Antes de que siguiera llenando su buzón de mensajes Yoongi fue en busca de Hoseok.
Su compañero abrió el baúl del auto mostrando todas las cajas, remeras y productos que tenía con el nombre viagra grabado.
—¡Que los juegos comiencen!— exclamó Hoseok levantando su brazo mientras sostenía una de las cajas. Ambos chocaron los cinco y luego sus pechos a modo de festejo. Después, comenzaron a bailar al ritmo de una música imaginaria.
—Ponlo duro, ponlo duro— decía Yoongi haciendo el gesto con sus brazos del levantamiento del miembro.
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—Hombres con diabetes, con cáncer de próstata, con masivas lesiones peneales, hombres con ansiedad de desempeño, hombres con cualquier forma de impotencia o disfunción sexual— enumeraba Yoongi presentando la pastilla en cada sala médica a la que iba. —Hombres sin una erección útil en años...BOING!— dijo levantando su dedo índice, las mujeres que lo escuchaban reían —Mínimos efectos colaterales. Seguridad a larga. No es una pildora es una revolución. ¿Preguntas?
—Si— respondió una de las recepcionistas de la sala en la estaba en ese momento. —¿Dónde estan las muestras?
—Aquí están nena— dijo entregandole una caja. Todos se acercaron a tomar una muestra. Sabía que iba a ser un éxito.
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—La droga del pito! Es de mi hermano, es de mi hermano— exclamó Taehyung en el bar en el que estaba cuando hablaron del viagra en la televisión.
Yoongi y Jimin también lo vieron. Ellos estaban acostados en la cama del menor mientras comían comida china y miraban el noticiero en una pequeña tele que el chico tenía.
—Oh por dios, oh por dios— empezaron a festejar y Yoongi lo besó con fuerza.
Realmente era un éxito. Incluso los doctores que antes le habian cerrado la puerta ahora se acercaban a pedir muestras con excusas como “tengo un amigo que tiene un problema”. Yoongi los ayudaba con una sonrisa. Se aglomeraban alrededor de él cuando llegaba a algún lugar y le quitaban las cajas de la mano.
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—Los oncólogos la recetan, los loqueros la recetan, los gastro la recetan, los pediatras se la autorecetan. Si abrieran las 24 horas las farmacias, aun asi no cubririan la demanda— le decía Yoongi a Jimin quien lo miraba con una expresión aburrida acostado en boxer en la cama del mayor. La puerta estaba abierta por lo que podía ver a Taehyung sentado en el living leyendo un libro.
—Surtimos mil docientas recetas al mes. Eso es más que mi cuota anual— exclamó contento pero al ver al menor siguió —Y a ti no te interesa.
—¿Un montón de viejos con erección?— preguntó levantandose de la cama.
—No— dijo caminando hacia él.
—¿Cómo puedes ser tan cruel? Hombres sufren en todo el mundo. Que vergüenza— Jimin comenzó a desabrochar su pantalón parpadeando inocentemente. —Y-y frus-frustación— tartamudeo cuando el menor se arrodilló frente a él y comenzó a desabrochar su pantalón. Se estiró para cerrar la puerta, cuando lo hizo gimió ronco porque el castaño comenzó a practicarle sexo oral. —Tú eres mi pildorita azul— dijo agarrandose de un mueble cuando sus piernas temblaron de placer.
Unos minutos despues, Yoongi salió completamente desnudo al living.
—Oh por dios, NO!— se quejó su hermano tapandose los ojos. —¿De verdad crees que eso esta bien? ¿Qué vas…? No quiero ver esto— dijo viéndolo correr hacia la televisión tapándose el miembro con sus manos. —¿Qué diablos estas haciendo? NO, no, no— negó cuando lo vió tomar su cámara de video.
—Necesito esto, la necesito— dijo desconectandola de la tele.
—Es demasida información. ¿Acaso van a filmarse?— preguntó viéndolo regresar a la habitación. —¿Van a hacer close ups y eso? ¿Quién la sostendrá?— se preguntó Tae cuando cerró la puerta.
*
Habían atado la cámara con una corbata a un perchero de la habitación de Yoongi. Jimin se colocó una camisa del mayor para cubrir su desnudez y desató la cámara. Se recostó en la cama nuevamente y comenzó a grabar a Yoongi quien dormia boca abajo con el rostro girado hacia su lado. Jimin sonrió y con su pie comenzó a mover una de sus piernas.
—Hey— lo llamó en voz baja.
—Mmmmh— se quejó Yoongi.
—Despierta— volvió a hablar tironeando levemente de su oreja. Yoongi frunció el ceño y al oír la pequeña risa de Jimin, sonrió.
—¿Otra vez?— preguntó. Abrió los ojos y al ver lo que hacia el castaño, giró el rostro. —Oh Jimin— el menor comenzó reír.
—Ay por favor! Por favor soy un artista, esto es trabajo.
—Por dios— se volvió quejar con la voz ronca volviendo su rostro hacia él.
—Di algo— le pidió cuando lo miró. El pelinegro apoyó el rostro en la almohada y siguió mirándolo sólo con un ojo.
—Eres muy raro.
—Si, bueno.
—Hola, yo soy Min Yoongi y estoy reportando desde la cama. Acabo de cogerme a mi novio y…
—No uses esa palabra— dijo Jimin borrando todo rastro de diversión sin dejar de mirarlo a través de la cámara en ningún momento.
—¿Qué? Tu la usas todo el tiempo.
—Coger, no. Novio.
Yoongi se encongió de hombros. —Eso es lo que eres.
Jimin dejó de grabarlo y lo miró a los ojos. —¿Lo soy?
—Si, eso eres.
—Creo que lo soy— respondió en una mueca que parecía sonrisa. —Cielos— dijo enfocándose con la cámara mientras reboleaba los ojos.