21. Misión cumplida
—¿Qué tan importante es para ti Seo Changbin, Seungmin?
El castaño no pareció pensarlo mucho antes de responder: —Lo intercambiaría por una bolsa de Hot Cheetos.
Chaeryeong, que de alguna manera se esperaba eso, volvió a preguntarle: —¿Entonces por qué seguiste sus órdenes para secuestrar a este chico?
Seungmin se quedó frío, mirando con sorna a la pelirroja, si no tuviera a la pelinegra agarrada por el cuello, ya le hubiera puesto la mano en las greñas de rojo falso hasta arrancarle las extensiones junto a la piel.
—¿A qué quieres llegar, Ryeong?
—Ya dile que vino a buscar a su noviesito. —Soltó la pelinegra menor, tapándose la boca luego de darse cuenta de lo que había dicho.
Chaeryeong se sorprendió, pero aún así no se separó de donde estaba. Hyunjin en su lugar no había oído nada, solo veía a los contrarios susurrar y hablarse como si fueran amigos de toda la vida, lo cual comenzaba a desesperarlo.
—¿El chico de allá... es el de la tienda? —Sorprendidas, ambas chicas asintieron al unísono. —¿Y vino a rescatarlo? —Esta vez dudaron, pero al final asintieron. Seungmin soltó a la menor, empujándola para apartarla de él. —Les doy cinco minutos para llevárselo o dejaré que este precioso de acá... —Señaló al de cabello negro. —haga una masacre con ustedes tres.
El chico de cabello negro soltó una risa maquiavélica, feliz de lo que pudiera pasar después de esos cinco minutos. Con esto, los chicas se movieron de forma desesperada para llegar hasta la jaula.
—¿Respira? —Es lo que le preguntó la pelirroja a Hyunjin a penas estuvo cerca de él, ella había evitado preguntar directamente si estaba vivo o no.
Hyunjin negó, ambos trataron de romper la jaula, pero era imposible, nada cedía. Chaeryeong entonces se paró, y se acercó al pelinegro que tanto miedo les había causado.
—¿Me prestas eso? —Pero antes de dejar que el chico le conteste, la guadaña fue arrebatada de sus manos, dejándolo atónito. —¡Apártense! —Gritó ella antes de elevarla y asestar un golpe en la cerradura, el metal del pequeño candado cedió ligeramente, antes de que Hyunjin se pare y pise la guadaña para lograr que el candado se quiebre.
Hyunjin respiró hondo cuando abrió la puerta y sus manos por fin pudieron dar con el cuerpo de Felix hecho bolita, su cuerpo estaba helado pero aún podía sentir calor proveniendo de él, lo cual lo tranquilizó. Intentó sacudirlo, pero no despertaba ni se movía de esa posición. Desesperado, Hyunjin metió ambos brazos y jaló con fuerza el cuerpo de Felix, tirando de sus piernas y brazos. Jeongin, quien veía todo con detenimiento, formuló una sonrisa de lado.
—Va a gritar. —Fue lo que le dijo a Seungmin, ninguno de los demás lo oyeron.
Ante el tirón, Felix comenzó a despertar y lo primero que hizo fue luchar para ser soltado por la persona que retenía su cuerpo, tan asustado que ni siquiera era capaz de diferenciar la delicadeza del toque.
Hyunjin suspiró de alivio, pero su corazón punzó con dolor cuando Felix gritó: —¡Suéltame!
Las chicas respiraron pesadamente, ciertamente afectadas por su reacción. Chaeryeong sacó la máscara del rostro de Hyunjin al darse cuenta que aún la llevaba puesta y el rubio podría confundirlo con alguien más.
—Felix, soy yo. —Su mano intentó alcanzar de nuevo al chico, él mantenía su rostro cubierto y de nuevo se había hecho bolita dentro, la jaulas no era precisamente pequeña pero a Hyunjin le costaba bastante intentar entrar. —Felix... Felix. —Volvió a llamar de nuevo, esta vez tirando de él, pero el rubio ni siquiera parecía escucharlo.
—Dos minutos. —Soltó el castaño, desesperado a Hyunjin, quería callarlo a golpes.
—Cárgalo y ya. —Chilló la menor, ella miraba de vez en cuando al pelinegro que había sostenido antes a Chaeryeong, consciente del peligro.
Ante la exigencia de la chica, respiró hondo y volvió a intentar sacarlo a la fuerza, Felix de nuevo intentó alejarse, su resistencia siguió incluso hasta después de sacarlo de la jaula.
—¡Felix, mírame! —Su voz sonó más alta de lo que quería, el rubio tembló pero su mirada se fijó en él cuando Hyunjin le tomó la cabeza y lo obligó a mirarlo, sus ojos parpadearon, incrédulos.
Felix lo empujó del pecho, esta vez claramente más débil. —No eres tú... no eres mi Hyunjin...
Hyunjin lloraría, pero al menos lo tenía ya en sus brazos, casi a salvo con él. Entonces, ignorando que Felix lo empujaba sin fuerza, tomó su cuerpo y lo cubrió con el suyo con un fuerte y cálido abrazo. Ya no lo soltaría, ya nadie se lo quitaría de nuevo.
Felix parecía atónito ante el abrazo, luego su mirada subió y por primera vez pareció reaccionar realmente ante la persona que lo sostenía, repasando aquellos rasgos que le llenaban de seguridad.
