Un nuevo día había iniciado en la majestuosa ciudad de Metrópolis, el sol brillaba y el cielo lucía despejado indicando que sería un día tranquilo, aunque por dentro los habitantes sabían que en la llamada Ciudad del Mañana esto no era del todo cierto, pues en algún momento podría presentarse algún enfrentamiento entre los superhéroes que vigilaban la ciudad y los supervillanos que intentarían hacer de las suyas.

No obstante, la atención de los habitantes ya no se enfocaba en Superman, el Héroe e Hijo Favorito de Metrópolis, sino en las Super Hero Girls, un equipo de superheroínas cuya popularidad había crecido bastante en los últimos tres meses debido a su participación en el Incidente de la Torre LexCorp donde lograron impedir los planes del Dr. Valknut, un científico que había llegado a Metrópolis con el único fin de asesinar a la superheroína Dark Archangel y de paso acabar con todos los superhéroes que residían en la ciudad.

Sin embargo, la amazona Artemisa de Bana-Mighdall, una de sus aliadas, termino traicionándolo y con la ayuda de las Super Hero Girls arruino los planes del científico quien fue encerrado en Arkham Asylum mientras que sus cómplices se dispersaron y continuaron con sus actos criminales de manera individual.

Tras estos sucesos, el equipo de las Super Hero Girls creció aún más, pues tanto la superheroína Dark Archangel como la anti heroína Artemisa de Bana-Mighdall terminaron por adherirse al grupo de las jóvenes superheroínas quienes las recibieron con los brazos abiertos.

Aunque lo que nadie sospechaba era que debajo de aquellos súper trajes y armaduras se encontraban ocho jóvenes estudiantes de Metrópolis High School, las cuales a pesar de tener que lidiar con sus problemas personales y académicos siempre estaban dispuestas a darle una mano a todo aquel que la necesitase.

Una de ellas era una adolescente de 16 años de piel clara y cabello color violeta llamada Zee Zatara, hija del famoso mago Giovanni Zatara y quien a su corta edad se había convertido en toda una celebridad al menos entre los estudiantes de Metrópolis High School a quienes entretenía con su show de magia, el cual lo utilizaba para experimentar nuevos hechizos que pudieran ayudarle en su lucha contra el crimen cuando ella se convertía en su alter ego Zatanna.

Zee se encontraba aquel día caminando por Glen Morgen Square hasta que repentinamente las pantallas gigantes instaladas en el lugar se encendieron llamando la atención de los pocos transeúntes que había en el lugar y entre los que se encontraba la chica de cabello violeta, la cual se recargo en una pared cercana para poder ver cómodamente el anuncio que se proyectaría.

- ¡Corte informativo! –anunció una voz masculina proveniente de las pantallas al tiempo que aparecía el logo del noticiero 24/7 para luego mostrar a la conductora del mismo.

-Han pasado ya tres meses desde el Incidente de la Torre LexCorp y aunque la paz parece haber regresado nuevamente a Metrópolis gracias a las Super Hero Girls, hoy la ciudad sufre una nueva amenaza por parte de un enemigo extraño para el cual ningún superhéroe ni vigilante enmascarado estaba preparado –decía la conductora del noticiero mientras detrás de ella se mostraban algunas fotografías de varias personas internadas en el Hospital General de Metrópolis –El llamado "Virus del Coma" sumo 23 nuevos casos de infección, lo cual ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias que aún no han logrado hallar evidencias o indicios que les permitan conocer más acerca de la manera en que se esparce esta enfermedad.

- ¡¿23 nuevos casos en tan solo 24 horas?! P-Pero si aplique un hechizo de protección en la noche... ¡¿Cómo pudo ser capaz de evadirlo?! –dijo Zee asustada y sintiéndose sorprendida por la noticia.

-El Departamento de Salud de Metrópolis y los científicos de LexCorp han declarado estar trabajando en una cura, la cual se espera este ya en fase de pruebas la próxima semana –dijo la conductora del noticiero –Así mismo el joven billonario Lex Luthor anunció la construcción de cinco nuevos hospitales con el fin de prevenir la saturación en el Hospital General de Metrópolis, estaremos informándoles sobre los avances de construcción muy pronto aquí en 24/7 News.

-Esto no es una enfermedad es magia y sea lo que sea está avanzando muy rápido, ni siquiera yo he podido frenarla –pensaba Zee nerviosa para después sacar su celular debido a que este había vibrado en su bolsillo - ¡Ah! Una llamada perdida de Angie –dijo la chica de cabello violeta tecleando su teléfono para marcarle a su amiga Ángela Ramírez –Hola Angie, ¿Qué sucede?

- ¿Viste las noticias? Esa enfermedad mágica de la que hablaste hace una semana está infectando cada vez a más personas –dijo Ángela a través del teléfono –Metrópolis se está derrumbando poco a poco y hasta ahora no hemos podido encontrar más información sobre esta enfermedad, ¿Has averiguado algo, Zee?

-No, ya he releído mi libro de hechizos y sigo sin encontrar una respuesta –respondió Zee sintiéndose estresada –Por cierto, ¿Ya estás en la escuela?

-Ah... Sí y afortunadamente casi todos nuestros compañeros siguen sanos con excepción de Hal Jordan quien al parecer es el único infectado de la escuela –dijo Ángela soltando un suspiro –Por cierto, será mejor que llegues a tiempo porque al parecer Chapin convocó a una Asamblea para discutir el problema de la enfermedad y presentarnos a un par de supuestos expertos traídos de Inglaterra.

- ¿Expertos de Inglaterra? Seguramente serán médicos porque ni siquiera los científicos de Luthor han podido encontrar una respuesta a esta enfermedad –respondió Zee sorprendida y a la vez confundida por las palabras de su amiga –En fin, las veré allá y cuídense –dijo la chica para luego colgar y dirigirse a una limusina que se encontraba estacionada en una de las esquinas del lugar.

Zee abrió la puerta de la limusina y subió al vehículo, el cual comenzó a recorrer las principales calles de Metrópolis que en esos momentos se hallaban semivacías debido al temor de los habitantes por contraer el Virus del Coma, el cual había aparecido hace apenas dos semanas cobrándose la vida de al menos cincuenta habitantes de la ciudad, la mayoría de ellos niños pequeños cuya edad rondaba entre los cinco y diez años.

Esto puso en alerta tanto a las Super Hero Girls como a los Super Hero Boys quienes en un principio creían que aquellas muertes habían sido provocadas por algún supervillano o supervillana de Metrópolis, pero con el pasar de los días y el aumento del número de contagios quedaba claro que aquellas muertes habían sido producto de una enfermedad, una enfermedad extraña que ninguno de ellos conocía salvo Zee quien por sus dones mágicos podía sentir la presencia de magia oscura.

Sin embargo, ni siquiera la llamada Princesa de la Prestidigitación pudo ser capaz de encontrar un hechizo que pudiera hacerle frente a la extraña enfermedad y con uno de los Super Hero Boys contagiado quedaba claro que ella estaba en medio de una carrera contrarreloj para salvar la vida de su amigo.

Algunos minutos pasaron y finalmente la limusina llego a su destino, la chica bajo del vehículo para luego entrar a Metrópolis High School donde uno de los maestros le tomo la temperatura con un termómetro infrarrojo para posteriormente llevarla al Auditorio de la escuela donde se encontraban la mayoría de los estudiantes, entre los que se encontraban sus amigas Bárbara Gordon, Diana Prince, Kara Danvers, Jessica Cruz, Karen Beecher, Artemis Grace y Ángela Ramírez, quienes estaban sentadas en los asientos de en medio.

-Uff... Al fin llegas Zee, ¿Dónde estabas? –pregunto Kara sorprendida y viendo como su amiga se sentaba al lado de Karen.

-Ehm... Estaba tratando de encontrar una solución a todo esto y... no conseguí nada –respondió Zee esbozando una sonrisa nerviosa y sudando –Ah... ¿Cómo esta Hal?

-Sigue en el Hospital y los doctores dicen que le queda a lo mucho una semana de vida –respondió Jessica al tiempo que unas pocas lágrimas salían de sus ojos –Pobre Hal, no puedo creer que se haya infectado y todo por mi culpa, nunca debí llevarlo a ese retiro en el Bosque de Metrópolis.

