23. Spa
Hyunjin tuvo que cargarlo hasta la ducha, pero a pesar de sus reclamos, Lia tampoco le permitió caminar. Entonces él lo dejó en una silla dentro del baño, la chica también estaba allí con él, acomodando todo de tal forma que él pudiera alcanzar las cosas con sus brazos sin levantarse de la silla. Como ella había dicho, no podía humedecer sus vendas así que usaría el grifo flexible, incluso le habían preguntado si necesitaba ayuda, pero se negó rotundamente.
Lia salió del baño, pero esta vez entró Yeji con su ropa, y se la colocó en el regazo.
—Siento que vi algo que no debí haber visto, lo siento mucho. —Susurró ella, tan bajo que Hyunjin no pudo escucharla. Felix ya sabía a lo que ella se refería, así que solo inhaló profundo.
—¿Alguien más lo sabe? —Ella negó, logrando que él se sienta más tranquilo. —No le digas a nadie, por favor.
—Guardaré tu secreto. —Ella alzó un puño, haciendo la promesa. Y luego se retiró del baño, dejando a Hyunjin aún dentro.
—Ten cuidado, si te caes entraré a buscarte sin importar nada. —Felix asintió, era brusco pero era la forma de Hyunjin de demostrarle que se preocupaba por él. —Llamaré a tu nombre cada cierto tiempo para asegurarme de que estés bien, me avisas cuando termines.
Hyunjin salió del baño, y él automáticamente comenzó a revisar entre la ropa que la chica le había traído. Era un outfit completo, su camisa y una sudadera, sus pantalones, además de sus shorts cortos, pero sus manos dieron con la textura de encaje y automáticamente se tornó de mil tipos de rojo. Sacó sus bragas casi transparentes, le daba vergüenza pensar en que Yeji había visto aquello, lo había estado ocultando de Hyunjin tan bien y ahora su hermana menor lo sabía.
Respiró profundamente, con las manos en la cara por la vergüenza, ella había prometido guardar el secreto pero le avergozaba demasiado aún así, es decir, no todos los días revisas la ropa interior de un chico que usa bragas.
Aún con la cabeza hecha un lío, logró quitarse la ropa y dejar correr el agua, había tirado al la tina su ropa llena de sangre, para que el agua y el jabón que cayeran se lleven un poco de la suciedad, tal vez le diga a Yeji que pase su ropa por el secador, pero tal vez ella lo lavaría completo como la última vez a pesar de su negación. Incluso se lavó el cabello y le sorprendió mucho que Lia le hubiera dejado shampoo matizante para cabello rubio, el gesto resultó tierno para él.
Ya estaba totalmente limpio cuando cerró el grifo y comenzó a vestirse, después de unos minutos de silencio, Hyunjin llamó a su nombre.
—Me estoy vistiendo. —Anunció, probablemente Hyunjin había escuchado demasiado silencio.
Todos estaban siendo demasiado atentos con él, incluso en las cosas más pequeñas, era raro sentirse tan mimado, pero le gustaba de momento, era lo que necesitaba después de lo que había vivido gracias a Changbin.
—Terminé. —Anunció finalmente, una vez que enrollaba la toalla al rededor de su cabello mojado. No se había puesto la sudadera ni los pantalones, tal vez lo haría después, por el momento necesitaba quedarse con la sensación de frescura después del baño.
Hyunjin entró, llegando hasta estar casi frente a él. —Lia dijo que esperes aquí, va a cambiarte las vendas.
—Quiero verme en el espejo. —Admitió, haciendo que Hyunjin lo mire confundido.
—¿Quieres comprobar lo precioso que eres? —Bromeó el mayor, pero Felix le puso mala cara, así que borró su sonrisa.
—Tráeme un espejo, Hyunjin.
Hyunjin volteó por todos lados en el baño, revisando en los lugares posibles donde podía haber uno, y al final encontró un espejo de mano dentro de la repisa que estaba detrás del espejo grande del lavabo. Este era perfecto para dárselo, no tendría que pararse para mirarse. Entonces Felix lo tomó entre sus manos y lo levantó para ver su rostro, horrorizado lo bajó hasta su regazo y bajó la mirada. Sus manos fueron hasta su rostro, y Hyunjin se asustó mucho cuando lo escuchó ahogar el llanto.
Hyunjin se acercó lo más que pudo a él, arrodillándose justo frente a la silla.
—¿Qué pasó? —No sabía cómo preguntar, ni siquiera sabía qué era lo que Felix había sentido mal en ese momento.
—Luzco horrible. —Hyunjin no pudo creerlo, pero el menor parecía tan convencido de lo que decía que logró preocuparlo aún más. —Tan... enfermo.
—¿Pero qué estás diciendo? Claro que no, Felix.
—¡Claro que si! —Felix encogió las piernas y se abrazó a estas. —Tengo moretones en todo el cuerpo y mis piernas lucen horribles.
—Felix... —Hyunjin trató de acercarse, buscando hacer contacto físico con el menor, pero este lo apartó, volteándose.
—No me toques. —Felix inhaló fuerte, su cuerpo comenzaba a temblar y Hyunjin se estaba desesperando, le dolía siempre que el menor ponía distancia de él pero en ese momento se sentía tan impotente por no saber qué hacer. —No quiero que nadie me vea así.
—Felix, escúchame. Solo tuviste un mal día, eso es todo. Tus heridas van a curarse, los moretones desaparecerán, y no hay nada que reposo y maquillaje no resuelvan. —El menor no respondió, siguió abrazando sus piernas, Hyunjin por primera vez pensó que tal vez era mejor dejarlo solo. —Vamos a la cama, Felix. Necesitas descansar. Le diré a Lia que te cambie las vendas más tarde.
Sus brazos fueron a dar cuidadosamente cerca del menor, y logró cargarlo luego de que no haya puesto resistencia. Lo llevó al cuarto, evitando a las chicas a toda costa, y lo dejó en la cama, Felix necesitaba su espacio después de haber sido intensamente acosado por tantas personas que querían cuidarlo a cada minuto.
Hyunjin respiró hondo, sabía que Felix tal vez lo odiaría, pero después de la escena del baño, no podía simplemente verlo deshacerse en la cama. Es por eso que a parte de Lia, quien venía a cambiar sus vendas, estaban detrás de él Chaeryeong y Yuna, quienes no rechazaron ni un segundo su oferta, traían bolsas y cajas con maquillajes y demás cosas que Hyunjin ni siquiera sabía para qué servía.
Tocó la puerta y no hubo respuesta, luego miró a Chaeryeong y esta alzó el puño para darle ánimos, les había contado a las tres chicas a grandes rasgos lo que había pasado, y él esperaba que el cuidado femenino logre hacerlo sentir mejor. Entonces abrió la puerta, Felix se encontraba hecho bolita en la cama, a modo deprimido, no se había movido de allí en un rato, por alguna razón, él comenzó a rechazar cualquier interacción humana que no sea él. Entonces él solo rodeó la cama y llegó hasta donde podía ver el rostro de Felix.
—Lia vino a cambiar tus vendas. —Mencionó amablemente. Felix negó, aún con el rostro tapado con una almohada. —También traje a las chicas, ellas querían jugar al spa y necesitaban una víctima.
Rió, pero Felix solo se hundió más entre las sábanas y la almohada. Hyunjin intentó suavemente apartarla de su rostro, logrando dar con su mejilla y la pinchó entre sus dedos.
—Ellas vinieron a ayudarte a sentirte mejor Felix, no hay nada que con maquillaje no se arregle. —El menor volvió a negar. —No voy a dejar de molestarte hasta que accedas. —Entonces el menor suspiró enojado, saliéndose de las sábanas de forma enojada. Su rostro estaba hinchado por dormir y llorar, se notaba muy triste y apagado, a Hyunjin le dolía verlo así.
—¿Te gustan las mascarillas, Felix? —Añadió Chaeryeong, entonces cuando el rubio asintió, las chicas fueron tomando lugar al rededor de él. Lia en la silla con su botiquín en la mesita de noche, y las otras dos se sentaron en la cama a su lado, Hyunjin se sentó en la punta de la cama, tomando su espacio de las chicas.
