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Capítulo 1: Una Chica Nueva en Metrópolis


Un nuevo día había iniciado en la majestuosa ciudad de Metrópolis, las personas se dirigían a sus trabajos, los comercios abrían, los adolescentes y niños asistían a clases con una sonrisa en el rostro listos para aprender cosas nuevas.

Pero Metrópolis no era una ciudad cualquiera, pues aquella ciudad era conocida por ser el hogar de Superman, un hombre conocido a nivel internacional por sus hazañas heroicas en favor del bienestar de la humanidad, especialmente de los habitantes de la ciudad a quienes ayudaba sin distinción.

Sin embargo, él no era el único superhéroe, pues también se habían vuelto conocidas las hazañas llevadas a cabo por un equipo de superheroínas conocidas como las Super Hero Girls, dicho equipo era liderado por Wonder Woman quien junto con la optimista Batgirl, la tenaz Bumblebee, la compasiva Green Lantern, la ruda Supergirl y la encantadora Zatanna luchaba contra varios villanos que amenazaban la paz de la ciudad.

Aunque no eran las únicas, pues también había avistamientos de otros héroes como el veloz Flash, el fuerte Hawkman, el talentoso Green Arrow, el ingenuo Aqualad y el presumido Green Lantern (Hal Jordan).

Metrópolis era una autentica ciudad llena de superhéroes que luchaban por la justicia y el bien, aunque ello no impedía que supervillanos como Lena Luthor, Mr. Freeze, Cheetah, Star Sapphire, Catwoman, Livewire, Poison Ivy, Giganta o Harley Quinn causaran problemas o cometieran crímenes en la ciudad, por suerte siempre los superhéroes y superheroínas salían a detener los malvados planes de estos villanos.

No obstante, aquel día parecía ser un día normal y sin sorpresas, pues desde hacía una semana no se habían reportado avistamientos o problemas en los que se requiriera la ayuda de los superhéroes y superheroínas, lo cual garantizaba paz y bienestar a la población.

En el gimnasio de Metrópolis High School (Una de las escuelas más importantes de la ciudad) varios alumnos se encontraban en la clase de deportes haciendo abdominales, entre estos se encontraba un grupo de seis chicas conformado por Diana Prince, Bárbara Gordon, Kara Danvers, Jessica Cruz, Karen Beecher y Zee Zatara, las cuales llevaban puesto su uniforme deportivo.

-Uno, dos, tres, cuatro, cinco... –decía la entrenadora en voz alta mientras observaba detenidamente como los alumnos llevaban a cabo el ejercicio -...nueve, diez, ¡Vamos Hámsteres! ¡Demuéstrenme que valen oro!

-Ah... si sigo así voy a reventar –dijo Jessica sintiéndose fatigada.

-Oh vamos Jessica –dijo Kara riendo –Ni que fuera para tanto.

- ¡Vamos Karen! ¡Más fuerte! –decía Diana viendo a su amiga mientras hacía las abdominales sin mucho esfuerzo.

-Ay... ya casi –respondió Karen casi llorando y haciendo su mayor esfuerzo.

-Ah... vamos Babs... ¡Tú puedes! –dijo Bárbara tratando de motivarse a sí misma.

- ¿Por qué abdominales? ¿Por qué? –decía quejándose Zee y dando lo mejor de sí misma.

- ¡Alto! –ordeno la entrenadora haciendo que todos dejaran de hacer el ejercicio para luego decir –Por hoy es todo, los espero el próximo viernes y espero puedan superar la marca de hoy.

Las seis chicas tomaron un respiro debido a que el ejercicio las había dejado agotadas y bastante cansadas, a excepción de Diana que lucía como si nada hubiera pasado.

- ¿Alguien quiere agua? –pregunto Zee viendo como los alumnos y la entrenadora se alejaban para después hacer aparecer de la nada con sus manos seis botellas de agua.

-Gracias –respondieron las cinco chicas casi al unísono y tomando las botellas de agua para empezar a bebérselas.

