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13. Amistad

Mientras limpiaba un poco los estantes de la tienda, Felix lo tomó de la manga de la sudadera, como era su costumbre, nunca le tomaba la mano o el hombro, siempre tomaba una pequeña parte de su manga.

—Hay algo que quiero mostrarte.

Él lo guió por la tienda mientras sostenía su sudadera, hasta que llegó a un pasillo que Hyunjin no había visto antes, había una escalera que conectaba al techo. Felix subió por esta y abrió una escotilla que daba hacia el techo y de repente desapareció por allí, asomando la cabeza para hacer que Hyunjin lo siguiera. No entendía nada pero así lo siguió, hasta que el vasto cielo de la tarde y la luz intensa le pegó directo a los ojos.

Una vez que estuvo allí con Felix, se dedicó a mirar a sus alrededores, había un sol terrible pero la vista era bastante impresionante. El menor se separó de su lado y caminó hasta la orilla para mirar, él lo siguió, parándose justo a su lado. Mientras Felix apreciaba la vista, Hyunjin apreciaba verlo a él.

—¿Para qué querías que viera esto? —Inquirió, algo le decía que había razones ocultas.

Felix suspiró. —Encontré un contenedor de agua, de esos que puedes usar como una mini piscina, pero es muy pesado para que yo solo lo suba aquí.

—¿Subirlo aquí? ¿Para qué? —Felix empezó a caminar hasta el otro lado del techo, el que daba hacía la parte trasera de la tienda.

—¿No es obvio? Quiero hacer un jacuzzi improvisado.

En ese momento, Hyunjin creyó que él jodidamente estaba bromeando, sonaba hasta ridículo y le había cortado su momento romántico –que tal vez él había imaginado en primer lugar–. Pero después de señalarle el lugar donde había dejado el contenedor, tuvo que ayudarlo a subir aquello al techo, sin embargo, Felix era bastante eficiente en lo que refería a armar todo y para el atardecer, ya tenían el contenedor listo y lleno de agua caliente.

Había un poco de frío, debía admitirlo, pero ni siquiera lo pensó dos veces a la hora de remojar su cuerpo ya tarde en el agua caliente. Felix a veces era un genio para todo, logró encontrar la forma de hacer que el agua caliente del boiler eléctrico en el techo llegara hasta el contenedor, tal vez vivir con personas tan eficientes le estaba empezando a gustar.

El sol estaba a penas comenzando a ocultarse, Hyunjin ladeaba su cabeza de un lado a otro con felicidad, sus cabellos se revolvían por la brisa fresca del aire, mientras su cuerpo se relajaba debajo del agua. De repente, Felix asomó por la escotilla, él había dicho que iría a cambiarse, pero nada lo preparó para verlo con una camiseta blanca y shorts negros, lucía como un ángel comparado a cuando vestía como si compitiera con los hombres de negro.

Felix caminaba descalzo hasta el contenedor, rápidamente mientras se protegía de la brisa fresca, y luego entró, haciendo que el agua fácilmente le llegue al cuello una vez que estaba dentro.

Hyunjin no podía dejar de mirarlo, cada día que pasaba estaba más embelesado con la existencia de ese pequeño ser de luz que había llegado a su vida, a veces se enojaba y peleaba con él, pero no podía enojarse de vuelta, no cuando el menor lucía tan adorable estando enojado por cosas triviales.

Felix estaba justo en frente de él, el contenedor tenía forma ovalada y ambos reposaban la espalda en los lados opuestos de este, pero el rubio era considerablemente más pequeño que él, y mientras Hyunjin estiraba los brazos en las orillas, el contrario se encogía en posición fetal mientras jugaba con el agua.

—¿Qué tanto me miras? —Mencionó por fin Felix, Hyunjin rió porque ya era costumbre ser sorprendido mirándolo, ya ni siquiera intentaba ocultarlo.

En parte, era porque ahora intentaba comprender que jodidamente le estaba pasando y qué era lo que realmente sentía por él, de alguna forma creía que el tiempo le aclararía la mente así que se dedicó a simplemente dejar surgir sus sentimientos.

—Eres muy adorable. —Admitió, seguía mirándolo mientras Felix se acurrucaba en la esquina contraria. —Eres pequeño y adorable.

Felix gruñó por lo que le dijo, y luego intentó moverse para cambiar de posición en la esquina, haciendo que su pecho sobresalga del agua.

Hyunjin lo miró todo como si fuera en cámara lenta, su pequeño cuerpo con la ropa húmeda pegada a él, hasta su delgada cintura, pero lo que más le llamó su atención fue el par de pequeños botoncitos rosas que alcanzó a divisar cuando su camiseta blanca semi transparente se pegó a su cuerpo.

Joder, qué mierda le pasaba a su cerebro ahora.

No pudo quitar la vista hasta que Felix se cubrió el pecho con los brazos, y luego se dio cuenta que de nuevo lo miraba con esa misma expresión triste y decepcionada, la misma que aquella vez en el sótano mientras se cambiaba.