—Conectaré la plancha. —Anunció Yuna, Felix volteó hacia ella, dándose cuenta que estaba conectado una plancha para el cabello, ¿le iban a planchar el cabello también?
Chaeryeong sacó mascarillas, varias, le hizo escoger entre mil opciones diferentes y en lo que Yuna terminaba de secarle el cabello y Lia se ocupaba de sus piernas, su rostro era cubierto por 3 mascarillas diferentes, unas debajo de los ojos, en los labios y una cubriendo todo su rostro.
Cuando Yuna terminó de secarle el cabello, tomó sus manos y empezó a limpiarle las uñas, Felix no lo podía creer, cuando le dijeron que sería un spa no se imaginaba que aquello iba literalmente.
—Tienes bonitas piernas, Lix. Dime tu secreto de belleza. —Soltó Chaeryeong, logrando que sus mejillas se pongan calientes debajo de las mascarillas, ella estaba siendo sincera, no había ningún tipo de malicia en sus palabras, totalmente diferente a la forma en la que usualmente escuchaba aquel comentario.
—También sus manos, son pequeñas y suavecitas.
La sesión de cumplidos siguió de esa forma, las chicas atacaban una a una con palabras tan lindas que simplemente ya no sabía que contestar, había mirado a Hyunjin pidiendo ayuda varias veces, pero el mayor solo se limitaba a reírse de lo que pasaba.
Cuando Yuna terminó de aplicar crema en sus manos, después de que la pintura de uñas transparente le de brillo a sus uñas, ella fue por la plancha para empezar a hacerse cargo de su cabello. Ella parecía impresionada cuando lo tocó.
—Tu cabello es demasiado suave, ¿cómo haces para cuidarlo? Recuerdo haber tenido rubio hace un par de años y lucía tan seco. —Ella fingió llorar, a lo que él rió avergonzado, sin saber qué decirle.
Entonces Yuna llenó de spray su cabello antes de plancharlo, y Chaeryeong le sacó las mascarillas para luego sacar base y corrector de su bolsa, y aplicarle los productos en su rostro.
—No le borres sus pecas, son bonitas. —Comentó Yuna mientras seguía con su cabello. Felix se sonrojó aún más.
—No lo haré. —Chaeryeong se ocupó de sus ojeras, y luego de aplicar corrector y base solo en ciertas zonas.
Cuando ella ya tenía los ojos de Felix ya listos para maquillar, pareció dudar al momento de elegir algo.
—¿Te gustan los brillos, Felix?
—No le pongas brillos, es un hombre. —Protestó la menor, a lo que Chaeryeong pareció enojarse.
—¿Qué hay de malo con eso? Creo que Felix luciría lindo incluso con un lindo vestido floreado. —Soltó la chica, Felix la miró sorprendido, Yuna y Lia detuvieron lo que estaban haciendo para mirarla, ella se tapó la boca cuando entendió. —¡Lo siento, Felix! Yo no quería incomodarte, en serio, yo...
—Está bien. —Felix rió por lo bajo, ella estaba tan apenada que era graciosa.
—Hyunjin se imaginó algo raro, sus orejas están rojas. —Mencionó Lia, las miradas se posaron sobre el mayor, cuyas orejas estaban completamente rojas y se había volteado dándoles la espalda para que nadie lo notara.
La verdad era que sí se lo había imaginado, y le había gustado tanto la idea de ver a Felix llevar un vestido, pero como Chaeryeong había dicho, no quería incomodarlo.
—Tu novio es un completo idiota, ni siquiera sé qué le viste. —Admitió Lia, haciendo que de nuevo, las mejillas de Felix mejillas se tornen rosas, esta vez sus orejas también se volvieron rojas, las chicas lo notaron, pero lo atribuyeron a una simple timidez, y no al hecho de que él y Hyunjin realmente no eran pareja, pero ellas totalmente creían que lo opuesto.
—Es torpe. —Añadió Chaeryeong.
—Solo es guapo. —Y por último Yuna, Hyunjin volteó indignado.
—¡Estoy aquí! —Las chicas solo bufaron, y regresaron su atención al rubio.
