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7


Este fic era parte de la Kyman Week 2022 y con ello cierro esta bonita semana... que duró un mes

Día 7: Libre

¿Qué mejor para un día libre que un AU Omegaverse? Disfruten

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De judíos y omegas

El ruido de platos al chocar, conversaciones y una que otra risa llena la cafetería al momento del segundo receso, los jóvenes repartidos entre el mar de mesas por grupos de amigos siendo supervisados cada cierto tiempo por algún maestro en vista de que nadie parecía respetar ya las normas sobre no tener alfas y omegas juntos en una misma mesa. En una de ellas se encuentra el cuarteto más caótico de todo South Park, planeando que harían el fin de semana juntos. Eran una vista peculiar sin duda, nadie creyó que tras llegar a la adolescencia su amistad continuaría, pero Eric Cartman, Kenny McCormick, Stan Marsh y Kyle Broflovski permanecían tan unidos como cuando eran niños a pesar de la aparente rivalidad entre el primero y el último.

—Dios no, esa película será una total pérdida de tiempo —protesta Kyle tratando de disuadir a sus amigos de ir a ver la última película en estreno, especialmente porque la crítica de internet no auguraba nada bueno.

—No seas aguafiestas, Kahl —Cartman rueda los ojos tomando un bocado de su almuerzo, ignorando la mirada de asco que sus amigos le lanzan por el desagradable ruido que hace, a propósito, al masticar con la boca semi abierta—, solo porque a un montón de imbéciles no les haya gustado no significa que sea mala.

—Yo veo cualquiera mientras me inviten las palomitas —señala Kenny robando algunas de las papas fritas de Cartman, riendo cada vez que el alfa bufa en su dirección irritado por el hurto.

Concentrados en su pequeña discusión no notan al joven alfa que se acerca a su mesa hasta que está justo detrás de Cartman y derrama un vaso de jugo en su cabeza tomándolos por sorpresa; Cartman, siendo el afectado, es el primero en reaccionar poniéndose en pie emitiendo un gruñido de advertencia girándose hacia el agresor apretando sus puños con fuerza, conteniéndose por muy poco de cometer alguna locura. Los otros tres tardan más en reaccionar mirándose entre ellos sin entender que pudo haber provocado el ataque del otro alfa.

—¿Qué te pasa maldito retrasado? —grita el castaño atrayendo la atención de las mesas a su alrededor, quiénes inmediatamente dejan lo que están haciendo atentos a lo que parece ser el inicio de una pelea.

—¿Te parece muy gracioso burlarte de cómo se viste mi chica? —el chico ignora su pregunta lanzando el vaso, afortunadamente de plástico, contra el pecho de Cartman.

—¿Qué? —parpadea desconcertado perdiendo algo del enojo de hace un momento. Ni siquiera podía recordar el nombre del alfa frente a él, algo entra Brandon y Brian sin la suficiente importancia para su persona como para tratar de ubicarlo con precisión en su memoria, y mucho menos de quién era su chica—. Bueno, tiene que ser cierto si ni siquiera puedo recordar de que carajos estás hablando.

Al igual que hace un momento con el vaso de jugo, el puñetazo que le propina a Cartman lo toma por sorpresa haciéndolo tambalear y antes de que sus amigos puedan siquiera decir algo o intervenir antes de que las cosas escalen a mayores, un grupo de 6 chicos se colocan entre la mesa y Cartman rodeándolo por completo.

—A ver si ahora te sigue pareciendo gracioso burlarte de las novias de los demás —el chico se acerca unos pasos cuadrando sus hombros para verse más amenazante de lo que su corta estatura, comparada a la de Cartman, le permite—. Solo porque tu seas un maldito gordo amargado incapaz de encontrar pareja no significa que te puedes desquitar con los demás.

—Ni siquiera sé quién es tu puta, maldito imbécil —el castaño lo empuja ligeramente optando por una posición más defensiva que ofensiva al notar como el circulo alrededor de ambos empieza a cerrarse. —¿Por qué no te vas a su lado como el retrasado que eres?

Concentrado en mantener una posición amenazante pero indiferente, no nota como uno de los chicos a su espalda, probablemente amigos del cabeza hueca que se había atrevido a molestarlo en primer lugar, mete su pie haciéndolo tropezar lo que inmediatamente aprovechan para sostener sus brazos entre dos e inmovilizarlo. Aprovechando el elemento de la sorpresa el chico vuelve a golpearlo secundado por los demás que no están encargados de sostener a Cartman en su lugar bajo la horrorizada mirada de los presentes.