—Me estás mirando así de nuevo. —Felix volvió a hundirse en el agua, esta vez cubriendo su pecho y pareciendo visiblemente incómodo. Sabía a lo que Felix se refería, y se sentía un verdadero idiota. —Quisiera que por una jodida vez en mi vida no me miraran así.

—¿Eh? ¿Quiénes? —Reaccionó a lo que dijo, Hyunjin se sentía... ¿enojado? si, quería ir rápido a golpear los que Felix se refería.

Él le dió la espalda, aún con el pecho cubierto con sus brazos, y la mejilla descansando en la orilla del contenedor, estaba intentando cubrirse de su mirada y eso le dolía.

—Todos, siempre. Cuando me cambiaba el uniforme deportivo frente a chicos, siempre me miraban de esa forma. —De repente el aura de Felix se había apagado, él lo miraba como si estuviera culpándolo, Hyunjin de nuevo quisiera saber lo que estaba pensando y por qué lo miraba de esa forma. —Además, todos mis mejores amigos siempre se volvían cercanos a mí solo para confesarse después, nunca pude tener un jodido mejor amigo como todo el mundo.

—¿Chicos? —Inquirió, Felix asintió y luego él se vió envuelto en una especie de ¿celos? pero lo admitía, estaba jodidamente celoso y enojado.

—Era molesto ¿sabes? ser amigo de un chico solo para que empiece a invitarte a citas después. —Felix cerró los ojos, su gesto era tranquilo a pesar de estar hablando con ese tono tan triste. —Las chicas no eran tan molestas.

—¿No te gustaba porque eran chicos? —Su corazón pulsó con tristeza cuando preguntó aquello, y se vió feliz a sí mismo cuando Felix negó.

—Se volvían acosadores después de un tiempo, si los rechazaba luego intentaban hacerme quedar mal en frente de todos.

Hyunjin no sabía por qué Felix le estaba diciendo todo eso, pero sabía que debía de escucharlo hablar, sea lo que sea de lo cuál necesitara ahogarse debía de escucharlo. Era la primera vez que Felix le contaba algo de su vida más allá de cosas triviales, era la primera vez que le hablaba de algo que lo entristecía y lo hacía verse tan pequeño aferrado a la esquina del contenedor.

—Las personas a veces son tan aterradoras. —Musitó, Hyunjin sintió como si su corazón se rompiera, quería protegerlo, guardarlo para sí mismo y no dejar que nadie lo tocara. —Los zombies no piensan, solo atacan, por eso son inofensivos comparados con los humanos.

Hyunjin entonces recordó, todo aquello que había hecho en el pasado, a Ryujin, a todas las chicas de las cuales ni siquiera recordaba sus nombres, lo infeliz que su pequeña hermana había sido a causa de él, y se sintió personalmente tocado por las palabras de Felix. De alguna manera ahora entendía qué estaba pasando, o tal vez no lo hacía, solo podía sentirlo.

—Me arrepiento de muchas cosas, Felix. —Soltó después de suspirar, el rubio lo miró con sorpresa por el cambio de tema, pero el mayor siguió explicando. —Me acostaba con muchas chicas cuando era estudiante, y dañé a muchas de ellas por eso. —Suspiró hondo, pensando en que Felix podría odiarlo. —Fui del tipo de persona que ahora describes con miedo, supongo.

—¿Ryujin...? —Escuchó al menor preguntar, le parecía tan increíble que haya juntado las piezas tan rápido, pero asintió, ganándose una mirada de pena, tal vez Felix recordaba la patada que recibió en el rostro, pero él era inteligente, observaba a las personas sigilosamente, lo había visto tan callado aquel día mientras él peleaba con las chicas, tan pendiente de la conversación.

—Hablé con Yeji sobre ello, y decidí que necesito redimirme, es por eso que dejé a Ryujin golpearme, ella lo merecía.

Felix le sonrió, fue a penas notable porque tenía el rostro casi oculto de él, pero pudo verlo, y se sentía tan cálido y feliz. Sabía que al menos su hermana estaba feliz con eso, y ahora, le gustaba creer que él también lo entendía.

—Entonces no vuelvas a mirarme así otra vez, me hace sentir incómodo. —Felix esta vez hablaba serio, Hyunjin suspiró.

—Mi autocontrol se está yendo a la mierda contigo. —Admitió, sintiéndose un idiota. —Eres jodidamente precioso, y creo que el celibato me está afectando las neuronas porque estoy empezando a encontrarte atractivo.

Pudo ver a Felix volver a encoger su cuerpo en la esquina, probablemente incómodo por sus palabras, pero parte de la redención era ser sincero con él aún si la verdad no le gustaba. A pesar de eso, aún no estaba seguro qué era lo que se supone que sentía por Felix, porque era diferente a todo lo que alguna vez había sentido por cualquier chica y era tan ajeno a esa sensación que no podía catalogarlo de la misma forma que con ellas.

Desde el principio había sentido aquello, aquello que hizo que no se separara de él, aquello que le exigía estar a su lado y con el pasar de los días, se volvía una poderosa dependencia.

