La habitación de Yasmin estaba sumida en penumbras. Solo una lámpara tenue iluminaba el espacio, proyectando sombras largas en las paredes cubiertas de fotografías y recortes cuidadosamente alineados. En el centro de todo ese caos organizado, Luis Somerset era la figura dominante.

Ella estaba sentada en su escritorio, con una caja abierta frente a ella. Dentro, había pequeños objetos: un bolígrafo que Luis había dejado alguna vez en el consejo, un pedazo de una hoja que había tirado, e incluso una vieja tarjeta de cumpleaños que él había firmado para todos los miembros del grupo. Yasmin sacó uno de esos objetos, un pequeño prendedor dorado que él había perdido durante una reunión.

Lo sostuvo con delicadeza, casi como si fuera un tesoro sagrado.
"Luis..."

Su voz era suave, casi un susurro, pero sus ojos brillaban con una intensidad peligrosa. Todo había comenzado mucho antes de que llegaran al instituto, antes de que sus caminos se cruzaran de forma oficial.

Hace tres años, Yasmin era solo una chica tímida y poco destacada en su antigua escuela. Había pasado la mayor parte de su vida en las sombras, siempre eclipsada por otros. Pero entonces, un día, durante un evento intercolegial, vio a Luis por primera vez.

Él estaba en el escenario, recibiendo un reconocimiento por sus logros académicos y liderazgo. Su postura era impecable, su sonrisa cálida pero distante. Para Yasmin, era como si todo el mundo se detuviera en ese instante.

-Pensamiento de Yasmin-
"Él era perfecto. No solo físicamente, sino en todo sentido. Inteligente, seguro de sí mismo, admirado por todos... Él era todo lo que yo no era."

Desde ese día, Yasmin comenzó a seguir cada uno de los pasos de Luis. Investigó sobre él, se aseguró de inscribirse en el mismo instituto cuando supo que su familia se mudaría cerca, e incluso trabajó arduamente para ser parte del consejo estudiantil, solo para estar cerca de él.

Sin embargo, mientras más se acercaba, más se daba cuenta de que Luis no la veía de la misma manera. Para él, ella era simplemente otra integrante del grupo, una voz más entre muchas. Y eso la enfurecía.

Esa indiferencia alimentó algo oscuro dentro de ella. Yasmin empezó a interpretar cada pequeña interacción como algo más grande de lo que realmente era.

"Me miró hoy durante la reunión, ¿verdad? Seguro notó mi esfuerzo. Seguro sabe que soy la única que lo entiende de verdad."

Sus pensamientos se distorsionaron con el tiempo, transformando admiración en obsesión. Cada vez que veía a Luis hablando con alguien más, especialmente con chicas, algo en ella se quebraba.

-Pensamiento de Yasmin-
"No lo entienden como yo. No saben lo que él realmente necesita. Solo están ahí para robar su tiempo, para alejarlo de mí."

Pero lo que realmente la llevó al límite fue la aparición de Miguel. Desde que Luis comenzó a interactuar más con él, Yasmin sintió una amenaza que nunca antes había experimentado. Miguel, con su actitud desinteresada y caótica, representaba todo lo opuesto a Luis. Para ella, era inconcebible que Luis pudiera prestarle atención.

Esa noche, Yasmin sostuvo el prendedor en sus manos mientras miraba una fotografía de Luis pegada en la pared. La imagen mostraba a Luis en uno de los eventos del instituto, con su sonrisa característica y su mirada segura.
"No dejaré que alguien como Ellington se interponga. No lo permitiré."

Se levantó de su silla y caminó hacia el espejo de cuerpo entero que tenía en la habitación. Se miró fijamente, observando su propio reflejo. Su cabello cuidadosamente peinado, su uniforme impecable... todo parecía en orden. Pero en sus ojos había algo más profundo, algo que ni siquiera ella lograba comprender.
"Si tengo que hacer que Miguel desaparezca de su vida, lo haré. Porque Luis necesita a alguien que lo apoye de verdad, alguien que lo proteja... y esa soy yo."

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En ese momento, un recuerdo cruzó por su mente: un día lluvioso en el instituto, cuando Luis había olvidado su paraguas y ella había corrido a ofrecérselo. Él había sonreído educadamente y agradecido, pero luego se había alejado rápidamente sin siquiera mirarla de nuevo.

Ese gesto, tan pequeño y aparentemente insignificante, se había grabado en su memoria. En su mente, había reescrito la escena una y otra vez, hasta convencerse de que era un momento especial entre ambos.

-Pensamiento de Yasmin-
"Él lo sabe. Él sabe que siempre estaré ahí para él. Solo necesita tiempo para darse cuenta de que yo soy la única que puede entenderlo de verdad."

Regresó al escritorio y sacó una libreta donde anotaba cada interacción que tenía con Luis, cada palabra que él decía en las reuniones, y cada pequeño detalle que pudiera considerar importante. Al final de la página más reciente, añadió:
"Miguel Ellington. Problema inmediato. Encontrar solución."

Su letra era firme, casi agresiva, mientras subrayaba las palabras varias veces. Cerró la libreta y se levantó de su silla. Su mirada se dirigió nuevamente hacia la pared cubierta de imágenes.
"Luis, no te preocupes. No dejaré que nadie te aleje de mí. Nadie."

Con esa promesa, Yasmin apagó la lámpara, dejando que la oscuridad llenara la habitación. Pero en su mente, los ecos de su obsesión seguían resonando con fuerza, construyendo un plan que estaba segura de que cambiaría todo.

Sin separador pk estoy en cel, y acá no está el desgraciado

Ola, estoy tomando sopita

Edit: olviden lo del separador, lo encontré 🧍‍♂️