-Ya no te mortifiques más Jess, solo fue una coincidencia desafortunada –dijo Ángela tratando de consolar a la chica ecologista –Estoy segura que Hal tiene la fuerza suficiente para soportar esta enfermedad, solo es cuestión de tener fe y esperar a que Zee encuentre la cura.

-Angie tiene razón, es una enfermedad mágica y por ende debe tener una cura –dijo Babs secundando las palabras de Ángela –Estoy segura que Zee será capaz de encontrarla a tiempo.

- ¿Y creen que los expertos que mando a traer el Director Chapin puedan darnos una solución? –pregunto Karen nerviosa –Digo, los ingleses son los mejores expertos en medicina y quizás sepan algo que nosotras no.

-Por favor Beecher, los humanos nunca comprenderán la magia porque no pueden ver más allá de sus narices –respondió Artemis cruzando los brazos y negando con la cabeza.

- ¡Artemis no digas esas cosas! El hombre ha logrado muchas proezas y no podemos despreciar su esfuerzo –regaño Diana a la chica mientras le dirigía una mirada de desaprobación –Además, Hal es nuestro amigo y aliado por lo que no podemos dejar que su alma vaya al inframundo.

- ¡Shhh! Chapin ya llegó –le dijo Kara a sus amigas quienes voltearon hacia al frente para ver como al escenario entraba el Director Chapin acompañado por un chico delgado de piel clara, cabello rubio, vestido con camisa de vestir blanca, corbata roja desanudada, gabardina café, pantalón negro y zapatos negros, el cual capto inmediatamente la atención de los estudiantes debido a que este fumaba un cigarrillo frente a las narices del Director quien por alguna extraña razón no le llamaba la atención al adolescente.

-Alumnos, les presento a nuestro nuevo estudiante de intercambio John Constantine –dijo el Director Chapin señalando al chico con su mano izquierda –Él y su amigo Francis Chandler han venido a nuestra escuela a pasar una semana con nosotros, su propósito es evitar futuros contagios en esta institución educativa –decía Chapin señalando a otro chico de piel clara, cabello negro, vestido con camisa de vestir azul marino, pantalón de mezclilla y zapatos negros, el cual entro al escenario llevando en sus manos dos vasos de café –Ahora, respecto a la infección el joven Constantine les dará una catedra mientras que yo iré al baño a cagar, los dejo –dijo el Director Chapin saliendo del escenario mientras que detrás de él se escuchaban las risas de algunos alumnos debido a que no podían creer que el Director de Metrópolis High School hubiera utilizado un lenguaje inapropiado.

-Ehm... Es mi imaginación o el Señor Chapin uso la palabra con C –dijo Kara sorprendida y señalando al Director Chapin quien salió del Auditorio para dirigirse al baño de hombres de la institución.

-Sí, lo hizo, pero... ¿Por qué? –se preguntaba Babs confundida y viendo como el nuevo alumno de intercambio se subía al atril del lugar.

-Bueno, el Director se fue al baño así que yo les daré una explicación breve sobre la situación que está pasando en esta ciudad –dijo Constantine apagando su cigarrillo y viendo con seriedad a todos los alumnos –Metrópolis está pasando por una severa crisis de salud y debo decirles que en Londres estamos pasando por una situación similar, aunque no tan catastrófica como aquí, ¿Alguno de ustedes se ha sentido mal o conoce a alguien que ha caído en coma recientemente?

- ¡Yo!, ¡Yo conozco a alguien! –grito Zee levantando la mano y llamando la atención del chico.

-Muy bien, ¿Cuál es tu nombre? –pregunto John Constantine al tiempo que Francis le entregaba un cuaderno de notas.

-Me llamo Zee, Zee Zatara y mi amigo Hal Jordan cayo en coma hace poco –respondió Zee poniéndose de pie para después acercarse al escenario diciendo -Conoces la cura, ¿verdad?

-Vuelva a su lugar, Señorita Zatara –ordeno John Constantine con un tono frío e ignorando a la chica para luego volver a voltear a ver a los alumnos diciendo –Regresando al tema que nos concierne solo puedo decirles que por el momento no asistan a clases, permanezcan en sus hogares y no se preocupen por sus notas que Chapin los exentara de cualquier tarea que tengan.