No es, por supuesto, la primera vez que ven una pelea entre alfas, ni mucho menos la primera vez que alguien le da una paliza a Eric Cartman por sus comentarios, lo que sí es primera vez es un ataque en grupo sin darle cabida al castaño de defenderse, pero los presentes no pueden hacer nada más que observar incapaces de intervenir en una riña de alfas.

—Ya no eres tan valiente, ¿verdad, Cartman? —dice uno de los chicos que lo sostiene, riendo cuando el castaño intenta escapar de su agarre, maldiciendo cuando lo consigue propinándole un codazo en la cara en el proceso.

Una vez libre de sus dos captores el castaño decide no contenerse y responder a los golpes con toda la fuerza que su estatura y complexión física le otorgan, logrando equilibrar la pelea lo suficiente para sacar del juego a dos de ellos que caen noqueados tras recibir un fuerte puñetazo que probablemente le rompió la nariz a uno y la mandíbula al otro. Sin embargo, a pesar de que es guiado por sus instintos y el enojo, los golpes que ha recibido hasta el momento empiezan a hacer mella en él haciéndole perder el equilibrio o fallar sus golpes.

—¡Hay que detener está estupidez! —dice Kyle por tercera vez desde que la pelea inició, incapaz de intervenir personalmente al ser retenido por sus amigos.

—Kyle, por enésima vez no podemos intervenir —Stan aprieta su agarre lo mejor que puede cuando su amigo trata de levantarse nuevamente—. Es una cuestión social, lo sabes, vamos a hacerle un mal peor a Cartman si dos betas y un omega se meten a defenderlo...

—Haría ver a Eric como un cobarde incluso si no perdiera —agrega Kenny frunciendo el ceño algo preocupado—. Aunque siendo honestos, ¿no se lo merece? Sabes que puede ser un poco...

—¿Hijo de puta? —agrega Stan mirando al rubio sonriendo nerviosamente.

Kyle frunce el ceño apretando sus puños frustrado con la realidad de lo que dicen sus amigos, pero ellos en su condición de betas no podían percibir lo que él sí. No podían percibir la desesperación que empieza a filtrarse en el olor de Cartman, ni notar como el cansancio se hace presente en sus facciones ni su cuerpo tambaleante; sin embargo, que no pudieran notarlo no significa que deberían quedarse sentados como tres imbéciles que dejan a su amigo ser brutalmente golpeado en grupo sin una brecha de defenderse adecuadamente. No es justo, piensa viendo horrorizado como el cuerpo de Cartman finalmente cae con el último golpe, no es justo, se repite cuando su propio cuerpo es retenido con más fuerza cuando logra ponerse en pie para intentar intervenir.

—¡Kyle! —susurra Kenny lanzando miradas preocupadas a su alrededor, casi aliviado de que nadie los estuviera mirando directamente—, si de por sí se ve mal que nosotros intervengamos, será peor que lo hagas .

—Si ustedes son demasiado cobardes para detenerlos...

—Kyle no olvides que eres un omega, lo mejor es que Cartman quede como el perdedor, deja que los profesores se encarguen cuando regresen —añade Stan tratando de jalar a su amigo, mirando alrededor notando que, para sorpresa de nadie, los profesores que hasta hace unos minutos los vigilaban como halcones han desaparecido. Eso explica porque la pelea había llegado tan lejos.

—Ow, todos tienen razón —la voz del chico que inició todo, ¿Brayden? Kyle no está muy seguro, solo sabe que lo ha visto una o dos veces en la práctica de básquet, llama la atención de los ávidos espectadores—, eres un patético remedo de alfa. No es culpa de nadie que tu madre sea una puta y creas que eso te da derecho a no respetar a los demás.

Cartman, que estaba tratando de ponerse en pie, queda petrificado al escucharlo, mirándolo sin realmente verlo con el rostro desprovisto de cualquier emoción y pálido como un papel en contraste con los moretones que empiezan a formarse en sus mejillas. La cafetería se queda en completo silencio como si nadie se atreviera a respirar a la espera de la respuesta del alfa, conscientes de que era un tema prácticamente tabú para el castaño.

¿Y Kyle? Su vista se nubla por la furia que se desata en su interior. Estupefactos como están Stan y Kenny no son capaces de detener al pelirrojo cuando los empuja para zafarse de su agarre; como si de una película se tratara ven a su amigo subir a la mesa considerándola la ruta más rápida para atravesar el circulo de matones y darle un puñetazo a Brendan.

Esto parece traer a la vida el lugar y todos los presentes se levantan de sus mesas para acercarse, lo que no habían hecho antes por el miedo a entrar en el radar de los golpes de los alfas, pero ¿una pelea entre un alfa y un omega? Eso es algo que no podían perderse jamás.

