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El ultimo "Te amo"

Comentario:  ^v^  Hola, les vengo a traer dolor.... Quiero decir  :D  continuación bonita y hermosa :D  <3 por que los adoro  :D ... <3 


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Ivlis se puso de inmediato de pie al escuchar a Emalf y miró al niño quien lo miraba con frustración – voy a ver que necesita Satanick... es...espérame aquí... volveré enseguida... -dicho esto el menor notó la sonrisa que se formaba en el rostro de su madre y como esos ojos tornaban un hermoso brillo lleno de alegría –tsk – chasqueó la lengua apretando sus puños, Emalf por su parte sudaba frío, no entendía que pretendía el pequeño, pero recuerda aquella noche hace algunos años en la que le confesó que se sentía de una manera extraña cuando pensaba en su madre, que tenía una cierta atracción hacia él, desde ese día que el demonio sospechaba que el menor de la casa tenía un complejo de Edipo con el señor Ivlis, no sabía si actuar y contárselo a su señor o quedarse callado y así vivir tranquilo o con un gran peso de conciencia.

-Satanick...- dijo el diablo de ese mundo cuando llegó al salón de su trono bajando la velocidad de su caminar y mirando al mayor quien al escuchar su nombre se dio vuelta para recibir al dueño de casa – Ivlis- dijo sonriendo de oreja a oreja el de pelo más oscuro, abalanzándose sobre este para abrazarlo fuerte, realmente lo extrañaba de una forma única, su corazón saltaba de la emoción, realmente estaba demasiado enamorado de ese diablo, todos los días se lamentaba de todo el daño que le había hecho, se sentía estúpido y a veces pensaba que no merecía el perdón del más pequeño, pero espera, él era Satanick, no estaría haciendo rodeos con esta situación, si ya había conseguido que el otro lo amara no iba a desaprovechar la oportunidad de ser amado – te extrañé demasiado cucarachita, estaba deseando verte pronto, mis noches eran muy frías sin ti –le besaba el cuello mientras lo sostenía en sus brazos y lo elevaba para dar vueltas con él – extrañaba verte y tomarte en brazos –seguía besándole mientras hablaba, Ivlis parecía ya acostumbrado al grado del mayor, por lo que solo se mantenía abrazándolo mientras su corazón palpitaba fuerte de felicidad, pronto se alejó de la boca del mayor para mirarlo de lleno –quizás... yo... quizás también te extrañé, un poco – dicho esto su cara tornó un color que lo caracterizaba, rojo, y la acomodó avergonzada sobre el hombro de Satanick quien reía, le encantaba como el diablo flama expresaba sus sentimientos de forma tímida y adorable –¿cómo has estado? ¿Licorice sigue odiándome?¿Tú crees que quizás el ya no me odie tanto?- el menor lo miró de reojo aun apoyado en el hombro del mayor y sostenido por sus brazos –la verdad... creo que Licorice está actuando extraño ¿crees que le pudo haber pasado algo mientras no sabíamos dónde estaba?- la angustia era inminente en el rostro de Ivlis, por lo que Satanick lo bajó de sus brazos y lo miró al rostro apoyando sus brazos en los hombros ajenos – ¿algo como qué? ¿Qué tan extraño está actuando?-

-No lo sé, siempre dice que me ama, ya no se comporta como el niño adorable que solía ser... quizás maduró mucho estos meses, pero... el solía ser un niño muy cariñoso y respetuoso... no me gusta verlo actuar de esta manera, siento que ya no es él-

-Quizás sea mi culpa... soy un mal padre... espero no esté siguiendo mis pasos fufufu-

-No es para tomárselo como broma Satanick... realmente estoy preocupado –

-Ya, Ya, cucarachita no se enoje, aunque tu pelo rojo me gusta –dicho esto le dio un beso en la nariz y sonrió, Ivlis no pudo evitar sonrojarse –tonto- dijo con su mirada seria antes de acercarse al más alto para besarlo en los labios, en un comienzo Satanick se sorprendió, últimamente el de cuernos rojos estaba muy expresivo con él, si bien nunca le había dicho palabras de amor se sentía realmente amado – te amo – soltó el de pelo negro al terminar el beso, ese día Ivlis no rehuyó de las palabras y solo sonrió cerrando los ojos dejando que su corazón latiese lo más rápido que pudiera junto con el que tenía al lado abrazándolo.

Poemi estaba hace bastante rato observando la situación, no pudo evitar sonreir feliz, al parecer su amado padre por fin había encontrado a alguien quien lo quisiera, no podía negar que había sido un arduo camino ver como ese diablo que solía agredir a su progenitor intentaba conquistarlo y demostrarle su amor, sin embargo ahora que las cosas se habían calmado era realmente conmovedor verlos juntos, así que los dejó solos para que pudiesen tener privacidad, caminó por los pasillos del castillo y al final de este notó que su hermano menor estaba golpeando una pared fuertemente con sus puños –¿qué haces Licorice? Eso te dañará la mano –

-Hermana... yo... la verdad no me siento muy bien – dijo bajando la mirada aunque sin dejar de sentir enojo, la mayor se acercó y le sonrió –¿qué sucede hermanito? ¿Por qué te sientes mal?-

-Yo... creo que amo a mamá... - Poemi levantó una ceja y sonrió feliz- eso no tiene nada de extraño, yo también amo a papá- Licorice no pudo evitar abrir grande los ojos ¿qué pasaba si Poemi realmente lo amaba tanto como él amaba a su madre? No, esto no estaba bien, debía controlar sus impulsos, así que solo se relajó y preguntó serio –¿qué clase de amor?-

-Mmm supongo que deberías saberlo, yo amo a papi, porque es mi papi – Licorice suspiró aliviado, no significaba que realmente tuviese otro rival, solo era amor fraternal, esto era bueno, por un momento llegó a pensar en lo peor, no sabía bien que le estaba pasando, pero ya casi no se podía controlar cuando eran asuntos relacionado con el amor de su madre, todo este tema le pesaba como una gran roca en el corazón – ¿sabes? déjame contarte algo para alegrarte el día- el menor abrió los ojos y siguió con estos a su hermana mayor quien se movía por el pasillo para apoyarse en una pared –en la sala del trono acabo de ver a papá junto tu papi, al parecer se estaban llevando muy bien, hace algún tiempo que no se veían, creo que se extrañaban... papá se veía realmente muy contento junto a tu papá Licorice, nunca lo había visto tan feliz ni menos tan cariñoso con alguien, el suele ser un diablo muy serio, pero esta vez se le veía distinto, era como si realmente hubiese cambiado mucho con respecto a los años anteriores, cuando era pequeña y vivíamos con Adauchi mi padre siempre se veía de muy mal humor, a veces lo escuchaba llorar en los pasillos, Rieta solía consolarlo, tampoco dirigía mucho su palabra hacia mí, se dedicaba solo a entrenar y adquirir fuerza, su mirada era fría y distante, desde que mi hermano nos dejó él comenzó a cambia, supongo que le dolió que él se fuese de su lado –Poemi comenzó a llorar, le afectaba mucho este tema no obstante se sentía muy feliz por su padre- siendo un diablo muy solitario realmente le dolió el abandono de Adauchi... por eso con Rieta tratamos de todas las formas para verlo feliz, Emalf también ayudó mucho, sin embargo ese diablo le hizo tanto daño que pensábamos que él se rendiría, y cuando naciste tú, pensamos que él realmente se aferró a ti para darse fuerza, no puedo evitar sentir celos de ti... pero creo que fue para mejor, ahora me alegro tanto de verlo así de feliz, ¿qué opinas de esto hermanito? ¿Crees que papi esté feliz? ¿Crees que realmente se haya enamorado de tu papá? Por lo menos yo me siento enormemente feliz de saber que papá es feliz, quizás todos juntos podríamos ser una familia –

El niño quien miraba horrorizado por lo que su hermana mayor le contaba sentía que en cualquier momento su corazón se iba a romper en pedazos, todo su ser tiritaba por tal acontecimiento, se sentía débil, sentía ganas de vomitar por tal horrenda historia que le contaba Poemi, era demasiado para él, sus ojos se volvieron sombríos y le dio la espalda a la de cuernos rojos para no verla a la cara, esa sonrisa que adornaba el rostro de la niña era lo más espantoso que podía existir en este momento, era una burla hacia su persona ¿Cómo es posible que se sienta feliz por una estupidez como esa? ¿Por qué era una estupidez verdad? solo un estúpido pensamiento de una niña boba y consentida, su madre es solo de él, nadie más lo merece más que él – dime Licorice ¿tú quieres ver a papá feliz? ¿Tú crees que Satanick lo haga feliz?-

-¡YA CALLATE!- gritó el niño desesperado, no quería oír ninguna palabra más del asunto – ¡ya cállate de una vez! ¡No sabes más que parlotear palabras basura! ¡Todo lo que dices es una mierda, esos dos jamás!... escúchame atentamente ¡JAMAS estarán juntos! ¡No hasta que yo esté muerto al menos!- dijo furioso asustando a la niña quien solo lloraba – eres un tonto ¡el que odies a tu padre no significa que seas tan egoísta para que no pienses en la felicidad de papá!-

-¡Ya me tienes arto! –dijo Licorice antes de golpear a Poemi fuerte dejándola inconsciente en el suelo, a veces se le olvidaba que su fuerza era muy superior a la de su hermana, pero se lo merecía, se lo merecía por decir todas bobadas ¿cómo se supone que su madre iba a ser feliz con otro si lo tenía a él? nadie más que él le podía dar la felicidad que tanto desea su madre, nadie más que él podía llenar ese vacío en el corazón de Ivlis, por eso debía deshacerse pronto de los estorbos innecesarios que obstaculizaban su camino de amor y felicidad con su madre, avanzó por el pasillo con una sonrisa maquiavélica, su cara inocente se había esfumado, solo se podía ver como un nuevo Licorice había nacido, sonreía de oreja a oreja mientras caminaba en dirección al salón del trono, lo más probable es que estuviesen ahí, estaba realmente seguro de la decisión que había tomado, a partir de hoy nadie le quitaría a su madre, menos esa mierda de Satanick.

Al llegar al salón no encontró a nadie, se extrañó por eso, los buscó por los alrededores sin embargo no los vio ¿dónde podrían estar? ya su sed de sangre se había ido y se sentó triste en una silla pensando en todo lo que estaba sintiendo, se sentía tan confundido, acababa de golpear a Poemi ¿qué rayos había sido todo eso? él no era así, él no se comportaba así, de esa forma tan violenta, comenzó a llorar sin saber qué hacer, después de todo era solo un niño, suspiró y se hundió entre sus rodillas asustado por todos estos sentimientos comprimidos en su ser. Llevaba un largo rato de esa manera cuando fue asustado por el reloj del comedor que sonaba avisando que otra hora se había cumplido, ya era muy tarde, no había notado como se había oscurecido tan rápido el lugar y ya todos se habían ido a dormir -¿cómo estará Poemi?- se preguntó mientras suspiraba –soy un mal hermano, no debí hacer eso- reflexionaba son sigo mismo en voz alta –pero me siento tan confundido, no pude controlarme, espero me perdone – bajó de la silla secando sus lágrimas para luego caminar en dirección a su cuarto, fue cuando pensó que tal vez sus padres podrían estar en la recamara de su madre, la furia comenzó de nuevo, por lo que corrió por los pasillos hasta llegar al cuarto del diablo, no quería que se dieran cuenta que él estaba ahí, observando la situación, por lo que abrió un poco la puerta y observó que es lo que estaba sucediendo en aquel sitio, y sí, era horrible lo que sus ojos miraban, era lo peor que podía ver y sentir a estas alturas, su corazón se desgarraba.

-Aggghh mmmhgg- gemía Ivlis por cada estocada que le propinaba Satanick en su interior, el menor solo se movía algo desesperado por el calor y las infinidades de sensaciones que tenía en su cuerpo- espera, aaagh, Satanick, mmmghh... detente aaaggh, aagh- gemía el menor de los diablos abierto de piernas sobre la cama abrazando la espalda del más alto quien besaba su cuello y gemía ronco sujetando las piernas tiritantes de Ivlis para mantenerlas abiertas y de esta manera poder profundizar mejor la penetración – mmmmghhh, no~~ aaaggh, no me detendré mmmgh, sabes que no lo haré, me encanta estar dentro de ti, aaaaghh por que te amo mmgh-

-Aaaaghhh nooo... mmmgghh aagh se... se siente muy aaag bien aaghh...pero...-

-¿Pero...? ¿Te molesta aaaggh que no haya usado condón? Mmmghh ¿le temes a aaggh quedar embarazado otra vez aaaaaghh?- Ivlis desvió la mirada para pronto correr la cara y sonreír, a Satanick le pareció extraña esa actitud de su amante por lo que paró, no quería parar, no obstante el actuar de Ivlis le hacía pensar que le quería decir algo – te... tengo un mes de embarazo... - el de cuernos curvados quedó impresionado por la noticia, su mano comenzó a tiritar, una sonrisa tiritona se formó en su rostro y un poco de lágrimas inundaron sus ojos, se puso a reír idiotamente y pronto abrazar a su pareja – no puede ser, jajaja dime que no es cierto jajajaja – el diablo de cuernos rojos sonrió algo tímido, cerrando los ojos y recibiendo el abrazo del mayor – creo que tuvo que haber sido cuando fui a verte a escondidas de Licorice... yo... yo ... realmente... necesitaba ... verte...- a Satanick se le formó un nudo en el corazón, sus sentimientos por ese diablo eran tantos que sentía que le dolía el cuerpo, de sus cuernos florecieron unas cuantas rosas moradas, Ivlis sabia bastante bien ya el significado de esas flores y se sentía muy feliz que esas rosas sean producto del amor que le tenían a él, se sentía muy feliz al saber que alguien lo amaba, entonces abrazó por el cuello al más grande para besarlo, se había dado cuenta que este se había quedado inmóvil mientras lo veía, con una sonrisa muy feliz – gracias- lloró Satanick justo encima del diablo flama quien sonrió apacible – ¿por qué me agradeces?- dijo sereno, como si supiese que ese momento era único y especial, tal como si fuese el ultimo, como si fuese la última oportunidad de estar con Satanick, sin saberlo Ivlis había acertado, justo en ese instante un pequeño demonio los observaba profundamente con un aura de odio, se sentía engañado en lo más profundo de su ser, se supone que su madre iba a dejar de ver a su mierda de padre para estar con él, para ser solo de él, entonces ¿por qué? ... ¿por qué le había mentido de esa manera? ¿Por qué si se lo había prometido? – Madre has roto mi corazón- dijo en modo de susurro mientras su vista se nublaba y sus brazos apretaban fuerte el umbral de la puerta en la que yacía, por el momento no podía hacer nada, sin embargo sentía que algo le carcomía por dentro ¿Qué era este sentimiento tan extraño? ¿Qué era esa opresión? Espera no, esto no es opresión ¿Qué rayos es este sentimiento?¿odio? no, tampoco es odio ¿que se supone que estoy sintiendo? ¿Qué me está pasando? me duele madre, me duele en lo más profundo, pero a la vez, a la vez se sentía tan bien ¿esto es satisfacción? ¿Cómo era posible que fuese eso? No, no podía ser satisfacción, no había ninguna forma que fuese ese sentimiento, era ilógico, absurdo, irrazonable, descabellado, una idea completamente incoherente, pensaba el pequeño quien sentía unas enormes ganas de reír.

Por otro lado Satanick e Ivlis parecían estar encerrados en una burbuja rosa, ninguno de los dos había advertido el peligro que se avecinaba a pasos agigantados –gracias por perdonar a una escoria como yo, gracias por hacerme sentir especial, por dar sentido a mi vida-

-No... no tienes que agradecer eso... tú me diste cosas preciadas, Licorice y ahora... bueno no sé qué será... pero está creciendo aquí... no es como que me guste estar embarazado... menos siendo hombre pero... me siento feliz de poder estarlo- Satanick tragaba saliva, esto más que una muestra de amor parecía una despedida, sonrió alegre y besó a Ivlis, lo besó como nunca antes- mmmghh Nick mmmgh...- gimió Ivlis, los besos de su amante eran realmente deliciosos cuando los sentía con amor, la piel de Satanick se sentía cálida al tacto – nick... continuemos... yo... te deseo- dijo con la cara roja, el rostro del mayor se prendió inmediatamente y sonrió juguetón y coqueto – así que me deseas mi lindo diablo flama ¿acaso estas ardiendo por mí?-