—Un minuto. —La voz de Seungmin explotó la burbuja de Hyunjin, este exclamó un "¡Joder!" antes de cargar con el cuerpo de Felix y levantarlo como princesa, la realización de lo que había imaginado no fue tan perfecta como pensó pero ni siquiera podía pensar en ello.
Felix lo miró de nuevo, incapaz de creerlo, sus débiles manos llegaron hasta su pecho y apretaron ligeramente la tela de su sudadera.
Los tres corrieron hasta salir del cuarto y luego a la puerta que la pelirroja había mencionado, cruzaron el patio hacia el de la casa vecina y pasaron de largo hasta salir por la reja trasera y entrar a la camioneta. Ambas chicas estaban en el asiento delantero mientras él se acomodó con Felix en sus brazos detrás. Ni siquiera le importó la velocidad Formula 1 con la que la pelirroja aceleró, lo único que le importaba era que finalmente tenía a Felix de nuevo.
Miró a Felix, él parecía haber entrado en un estado de inconsciencia mientras lo sacaban, pero podía sentir su suave respiración, se había pegado a su pecho y desde que ya no luchaba para separarse, Hyunjin entendió que lo había reconocido.
—¿Qué le diremos a Changbin? —Le preguntó Jeongin cuando regresaba con su guadaña en mano, cerciorándose de que no estuviera rota o aquella peliroja se las pagaría.
—Jeongin, golpéame. —Seungmin creyó que el menor dudaría, pero un lugar de eso, un puño llegó a rápida velocidad hasta su rostro, después de sentir la punzada de dolor, soltó un quejido ahogado, una gota de sangre comenzó a escurrirse desde su nariz.
—Sabía que te gustaba la humillación pero no imaginé que también el sadomasoquismo, Seungmin. —El castaño lo miró con mala cara, pero Jeongin solo lo tomó del cabello y acercó su rostro a él, lamiendo desde su mentón hasta la nariz, llevándose rastros de sangre y del sabor metálico.
—¡No hagas eso! —Protestó Seungmin. —Es para que Changbin nos crea, le diré que nos atacaron y se lo llevaron. —Jeongin no supo qué decir, pero estaba curioso acerca de la decisión de Seungmin.
Al principio, Jeongin estaba feliz ante la idea de que haya llegado un bonito chico que podría romper, pero luego Changbin lo había amenazado sobre tocarlo, y eso lo había enojado mucho. Pero él había prometido seguir las órdenes de Changbin, se lo había prometido a él...
—¿Qué le dirás a Changbin?
—Tú solo sígueme la corriente.
—¡Changbin! —La puerta de su oficina se estrelló contra la pared con fuerza al abrirla, Seungmin entró y desfalleció casi a la entrada, detrás de él estaba el pelinegro, luciendo demacrado. —¡Se lo llevaron!
Seungmin hizo todo el esfuerzo por no reírse cuando el rostro de Changbin palideció al verlo, la cara le había quedado llena de sangre de la nariz hasta el mentón, cortesía de Jeongin, lo cual había logrado asustarlo.
Se arrastró hasta la mesa justo frente a él, Jeongin cojeaba a cada paso que daba, ambos debían ganarse un Oscar a la mejor actuación.
—¿Quién? —Changbin no podía contestar bien, estaba paralizado y era lo único que logró decir.
—¡A Yongbok! —Seungmin alzó las manos exasperado. —Unos tipos vestidos de negro entraron por el ducto de ventilación y se lo llevaron.
Era parcialmente verdad, pero Changbin no tenía que saber cuál era la parte falsa de la historia. El mayor llegó hasta donde él estaba, y de un jalón de cabello, hizo que lo mire desde abajo. Pero la mirada del mayor había cambiado extrañamente, tornándose oscura.
—Luces hermoso así, Seungmin.
Hermoso. A Changbin le gustaban las cosas hermosas, como Felix o Chaeryeong, incluso le había gustado Jeongin desde la primera vez que lo vió, tenía la preciosa piel blanca de porcelana que tanto le gustaba y cabellos oscuros que contrastaban.
Pero a Changbin no le gustaban solo las cosas hermosas, de esas había muchas. A Changbin le gustaban las cosas hermosas que podía romper y hacer sufrir, por eso hasta ese momento, pocas veces había visto a Seungmin más allá de un gusto casual, pero justo en ese momento, con aquel gesto lastimero, sintió su polla palpitando dentro de sus pantalones.
Seungmin no había podido entender el cambio en la actitud del mayor, sin embargo, este ahora se estaba abriendo los pantalones y luego sacó su polla para empujarla hasta su boca.
—Chúpala.
Fue allí cuando Seungmin lo entendió. Le había gustado Changbin desde que tenía uso de razón, pero el mayor siempre miraba a ver a otras personas que no sean él.
Changbin estaba loco, eso lo daba por seguro después de saber que se había puesto duro con la imagen de su rostro lleno de sangre y los ojos llorosos, pero sin chistar empezó a chupar, por un lado, estaba aliviado de no tener que lidiar con un Changbin molesto por haber perdido su muñequita para jugar, y por otro... tal vez le gustaba gustarle al loco.
K:
¡Por fin somos -más de- 600!
Como agradecimiento he publicado el OS que les prometí en el capítulo anterior, aunque varias ya lo han leído pero si no, ¿qué esperan?
Además de eso, en mi tablero ya pueden encontrar el aviso de una adaptación que se estará publicando en mi otra cuenta, por si se les acaba qué leer 7u7
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