- ¿Eso significa que no habrá clases?, ¿Hasta cuándo? –pregunto Karen confundida y a la vez sorprendida por la orden que les daba a los alumnos el estudiante de intercambio.

-Hasta que los infectados salgan del coma y esperemos que no tarde mucho en aparecer la cura –respondió Constantine sacando otro cigarrillo y encendiéndolo ante la mirada incrédula de los alumnos –Dedíquense a otras cosas como ver Netflix, jugar videojuegos, comer, beber, tener sex...

- ¡Johnny cállate! Ellos no son como tú –interrumpió Francis molesto a su amigo para después decirle –Creo que ya ha sido mucha explicación por ahora y lo entenderán muy bien.

-Eh... Solo traten de no estar solos y si salen de noche procuren ir acompañados de un amigo o familiar porque esta enfermedad puede atacarlos cuando menos se lo esperen –dijo Constantine al tiempo que expulsaba el humo de su cigarrillo por la boca –Para terminar, solo puedo decirles que...

- ¡¿Qué rayos está pasando aquí?! –interrumpió el Director Chapin enojado y entrando al Auditorio de Metrópolis High School solo para percatarse del olor a cigarrillo - ¡¿Qué?!, ¡¿Un alumno fumando en mi escuela?!

-Bueno, el experto dijo que no hay clases así que ahí nos vemos –dijo Leslie Willis levantándose de su asiento y caminando hacia la puerta para salir del lugar.

- ¡No tan rápido! –grito el Director Chapin cerrando la puerta y deteniendo a la adolescente –Las clases siguen en pie y ya que tocamos el tema... ¿De qué experto estan hablando? –pregunto el Profesor con un tono iracundo y haciendo que todos los alumnos de Metrópolis High School señalaran a Constantine - ¡¿Ese es el experto?!, ¡Santo Dios! Él es un alumno de intercambio y uno con calificaciones muy bajas al igual que su amigo Chandler.

-Entonces... ¿No vino a prevenir futuros contagios? –pregunto Diana poniéndose de pie y viendo con seriedad al Profesor.

- ¿Un alumno que vino a prevenir contagios? No sea ridícula, Señorita Prince –respondió el Director Chapin aún más molesto - ¿Cuándo ha visto usted a un epidemiólogo de 16 años que se vea así? –pregunto el Profesor señalando el aspecto desarrapado de Constantine –Ah... ¡Todos a clases!, ¡Ya! –ordeno el Director Chapin haciendo que la mayoría de los alumnos se marcharan a sus salones de clase incluyendo a las amigas de Zee quienes salieron del lugar junto con todos los adolescentes de Metrópolis High School –En cuanto a usted joven... Constantine, le pondré un reporte y lo mandare a detención para ver si así aprende que no se debe fumar en esta escuela –dijo el Profesor acercándose al chico para arrebatarle el cigarrillo que este tenía en su boca.

-Ah... Muy bien anciano, lo que digas –dijo John Constantine esbozando una sonrisa burlona al tiempo que guardaba su cuaderno de notas no sin antes arrancar una hoja de este y dejarla caer cerca de Zee, la cual aún se encontraba dentro del recinto –En fin, ¿Hacia dónde vamos, amigo?

-Señor, amigo –respondió el Director Chapin molesto por el tono burlón que empleaba Constantine –Los dos irán al salón de detención, resulta curioso que siempre sean los alumnos nuevos quienes van a ese salón, ¿o no Señorita Zatara?

-Eh... Sí, es muy curioso –respondió Zee con una sonrisa nerviosa y viendo como el Señor Chapin se llevaba a ambos chicos mientras que ella simplemente recogió la hoja de papel que había dejado caer Constantine encontrando escrito al reverso de esta un mensaje por parte del chico – ¿Él... quiere verme en privado?, ¿Por qué? –se preguntaba la chica confundida para después salir del Auditorio y dirigirse hacia su salón de clases no sin antes voltear hacia atrás para ver como Constantine y su amigo caminaban por el pasillo en dirección al salón de detención - ¿Quién eres John Constantine?, ¿Acaso ocultas algo más detrás de esa ropa desalineada?

- ¿Estás seguro de qué quieres involucrar a esa chica? No me parece una buena idea, John –le decía Francis a Constantine dirigiéndole una mirada de seriedad al tiempo que caminaba al lado del chico.

-Esa chica vive aquí y por sus palabras creo que ella también sabe que ese "Virus del Coma" es producto de la magia oscura, si la tenemos de nuestro lado podremos averiguar fácilmente que demonio tiene el alma de tu hermana –respondió Constantine mientras entraba al salón de detención y se sentaba en uno de los pupitres del lugar para después observar como el Director Chapin lo dejaba solo con su amigo.

-Ahm... Johnny, ¿No has pensado que quizás el secuestro del alma de mi hermana y el virus que invade esta ciudad son en realidad parte de una misma trampa? –pregunto Francis sentándose al lado de su amigo.

-Todo en el mundo de la magia oscura es una maldita trampa, solo tienes que saber cómo evadirla –respondió Constantine recargándose en su pupitre –Por cierto, Chas, ¿Aun no sé cómo lograste convencerme para dejarte venir conmigo?

-Por el alma de mi hermana soy capaz de ir al mismísimo infierno para recuperarla –respondió Francis cruzando los brazos –Solo espero que... no sea muy tarde.

-Tranquilo Chas, la recuperaremos muy pronto, aunque haya... un precio que pagar –dijo Constantine tratando de consolar a su amigo para posteriormente cerrar los ojos y dormir un poco.

Al mismo tiempo en la habitación de Isabelle Chandler ubicada en el penúltimo piso del Hospital Saint Thomas de Londres, la Señora Chandler y Asa la Enfermera Espectral se encontraban sentadas al lado de la cama observando a la niña cuyo cuerpo estaba rodeado por una extraña aura mágica color lavanda sobre la cual flotaban algunas mariposas fantasmales.

La Señora Chandler se acercó al cuerpo de su hija para examinarlo de cerca y tocar la extraña aura mágica que la protegía, pero al hacerlo pudo percatarse que aquel misterioso escudo mágico le impedía tocar el cuerpo de su hija, lo cual la dejo sorprendida debido a que era la primera vez que ella presenciaba un fenómeno de ese tipo en su vida.

- ¿Estás segura que somos las únicas que podemos ver... lo que sea esto? –pregunto la Señora Chandler asombrada al tiempo que examinaba el escudo mágico.

-El escudo de Armet protegerá el cuerpo de Isabelle, lo anclará aquí mientras John busca su alma –le respondió Asa a la Señora Chandler dirigiéndole una mirada de seriedad.

-Almas perdidas, escudos místicos, demonios... ¡Oh! Es una locura –dijo la Señora Chandler preocupada y sin dejar de admirar el cuerpo de su hija.

-Ustedes los humanos pasan sus vidas como sonámbulos –dijo Asa levantándose de su asiento para después acercarse a la ventana que daba a la calle y ver a través de esta como varios demonios oscuros se encontraban afuera del Hospital Saint Thomas acechando a los transeúntes que caminaban por las oscuras calles de Londres –No tienen idea de lo que hay afuera, la oscuridad que está en los límites de su visión.

-Sé más de lo que crees, pues esa oscuridad casi destruye a mi hijo –respondió la Señora Chandler al tiempo que volteaba a ver a la Enfermera Espectral.

-Lo sé, estuvo con John en Newcastle hace cuatro años –dijo Asa soltando un suspiro y volteando a ver a la Señora Chandler.

- ¿Conoces la historia? –pregunto la Señora Chandler sorprendida al ver que la Enfermera Espectral sabía del incidente en el que estuvo involucrado su hijo Francis.

-Algunas partes, Johnny alardea de sus aventuras menos de esa –respondió Asa recargándose en la ventana de la habitación.

-Ah...Pasaron tres años antes de que Francis me lo dijera –dijo la Señora Chandler soltando un suspiro y agachando la cabeza.

-Cuéntame –dijo Asa acercándose a la Señora Chandler mientras le dirigía una mirada de seriedad.

- ¿Sobre Newcastle? No, no puedo hacerlo –respondió la Señora Chandler ignorando a la Enfermera Espectral –Yo solo...