-... Idiota... solo muévete-

-Jajajajaja – se rió infantil, no obstante inmediatamente su rostro tomó un semblante serio posicionándose de una forma varonil sobre el más pequeño como si lo estuviese protegiendo – yo también te deseo mi amor- al de cuernos rojos pareció darle un espasmo por lo que le había dicho Satanick, quería llorar justo en ese momento, por lo que con todas sus fuerzas se aferró a la espalda del más alto – Satanick... yo... mmmggh... -las lágrimas corrían por su blanquecino rostro, se estaba ahogando por tantos sentimientos, miraba a su pasado y era como si el ayer hubiese sido solo un oscuro pasaje en su vida el cual lo trajo a un mundo lleno de luz – Aaggh- gemía entre quejidos de llanto, realmente estaba sintiendo la mayor felicidad en este momento – yo también Ivlis- respondió el de ojos morados empujando contra el interior de su amante- aaaghh – unos minutos pasaron y el lugar se llenó de gemidos fuertes, del ruido que provocaba el rechinar de la cama, el sonido obseno de ambos cuerpos uniéndose, de los besos húmedos que se daban con pasión, de espasmos, de jadeos, de amor- mmmghhh ya ... ya no soporto mmmgh Sat... Satanick...- el mayor quien penetraba fuerte al diablo quien le hablaba tragaba saliva y se relamía los labios mientras miraba a los ojos a su pareja –toma mi mano, quiero que tomes mi mano...- el de cuernos rojos asintió con lágrimas en los ojos y tomó ambas manos del más alto para entrelazarlas con las suyas, lloraba y reía a la vez, sentía que nada podía ir mal ahora, si el destino quería que terminara con este diablo, así pasaría, sería totalmente de Satanick, sonrió y lloró de alegría mientras que el placer de hacer el amor con el ser que amaba lo llenaba por completo, corriéndose de manera abundante en su torso – aaagghh Sa... Satanick- gimió el nombre del otro al venirse y no pasó mucho rato más cuando el diablo de Pitch Black calló exhausto y feliz sobre el torso de Ivlis, ambos jadeaban uno arriba del otro sin separar sus cuerpos ni sus dedos entrelazados, el mayor sonrió y besó al más delgado para luego darle un besito a lo esquimal con su nariz y unir ambas frentes en señal de cariño, cuando se lo proponía Satanick podía ser totalmente romántico y cariñoso, al parecer eso fue lo que provocó que Ivlis se enamorara de él – jajajaja – se rió el de ojos color sol, el otro no entendía de que se reía, pero le alegraba saber que estaba feliz, le limpió las lágrimas que habían botado sus ojos y preguntó –¿de que te ríes mi cucarachita? –

-Jejeje, todavía tienes flores en la cabeza jajaaj ¿me las puedo quedar? Después de todo son para mí-

-¿Quieres mi flor Ivlis? –dijo de forma juguetona y coqueta logrando que el de cuernos rojos se riera, el mayor se salió del cuerpo ajeno, le dio un beso en la boca para pronto bajar al vientre de Ivlis y dar otro beso – con Licorice no me comporté como un padre cuando estuvo en tu vientre, pero estoy seguro que este bebé nacerá con mucho amor, ya veras, seré el mejor padre que pueda existir en todos los mundos-

-Eso espero... por que como padre dejas arto que desear-

-¡Hey!-

-Jajajajaja-

-Es porque cada uno tiene talento para distintas cosas... y sabes bien cuál es mi talento fufufufufu-

-Cállate... - dijo avergonzado Ivlis, ya que sabía bien a que se refería el mayor, pero en fin, miró por la ventana, observó la gran bola roja que iluminaba su mundo y tomó valor para de una vez decirlo, tragó saliva y miró a su amante quien besaba su vientre y colocaba su oído para ver si lograba escuchar los latidos de corazón de su nuevo bebé – Satanick –

