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Capítulo 7: Las Dos Amazonas


La oscuridad rodeaba el entorno, solo una luz brillante proveniente del techo iluminaba el cuerpo de Dark Archangel que yacía en medio de la penumbra y el cual tenía marcas de heridas profundas de las cuales brotaban algunas gotas de sangre que manchaban el suelo mientras que la chica respiraba agónica debido al dolor.

De repente, Wonder Woman salió de entre las sombras con una mirada que reflejaba odio y rencor, la Princesa de las Amazonas desenvaino su espada para luego colocar la punta cerca del pecho de Dark Archangel, la cual solo derramo algunas lágrimas cuando pudo notar que su amiga estaba dispuesta a asesinarla sin ningún remordimiento.

-D-Diana... N-No tienes que hacer esto... p-podemos hablarlo –suplico con voz débil Dark Archangel y tratando de evitar que la Amazona acabase con su vida.

-No hay nada que hablar Ángela –respondió Wonder Woman quien empezó a hundir lentamente su espada en el pecho de Dark Archangel, la cual solo soltó un leve gemido de dolor –Tú... me alejaste de mis amigas, eres la líder para ellas y no voy a dejar que una chica que se cree especial me las quite.

-D-Diana... D-Detente... ¡Por favor! ¡Auxilio! ¡Ayúdenme! ¡Diana perdóname! ¡Perdóname por favor! –gritaba Ángela llorando desesperadamente y sintiendo como la espada estaba por atravesar su corazón - ¡Detente! ¡No quiero morir! ¡Diana! ¡Diana! ¡Diana!

- ¡Ahhhh! –grito Ángela abriendo repentinamente los ojos y respirando nerviosa –Ah... Ah... S-Solo fue... una pesadilla... una muy horrible pesadilla... –Ángela volteo a ver el reloj de su habitación y dijo –Lo mejor será que me bañe y me vista, el autobús no tarda en pasar.

La adolescente se tallo los ojos, soltó un leve bostezo, estiro sus brazos, se paró de la cama, tomo una toalla que se encontraba dentro del closet y camino hacia su baño privado donde se quitó el pijama para posteriormente comenzar a bañarse al tiempo que tarareaba la canción "Livin' on a Prayer" de Bon Jovi.

Después de diez minutos salió del baño para nuevamente dirigirse a su closet de donde saco una blusa blanca de vestir, un chaleco suéter color gris, una falda tableada color azul, unas medias a la rodilla de color negro y sus botines negros de tacón alto.

Ángela procedió a vestirse rápidamente para luego bajar a la cocina, servirse un plato de cereal con leche al tiempo que veía las notificaciones de Facebook a través de su celular, así como las noticias de la mañana que reportaban nuevamente varios incidentes menores como accidentes de tránsito o robos que fueron frustrados por Superman.

-Buenos días Señorita Ramírez –saludo Maurice entrando a la cocina y abriendo el refrigerador para sacar de este un vaso con jugo de naranja - ¿Cómo amaneció hoy?

-Muy bien Maurice –respondió Ángela sonriéndole al sirviente –Por cierto, ¿Cómo van tus lecciones de karate?

-Regular, aunque creo que aún me falta mucho por practicar –dijo Maurice al tiempo que bebía su vaso de jugo - ¿Va a querer que la lleve a la escuela Señorita Ramírez?

-No Maurice, tomare el autobús como ayer –respondió Ángela - ¿Papá ya se fue?

-Sí, tuvo que salir temprano debido a que el joven Lex Luthor le mando a llamar –contesto Maurice –Pero no se preocupe, el Señor Ramírez tomo sus medicamentos antes de salir.

-Bueno, al menos no lo olvido –dijo Ángela al tiempo que terminaba de desayunar –Me voy Maurice, te veo en la noche.

-Que tenga buen día Señorita Ramírez y cuídese mucho –dijo el sirviente despidiéndose de la adolescente mientras veía como esta corría hacia el baño para lavarse los dientes.

Al terminar, Ángela tomo su mochila, salió de su hogar y empezó a caminar por la acera en dirección a la parada de autobús que estaba cercana a su hogar, pero al cruzar la calle casi es embestida por una elegante limusina negra, la pobre chica cayo en el suelo asustada y respirando agitadamente.

- ¡Ay! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! Fue un... –decía asustada Zee bajando de la limusina y dándole la mano a la adolescente para ayudarla a levantarse, pero al reconocer a la chica dijo - ¿Ángela? ¿Qué haces aquí?