-Realmente fue cansado –dijo Jessica limpiándose el sudor –Ah... los deportes no son lo mío.

-Quizás resistirías más si dejaras la comida vegana –dijo Kara riendo.

- ¡Kara! –exclamo molesta Jessica mientras el resto de las chicas se reía.

-Pero en serio Jessica deberías tratar de cambiar tus hábitos alimenticios, comer otra cosa aparte de plantas –dijo Kara haciendo que Jessica comenzara a enojarse aún más.

-Ya hermanas, no peleen por algo tan insignificante –dijo Diana tratando de cambiar el tema de la conversación –Mejor hablemos sobre... no lo sé, los números que les enseñan a los humanos en clase.

- ¿Te refieres a las matemáticas? –pregunto Zee tratando de entender las palabras de Diana.

-Sí, eso –respondió Diana afirmando con la cabeza hasta que de repente escucho los pasos de alguien acercándose.

Las seis chicas voltearon hacia la puerta del gimnasio notando una sombra conocida, sombra que puso en alerta a las adolescentes menos a Diana quien comenzó a sonrojarse al reconocer aquella misteriosa figura.

-Ay no –murmuro Bárbara nerviosa al ver como la puerta comenzaba a abrirse lentamente –Él no otra vez.

-No se preocupen chicas –dijo Kara corriendo hacia la puerta y colocándose detrás de esta al tiempo que tomaba con sus manos el bote de basura que estaba cerca de ahí y preparándose para atacar a quien estaba por entrar –Ahorita lo mando de regreso a la Academia Militar.

-Y aquí tenemos el gimnasio de... ¡Ahhhh! –grito adolorido un chico en cuanto recibió aquel golpe por parte de Kara.

- ¡Ja! ¿Creíste que podrías escapar nuevamente de esta Steve? –pregunto Kara burlonamente y dejando caer el bote de basura.

-Um... Kara –dijo Jessica señalando al chico –Ese no es Steve.

Kara volteo a ver al chico notando que en realidad había golpeado a Oliver Queen, un alumno brillante y popular debido a su pasión por el teatro, el cual se veía visiblemente enojado con Kara debido al golpe que esta le había propinado con el bote de la basura.

- ¡Je, je, je! Lo siento Oliver –dijo Kara sintiéndose avergonzada y quitándole una cascara de plátano que el chico tenía en su cabeza.

- ¿Steve? ¿Es en serio? –pregunto el chico sin cambiar la expresión de enojo que tenía en su rostro.

-Um... Bueno es que el traje militar nos hizo pensar que eras él –respondió Kara señalando al chico que llevaba puesto un uniforme militar.

-Como sea –dijo Oliver tomando un respiro para calmar su enojo.

- ¿Estas bien? –pregunto una voz femenina que llamó la atención de las chicas.

Fue entonces que las seis voltearon hacia la puerta y vieron como una chica de cabello lacio color negro, piel clara, ojos cafés y vestida con un suéter azul marino, una falda tableada gris y botines color negro entraba al gimnasio llevando tres cuadernos en sus manos.

-Um... espero no interrumpirlas –respondió apenada la chica al ver a las seis chicas –Si provoque algún problema, yo... lo siento.

-Oh no tienes que disculparte hermana –dijo Diana acercándose a la chica para después darle la mano diciendo –Yo soy Diana Prince.

-Mucho gusto –dijo la chica aceptando la mano de la chica –Yo me llamo Ángela Ramírez.

-No eres de aquí, ¿verdad? –pregunto Jessica acercándose a la chica.

-No, vengo de México –respondió Ángela.

- ¡México! –grito emocionada Bárbara – ¿Entonces sabes preparar burritos?

-No exactamente –respondió Ángela riendo un poco ante las palabras de Bárbara –Papá me acaba de inscribir y pues le pedí a Oliver que me diera un recorrido para conocer mejor la escuela.

- ¿Y qué te ha parecido Metrópolis? –pregunto Karen con más confianza a la chica.

-Tienen una ciudad muy grande y bastante hermosa –respondió Ángela sonriendo.

