Me desperté temprano en la mañana, sintiendo la suave brisa que entraba por la ventana y el sol tibio que me acariciaba el rostro. Abrí los ojos con una sonrisa en los labios, sabiendo que hoy era el día en que comenzaría mi próxima gran aventura. Después de semanas de preparativos, finalmente era hora de embarcarme en el Royal Bliss, un crucero de lujo que recorrería las aguas cristalinas del Caribe.

Me senté en la cama, respirando profundamente y permitiendo que la emoción de lo que estaba por venir me invadiera. Cerré los ojos por un momento, dejando que la imagen de las hermosas playas y las cálidas aguas caribeñas llenara mi mente. Sabía que sería una experiencia increíble, y estaba ansiosa por descubrir todas las maravillas que el mar Caribe tenía para ofrecer.

Me levanté de la cama con una sonrisa en el rostro y me dirigí al armario para elegir mi ropa para el día. Quería lucir bien, pero al mismo tiempo necesitaba algo cómodo para caminar y explorar las diferentes islas que visitaríamos en el crucero. Después de revisar mi guardarropa varias veces, finalmente encontré el conjunto perfecto: un vestido floreado con sandalias cómodas y un sombrero de paja para protegerme del sol.

Una vez que estuve lista, tomé mi bolso y llame a Madison, mi mejor amiga, para decirle que estaba a punto de comenzar mi aventura en el Caribe. Habíamos hablado mucho sobre este viaje y estaba emocionada de finalmente estar en el camino hacia mi destino. Después de unas pocas llamadas telefónicas de despedida, salí de mi apartamento en el sur de Nueva York y me dirigí al aeropuerto. Era una sensación extraña, pero emocionante, saber que estaba en el camino hacia una nueva aventura. No podía esperar a explorar las islas del Caribe y sumergirme en la belleza de su naturaleza.

Mientras hacía fila para registrarme en el crucero, sentía que la emoción crecía dentro de mí. El sol estaba brillando y una suave brisa me acariciaba la piel, haciendo que mi pelo se moviera ligeramente. Miré alrededor y vi a otras personas con sus maletas, todas con una sonrisa en la cara, listas para comenzar sus propias aventuras. Atrás mío escuché a un tripulante que tenía problemas con su pasabordo. Al parecer, se habían equivocado en su reserva y le tocó una habitación simple con balcón. Se veía molesto con el personal por su equivocación, ya que había reservado una suite. Aunque nunca escuché algún reembolso de su dinero, me pregunté si era socio o millonario. Supuse que no le importaba su dinero y seguí con la fila hasta que, de repente, nuestros ojos se encontraron. Hubo algo en su mirada que me dejó intrigada. Su cabello oscuro estaba peinado hacia atrás y sus ojos azules brillaban bajo el sol. ¿Quién era ese hombre? ¿Qué historia había detrás de él? Mi corazón comenzó a latir más rápido mientras intentaba desviar la mirada y no pude evitar mirarlo fijamente.

Después de registrarme estaba abordando el barco, vi sus inmensas plataformas y lo lujosa que era. No pude evitar sentirme emocionada ante la idea de pasar una semana entera en ese barco de ensueño. Todo parecía perfecto, desde el mármol pulido del suelo hasta las paredes cubiertas de obras de arte y los techos altos y elegantes. Me sentía como una princesa caminando por aquellos pasillos. La tripulación me recibió con una sonrisa y un "¡Bienvenida a bordo!" que me hizo sentir más emocionada aún. Sabía que estaba a punto de vivir una de las mejores experiencias de mi vida.

Al llegar a mi habitación me encontré con una cama doble, se me hacía raro ya que había pedido una cama individual, supuse que el personal se había equivocado y no le preste mucha atención. Empecé a investigar la habitación y vi que me habían traído una copa de Champagne con una carta de bienvenida que decía: "Bienvenida a bordo del Royal Bliss, Olivia. Esperamos que disfrutes de tu estancia en nuestro barco y que hagas hermosos recuerdos durante tu aventura por el Caribe. Lamentamos la confusión con tu solicitud de una cama individual, pero esperamos que disfrutes de la comodidad de nuestra cama doble. Si necesitas algo durante tu estancia, no dudes en contactarnos. ¡Que tengas un viaje increíble!". Pero detrás había una pequeña nota que decía: "Y recuerda, Olivia, a veces lo inesperado puede ser la mejor parte de una aventura. - Anónimo". Al leerlo quede atónita, me pregunté quién podría ser el remitente de la nota y por qué sabía sobre mi viaje. Comencé a preguntarme si alguien me estaba vigilando o si solo era una coincidencia. Decidí no pensar demasiado en ello. Sin embargo, la nota seguía en mi mente y me hizo sentir un poco nerviosa. ¿Qué otras sorpresas me esperaban en este viaje? Me di cuenta de que estaba emocionada por descubrirlo.