-Lo mismo me pregunto –respondió Ángela poniéndose de pie con ayuda de la maga y sacudiéndose la ropa –Ah... ¿E-Esa limusina es tuya?

-Sí, lo siento fue mi culpa –dijo Zee sintiéndose apenada –Mi chofer muchas veces llega a distraerse con facilidad, espero no haberte arruinado la mañana.

-No te preocupes por eso Zee, ya estoy acostumbrada a ser casi arrollada por autos –dijo Ángela soltando un suspiro y sintiéndose más calmada para después reír un poco diciendo –Si supieras la cantidad de veces que casi me atropellan en mi ciudad natal te sorprenderías.

- ¿No quieres que te lleve? –pregunto Zee –Tengo espacio en la limusina.

-No quiero ocasionarte molestias Zee, además yo puedo...

- ¡Oh no es ninguna molestia! –dijo la maga tomando de la mano a Ángela y llevándola hacia el interior de la limusina –Además, es una gran oportunidad para que conozcas a papá.

Zee entro en la limusina junto con Ángela, al subir ambas se sentaron en la parte de atrás mientras que el auto arranco continuando su rumbo hacia Metrópolis High School, dentro del vehículo viajaba también el mago Giovanni Zatara, Padre de Zee y quien al ver a Ángela dijo:

- ¡Wow! Así que tú debes ser la Ángela de la que tanto me hablo mi hija, ¿No es así?

-Um... Si señor Zatara –respondió Ángela con timidez debido a que no esperaba encontrarse con el mago más famoso de Metrópolis y mucho menos que este supiera su nombre.

-Mi hija habla muchas maravillas sobre ti –dijo el Padre de Zee sonriendo – ¿Qué te ha parecido Metrópolis?

-Pues... es una ciudad muy grande y linda –respondió Ángela –Yo también he leído mucho sobre usted, es uno de los más grandes magos no solo de la ciudad sino también del mundo.

-Así es –dijo Giovanni Zatara con orgullo –Mi fama rebasa fronteras y soy muy conocido en el mundo del espectáculo, aunque claro no hubiera llegado tan lejos si no fuera por mi linda asistente.

- ¿Su asistente? –pregunto confundida Ángela.

- ¡Jejejeje! Se refiere a mi Ángela –respondió Zee entre risas –Verás, yo acostumbro ayudar a mi padre en sus presentaciones de magia, es algo que llevo haciendo desde que era una niña.

-Supongo que fue una infancia muy linda para ti –dijo Ángela –Yo casi nunca pude tener cerca a mis padres debido al trabajo.

- ¿Y a qué se dedican tus padres Ángela? –pregunto Giovanni Zatara sintiendo curiosidad debido a las palabras de la chica.

-Mi padre es un científico encargado de desarrollar tecnología y mi madre es abogada –respondió Ángela –Ganan bien pero también muchas veces no pueden estar conmigo debido a que estan trabajando todo el día, incluso hay ocasiones en que no llegan a casa.

-Um... Lo comprendo, bueno si un día te sientes sola puedes venir a nuestro hogar –dijo el Padre de Zee lanzándole una sonrisa a la joven.

- ¿S-Su hogar? No tiene de que molestarse Señor Zatara, le aseguro que ya estoy acostumbrada a estar sola en casa –respondió Ángela.

-Bueno como quieras, pero si algún día necesitas hablar o quieres pasar un buen rato solo habla con mi hija y te recibiremos con los brazos abiertos en casa –dijo Giovanni Zatara.

-Gracias Señor Zatara, se lo agradezco –respondió Ángela sonriendo debido a que no esperaba una invitación así por parte del Padre de Zee.

- ¡Oh mira! Ya llegamos –dijo Zee tomando su bolso al tiempo que la limusina se detenía frente a la entrada principal de Metrópolis High School –Nos vemos papi, te quiero –dijo Zee abrazando a su padre para luego bajarse de la limusina.

-Yo también te quiero amor –respondió Giovanni Zatara correspondiendo al abrazo para luego separarse de Zee quien bajo del auto –Adiós Ángela, fue un placer conocerte –dijo el mago dándole la mano a la amiga de su hija.

-Lo mismo digo Señor Zatara, espero volver a verlo muy pronto –respondió la adolescente tomando la mano del mago para después bajar de la limusina, la cual arranco segundos después dejando a ambas chicas en la entrada de Metrópolis High School –Tu padre es muy simpático Zee, debo decirte que me lo imaginaba como un hombre un poco más serio debido a su trabajo.

- ¿Mi padre un hombre serio? –pregunto entre risas Zee a su amiga –Él es muy divertido y es alguien en quien puedes confiar, pero en serio, espero que algún día puedas ir a mi casa para cenar o para ver uno de nuestros espectáculos de magia.

-Me encantaría, solo espero que mi madre me dé permiso –respondió Ángela –Es que... ella es muy estricta en algunas ocasiones y se preocupa mucho por mí.

-Bueno, si quieres ella también puede venir a los espectáculos de magia –dijo Zee tratando de convencer a la chica –Karen va casi todo el tiempo, sería bueno que tú y tu madre fueran para así quedar asombradas con los trucos de magia de los Zatara.

-Um... Lo tomare en cuenta Zee –respondió Ángela –Sabes, nunca antes creí que podría encontrar amigas como ustedes, en mi antigua escuela casi siempre procuraba estar sola debido a mis... tu sabes.

- ¿En serio no te relacionabas con nadie? –pregunto Zee sorprendida y a la vez sintiendo lastima por Ángela.

-Sí, era muy difícil para mí ocultarles mis poderes a mis compañeros del colegio –respondió Ángela con nostalgia y soltando un suspiro –Además, si algo aprendí durante ese tiempo es que cuando tú le dices a otros sobre quien eres en realidad pones en peligro la vida de tus seres queridos y yo no quiero eso.

-Entiendo –dijo Zee quien se quedó pensando en las palabras de Ángela –Sabes, muchas veces yo también pienso en eso cada que mis amigas y yo salvamos al mundo, siempre me pregunto: ¿Cuánto tiempo podremos continuar ocultando nuestra verdadera identidad? ¿Qué pasaría si nuestros enemigos supieran quienes somos en realidad? Realmente para mi ser una superheroína es muy difícil, especialmente porque mi padre me quiere mucho y no me gustaría perderlo debido a que es la única familia que me queda.

- ¿L-La única familia que te queda? –pregunto Ángela quedando en shock al escuchar aquella confesión de Zee - ¿Y tú madre? ¿Qué paso con ella?

-Ella... murió cuando yo nací –respondió Zee soltando un suspiro mientras una lágrima corría por sus ojos –Lo siento... es solo que... me duele a veces recordar que yo... no tengo mamá.

-Tranquila Zee –dijo Ángela abrazando a la maga para consolarla –Es mejor que lo saques y no te lo guardes. Además, ella probablemente te esté cuidando desde muy lejos y mientras la recuerdes ella nunca te abandonara.

-Gracias Ángela, realmente eres una muy buena amiga –dijo Zee separándose de su amiga al tiempo que esta le entregaba un pañuelo para que se secara sus lágrimas.

- ¡Chicas! ¡Chicas! ¡Chicas! –gritaba asustada Babs saliendo por la puerta principal de la escuela y acercándose a las dos adolescentes - ¡Tienen que venir rápido! ¡Ahora!

- ¡¿Qué?! ¿Por qué? –pregunto Zee confundida y a la vez preocupada de ver a la chica pelirroja tan alterada.

-Es Diana... cada vez está más rara –respondió Babs angustiada –Ahorita que llegué la vi hablando con Hal Jordan, pero Carol Ferris al verla intento atacarla y Diana termino golpeándola contra el suelo como si la quisiera matar.

- ¡¿Qué?! P-Pero... Diana es incapaz de hacer eso –dijo Zee quedando en shock debido a la respuesta de Babs –Además ella...

-Y eso no es todo Zee, cuando Selina Kyle intento detenerla... ¡Diana la golpeo contra un casillero! ¡Fue horrible! No dejaba de patearla y casi la deja inconsciente si no fuera porque Kara intervino.

- ¡Babs! ¡Babs! ¡Babs! –gritaba Jess alarmada saliendo por la puerta principal de la escuela y acercándose a las tres adolescentes - ¡Oh! Hola chicas –saludo Jess a Ángela y a Zee para luego voltear a ver a Babs diciéndole –Babs... Diana está cada vez más loca... casi golpea a Pam Isley y a Lois Lane, incluso pateo a Kara en el rostro... No sé qué le pasa, pero ella nunca actúa así.