—Prometiste protegerme de los humanos, pero ¿quién me protege de ti? —Murmuró Felix, lucía tan pequeño y frágil. Había hablado sin pensar, pero demasiado alto para que Hyunjin lo escuchara.

—No voy a hacerte nada, eso tenlo por seguro. —Hundió su cuerpo en el agua, cuando sintió la brisa de la tarde noche pegándole. —Sino, puedes llamar a Ryujin para que venga a patearme de nuevo.

Felix pareció aceptarlo, pero aún así seguía luciendo triste, tal vez la había cagado con su sinceridad, pero al menos le había dicho la verdad. Incluso si no le gustaba, Hyunjin estaba feliz demostrando ser un idiota y un imbécil frente a los demás, si se ganaba el odio de Felix, era porque se lo merecía.

—Creí que por primera vez podría tener un amigo. —Fue tal leve la forma en la que susurró, como si no quisiera que Hyunjin lo oyera, pero él lo hizo.

Su paciencia se rompió un poco, pensando en lo mucho que él estaba intentando volverse cercano y que ahora, no iba a dejar que todo se esfumara tan rápido, así que se reintegró en la esquina, Felix pareció darse cuenta de el cambio en su aura y la dureza de su gesto y se volvió aún más pequeño en su esquina, pero Hyunjin no estaba molesto como parecía, solo fastidiado.

—Joder, Felix. Te estoy ofreciendo mi amistad y te sigues quejando de esa forma. —Bufó, logrando protesta en el contrario.

—Los amigos no miran a otros así. —Contraatacó, Hyunjin rió con sorna, rodando los ojos.

—Tienes un concepto muy idealista de la amistad, mis amigos se besaban en fiestas cuando tenían algo de alcohol encima. —Felix abrió la boca sorprendido. —Pero supongo que tú nunca tuviste amigos o nunca fuiste de fiesta con ellos.

Felix se despegó de la orilla, con un puchero enojado en el rostro. —¡Eso no es cierto!

—¿Ah no? —Interrumpió antes de que el menor siga hablando, ahora estaba deseoso de fastidiarlo un poco. —¿No es lo que acabas de contarme? —Alzó una ceja ante la imagen enojada del menor, parecía que totalmente se le había olvidado sobre cubrir su pecho porque ahora lo había dejado al descubierto mientras encontraba las palabras para contrarrestarle.

—Yo si tuve... en Australia. —Se excusó, falto de otra cosa que decir.

Hyunjin se sorprendió. —¿Australia? —Felix asintió, y él a penas recordó que le había preguntado la primera vez si era extranjero, pero evadió la pregunta. —¿Eres de Australia? —Felix asintió de nuevo. —Joder, eso suena peligroso.

Felix se encogió de hombros. —En Australia podía encontrarme un cocodrilo en el pórtico de mi casa, ¿alguna vez has visto un jodido animal de 3 metros con dientes hechos para matar? es más espeluznante que cualquiera de estos zombies retardados. —Se había relajado, pareciendo olvidarse del tema de la mirada, pero estaba bien porque Hyunjin se prometió a sí mismo no volver a hacerlo.

—¿Es por eso que no les temes? ¿Luchabas con cocodrilos en Australia? —Hyunjin preguntó, riendo, Felix también rió con ello, estuvieron a punto de pelearse minutos antes pero ahora se reían, sus estados de animo a veces eran tan fluctuantes como una montaña rusa.

Había anochecido ya, Felix alzó la mirada hacia las estrellas y sonrió con los ojos cerrados, con la sonrisa más hermosa que Hyunjin había visto, en su vida, sus cabellos se movían con la suave brisa. Repasó sus rasgos físicos, era verdad que Felix era precioso pero estaba seguro que había algo más allá, su personalidad era tan hermosa como él.

¿Qué quería con Felix? Él era un jodido bueno para nada que se había dedicado a tener sexo con un montón de chicas durante sus días como estudiante, había herido a un montón de ellas y también estaba haciendo lo mismo con Felix al parecer, y joder, ni siquiera estaba seguro de qué sentía, solo sabía que le carcomía la necesidad de estar todo el tiempo con él.

Pero Felix era un precioso ángel, tan bueno y amable, tan lindo y adorable, a veces intentaba cubrirse con esa imagen de chico malo y duro, pero desde que fue conociéndolo más se fue dando cuenta que él era todo lo contrario a lo que quería aparentar. Se sentía agradecido de estar con él, porque quería mentirse creyendo que Felix era lo que él necesitaba para cambiar.

—Te daré una oportunidad. —Soltó Felix de la nada, sacándolo de sus pensamientos. —Una oportunidad de ser mi amigo.

Hyunjin le sonrió, pero por alguna razón, la palabra amigo no le gustaba.



K:

Oficialmente terminamos con el primer "arco" de esta historia, a partir de ahora se viene el segundo. Habrán nuevos personajes, nuevas historias y nuevos sucesos.

¿Qué creen que pase a partir de ahora? 👀

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