Luis caminaba en silencio por las calles, su mochila colgada de un solo hombro y su rostro serio. Desde fuera, cualquiera habría pensado que estaba perdido en sus propios pensamientos, pero en realidad, estaba luchando por mantener su fachada intacta.

Había algo agotador en pasar el día siendo "Luis Somerset, el modelo perfecto". El vocal del consejo estudiantil, el hijo ideal, el chico que todos querían ser o tener como amigo. Pero, en el fondo, Luis sentía que no era más que una imagen, un producto cuidadosamente construido para complacer a los demás.

Recordó la conversación con Miguel en el aula ese mismo día.

Había algo en ese chico que lo sacaba de su zona de confort, que lo desafiaba de maneras que otros no se atrevían. Miguel no parecía impresionado por su reputación, ni le importaba mantener las apariencias. Era irritante, pero también... refrescante.

-Luis-
Susurró para sí mismo mientras ajustaba la corbata de su uniforme.
"¿Qué demonios haces, Luis? ¿Por qué siquiera piensas en ese tipo?"

El camino a casa lo llevó por un parque tranquilo. Se detuvo junto a una fuente, mirando cómo el agua caía en pequeños remolinos. Sacó su teléfono y revisó los mensajes de los demás miembros del consejo. Nada importante. Todos seguían actuando como si las cosas fueran normales.

Luis soltó un suspiro y miró a su alrededor. No había nadie cerca, lo que significaba que estaba a salvo para hacer algo que rara vez se permitía: quitarse la máscara.

-Luis-
Se dejó caer en un banco junto a la fuente y dejó escapar un exagerado suspiro teatral.
"Qué pereza papu... Uno no puede ni respirar sin que estos weyes me anden mirando como si fuera un santo. Literal, ni Superman carga con tanta presión. :'V"

Hizo una pausa y miró su reflejo en el agua.

"Y luego está Miguel. 'Oh, mírenme, soy el chico rebelde con lentes oscuros que no le importa nada'. Ajá, seguro, bro. Pero igual, algo raro tiene ese vato. No sé, me cae de la verga, pero no tanto como debería. ¿Será que también soy medio intenso? Nah, ni loco. :b"

Luis se recostó en el respaldo del banco y sacó su teléfono. Mientras revisaba memes en un grupo de WhatsApp que compartía con unos amigos, soltó una risa baja.

"Los memes son la verdadera terapia, wn. Si algún día escriben mi biografía, que pongan eso como frase :v"

La paz momentánea fue interrumpida por un recuerdo: Yasmin. Esa chica estaba actuando extraño últimamente. Su obsesión por él era más evidente con cada día que pasaba. Luis dejó el teléfono a un lado y se rascó la nuca.

-Pensamiento de Luis-
"Yasmin está rara. Pero rara nivel película de suspenso. ¿Será que me quiere secuestrar o algo? Igual no le vendría mal relajarse :P

Luis se puso de pie, todavía con una sonrisa en los labios. Ajustó la mochila sobre su hombro y retomó el camino a casa. Sabía que cuando regrese al instituto tendrá que ponerse su máscara de nuevo, pero en esos breves momentos de honestidad consigo mismo en su casa, podía dejar de ser Luis Somerset, el chico perfecto, y simplemente ser... Luis.

Cortito pk mañana hay clases