- ¡Debo ir a detenerla! –dijo Ángela corriendo hacia la puerta y entrando en la escuela –Primero esa pesadilla... ¿Y ahora esto? ¿Qué le estará pasando a Diana? –se preguntaba Ángela preocupada sin dejar de correr por los pasillos.

- ¡Ángela espera! ¡No te vayas! ¡Vuelve! –gritaban las tres chicas quienes corrieron detrás de la chica tratando de detenerla.

Al mismo tiempo en uno de los pasillos de Metrópolis High School ubicado en el segundo piso, Diana sujetaba del cuello a Harleen Quinzel ante la mirada sorprendida de varios alumnos que no podían creer que la mejor atleta de la escuela estuviera actuando de una manera tan ruda mientras que en el suelo yacían heridas Selina Kyle y Carol Ferris quienes no podían moverse debido a los golpes que habían recibido.

-P-Por favor... S-Suéltame... ¡No puedo respirar! –suplicaba Harleen mientras intentaba patear a Diana quien apretaba cada vez más el cuello de la adolescente.

-Eso te pasa por andarte metiendo en asuntos que no te competen bufona estúpida –respondió Diana con un tono de voz intimidante –Yo misma voy a tomar esa ridícula flor que llevas y te la voy a meter por el trasero.

- ¡Diana detente! ¡La estas asfixiando! –suplico Karen con lágrimas y quien estaba al lado de Kara, la cual estaba sentada cerca de un casillero fingiendo recuperarse de la patada que le propino la amazona, ya que, aunque no le había dolido el golpe, tampoco quería arriesgarse a revelar su identidad a los demás alumnos - ¡Diana No! ¡La vas a matar!

- ¿Y qué? Pues que se muera, una bravucona menos es lo que necesita esta escuela –respondió Diana quien sonreía sádicamente al ver como Harleen estaba poco a poco perdiendo la conciencia.

- ¡Diana! ¡Ya basta! –grito Ángela entrando en el pasillo y llamando la atención de la amazona quien soltó a Harleen rápidamente, la cual cayo en el suelo respirando de forma agitada.

- ¡Leeny-Beanie! –grito Babs asustada y corriendo hacia Harleen para ayudarla - ¿Harleen estás bien?

-Ah... Babsy-wabsy... Q-Que bueno que estas aquí –respondió Harleen abrazando a su amiga pelirroja quien rápidamente la alejo de Diana, la cual estaba por patear a Babs sino fuera porque Ángela la tomo del hombro para detenerla.

-Diana, no te atrevas a hacerlo –le dijo Ángela con un tono amenazante a la chica –Por favor, cálmate y dime: ¿Qué fue lo que sucedió?

-Yo... solo me defendí y puse en su lugar a estas bravuconas –respondió Diana sonriendo para luego voltear a ver a Ángela y soltarle una cachetada gritando - ¡Lárgate niña metiche! Mis asuntos no te competen y ni te interesan, ¿Te quedo claro?

-Diana... Yo no quiero pelear contigo –respondió Ángela con algunas lágrimas en sus ojos debido a que no podía creer que su amiga y líder de equipo la hubiese golpeado de esa manera –Entiende que lo que hiciste no estuvo bien, sé que hay algunos bravucones que son unos abusivos, pero tampoco es para que los golpees de una manera tan... bestial.

- ¿Bestial? ¿Realmente eres tan ingenua o tan tonta como para creer que unas bravuconas merecen consideración? No seas estúpida niña –dijo Diana burlándose de las palabras de Ángela –A aquellos que hacen el mal merecen ser aplastados como viles cucarachas, eso de la compasión o la consideración con los enemigos es pura patraña sacada de libros viejos sin ningún valor.

-Diana... Tú no eres así y lo sabes –dijo Ángela confundida al no entender porque la amazona decía aquellas palabras – ¿Por qué cambiaste tan repentinamente? ¿Por qué actúas así? ¿Por qué...?

- ¡Que te calles zorra entrometida! –grito Diana lanzando a Ángela contra la pared haciendo que la misma se agrietara un poco mientras que la chica cayo en el suelo desmayada.

- ¡Ángela! –gritaron asustadas al unísono Jess, Babs, Kara, Karen y Zee quienes corrieron para auxiliar a su amiga.

- ¡¿Diana cómo pudiste?! –pregunto Jess indignada y viendo molesta a la amazona - ¡Ella no te hizo nada!

