10. Fuera del Clan
Yeji ya se había ido a hacerles guardia, después de explicarle a él en un pequeño resumen los beneficios que gozaba dentro del clan. Ellas lo tenían todo en el lugar donde vivían a pesar de que aquél cuarto lucía como una pocilga, pero esos beneficios venían a base de tareas y la suya era hacer guardia fuera de esa habitación.
No podía dormir, y de encima, quería vomitar, Felix había llegado anteriormente con el cuerpo lleno de sangre podrida, y él lo había podido ignorar mientras su vida era debatida por las brujas, pero ahora que se dedicaba a dormir ya no podía ser capaz de ignorar el putrefacto olor de las ropas del rubio.
Tenía frío, las cajas estaban duras, el silencio mortal era incómodo, podía ignorar todo eso pero el olor no.
Se levantó bufando. —Felix. —Llamó, el chico gruñó solo para indicarle que estaba despierto aún. —No quiero ser grosero pero tu ropa apesta.
Oyó al contrario suspirar, luego escuchó que se paró, caminó hasta la puerta y la golpeó con leves toquesitos, abriendo paso a la figura de su hermana con una lámpara pequeña de mano, luego le empezó a decir algo que Hyunjin no alcanzaba a entender.
—¿Quieres que lave tu ropa mañana temprano? —Mencionó luego ella, Hyunjin no podía escuchar lo que decían, pero podía verlo todo a pesar de la poca claridad, se mantenía atento por alguna razón a todos los movimientos entre su hermana y el chico.
Él negó. —El hedor desaparece un poco si la tiendes fuera.
Él observaba desde su posición cómo Felix se sacó las botas quedándose sus calcetines negros, se despojó de la sudadera ancha negra que tenía, manteniendo una camisa debajo, igualmente negra, y luego se sacó los pantalones negros, dejando mostrar un short también negro, Hyunjin a este paso creía que su ropa interior probablemente sería negra.
Luego entregó la ropa a Yeji, ella parecía preocupada.
—¿Seguro que no quieres una manta extra? —Hyunjin si pudo escuchar eso, y vió a Felix declinar la oferta de nuevo.
Quería gruñir ante los cuidados que su hermana le estaba dando a él, pero sabía que ella solía tener esa actitud linda y servicial con todo el mundo, eso la hacía alguien muy conocida en el colegio, Hyunjin también solía ser popular pero por razones opuestas a ella, los "gemelos Hwang" eran famosos por ser como el yin y el yang, ella por ser la perfecta Hwang Yeji, y él por ser el perfecto imbécil Hwang Hyunjin.
Vió a Felix regresar a la cama de cartones y cubrirse con la manta, Yeji cerró la puerta y no supo qué más pasó con ella, y por primera vez en mucho tiempo tampoco le importaba, su atención estaba fija en Felix, y se enojaba consigo mismo por la obsesión extrema que estaba desarrollando con el pequeño.
Luego de unos minutos, pudo oír su débil y pesada respiración en medio de la oscuridad y el frío, y no le agradaba para nada la forma en la que sonaba. Se sentó de nuevo en la cama de cartones y comenzó a sacarse la sudadera, repitiéndose mentalmente que solo le preocupaba que el chico no muera de hipotermia por la noche, si, solo eso.
—Felix. —Murmuró suavemente, Felix volvió a gruñir, eso le sirvió para saber dónde estaba en medio de la oscuridad. —Toma mi sudadera. —La extendió arriba de dónde creía que Felix estaba.
—No es necesario.
—Joder Felix, no quiero amanecer con un puto cadáver frío mañana a mi lado.
Oyó al chico suspirar derrotado y este luego le arrebató la sudadera, Hyunjin sonrió de satisfacción en medio de la oscuridad y se regresó a la cama de cajas para ahora si, dormir.
Tenía frío, las cajas estaban duras, el silencio mortal era incómodo, pero podía ignorar todo eso.
Hyunjin sintió leves toques recorrerle la cara mientras dormía, le gustaba porque se sentía suave, como cuando su madre solía quitarle el cabello de la cara cuando solía tenerlo largo. Abrazó más la manta y sonrió entre sueños, a gusto con la calidez del toque en su piel.
Luego reaccionó, abriendo los ojos con susto, observó la habitación completamente cerrada, ahora cierta parte de la claridad del día se colaba por las orillas de la puerta y las pequeñas ventanas en la pared, aunque aún se veía sombrío, podía ver lo suficiente.
Buscó a Felix con la mirada, ignorando en hecho de que uno de sus primeros pensamientos del día fue buscarlo a él, y lo encontró sentado en la esquina del cuarto, casi opuesto a la pared donde él estaba. Felix miraba fijamente la puerta, como esperando que algo pasara, Hyunjin a veces de verdad quería meterse en su mente y saber qué sucedía cuando él observaba todo con detenimiento y estando alerta todo el tiempo.
