Prefacio.
Surcando el frío cielo, tan oscuro y brillante al mismo tiempo por la noche y las estrellas, un dragón rojo y su jinete huyen con acelero, sin un rumbo real, solo escapando.
El animal transporta en su lomo al joven Katsuki, quien a su vez lleva una mochila cargada de deliciosos peces que le ha robado, horas antes, a una cazadora tan reconocida como él, una rubia despiadada conocida por el nombre de Akira.
—¡Sabía que no podía confiar en personas como tú, unos grandísimo idiotas! —grita ella, entre la sarta de insultos que le venía dedicando hace rato. Ni siquiera se trata un botín importante el que le fue hurtado, pero su honor y su orgullo han sido traicionados fuertemente y no se iba a quedar de brazos cruzados.
Una sonrisa pícara surca los labios del chico. Su dragón rojo, Eijirou, es mucho más rápido que la bestia de Akira. Les saca el dedo medio mientras siguen avanzando por los cielos, creyendo que todo saldría bien, siendo una carrera de resistencia entre las fieras y su Ei iría ganando.
La luna en su punto máximo es testigo de aquella insensata persecución. El dragón de Akira no sirve para recorrer largas distancias a tanta velocidad (y aunque están acostumbrados a esta vida, sus contrincantes también) y ya llevan una hora de acción. El azulado animal se está cansando. La respiración agitada y los aleteos torpes se hicieron notar, logrando ensanchar aún más la sonrisa del rubio.
Sin embargo, quienes se proclamarían ganadores de esa indirecta pelea no serían ellos.
Con una leve palmada, Akira le ordena a su dragón que aligere el paso.
—Ya sabes qué hacer, Kai —advierte y el animal cierra los ojos, abre su boca.
Desde sus adentros, una luz blanquecina empieza a destellar, pero Katsuki está tan ocupado maniobrando para no chocar con alguna montaña que no lo nota en ese instante.
El objetivo está fijo y hay pocas probabilidades de fallar aquel tiro, y solo hay un tiro, así que se ocultan con aún más altura en esperanza de que su contrincante creyera su supuesta rendición.
Al no percibir ni ver más la presencia de la mujer y su bestia, Katsuki suelta un bufido satisfecho, mas no frena a su Eijirou. Supone, por costumbre y presentimiento, que podría ser algún viejo truco de emboscada, no por nada tiene reputación de listillo.
—Lo estamos haciendo bien, Ei. No te detengas —le susurra al animal, sin recibir una respuesta clara, pero en el fondo sabiendo que él le sonreía con misma autosuficiencia.
Continúan con su carrera solitaria, disminuyendo en altura y redirigiéndose a un pueblo cercano. Deben llegar antes del amanecer para descansar y vender todos esos peces en buenas condiciones al mediodía.
Poco se esperan que la rencorosa mujer les siguiera el paso en silencio y lentitud.
Ella, apenas encontrando una oportunidad, vuelve a palmear a su bestia para que éste dispare al fin. Como siempre, y tras años de práctica, el tiro fue certero e inesperado como un rayo.
Sin embargo, el Kirishima* consigue detectar el proyectil a último instante y, pese a ser demasiado tarde para esquivarlo, envuelve a su jinete con su cuerpo, endureciendo a duras penas sus escamas mientras caen.
Eijirou deja de sentir que puede volar y, con cansancio, cierra sus ojos antes de siquiera entrar en la inconsciencia. Supone que este será su final mas, en un último esfuerzo por salvar a Katsuki, y con un deje de esperanza de poder hacer algo, interpone su cuerpo en dirección al suelo para recibir la mayor parte del impacto.
Akira y su dragón contemplan como el monstruoso animal se desploma desde gran altura. Sería un milagro que alguno sobreviviera a eso y, sin importarle recuperar el botín, porque solo era cosa de orgullo, se retiran de la escena como si nada hubiera pasado.
- ¡Hola! Tenía ganas de escribir un fanfic Kiribaku con esta temática (siempre re tarde) y lo intenté, soy realmente nueva con estos personajes así que espero hacer un buen trabajo que cumpla con sus expectativas y las mías :)
+ caps plagados de errores de dedo, no dude en avisar si los ve.
+ ¡créditos @-cofyxlust- por la portada y los separadores!
nota 2022: lo despubliqué sin querer, pido mis más sinceras disculpas a quien se lo estaba leyendo. TT (hice pequeñas correcciones, btw)
Kirishimas: en esta historia, un tipo de dragón grande y rojo.
un saludito <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro