Hay historias empezando a escribirse en páginas rotas,

hay un niño con un dilema entre el silencio,

hay un chico rogando por plegarias,

para el amigo que tomó el arma y salvó su alma,

hay indecisiones,

recuerdos que matan,

la sonrisa de una infancia,

disfrazada de calma,

cuando el dolor de su soledad,

se empaña en la almohada.

Hay una madre embestida entre frustraciones,

porque la vida le ha dado tantos golpes,

la humilla, la mata,

hay miedos,

hay palabras,

donde el dolor de una sala de espera,

sofoca, amarga,

y el sinsabor de un beso se desvanece en una última carta.

Hay una eterna despedida que se anuncia de la nada,

un prometido aguardando,

la llegada de la persona que ama,

una novia entre lágrimas,

se enciende en llamas,

le confiesa al viento su eterna desgracia,

un corazón roto,

lluvia en la calzada,

mientras una testigo avizora,

como la historia acaba.