DÁÑAME

Saliste de aquella tienda llena de bolsas la cuales tenían vino, velas, algunas verduras y demás cosas que ocuparías para esta noche, ya habían pasado dos días desde que te enteraste que estabas embarazada, pero no habías dicho nada ya que primero Lisa te obligo a hacer la prueba de sangre, aún tenía la esperanza de que esto fuera un mal chiste.

>flashback<

—Las pruebas de embarazo aveces fallan—decía mientras esperaban sentadas la respuesta del doctor —Lisa, casi nunca pasa, pero bueno, así podré confirmar mejor que sí estoy embarazada—decías de forma burlesca ya que a Lisa para nada le agradaba —Pues para que ese hombre te maltrate bien que te acostabas con él, yo digo que por eso no lo dejas—dijo y en ese momento recordaste que no, no siempre era tu decisión querer intimar con él.
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Eran las tres am y la puerta de la casa sonaba de una manera desesperante, adormilada notaste que Jimin no había llegado a dormir así que supusiste que era él, tomaste tu bata y bajaste a la entrada, quitaste el seguro y viste a Jimin tirado en el suelo ebrio.

Te apresuraste a ayudarlo a ponerse de pie, este a como pudo pasó, cerraste la puerta y subieron a la habitación donde lo sentaste en la cama —Tn tú no me has sido infiel, ver-dad—y ebrio sin saber qué decía hablaba, tu solo los escuchabas mientras contestabas con un "no", proseguiste a quitarle la chaqueta negra que tanto le gustaba, y seguido su camisa —Es que yo a ti si—y en ese momento paraste en seco para mirarlo —Lo siento mucho, y-yo no quería—no sabias que pensar, Jimin jamás te había dicho algo así, ni estando ebrio.

Ignoraste aquellas palabras y fuiste al baño para tomar un trapo humedecido con agua, regresaste y comenzaste a limpiar su rostro y cuerpo, esto siempre lo ayudaba a bajarle lo ebrio, minutos después ya estaba mejor, un poco más consiente, seguías limpiando cuando esté se pone de pie, lo miraste extrañada, pero no dijiste nada—¿Que traes bajo la bata?—preguntó mientras abría un poco para notar que solo usabas ropa interior —¿Y si nos divertimos un poco?—dijo tomándote de la cadera pegándote a él —No Jimin, sabes que no me gusta hacerlo cuando estás ebrio—este sin importar lo que dijiste te lanzo sobre la cama, bajo su pantalón y subió a ti—Solo será un rato—oliendo asquerosamente por que para colmo odiabas el alcohol, comenzó a besar tu cuello y pechos.

—Jimin, para por favor —nuevamente este te ignoró completamente, con fuerza lo alejaste de ti, este te miro seriamente mientras tú te sentabas acomodando tu bata —Hoy no, ¿okey?, estás ebrio y hueles mal, no estoy a gusto así—como el se quedó quieto sin decir nada, creíste que era un "esta bien", de su parte, trataste de acomodarte para dormir cuando esté te jala de las piernas para colocarse sobre ti otra vez.

—No fuera ayer que me pedías que te hiciera mía una y otra vez, ¿no?—dijo tomándote de manera brusca el cuello—Si yo digo que lo hacemos, adivina que, lo hacemos—y esta vez te beso los labios, sin moverte este empezó a desvestirte, sabias que si te rehusabas este te golpearía y no querías eso —Jimin, para—ignorando tus palabras tomó tus muñecas y apretándolas sobre la cama entro en ti, ligeras lágrimas salían de tus ojos, mientras sentías como el gozaba de su acción—Mmm Tn—tu sin hacer ningún gesto solo apretando los ojos ya que sentías dolor en tus muñecas sentiste como él logró terminar.

—Ahg!, mierda—dijo y te soltó para acomodarse a un lado de ti y quedarse completamente dormido dejándote ahí, desnuda, adolorida, llorando y recién abusada, diste media vuelta para llorar, te lastimaba esta situación y cobardemente creías que no podías hacer nada.
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—Felicidades señorita Jung, será usted madre—dijo el doctor dándome los resultados, miraste a Lisa sonriendo, por razones obvias Lisa solo bufaba en desagrado —Te lo dije—hablaste y seguido de eso salieron del consultorio.
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Llegaste a las 5 pm a casa, no estaba Jimin, ya que estaba en ensayos con los demás chicos, así que eso te daría tiempo para organizar todo, al terminar te percataste que te faltaban penesillos, así que tomaste tu bolso y llaves y te dirigiste a una tienda cercana a la empresa donde trabajaban los chicos, cuidando que no te reconocieran, entraste rápidamente, no sin antes cubrir tus rostro con tapa bocas.

