Capitulo 3: Un día en el paraíso Caribeño.
Al día siguiente, salí del camarote temprano y me encontré con Sarah y sus amigos en el restaurante del crucero, aproveche el momento para saludar y desayunar junto a ellos. Resulta que todos se dedican al Surf, un deporte bastante complicado en lo cual nunca había practicado, entre esas llega uno de sus amigos y decide dirigirme la palabra.
- Hola, mucho gusto, soy Jhon - se presentó extendiendo la mano.
- Hola, mucho gusto, soy Olivia - respondí estrechando su mano.
- ¿Eres amiga de Sarah? - preguntó curioso.
- Sí, estudiamos juntas en la secundaria. ¿Y tú? - respondí tratando de entablar una conversación.
- Soy amigo de la universidad de Sarah, nos conocemos desde hace tiempo y somos compañeros de surf - dijo con una sonrisa en el rostro.
- Ah, interesante. Me han hablado mucho sobre el surf, pero nunca lo he practicado. ¿Es difícil? - pregunté con curiosidad.
- Sí, lo es, pero es muy divertido. Si quieres, podemos enseñarte lo básico y hacer unas cuantas prácticas en la playa más tarde - ofreció amablemente.
- Eso sería genial, muchas gracias Jhon - respondí emocionada ante la oportunidad de aprender un nuevo deporte.
- Claro, no hay problema. Será divertido tener a alguien más en el agua. Además, las playas del Caribe tienen las mejores olas para aprender. ¿Te apetece ir después del desayuno? - propuso Jhon.
- Me encantaría - respondí con una sonrisa entusiasmada.
Continuamos conversando animadamente mientras terminábamos nuestro desayuno, hablando de la universidad, los deportes, la vida en general. Sentía que había hecho nuevos amigos y me emocionaba la idea de aprender a surfear.
Una vez que terminamos el desayuno, Jhon y los demás amigos de Sarah nos guiaron hacia la zona de las playas, donde nos enseñaron los conceptos básicos del surf, como remar y pararse en la tabla. Me costó un poco al principio, pero con su ayuda y paciencia, logré pararme en la tabla por unos segundos y sentir la emoción de deslizarme sobre las olas.
Después de una mañana de aprendizaje, decidimos tomar un descanso para almorzar y relajarnos en la playa. Jhon y los demás sacaron sus tablas de surf y se adentraron en el mar, tenía que confesar ver a Jhon adentrándose al agua con su sedoso cabello rubio y el brillo de sus ojos color miel tras la luz del sol, parecía un verdadero experto en el surf, y no pude evitar sentir una mezcla de admiración y atracción hacia él. Sin embargo, también era consciente de que acababa de conocerlo y que no debía dejar que mis emociones me cegaran. Así que, en lugar de seguir mirándolo fijamente, decidí sentarme en la playa y disfrutar del paisaje y el sonido de las olas. Mientras que yo decidí quedarme en la orilla para disfrutar de los cocteles y la brisa marina. Mientras tanto, Sarah se acercó a mí y me preguntó.
- ¿Qué te parece el surf, Olivia? ¿Te estás divirtiendo?
- Sí, mucho. Es un poco difícil, pero con la ayuda de Jhon, estoy aprendiendo rápido - respondí entusiasmada.
- Me alegra que te esté gustando y que conozcas a Jhon, no lo había visto asi de entusiasmado con una chica. – dijo con una sonrisa en el rostro.
- ¿A qué te refieres? – pregunte curiosa.
Sarah rió suavemente y continuó hablando.
- Jhon se toma muy en serio el deporte. No suele tener mucha paciencia para enseñar a los principiantes, pero contigo parece que ha encontrado una excepción - explicó. - Creo que le has caído muy bien - añadió con una mirada cómplice.
Me sonrojé un poco al escuchar eso, pero me sentí halagada al mismo tiempo.
- Bueno, él es muy amable y paciente conmigo, así que estoy agradecida por su ayuda - respondí con una sonrisa.
- Igual vamos a estar la mayoría del tiempo en las playas surfeando, por si quieres acompañarnos – propuso Sarah
- Genial, me encantaría - respondí emocionada ante la idea.
Sarah asintió con una sonrisa, luego de eso nos reunimos con Jhon y sus demás amigos, todos eran muy amables pero había uno en específico que no me caía del todo bien, era Jacob, aunque tenia una tez morena y un cuerpo esculpido que llamaba mucho la atención de las chicas, nunca nos llegamos a presentar personalmente. Tenía una imagen de él un poco negativa por su actitud arrogante y presumida en el agua. Sin embargo, decidí darle una oportunidad y tratar de conocerlo mejor.
Mientras seguía aprendiendo a surfear, Jacob se acercó a mí y me preguntó con una sonrisa burlona en el rostro:
- ¿Cómo te va en el agua, Olivia? Pareces un poco torpe.
Me sentí un poco incómoda con su comentario, pero decidí no dejar que me afectara y respondí con seguridad:
- Sí, al principio me costó un poco, pero gracias a la ayuda de Jhon, he logrado progresar bastante.
Jacob pareció un poco sorprendido por mi respuesta y no dijo nada más. Continué practicando el surf con Jhon y sus amigos, y aunque seguía sintiendo un poco de incomodidad cerca de Jacob, traté de no prestarle demasiada atención y concentrarme en aprender lo más que pudiera. Otra cosa que me llamo la atención era que supiera mi nombre, supongo que al escuchar a Jhon nombrarme durante la práctica de surf, dedujo mi nombre. Espero que no haya nada raro detrás de mi acercamiento con Jacob.
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