, no había chicas tontas que los vieran dormir juntos ni rutinas para cada acción del día.

Estaban juntos, los dos solos, y finalmente se sentía correcto.



K:

Les dije que estos eran mis capítulos favoritos, donde cuidan todos a Fefi son mi safe place

Yeji tuvo razón todo el tiempo, intuición femenina y de hermana ojo

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