-Eso no fue una pregunta –interrumpió Asa al tiempo que tocaba con uno de sus dedos la frente de la Señora Chandler paralizándola y haciendo que varias esferas mágicas que contenían imágenes relacionadas con el pasado aparecieran sobre la cabeza de la joven mujer.

-E-Ellos eran inseparables desde que vivíamos en Liverpool, cuidaban el uno del otro –decía la Señora Chandler mientras una esfera mágica mostraba a un John Constantine de ocho años acompañado por un Francis Chandler de la misma edad con el cual jugaba en el barandal de la azotea de un edificio hasta que repentinamente ambos cayeron en el suelo debido a que Francis jaloneo a John para evitar que este se cayera del edificio –Siempre fueron opuestos, a Francis lo atrajo lo impredecible de John y a John lo atrajo el amable corazón de mi Francis –dijo la Señora Chandler al tiempo que Asa dirigía su mirada hacia otra esfera mágica donde se mostraba a un Constantine y a un Francis de trece años tocando dentro de un garaje –Creo que más que todo fue la música lo que los unió aún más, les obsesionaba ser famosos y con el tiempo aprendieron a tocar hasta que llego ese maldito día en que conocieron a Alex Logue...

Flashback

Era una noche oscura como cualquier otra del año, la luna y las estrellas eran lo único que iluminaba el ambiente mientras que en el interior de un enorme auditorio del Casa Nova Club, ubicado al sur de la ciudad de Newcastle, John Constantine y su banda de punk rock llamada Mucous Membrane se encontraba tocando sobre un escenario improvisado mientras era aclamado por varios adolescentes y jóvenes adultos que bailaban al ritmo de la música.

Sin embargo, ninguno de los asistentes se había percatado que justo debajo de aquel auditorio se encontraba un sótano oculto decorado con pentagramas, esculturas de demonios y velas negras, dentro del cual un hombre tatuado de piel clara, cabello y barba negra, vestido únicamente con pantalón negro estaba a punto de llevar a cabo un ritual satánico en compañía de un grupo de personas vestidas con túnicas rojas.

- ¿Estás seguro de esto Alex? El hechizo que pretendes hacer es peligroso y podría traerle nefastas consecuencias a tu hija –dijo uno de los miembros de aquel grupo con un tono de voz que denotaba preocupación ante aquella incómoda situación.

-No seas cobarde Walker, la convocación mágica de esta noche es igual a las anteriores y no nos pasara nada –respondió el hombre tatuado al tiempo que volteaba a ver una jaula dentro de la cual se encontraba atada una niña de once años quien empezó a temblar en cuanto vio como aquel hombre se acercaba a ella lentamente.

-La última vela ha sido encendida, Señor Logue –dijo otro de los miembros del grupo asintiendo con la cabeza y observando como el hombre tatuado sacaba de uno de sus bolsillos una daga afilada.

- ¡Shhh! No te dolerá esta vez Astra, te lo prometo –dijo el hombre tatuado esbozando una sonrisa maliciosa y cortándole a la niña un mechón de cabello para posteriormente dirigirse a un altar ubicado dentro del sótano donde arrojo los cabellos al fuego de una vela.

-Ah... Ah... Eh... ¡AHHHHH! –gritaba adolorida la niña levantando la vista hacia el cielo y mostrando un rostro semiarrugado que combinado con el resplandor color rojo carmesí que salía de sus ojos le daba un aspecto aterrador.

En ese momento, las puertas del sótano se abrieron llamando la atención de todos los que estaban presentes en el ritual y quienes al voltear pudieron ver como John Constantine, acompañado por su amigo Francis "Chas" Chandler, entraba al lugar mostrando un pentagrama de sangre, el cual tenía dibujado en su mano izquierda.

-Hola Johnny, ¿Quieres unirte a la fiesta? –pregunto Alex Logue sonriendo burlonamente y ofreciéndole la mano a Constantine.