-Por lo que veo tienes un muy buen gusto de la moda –dijo Zee acercándose a la chica y viendo el look que llevaba puesto.

-Lo mismo digo, creo que el tuyo es también un look muy... muy... -decía la chica poniéndose nerviosa y viendo hacia la palma de su mano derecha de donde salía un ligero destello –Um... yo... tengo que retirarme.

- ¡¿Qué?! Pero todavía no hemos terminado –dijo Oliver Queen sorprendido por el repentino cambió de actitud de la chica.

-Yo... recordé que tengo... un asunto urgente –respondió Ángela colocando sus manos detrás y caminando hacia atrás para evitar que las chicas se percataran del destello que salía de su mano derecha, pero Kara al estar parada cerca de la puerta fue la única que pudo ver el extraño destello –Fue un gusto conocerlas chicas... ¡Las veo mañana! –grito Ángela quien salió corriendo por el pasillo mientras se esforzaba por ocultar el destello que ahora empezaba a salir de ambas manos.

-Okey... eso si fue raro –dijo Jessica confundida y sin entender el repentino cambio de actitud de la chica.

-Um... ¿No será que le dijiste algo ofensivo Zee? –pregunto Diana viendo con una mirada acusadora a su amiga.

- ¡¿Qué?! Solo dije que tenía un buen gusto por la moda, ¿acaso eso es ofensivo? –pregunto Zatara con indignación ante la acusación de su amiga.

- ¡¿Acaso no lo vieron?! –pregunto Kara a sus amigas - ¡Su mano estaba brillando!

- ¿Brillando? ¿Cómo cuando Zee hace sus trucos de magia? –pregunto Jessica incrédula a las palabras de Kara.

-Pues no exactamente, pero algo parecido –respondió Kara –Esa chica no es normal y honestamente pienso que ella oculta algo.

-Kara no digas tonterías –dijo Jessica –Esa chica es muy normal y como cualquier chica de nuestra edad tiene sus propios problemas e intereses personales. Tal vez tenía cita con su novio, sus padres querían comer con ella, no lo sé.

- ¡Tú! –grito Kara señalando a Oliver quien estaba a punto de salir del gimnasio - ¡Tú eres su cómplice! ¿Qué sabes de ella Green Arrow?

- ¡Shhh! Baja la voz Kara –dijo Oliver molesto y tratando de callar a la chica –Estamos en la escuela y tu bien sabes que cuando estamos aquí no podemos decir quiénes somos.

-Pues más te vale decirme que sabes de ella si no quieres que te estrelle contra la pared –dijo Kara viendo con ojos amenazantes al chico.

-Ya Kara tranquilízate –dijo Jessica tratando de calmar los ánimos de la chica –Estas exagerando solo por un producto de tu imaginación.

-No fue ningún producto de mi imaginación Jess, estoy segura de que vi un resplandor en sus manos –respondió Kara tratando de convencer a sus amigas, pero al ver que estas la veían con incredulidad tomo un respiro y dijo -No me creen, ¿verdad?

-Pues... tomando en cuenta que es nueva y no la conocemos yo diría que no –respondió Karen.

-Ella oculta algo y se los voy a demostrar –dijo Kara segura de sí misma para después salir del gimnasio no sin antes dirigirle una mirada amenazante a Oliver para luego tomarlo del brazo y jalarlo afuera diciendo –Tú vienes conmigo, hay mucho de lo que debemos hablar Robín Hood.

- ¡Ouch! ¡Ten cuidado Danvers! ¡Ese traje es carísimo! –gritaba molesto Oliver al tiempo que era llevado del brazo por Kara.

-Tanto drama por una chica nueva, ¿Esto es normal en el mundo de ustedes los humanos? –pregunto Diana a sus amigas quienes aún estaban en el gimnasio.

-Yo digo que solo está un poco confundida –respondió Jessica cruzando los brazos.

-Son los celos de Kara –dijo Zee –Creo que a ella no le caen bien los extranjeros.

-O quizás conoce a esa chica y solo busca una revancha con ella por alguna razón –dijo Karen rascándose la cabeza.

-Pues de hecho Ángela me parece una chica bastante interesante –dijo Bárbara –Creo que Kara solo quiere ser su amiga y quiere saber cómo acercarse a ella. Además, ¿Qué podría ocultar ella? ¿Acaso una identidad secreta?

Las cinco chicas comenzaron a reír debido a la última pregunta de Bárbara para después dirigirse juntas hacia los vestidores del gimnasio.

Mientras tanto en uno de los muelles ubicados en Ciudad Gótica (Ciudad vecina de Metrópolis) un buque de carga con varios contenedores que tenían escrito Olympus Industries con el símbolo de un átomo a su lado se encontraba anclado al tiempo que varias grúas empezaban a descargar cada uno de los contenedores que eran transportados por varios camiones que tenían pintado en sus puertas el logo de un paraguas y un sombrero de copa.

Cerca del barco se encontraba un hombre vestido con un traje elegante quien se encontraba contando varios fajos de billetes que estaban dentro de un maletín mientras era observado por un hombre vestido con una chamarra negra y acompañado por varios hombres armados.

-Um... han cumplido con su parte –dijo el hombre de traje sonriendo y acariciando con sus manos los billetes para luego guardarlos –El Dr. Valknut agradece su preferencia y desea de todo corazón que su negocio prospere.

-El señor Cobblepot manda esos mismos deseos para ustedes y su empresa –dijo el hombre de chamarra negra al tiempo que le estrechaba la mano al hombre de traje –Fue un placer hacer negocios con usted.

De repente un fuerte estallido se escuchó interrumpiendo la reunión entre ambos hombres, los cuales voltearon solo para ver con incredulidad como los contenedores habían explotado y se estaban incendiando obligando a todos los presentes a huir dejando a los camiones a merced de las llamas.

- ¡¿Qué fue eso?! –pregunto molesto el hombre de chamarra al hombre de traje.

-No lo sé –respondió nervioso el hombre de traje mientras observaba con miedo como los contenedores empezaban a explotar.

- ¡El señor Cobblepot no aceptará una burla como esta! –grito el hombre de chamarra negra enojado al tiempo que le arrebataba el maletín con dinero al hombre de traje –Dígale al Dr. Valknut que el señor Cobblepot no volverá a hacer negocios con él, ¡Vámonos muchachos! –ordeno el hombre a los hombres armados quienes corrieron hacia unos elegantes autos negros para escapar de ahí.

- ¡No espere! ¡Le aseguro que esto no fue culpa de nosotros! –gritaba el hombre de traje mientras observaba con impotencia como sus clientes arrancaban los autos para irse de ahí.

-Parece que el negocio con las mafias de Ciudad Gótica se terminó –dijo una voz femenina detrás del hombre de traje.

-Debí imaginar que tú estabas detrás de esto –dijo el hombre esbozando una sonrisa para voltear hacia atrás encontrándose con una chica alada que vestía una armadura –Dark Archangel.

-Supongo que a tu jefe no le hará feliz saber que ha perdido otro cliente –dijo burlándose la chica alada, la cual además de la armadura, sus tatuajes y botas llevaba también un antifaz plateado cubriéndole sus ojos.

-No solo te conformaste con destruir nuestras fábricas y camiones en México –respondió el hombre enojado –Ahora también destruyes los cargamentos que enviamos a otros países arruinando los empleos de muchas personas.

- ¿Arruinar los empleos mal pagados de tu jefe te molesta? –pregunto burlonamente la chica.

-Deja de hablar y mejor pelea –dijo el hombre sacando un objeto cilíndrico de su traje para después presionar un botón rojo que estaba en este haciendo que el objeto se convirtiera en una espada plateada para después cruzar los brazos siendo rodeado su cuerpo por un aura negra que tras disiparse lo mostro con una armadura negra mientras de sus ojos salía un aura morada oscura.

-Nunca cambias Death Knight –respondió la chica sonriendo al ver el aspecto de aquel hombre.