El rubio parecía recién despierto y sus rostro lucía hinchado y adorable. Luego notó que traía puesta su sudadera blanca, y por alguna razón se sintió feliz, sonriendo pero volviéndose a hundir en la sábana con el objetivo de que Felix no viera su felicidad.
Cuando la puerta se abrió, Felix se paró al instante, Hyunjin lo miró fijamente, tratando de captar todo lo que pudiera de él, como el hecho de que su sudadera le quedaba grande o las piernas tan bonitas que tenía visibles por su short que llegaba a medio muslo, sin querer su mirada recorrió estas, delgadas pero rellenas, y luciendo demasiado suaves para ser de un chico, sus pequeños pies cubiertos por calcetas negras miraban ligeramente hacia adentro cuando caminaba, luciendo adorable.
No pudo evitar compararlo con Daehwi por el cuerpo pequeño y delicado, pero joder, era totalmente distinto, no había punto de comparación. Felix simplemente se sentía diferente, llamaba su atención pero aún no estaba seguro de en qué aspecto.
—Sé que no era necesario que la lave, pero aún así lo hice. —Yeji le entregó la ropa negra desde el otro lado de la puerta
Felix se inclinó como agradecimiento y murmuró un: —Gracias.
Ella volvió a irse sin intercambiar tantas palabras con él, entonces Felix se tiró al piso encima de las cajas y se fue sacando la sudadera de Hyunjin, él estaba tan absorto mirando su pequeño cuerpo mientras se alzaba la sudadera que no se dió cuenta de la mirada de Felix sobre él hasta que dejó de sacársela.
—¿Podrías dejar de mirarme así? —Hyunjin salió de todos sus pensamientos, pero no entendió lo que Felix le había dicho por haber estado tan concentrado en mirarlo.
—¿Eh?
Felix captó su falta de atención y repitió. —No me mires así, por favor.
—¿Así cómo? —Genuinamente no entendía, pero Felix hizo un gesto que parecía ¿tristeza? ¿decepción?
—Solo... voltéate y no mires.
Y a regañadientes lo hizo, esperando y esperando hasta que volvió a escuchar las botas caminar hasta él y luego su sudadera blanca apareció en su campo de visión, Felix se la estaba devolviendo.
—Puedes quedártela. —Dijo sin mucha importancia.
—¿Para qué quiero yo tu sudadera?
Mierda, Hyunjin, de verdad que eres un idiota, ¿para qué Felix querría tu sudadera?
Sin ganas la tomó, pero no entendía por qué le gustaba la idea de que Felix se la hubiera quedado, era un gesto romántico y cliché pero ¿con un chico? algo en la mente de Hwang Hyunjin se debió haber averiado.
Se la volvió a poner sin muchas ganas, pero luego se dió cuenta de algo, y llevándosela a la nariz para olfatearla, aún de espaldas a Felix así que el rubio no pudo ver su leve sonrisa luego de darse cuenta que un olor ajeno al suyo se había impregnado en esta.
No tardó mucho en que tocaron a la puerta y Felix se paró para abrir, dando un paso atrás en cuanto se topó con Lia, probablemente al igual que Hyunjin se esperaba la presencia de Yeji y no la de la chica sonriente. Afortunadamente para ambos, Yeji apareció justo detrás de ella.
—¿Cómo durmieron, linduras?
—Terrible. —Hyunjin no le mintió, pero también quería darle una respuesta grosera.
Lia pareció cansarse de él y sus respuestas agresivas, así que esta vez su sonrisa se borró. —Ya te puedes ir entonces, Hwang.
—No me iré sin Felix.
Lia se volteó hacia Yeji y preguntó. —¿Siempre es así de terco? —Yeji asintió, haciendo que Lia ruede los ojos. —Ryujin no ha despertado aún, y ella es la líder acá, y cuando despierte y vea que no te has ido va a matarte de verdad.
Hyunjin se cruzó de brazos. Esa enana no va a poder tocarme ni un pelo, pensó. —¿Por qué no hacen una votación o algo? ¿No tienen una jodida forma de tomar decisiones sin lamerle las botas a Ryujin?
Lia rodó los ojos, y se volteó hacia Yeji. —Diles a Chaeryoung y Yuna que vengan.
Yeji asintió, y en poco tiempo ambas chicas ya estaban reunidas en el marco de la puerta, ambas aún se encontraban un poco temerosas, pero Hyunjin ya no sabía si temían de él o de Felix.
—El niño bonito quiere hacer una votación sobre si el psicópata bonito se va con él o no. Las reglas son: 3 o más votos a favor.
Yeji alzó la mano, de alguna manera se lo esperaba y se sentía bien saber que ella confiaba en él, pero también sabía que Yeji era la que más había hablado con Felix, incluso más que él, y el rubio había sido muy respetuoso y tranquilo durante todo el tiempo, o tal vez Yeji al igual que él, había sentido que podía confiar en el chico solo porque si.