—Pero en serio, debes decirnos qué productos usas. —Insistió la pelirroja, empezando a aplicar sombra de ojos café en sus párpados.
—Podría darles la marca, son las que me robo de la tienda.
—Tienes que decirme qué crema depilatoria usas, la mía me deja la piel irritada. —Las chicas voltearon a verla, tal vez había contestado de más.
—Hyunjin nos está escuchando. —Le contestó Lia, riendo cuando Chaeryeong se dio cuenta que no estaba de tarde con amigas, sino que había no uno, sino dos chicos en aquella habitación y Felix era uno.
—Tengo una hermana menor y viví con ella más de un mes, escuchaba cosas como esta a diario. —Hyunjin se tiró a la cama, riendo por todo lo que estaba escuchando, una mirada rápida hacia Felix lo hizo cerciorarse de que él lucía más tranquilo que horas antes.
Cuando la chica terminó con sus párpados y la otra terminó los toques finales, Lia se levantó para buscar un espejo y dárselo al rubio, este tomó el objeto de forma temerosa, no sabía qué esperar, pero finalmente se miró en él, y encontró que lucía realmente bien.
Quería llorar, pero no podía arruinar el precioso maquillaje que las chicas le habían hecho. Cuando las chicas terminaron de hablar sobre lo hermoso que lucía, sabía que era el turno de Hyunjin de verlo, y este lucía totalmente embobado por su apariencia.
—¿Seguras que no sacaron al Principito de su libro? —Hyunjin llegó hasta él, arrodillándose justo en frente y logrando paniquear a Felix. —La próxima vez te conseguiré una rosa, mi pequeño príncipe.
Las chicas soltaron un chillido al unísono, disfrutaban el espectáculo que ambos chicos estaban ofreciendo. El rubio quería que la tierra se lo tragase, pero ahora sin duda, su corazón revoloteaba sintiéndose bien.
—Ya terminé con las vendas. —Lia se paró de la silla abruptamente. —Es hora de hacer la cena, chicas.
—Pero si aún es muy temprano. —Protestó la menor, sin entender que lo que Lia quería hacer era dejar a los dos chicos solos.
—Hora de hacer la cena, dije. —Su tono de voz fue el mismo que Ryujin usaba a veces, logrando que las dos dejaran sus cosas y se pararan para salir del cuarto.
Cuando estuvieron solos, el aura simplemente cambió, Felix ahora se sentía nervioso y Hyunjin ya no sabía qué decir.
—¿Te sientes mejor ahora? —Insistió Hyunjin, tomando asiento en la silla que Lia había dejado libre.
—Me siento... bonito. —Respondió, volviendo a tomar el espejo y mirarse de nuevo, sus ojeras habían desaparecido y sus párpados eran adornados con brillos, sus labios ahora lucían rosas igual que sus mejillas, ellas también habían hecho un buen trabajo con su cabello que lucía ordenado y menos como el nido de pájaros que tenía en la cabeza.
—Siempre lo eres Felix, yo no sé por qué dudaste de ello. —El menor suspiró pesadamente, volviendo a bajar el espejo y luego se tiró de espaldas a la cama.
—Cuando estaba allí, había un chico, él se llama Seungmin. —Hyunjin se sorprendió de que Felix hablara de aquello, pero lo dejaría hablar si era lo que él quería. —Tal vez no era su intención, pero me hizo sentir como si mi belleza fuera lo único bueno de mí.
Hyunjin se tensó, ahora entendía la reacción de Felix, lo único que no entendía era por qué el menor insistía en que lucía horrible cuando realmente no era así.
—Gracias, Hyunjin. Eso era lo que necesitaba.
Hyunjin se paró, abriendo los brazos hacia él. —Vamos a cenar. —Felix protestó cuando fue cargado como muñeca, pero las risas de Hyunjin lograron que él también se riera y cooperara.
Tal vez en realidad, era a su Hyunjin lo necesitaba.
K:
Oigan qué miedo cuando votan y no comentan, no sé si les está gustando el fic o lo detestan, o les hizo llorar o reír.
En fin, ¿cómo encontraron este fic? Han llegado muchos perfiles nuevos que no reconozco y me da curiosidad~
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