- ¡Blah! ¡Blah! ¡Blah! Lo que digas hippie asquerosa –dijo Diana sonriendo cínicamente - ¿Por qué no mejor te vas a elaborar tus estúpidos carteles verdes?

- ¡Oye! ¡Nadie le habla así a Jess! –grito molesta Babs intentando abalanzarse contra Diana si no fuera porque Karen la detuvo.

-Tus palabras me dan igual chica nerd –respondió Diana burlándose de Babs –Mejor regresa a Ciudad Gótica, la ciudad de los locos y chiflados como tú.

- ¡¿Qué está pasando aquí?! –interrumpió molesto el Señor Chapin entrando en el pasillo al ver el desorden que había, pero al ver a Selina, a Carol y a Ángela heridas exclamo furioso - ¡¿Quién es el responsable de esto?!

- ¡Diana Señor Chapin! ¡Diana Prince es la responsable de esto! –respondió Jess señalando a la amazona quien solo miro con enojo a la chica de piel morena.

- ¡Diana Prince! A detención... ¡Ahora! –ordeno el Señor Chapin en voz alta a Diana.

-Lo que digas viejo, igual prefiero estar en detención que al lado de todos estos jovencitos con bolas en lugar de cerebro –respondió Diana entre risas y caminando al lado de Chapin mientras observaba como los alumnos solo la miraban molestos debido al insulto que esta había dicho.

-Será mejor llevarla a la enfermería junto con Carol y Selina –dijo Kara tomando entre sus brazos a Ángela –Pobre, ella no se merecía esto.

-Lo sé, aunque estoy aún más molesta por lo que me dijo Diana –respondió Jess –No entiendo porque dijo esas cosas horribles, ella nunca nos diría algo así.

-Juro que si no se disculpa yo misma le batipateare el trasero –dijo Babs enojada al tiempo que con ayuda de Zee cargaba a Selina Kyle –No me gusto que insultara a Ciudad Gótica, nadie se mete con la ciudad de Batman.

-Sé que esto sonara loco –dijo Karen cargando a Carol Ferris con el apoyo de Jess –Pero... ¿No creen que hay algo extraño en todo esto?

- ¿A qué te refieres Karen? –pregunto Zee confundida por las palabras de la chica afroamericana.

-Cuando ataco a Ángela y nos insultó ella no nos hablaba por nuestros nombres, era como si no nos hubiera conocido o como si no recordara nada –respondió Karen – ¿Qué tal si esa chica no es nuestra Diana?

- ¡Ay por favor Karen! ¡No pueden existir dos Dianas! –exclamo Kara al tiempo que caminaba por el pasillo en dirección a la enfermería siendo seguida por sus amigas y dejando atrás a los demás chicos quienes se dirigieron a sus salones de clases.

-Kara tiene razón –dijo Jess apoyando las palabras de la chica rubia –No puede haber dos Dianas, simplemente ella actuó mal, pero espero que Chapin la ponga en su lugar con un castigo ejemplar.

Zee, Babs y Kara asintieron con la cabeza aprobando las palabras de Jess mientras que Karen soltó un suspiro al ver que no había conseguido convencer a sus amigas, las adolescentes entraron en la enfermería sin darse cuenta que justo a unos metros en el pasillo estaba el Señor Chapin quien saco su celular, marco y en cuanto la llamada conecto dijo:

-Hola Valknut, ya estoy infiltrado en la escuela y déjame decirte que todo va viento en popa.

-Excelente Doppelgänger, sabía que podía confiar en ti –respondió Valknut a través del teléfono –Por cierto, ¿Cómo va el asunto de la hippie?

-No te preocupes –respondió sonriendo el Señor Chapin –He adoptado una nueva apariencia y te aseguro que esta noche tendrás a la chica ecologista contigo.

-Muy bien, entonces nos veremos en la noche ¡Ejejejejeje! –dijo Valknut para después colgar mientras que el Señor Chapin se fue por el pasillo sonriendo hasta finalmente entrar en su oficina.

Mientras tanto en el interior de la habitación de Valknut ubicada en el penúltimo piso de la Torre LexCorp, Wonder Woman se encontraba acostada dentro de su contenedor de cristal mientras que Artemisa estaba sentada en una silla afilando su espada, así como las puntas de sus flechas, pero la Princesa de las Amazonas pudo notar que el cabello de la joven había pasado de ser rubio a tener un tono rojizo.