Death Knight corrió hacia la chica para tratar de atacarla con su espada, pero Dark Archangel dio un saltó para después abrir sus alas y desde ahí lanzar varias esferas de fuego contra el hombre de armadura negra quien con su espada las destruía sin sufrir un solo daño.

-Tus trucos baratos no pueden conmigo pequeña niña –dijo burlonamente el hombre dando un gran salto al tiempo que de su espalda salían dos alas mecánicas de color negro con las cuales intento embestir a Dark Archangel.

Ella esquivo el ataque y después lanzó varias esferas de viento tratando de hacer que el hombre se estrellase contra el buque de carga, pero este nuevamente las destruyo para luego volver a atacar a la adolescente quien por tercera ocasión volvió a esquivar el ataque.

- ¡No te muevas niña! ¡Solo deja que mi espada corte tu cuello y podrás entonces descansar! –gritaba Death Knight al tiempo que seguía a Dark Archangel por el mar de Ciudad Gótica.

- ¡Espero que tus alas sean naturales! –respondió burlándose la chica.

- ¡¿Qué?! –exclamo confundido el hombre quien después volteo a ver hacia abajo y vio como un extraño chorro de agua salía del mar mojándolo haciendo que sus alas dejaran de funcionar –Oh no... ¡Ahhhh!

- ¡No tan rápido Death Knight! –grito Dark Archangel haciendo aparecer una esfera dorada que al lanzarla se convirtió en una cadena con la cual lazo a Death Knight para después lanzarlo hacia el barco estrellándose en este y cayendo en la cubierta donde fue amarrado por la chica rápidamente quien le dijo –Espero que la policía de Ciudad Gótica te mande a Blackgate, dicen que es un buen lugar para que vacacionen los villanos como tú –Dark Archangel se alejó volando y desde el cielo le mando un beso a Death Knight para luego decirle con tono burlón –Adiosito.

- ¡Maldita pájara! –grito molesto Death Knight al tiempo que se escuchaba el sonido de varias patrullas lo cual hizo que este pusiera una mirada pesimista al tiempo que decía –Ah... lo que faltaba, ser encerrado fuera de casa, espero que el Dr. Valknut no se olvide de mí.

Al mismo tiempo desde el techo de un edificio cercano a los muelles de Ciudad Gótica, el Dr. Valknut acompañado por dos guardaespaldas observaba a Death Knight a través de un telescopio mientras esbozaba una mirada de enojo y decepción hacia el villano cuando vio como este era arrestado por la policía de Ciudad Gótica encabezada por el Comisario James Gordon que al parecer estaba sorprendido por encontrar a un enemigo nuevo y nunca antes visto en la ciudad.

-Así que Dark Archangel se mudó a Estados Unidos, ¿eh? –decía Valknut mientras dirigía el telescopio hacia el cielo donde pudo ver como Dark Archangel se dirigía rápidamente hacia una ciudad que estaba a varias millas de ahí para después guardar el telescopio diciendo –Todo está marchando de acuerdo al plan, ahora solo falta la siguiente fase y finalmente podre deshacerme de esa rata con alas.

- ¿Está seguro de eso señor? –dijo un robot rojo que estaba detrás de Valknut y sus guardaespaldas –Hablamos de una ciudad donde hay superhéroes y superheroínas, es como entrar a una trampa para ratones y en donde podríamos ser capturados en cualquier momento.

-Los superhéroes de aquí comparten la misma idea que yo pedazo de hojalata –respondió molesto Valknut al robot –Ellos quieren la paz mundial y yo soy el único que la garantizo, puedo asegurarte que ninguno de ellos se interesara en detenerme, además de que en esa ciudad tengo a un muy buen aliado. Solo hay que hacerle una visita sorpresa ¡Je, je, je, je! ¡AHAHAHAHA! Vámonos, tenemos mucho trabajo que hacer –dijo Valknut guardando el telescopio y caminando hacia la puerta para salir del edificio de forma discreta.

Continuara...

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