-¿Que sucede lindo?-

-Aún es muy pequeño para que se mueva, solo tiene un mes-

-No espero que se mueva, quiero escuchar sus latidos-

-...- Ivlis se conmovió y solo sonrió, Satanick por su parte levantó la mirada y preguntó- ¿cómo te enteraste que estabas embarazado? La otra vez nos costó darnos cuenta ¿recuerdas?-

-... Comencé a sentirme extraño así que fui al doctor, me hizo un examen de sangre... y arrojó el resultado-

-Vaya Vaya, fufufuf, así que ya tienes síntomas de embarazo ¿no tienes antojos o sí?-

-Satanick-

-¿No tienes antojos de besos de diablo por ejemplo?-

-Jajaja eres un imbécil... pero-

-¿No tienes antojos de caricias de diablo?-

-Puede que sí, pero...-

-Entonces te cumpliré tu antojo mi linda cucarachita, mi diablito flama, mi linda flamita- dicho esto lo besó tierno en los labios.

–Satanick-

-¿Que sucede mi amor?- Ivlis se puso rojo, sin embargo con la mayor de sus sonrisas y su rostro contento le dijo de una vez - te amo-

-...- el mayor quedó atónito con las palabras, no podía creer lo que escuchaba, no entendía este sentimiento de tanta felicidad reunida en un solo momento, sus manos tiritaban, se alejó unos centímetros del otro y no pudo evitar llorar mientras reía, su corazón en cualquier momento pareciera que se reventaría de la emoción, un poco de sangre morada salió de sus labios por la emoción, aunque no fue mucha, solo manchó sus manos y un poco las sabanas –¿realmente me amas?- dijo con dificultad por la pérdida de sangre.

-Si... yo... yo realmente te amo- respondió Ivlis sonriendo, sin embargo la felicidad no les duró ni siquiera un minuto, sintieron un extraño ruido que provenía de la puerta de su habitación, un ruido que provocaba el umbral de esta al romperse y al salir volando la gran puerta de la habitación del dueño de casa, luego esta se había hecho trisas tras que una lanza de Licorice la atravesara siguiendo su curso hasta llegar directamente al diablo mayor de los dos, atravesando su garganta y botándolo de la cama. Ivlis se horrorizó al ver a Satanick atravesado con la lanza de Licorice y tirado en el suelo ensangrentado ¿Dónde se había ido toda esa sensación de paz que tenía hace un segundo atrás?

-¿Sa... Satanick?... ¿Po...por qué?... ¿por qué hiciste esto?-

-Hahahahahahahahahahaha hahahahaha madre... madre... madre tu no... hahaha ¿tú no amas a ese bastardo verdad? ... jahahaha madre... ¿solo le dijiste esas palabras por lastima verdad? Solo lo hiciste por lastima... si eso debio haber sido ¿verdad? ¿yo soy lo más importante para ti siempre verdad?... –

-... -

-Por favor no te quedes callado- dijo desesperado el niño quien lo miraba desde la puerta.

-¿Po...Por qué atacaste a Satanick?... él no me hizo daño-

-¿Que no te hizo daño? Estas actuando extraño madre, él es el enemigo, yo soy quien te protege, madre yo... yo soy al único que debes amar... hahahahahaha yo y nadie más que yo, esa escoria no se merece tu perdón madre, esa basura merece morir así que ámame, solo a mi... madre tu nunca me has dicho que me amas, pero a ese bastardo pudiste darle una respuesta... ¿por qué eres tan cruel conmigo? ¿Por qué después que te di todo de mí, después que te amé tanto madre? por favor escógeme, solo yo puedo amarte de esta manera... solo yo madre jejejeje- decía mientras se acercaba con una mirada distorsionada, perdida en otro mundo y cegada por los celos, una sonrisa muy parecida a la que frecuentemente Satanick colocaba.

-De... detente Licorice... -

-Madre estaremos juntos tu y yo, no te preocupes yo cuidare de ti, yo te protegeré con mi vida, juntos nos vengaremos de esta basura madre... madre... madre...-

-...-

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Comentario :  :D holis!!! :D como está su corazón?  :D  si necesita parche curita tengo una caja lleno de estos (?)  ... pero  :D  espero que sepan que para el prox capitulo  se viene el gore. 

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