Familia
Sabía lo que se venía. Oh claro que lo sabía y como si fuese obra del destino un camarero llegó con los cafés interrumpiendo a su hermana. Ambos agradecieron al chico para luego quedar en completo silencio, Pablo rezándole al Dios en el que no cree para que Aurora no le preguntase aquello.
— Pablo —llamó su atención una vez se cerciorara de que nadie los podría oír, el menor por su parte con la vista fija en su taza de café hizo un ruidito con la garganta haciéndole entender a su hermana que le estaba prestando atención — Papá y mamá me han dicho que te mudaste, que te fuiste.
Suspiro pesadamente — Si.
—¿Por qué? Digo creí que te mudarías recién a los 20 como tenías previsto.
Le tenía que decir la verdad, era Auro no lo iba a juzgar.
— No me fui. Papá me echo —soltó mirando aquel líquido marrón como si fuera lo más interesante del mundo.
— ¿Pero por qué? —cuestionó sorprendida.
— Porque le dije que me iban los tíos, por eso me echo Auro —explico al fin levantando la mirada para encontrarse con el rostro serio de su hermana.
Si, Aurora sabía sobre la homosexualidad de Pablo, de hecho fue la primera en enterarse. Aún recuerda cómo se habían reído hasta que les doliera el estomago al decir que él en lugar de ser la oveja negra de la familia era la oveja arcoiris de la familia.
—¿Sólo por eso?
— Me abofeteo. Luego dijo y lo citó —se aclaró la garganta — "¿¡Qué hice mal contigo Pablo!?" Y "¡Crié un puto marica" —rió con ironía tratando de imitar la voz de su padre.
Al fin y al cabo después de tantas puñaladas uno aprende a vivir con el cuchillo.
—¿Él hizo eso? ¿Papá lo hizo? —le costaba creer aquello.
Asintió levemente — Lo creas o no, él lo hizo.
La verdad para alguien no que conociese los tratos que Pablo recibía de su padre no le creería, después de todo el señor Paéz no parecía ser del tipo que matara siquiera una mosca. Pero las apariencias engañan, era un hombre homofobico y machista que no podía aceptar que su hijo era "uno de esos chicos mariposa" generalmente se refería así a los del colectivo. Era un idiota en simples y llanas palabras.
— Pablo...joder —murmuro sorprendida — Yo...coño...lo siento tanto...¿Por qué no me lo dij-?
— No importa, Auro —hizo una mueca de disgusto — Al final creo que entendí que a veces tu propia familia es la que te lastima, te rompe el corazón y hace de tu vida una mierda. Creo que debí tomar tu ejemplo e irme cuando cumplí la mayoría de edad.
Eran tan jodidamente doloroso que ni siquiera podía llamar familia a lo que eran, una hija que a la primera oportunidad que tuvo se fue, un padre que se creía muy macho siéndole infiel a su mujer, una madre dulce que no se merecía tanta mierda y un hijo gay con un candente deseo psicótico suicida, no eran una familia.
— Yo lamento en serio que tuvieras que pasar por eso sólo —extendió una mano por sobre la mesa esperando a que su hermano lo coja.
— No lo hice sólo, tuve apoyo de mi familia —con temor colocó su mano sobre la palma extendida de su hermana que lo recibió con un apretón dulce — Esa familia que se hace y no se nace —explico recordando las palabras de sus amigos cuando les dijo lo que pasaba en su casa.
— No sabes lo mal que me sabe que no pude estar ahí cuando me necesitaste. Joder soy una pésima hermana mayor.
— No, no lo eres —sonrió débilmente — Tú tenías tu vida hecha lejos papá y mamá, ahora yo estoy haciendo la mía.
— Eso me alegra tanto —musitó soltando la mano del menor para limpiarse una lágrimita que se le escapo.
A ambos les dolía que habían podido pasar tanto tiempo juntos y luego de que Aurora se fuera de la casa lo llamaba muy poco por ende ninguno sabía de la vida del otro.
—Aurora —llamó la atención de la mayor — Ahora que estoy rehaciendo mi vida...quiero que formes parte de ella. Quiero que volvamos a empezar.
—¿En serio? —cuestionó con ilusión.
—Si —afirmó asintiendo levemente.
La joven sevillana se levantó de su silla en un saltó para envolver al menor en sus brazos, Pablo sintió lo cálido de ese abrazo que le genero unas ganas de cerrar los ojos y que todo fuese como antes.
...
Finalmente Aurora lo llevó de vuelta a su casa, donde el menor insistió a que pasará al menos un momento pero amablemente rechazo la idea ya que debía reunirse con sus amigas, se despidieron prometiendo que se volverían a ver y así el menor ingreso a su hogar sintiéndose bien con un peso menos sobre la espalda. Pensó que no estaría nadie en la casa pero al oír voces junto con risas proviniendo del jardín supo que su teoría era errónea, caminó pasando de largo por la sala hasta llegar a la puerta de vidrio polarizado asomando su cabeza inspecciono el lugar y una sonrisa decoro su rostro al ver a una personas más acompañando a Fer y a Roma, cerro con delicadeza la puerta tras suyo para dirigirse hacia los puf donde se encontraban los presentes.