-Vaya, ya despertaste –dijo Artemisa sin voltear a ver a Diana y escuchando como esta se ponía nuevamente de pie gracias a los grilletes metálicos que la amazona guerrera tenía en sus piernas –Espero que los grilletes no te lastimen, aunque... si eres una amazona de verdad deberías soportar el dolor.

-Las amazonas somos entrenadas para soportar cualquier cosa –dijo Diana viendo de manera desafiante a su captora –Pero... eso ya lo sabes, ¿Verdad? Porque tú... también eres una amazona Artemisa.

-Eres muy lista Wonder Tonta –respondió Artemisa sonriendo y dándose la vuelta para ver a Diana –Supongo que lo dedujiste por la armadura que porto y que es el símbolo del honor que aun llevo con orgullo.

-Tú... ya no tienes honor Artemisa –dijo Diana molesta por las palabras de la chica –Ahora eres una mercenaria, alguien que entrega sus habilidades entregadas por los dioses olímpicos a cambio de dinero.

- ¿En serio? ¿Tú crees Wonder Tonta que yo hago esto por dinero? ¿Por fama? ¿Por fortuna? No mi pequeña Wondy, yo no quiero dinero –respondió Artemisa acercándose al contenedor para ver cara a cara a Wonder Woman –Solo quiero recuperar mi honor, quiero volver a ser alabada por mi pueblo, el cual me desterró solo porque una chica con alas me venció en un combate haciendo... ¡Trampa!

- ¿Dark Archangel estuvo en Themyscira? –pregunto Diana confundida debido a que Ángela nunca le había hablado sobre Artemisa y mucho menos le había dicho que esta hubiera estado en la Isla de las Amazonas.

- ¿Themyscira? ¡Ja! ¿Así que eres de Themyscira? –pregunto burlonamente Artemisa y riéndose de Diana –No puedo creerlo, ¿Cómo una Amazona de Themyscira puede ser tan tonta? Ah... Themyscira, la Isla de las Amazonas Inmortales, la de las Amazonas bendecidas por Zeus y encargadas de cuidar las puertas del inframundo. ¡Que ironía! Una amazona de una isla bendecida por los dioses olímpicos y en lugar de quedarse allá decidió venir al Mundo del Hombre, vaya decisión tan más estúpida.

-Vine al Mundo del Hombre porque quiero combatir al mal que lo atormenta –respondió Diana molesta por las burlas de Artemisa - ¿Tú por qué estás aquí? ¿Por qué abandonaste Themyscira?

-Yo no vengo de Themyscira como tú Wondy –dijo Artemisa sentándose frente al contenedor –Yo vengo de Bana-Mighdall, la ciudad donde se encuentra el Templo de las Mujeres, una tierra árida y seca donde no todas las amazonas gozan de privilegios como las amazonas de Themyscira.

- ¿B-Bana-Mighdall? Entonces... ¿Eres de la tribu de la Reina Antíope? –pregunto Diana quien estaba en shock al saber que su captora pertenecía a la tribu de su tía la Reina Antíope.

-Así es Wonder Tonta, pero a diferencia de otras amazonas yo no tuve una vida de lujos o riquezas –respondió Artemisa –Yo nací en la orfandad, me bautizaron como Artemis y desde pequeña viví en la pobreza, conocí el hambre, corría desnuda por las áridas colinas de Bana-Mighdall sintiendo como el sol abrasador quemaba mi piel, pero ello no impidió que pudiera convertirme en la mejor guerrera de mi pueblo ganándome el respeto de muchos.

- ¿Y qué te hizo Dark Archangel para que decidieras unirte a Valknut? –pregunto Diana a Artemisa.

-Ella llego a Bana-Mighdall buscando unos cristales extraños, los cuales las amazonas de la Reina Antíope hemos cuidado durante años –respondió Artemisa –Ella... quería destruir la mina que los contenía, porque aseguraba que estos ponían en peligro a su "mundo", la Reina estuvo a punto de apoyar la propuesta de esa chiflada sino fuera porque yo misma me opuse, no iba a permitir que mi pueblo pasara aún más hambre por culpa de una chiflada. Así que la rete a un duelo, las dos peleamos y luchamos hasta vencer, pero esa maldita uso sus trucos de magia baratos para vencerme... ¡Me humillo frente a toda Bana-Mighdall! Yo... solo vi como esa maldita volaba en pedazos la mina, me lancé contra ella para matarla, pero la Reina me detuvo y al final me desterró... ¡¿A mí?! ¡¿A mí que solo quería evitar que mi pueblo pasara hambre?! ¡¿A mí que siempre le fui leal a mi ciudad?! Por eso es que me uní a Valknut, porque quiero que esa zorra pague por todo lo que hizo no solo a mí sino también a mi pueblo, mi pobre pueblo que en estos momentos ha de estar pasando hambre y miseria por culpa de esa perra loca.