Inesperadamente la chica de nombre Chaeryoung también alzó la mano, las otras dos la miraron con sorpresa, su corazonada había sido cierta, ella de alguna forma se sentía arrepentida.
—Tú lo escuchaste ayer Yuna, además tratamos mal al hermano de Yeji y él no parece molesto por ello, nosotras ni siquiera nos disculpamos con él.
—Pero esto no es sobre el tonto bonito, es sobre el psicópata bonito.
—Lo que digo es que también puede ser una confusión, así como lo fue con el hermano de Yeji.
Hyunjin ahogó un grito de felicidad, y otro más cuando la pelinegra, aunque dudando, alzó la mano también, quedando en 3 votos contra 1. Lia las miró con enojo, pero no pudo objetar nada en contra, porque ella bien lo había permitido.
Les dirigió una mirada. —Lárguense antes de que ella despierte.
Hyunjin no esperó más, llegó hasta Yeji para que ella lo guíe a la entrada y salió de aquella habitación, recorriendo unos cuantos pasos fuera hasta que se dió cuenta que Felix no lo estaba siguiendo, y regresó confundido. El rubio estaba justo frente a Lia, encarándola con el rostro enojado.
—¿Dónde está mi bate?
Incluso con su voz grave y dura, Lia no retrocedió, la dureza de aquella chica le ponía los pelos de punta, pero tal vez eran las consecuencias de pasar mucho tiempo cerca de Ryujin, uno aprendía a lidiar con gruñones agresivos.
—¿Donde. está. mi bate? —Repitió, esta vez marcando sus palabras.
—No voy a...
—Yo lo traigo. —Interrumpió Chaeryoung alegremente. —Espérennos en la entrada. —Ella tomó la mano de Yuna y desapareció por los pasillos del lugar.
Esta vez Felix si lo siguió junto a Yeji hasta la entrada, el lugar donde habían estado era en realidad el sótano de una casa mediana, el lugar por fuera era precioso y tenía unos jardines que lucían lujosos, todo enrejado.
Ya en el jardín, ellos esperaron a lo que Chaeryoung y Yuna llegaban corriendo hasta ellos, la pelinegra le devolvió a Felix su gorra y mascarilla y la castaña el bate, Hyunjin allí notó que este tenía púas al rededor y estaba repleto de sangre cuajada, sintiendo náuseas de nuevo.
Ya casi fuera vió cómo la fuente de todos sus males llegó hasta una ventana en el segundo piso que daba hacia donde ellos estaban, la pelinegra hizo un resto de rabia y fastidio, pero casi aliviada de ya quitárselo de encima.
—¡Ryujin! —Gritó antes de salir, sin importarle nada porque ya iba de salida, luego apuntó a Yeji. —¡Será mejor que la cuides o...! —Hyunjin señaló a Ryujin y luego a su propio cuello, imitando cortarlo con un cuchillo, la pelinegra rodó los ojos ante la indirecta.
Lia apareció al lado de Ryujin y jaló de ella para llevarla de nuevo a la habitación, no sin antes dedicarle una mirada de odio también. Ahora entendía por qué ambas eran tan brujas.
—Supongo que volveremos a vernos Yeji, espero que te vaya bien con ellas.
Ella asintió. —Espero que te vaya bien con Felix también.
Eso vino con dobles intenciones, ella de nuevo estaba asumiendo su sexualidad. Estuvo a punto de reclamar pero volteó a ver a Felix, él ya estaba fuera de la reja, empezando a caminar así que Hyunjin se despidió rápido de su hermana y las otras dos chiquillas y corrió hasta llegar a donde Felix, atravesando junto a él la zona llena de zombies destrozados en el suelo, uno se movió asustado a Hyunjin, pero este traía un collar con cadena en el cuello como un perro así que no logró moverse mucho.
Entonces esos eran los famosos mordiditas.
—¿Quieres que te acompañe a casa? —Preguntó el rubio de repente, una vez que estuvieron en la calle.
—¿Ehhhh? ¡No! Quiero ir a la tienda contigo.
Felix se detuvo, él traía de nuevo su gorra y mascarilla pero podía ver sus cejas arrugadas con molestia, estaba sorprendido,
—¿Recuerdas lo que prometimos? —Preguntó Hyunjin. —"Prometo jamás volver a pisar tu tienda si ella regresa conmigo", eso fue lo que dije. Te atrapé, Felix, ahora no te vas a deshacer de mí tan fácilmente.
—¿Siempre eres así de terco? —Hyunjin rió.
—Mi hermana dice que si.
K:
Ahora si, falta muy poco para concluir el primer arco de la historia 🤘
Cada vez hay más drama, si ya sufrieron antes ahora van a sufrir más
¿Ahora, recuerdan cuando queenjieun preguntó sobre cómo creerían que son las portadas de libro de algún fic?
La poderosisima ibrianight hizo esto para mí 👉👈🥺
Ahora mis metas son hacer #1 en Hyunlix y hacer que alguno de mis fanfics se vuelva libro 🥺
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