— ¡Pablo, mi niño! —exclamó el hombre con una enorme sonrisa levantándose de su lugar para extender los brazos esperando a que el menor se acercara.
—¡Papá Donni! —con una sonrisa se abalanzo sobre aquel pelirrojo — ¡Joder que alegría verte!
—¡Pero que estás enorme, chaval! —rió.
—¡Jolín no sabía que vendrías! —comentó el menor deshaciendo el abrazo.
— La verdad que yo tampoco sabía eh —intervino divertida Roma.
— Pues queríamos sorprender a nuestros hijos —explico divertido el mayor.
— La mejor sorpresa la verdad —sonrió Pablo.
— Pues nosotros nos llevamos una sorpresa también —señaló una voz a sus espaldas haciendo sonreír nuevamente a Pablo.
—¡Papá Filipp! —exclamó feliz girándose sobre sus talones para abrazar al castaño.
—¡Chiquitín! —lo saludó el mayor cogiéndolo en sus brazos.
Adonnis Leroy malagueño de 38 años y Filippo Roux italiano de 39 años, o como Gavi los solía llamar "Papá Donni y Papá Filipp" eran los padres de Roma o bueno Filippo era su padre biológico pero eso no es importante, la pareja quería a Pablo a tal punto que lo trataban como hijo más, literalmente cuando Pablo estaba en la Masia iba más a la casa del matrimonio que la casa de sus padres, además de que sabían por todo lo que había pasado el menor que el corazón se les encogió principalmente porque Adonnis había sufrido una situación similar en su adolescencia y como se había negado a tener más hijos propios por inseminación acogieron a Gavi como suyo.
El sevillano tomo asiento junto al matrimonio con una sonrisa radiante, posteriormente saludo a Fer y a su amiga que estaban sentados en un sofá frente a ellos cogidos de las manos, el canario mayor estaba algo paliducho y Gavi no lo culpaba había conocido por lo que el supone por primera vez a sus suegros y considerando que Filippo era muy sobreprotector no se esperaba que no le hubiera dicho sus cosas.
—¿Cuándo habéis llegado? —cuestionó mirando a ambos mayores.
— Llegamos ayer por la tarde —explico el castaño mayor con una sonrisita — Pero no vinimos a visitaros porque Donni quería ir a un museo de no se que —movió la mano restandole importancia causándole algo de gracia al menor.
— Era una conferencia sobre Dante Alighieri en un museo, Filippo —corrigió mirando con el ceño fruncido a su esposo.
— Ya lo siento, Rose —sonrió colocando una mano sobre el muslo de su esposo.
Gavi se imaginó si alguna vez Pedri y él podrían estar casados así como Donni y Filipp. Se veía con el canario de unos tantos años ya siendo felices y viejitos sentados mirando los atardeceres tal vez adoptarían un gato o un perro o quizás uno niño.
Siempre le gusto el nombre Gali si era niña y si era niño se podría llamar Gero, podrían adoptar gemelos.
Gali y Gero González Paéz.
Tal vez podrían ser una familia feliz.
Estuvieron poniéndose al día sobre lo que había ocurrido en sus vidas, Pablo les quería contar sobre lo que paso en Los Ángeles pero no se sentía seguro con Fer presente, le dedico una mirada a su amiga que lo entendió en menos de un segundo y tras poner una escusa cogió a su novio del brazo para llevarlo a Dios sepa donde.
— Romi nos contó lo de tu padre —afirmó lentamente el pelirrojo.
— Ese hombre es un idiota —soltó Filipp negando con la cabeza — No me faltan las ganas de darle unas cuantas ostias.
Gavi sonrió para sus adentros siempre supo que Roma había heredado la forma protectora tan peculiar de ser de Filipp.
— Madre mía con quien me case —negó divertido Donni — Mira Pablito, Filipp y yo queríamos que sepas que si tus padres no te aceptan por tu orientación —sonrió — Que nosotros te amamos muchísimo y que somos tu familia.
— Eres como un hijo para nosotros —afirmó.
— Los quiero —musitó y ambos mayores lo acogieron en sus brazos cálidos.
Holaas, al final obligue a mi esposito —mi mejor amigo— que me hiciera puré de patatas con pollo a la plancha, así que estoy de buen humor JJAJA.
Todo muy bonito pero ya se viene el drama :/
Les digo que se vienen cositas cositeadas 😈🔥
Que escritora más bipolar verdad?
Rose significa rosita en italiano mi gente.
En fin.
Los leo.
Lai <3
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