-Esos cristales... eran Cristales de la Muerte Artemisa –dijo Wonder Woman –Dark Archangel me dijo que Valknut los usa para sus armas, armas hechas para matar a otros seres humanos... ¡Armas usadas en guerras estúpidas! Probablemente Dark Archangel se equivocó en su forma de actuar, pero es muy hipócrita de tu parte unirte a un hombre que solo se ha empeñado en asesinar gente inocente como niños, mujeres, ancianos, gente que no tenía ninguna culpa como tu pueblo.

-No lo entiendes, ¿Verdad Wondy? –pregunto burlándose Artemisa y poniéndose nuevamente de pie –Lo que les pase a esos humanos de mierda no me importa, solo quiero la cabeza de tu amiguita con alas y después de eso regresare victoriosa a mi pueblo sin importarme la suerte de esa "gente inocente".

-Artemisa por favor, puedes hacer mucho mejores cosas si dejas atrás tu odio y rencor –dijo Diana tratando de convencer a la chica –Esto que estás haciendo no te devolverá tu honor, mucho menos la aceptación de tu pueblo.

-Di lo que quieras Wondy y suplica lo que quieras –respondió Artemisa caminando nuevamente hacia la silla para sentarse y continuar afilando su espada –Pero yo no pienso dejar atrás mi objetivo, Dark Archangel debe pagar y si para ello deben perecer también algunos seres humanos... pues que así sea, igualmente ellos no merecen nuestra ayuda y lo sabes muy bien.

Tras decir estas palabras, Artemisa continúo reparando sus armas hasta que de repente la puerta de la habitación se abrió, Diana volteo y pudo ver como Valknut entraba en el lugar en compañía de Blood Hunter, el cual llevaba en su boca un trozo de carne humana, lo cual asqueo a Wonder Woman mientras que Artemisa solo rio al ver la actitud de la prisionera.

Valknut se sentó en su silla mientras que Blood Hunter se arrodillo frente a él, fue entonces que el científico saco de uno de sus bolsillos un volante del Refugio de Animales de Metrópolis, el cual entrego a Blood Hunter diciéndole:

-Según Doppelgänger a este lugar acude la hippie todas las tardes después de la escuela, quiero que le des cuello a todos los que trabajan ahí y que prepares una linda bienvenida para ella.

- ¡Argh! ¿Y Blood Hunter poder comerse a chica ecologista? –pregunto Blood Hunter gruñendo y tomando el volante con sus manos.

-No, la necesitamos viva como la Wonder Tonta –respondió Valknut –Pero a los otros si puedes comértelos, igual son humanos basura que no valen la pena.

- ¿Y si chica ecologista se defiende? –pregunto preocupado Blood Hunter.

-Doppelgänger te ayudara –respondió Valknut para luego entregarle al villano una extraña capsula amarilla junto con una pistola –Entrégale esto a Doppelgänger en cuanto te encuentres con él, si esa chica es quien suponemos es, lo mejor será estar prevenidos.

-Um... Blood Hunter traer a niña verde a refugio de Valknut –dijo Blood Hunter para luego correr hacia la puerta de la habitación y salir del lugar.

-Poco a poco las piezas se van acomodando –dijo Valknut levantándose de su silla para luego caminar y pararse frente a Wonder Woman diciendo – ¿Acaso no es hermoso Wondy?

-No estarás pensando en lastimar a mis amigas... ¿o sí? –pregunto Diana preocupada y sintiéndose impotente al no poder detener los planes del científico.

-No, ustedes solo terminaran siendo parte de la colección de trofeos de Luthor –respondió Valknut -La única que probablemente no esté viva para verlas es tu amiguita Dark Archangel, pero no sufras, tus amigas y tú estan en primera fila para verla caer ¡AHAHAHAHAHA! –río Valknut caminando hacia la puerta de la habitación - ¡Ay como me quiero! ¡AHAHAHAHAHA!

-Ángela... No... -murmuro Diana con impotencia y cayendo en el suelo para empezar a llorar mientras que el científico salió del lugar.

Continuara...

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