—¡Cartman es mejor alfa de lo que tú jamás podrás ser, maldito cobarde! —gruñe Kyle pateando una de sus piernas y golpeando nuevamente su rostro haciéndolo caer—, necesitando la ayuda de otros seis para someterlo, patética alimaña.

Con horror los presentes observan a Kyle propinar un puñetazo tras otro con más fuerza de la que cualquiera que no lo conociera esperaría de un omega; sin embargo, para nadie es una real sorpresa, el pelirrojo había sido confundido en más de una ocasión con un alfa, más por estudiantes de otras escuelas, solo su olor característico delatándolo como algo diferente; lo que los deja paralizados, por supuesto, es la saña con que golpea al alfa ya que nunca lo habían visto utilizar toda su fuerza en una pelea.

Bayron, por su parte, trata de luchar contra la sorpresa de ser golpeado por el omega y defenderse, pero le es imposible hacerlo sin darle espacio al pelirrojo de golpearlo en algún punto vital; sus amigos no pueden hacer más que mirarlos incapaces de ponerle una mano encima a un omega. ¿Atacar en grupo a otro alfa? Sí, se verían como cobardes, pero al menos nadie interferiría, ¿atacar a un omega? Serían unos parias por el resto de su existencia en la preparatoria y si no corrían con suerte serían echados de South Park a la primera oportunidad.

Respirando agitadamente Kyle le da un último puñetazo pasando una mano por su cabello para alejarlo de su rostro, ignorando la sangre en sus manos que deja un rastro rojizo por su rostro; hace una mueca de disgusto dándole una patada en la entrepierna deleitándose muy ligeramente en el gruñido de dolor que hace el alfa a sus pies.

—La próxima vez que te vea cerca de mi alfa no seré tan misericordioso, ¿quedó claro? —pregunta alzándose en toda su estatura para agregarle un toque de intimidación totalmente innecesario tras la paliza que acaba de darle, la sola mención de su nombre será motor de las pesadillas de más de uno de los presentes sin lugar a duda.

—S... sí, entendido, no nos acercaremos a tu alfa —dice el chico entre gruñidos adoloridos, siendo ayudado por sus amigos quiénes lo arrastran fuera de la cafetería para evitar que la furia del pelirrojo caiga en ellos también.

El resto de los presentes regresa a sus mesas rápidamente evitando todo contacto visual con Kyle o el resto de su grupo, quienes si observan a su amigo estupefactos. Satisfecho con el resultado de su amenaza e ignorando la mirada de sus amigos el pelirrojo limpia sus manos lo mejor posible contra sus pantalones y se gira hacia Cartman ofreciéndole una de sus manos para ayudarlo.

El castaño, aún atónito por los acontecimientos de los últimos minutos, duda antes de aceptar su mano y cuando los ojos de Kyle se encuentran con los suyos el pelirrojo parece recordar lo que acaba de decir: ''mi alfa'', había llamado a Cartman suyo en un arrebato inconsciente y el peso de sus palabras cae de golpe sobre sus hombros haciéndolo sonrojar de pies a cabeza.

—Cartman... eso... yo —balbucea incapaz de encontrar las palabras correctas para corregir su error—, yo no... —pero ¿realmente había sido un error o un arrebato de su subconsciente saliendo finalmente a la luz?

Sin esperar respuesta del castaño suelta su mano dando media vuelta y sale corriendo fuera de la cafetería, sin un destino fijo, pero con la firme idea de ir a esconderse en el agujero más recóndito de la tierra y no volver jamás de los jamases a enseñar su rostro en la escuela.

—¡Kyle! —por su parte, Cartman sale finalmente de su estado de shock viéndolo correr lejos. Siente un nudo en la garganta y la voz de Kyle llamándolo su alfa repitiéndose una y otra vez en su cabeza no parece ser suficiente para instar a sus piernas a moverse.

¿Debería ir tras él no? agradecerle por ayudarlo, no ser un imbécil por una vez en su vida y no acobardarse, ¿por qué sus malditas piernas no querían funcionar de una maldita vez?

—¡Eric! —la voz de Kenny a su lado parece ser lo que necesitaba para salir de su transe—, no te quedes ahí como un idiota, mueve tu gordo culo y ve tras él —le insta el rubio empujándolo ligeramente poniéndolo en marcha.

Cartman da uno, dos, tres pasos antes de salir corriendo tras el pelirrojo, el dolor de los golpes en su rostro y cuerpo no parecen ser nada comparado con el golpeteo de su corazón y la perspectiva de tal vez obtener... ¿obtener qué? no está del todo seguro, pero lo averiguará una vez saque a Kyle del escondite donde se haya metido.

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