-Deja que domine en la tierra, deja que su nombre sea borrado... –pronunciaba Constantine en voz alta y cerrando los ojos mientras que su amigo Francis intentaba defenderlo de los ataques físicos de los ocultistas de Alex Logue que estaban por atacarlo -... Deja que domine en la tierra, deja que su nombre sea borrado, deja que domine en la tierra, deja que su nombre sea borrado –dijo Constantine abriendo sus ojos que mostraban un peculiar resplandor color amarillo y lanzando a través de su mano izquierda un rayo mágico del mismo color que impacto en el techo del lugar formando un pentagrama del cual salió un demonio con cola de serpiente, garras, cuernos afilados, alas de murciélago, piel color gris oscuro y cuyos ojos brillaban intensamente en medio de la oscuridad.

La criatura lanzó un fuerte rugido que asusto a todos los asistentes del ritual quienes intentaron escapar del sótano, pero el demonio al verlos les lanzó un rayo mágico color rojo que termino descuartizándolos mientras que otros más fueron asesinados de las más horribles maneras.

Constantine y Francis corrieron hacia la jaula para liberar a la niña, pero cuando estaban por irse pudieron ver como el demonio se acercaba lentamente a Alex Logue y a los ocultistas que aún quedaban dentro del lugar para luego decapitarlos dejando una enorme mancha de sangre en el lugar.

Sin embargo, la criatura volteo a ver a ambos chicos quienes asustados empezaron a retroceder al ver que esta estaba dispuesta a asesinarlos sin compasión, por lo que tras pensarlo algunos segundos ambos salieron corriendo del lugar dejando al demonio suelto en el sótano.

John y Francis lograron llegar hasta el escenario donde se encontraba tocando uno de los integrantes de la banda, pero fue entonces que un fuerte estruendo llamo la atención de todos los adolescentes que estaban en el lugar y los cuales al voltear hacia atrás vieron como el suelo se abría saliendo de este el demonio que Constantine había invocado momentos antes para aniquilar a Alex Logue y a sus seguidores.

Los gritos de horror y desesperación se apoderaron del recinto al tiempo que la criatura comenzaba a asesinar a los presentes, muy pocos lograron escapar y la mayoría termino siendo descuartizado, decapitado e incluso ingerido por el demonio que sin sentir ninguna compasión disfrutaba de aquel baño de sangre.

Tras terminar aquella masacre, el demonio creo con una de sus garras un portal hacia el infierno, pero antes de irse inmovilizo a John y a Francis con un hechizo paralizador para después acercarse a ambos chicos y arrebatarles a la niña quien gritando intentaba evitar que la criatura la llevara hacia aquel portal.

-Eh... ¡No! –grito Constantine logrando romper el hechizo y corriendo hacia el demonio para impedir que este se llevara a la niña.

Desafortunadamente, la criatura se percató de esto y esbozando una sonrisa burlona arrojo a la niña hacia el portal, la cual soltó un grito de horror al ver que estaba cayendo hacia el abismo mientras que el demonio igualmente cruzo el portal desapareciendo junto con este y dejando a Constantine solo con su amigo Francis.

John al ver que había fallado en su cometido comenzó a llorar en el suelo mientras que su amigo se acercó a él para consolarlo, pero este lo ignoro y siguió llorando hasta que sus ojos se secaron.

Fin del Flashback

-Y así fue como John termino en Ravenscar y mi Francis trato de seguir adelante todos estos años fingiendo que todo estaba bien –decía la Señora Chandler llorando y siguiendo bajo los efectos del hechizo aplicado por la Enfermera Espectral –Yo también le creí, pero una vez que has pasado por algo como eso... no puede ser así.

Tras decir estas palabras, la Señora Chandler continúo llorando hasta que repentinamente Asa coloco su mano derecha sobre su hombro haciendo que la madre de Isabelle volteara a verla, luego tocando sus lágrimas con uno de sus dedos provoco que estas volvieran nuevamente a sus ojos haciendo que la mujer volviera a estar tranquila y sin saber que había pasado.

- ¿Sobre Newcastle? No, no puedo –dijo la Señora Chandler nerviosa y cruzando los brazos –Yo solo...

-Está bien, si no quieres contarme no tienes que hacerlo –respondió Asa con una mirada serena y esbozando una leve sonrisa para después volverse a sentar frente al cuerpo de Isabelle al tiempo que la Señora Chandler salía de la habitación para recorrer el pasillo perdiéndose en medio de la oscuridad de la noche.

Continuara...