—Me da dos piezas por favor—pediste a la linda chica que atendía, pagaste y saliste de la tienda cuando alguien se te acerca —Eres Jung Tn?—soltó un chico a tus espaldas, tu sin saber que hacer solo acentúate —Dios!—gritó emocionado seguido este se te lanzó y te dio un abrazo —Tranquilo, no quiero que nadie más sepa que estoy aquí—dijiste bajando un poco tu tapabocas para sonreírle —Te amo!, amo tu trabajo—el chico siguió alagándote, luego de eso le regalaste una foto y un "hasta pronto", subiste con una sonrisa al coche, amabas encontrarte a admiradores y poder abrazarlos; minutos después llegaste a casa y terminaste de acomodar todo, miraste por un momento la mesa para rectificar que todo estuviera en su sitio cuando de un salto del susto alguien habla de tras tuyo.

—¿Quien era el chico de la tienda?—volteaste y Jimin estaba en la puerta con una mirada seria, tu ignoraste sus palabras y te acercaste emocionada para abrazarlo —Jimin!, que bueno que llegas, mira..—te interrumpió tomándote de la mandíbula, esta vez sin apretar fuerte.
—Contéstame, quien era el chico al que abrazaste—notaste su actitud golpeada algo que te hizo sentir nerviosa —Ah, era un fan, me reconoció—dijiste para tranquilizar el ambiente —¿Crees que soy idiota?-dijo tomándote de los brazos haciéndote retroceder hasta llegar a la pared más cercana, la cual estaba al lado de la mesa, la miraste un momento, sabias que no lo había notado y que ya no lo haría —Jamas tardas tanto con fans, y por ahí me dijeron que te has estado viendo con alguien—dijo apretando cada vez más, tu estabas ida pensando en todo, en qué todo se había arruinado, en qué Lisa tenía razón, en que ya no podías más; no lo escuchabas, estabas decidida a confrontarlo, este al notar tu silencio te dio el primer golpe, te abofeteó haciéndote regresar —¿Por que mierda me engañas?!—dijo jalándote tirándote al suelo —Estoy harta—y casi siendo inaudible Jimin escuchó —¿Que carajos dijiste?—sin levantarte lo miraste y sacaste lo que desde hace mucho tenías que sacar —Estoy harta Jimin!, harta de ti, y de tus maltratos, al principio pensé que cambiarías pero mírame, todos los días me golpeas o discutimos—llorando con desesperación este se quedo callado, pues era la primera vez que lo confrontabas, o bueno de una manera definitiva.

—¿Que te tengo harta?—y de una se subió sobre ti posando tus manos a los costados y fue ahí, cuando te dio ya un golpe de puño cerrado, y el segundo y el tercero mientras te gritaba que eras una zorra malagradecida, que jamás fuiste suficiente para él y que primero te mataría antes de que lo dejaras, sin poder moverte y ya con tu nariz y boca sangrando te paro bruscamente tomándote del cabello —Jimin para—y casi sin poder hablar dijiste—Te matare antes de que te atrevas a dejarme—dijo para darte aquel golpe que arruinaría todo, un golpe bajo directo a tu estómago y uno más en tus costillas, al sentirlos trataste de decirle que estaba embarazada para evitar que siguiera pero sin darte cuanta todo se volvió oscuro; te habías desmayado.
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No sabias cuanto tiempo había pasado, solo despertaste en una habitación de hospital, a tu derecha estaba Hoseok tomándote de la mano y a tu izquierda Jimin sentado en la camilla.

—Tn!—sonrío Hoseok al verte ya con los ojos abiertos
—¿Que hago aquí?—preguntaste confundida y preocupada —Te caíste de las escaleras, provocó que se te rompiera el labio y la nariz, como siempre tan despistada—sonrío feliz de que estuvieras ya bien, volteaste a ver a Jimin, el cual no te estaba mirando—Iré por un doctor—dijo y salió de la habitación, tú te incorporaste con dificultad, sentándote en la cama—Eres un idiota Jimin—dijiste y este te volteo a ver—Dices algo y te juro que cuando lleguemos a casa te ira mal—y sin descaro te amenazó.

—Hola señorita Jung, que bueno que se encuentra ya estable—dijo el doctor entrando con una sonrisa para nada creíble, comenzó a revisarte y tu sin dejar de ver a Jimin hablaste, ya no dejarías que esto siguiera pasando —¿Como esta mi bebé?—preguntaste notando como Jimin abría los ojos de par en par, por otra parte Hoseok se acercó a ti —Lamento decirle pero la caída provocó un aborto—lagrimas comenzaron salir odiando cada vez más a Jimin —Acabas de asesinar a tu hijo—dijiste sin miedo alguno—¿Que estás diciendo Tn?—apeló tu hermano, Jimin solo te miro con los ojos llorosos —Estaba embarazada y hoy te iba a decir, pero como siempre, primero estuvieron tus golpes—soltaste con dificultad
—¿Que golpes Tn?!—gritó Hoseok alterado —¿Le has puesto la mano encima?—dijo tu hermano acercándose intimidante a Jimin.

El doctor intervino y con dificultad sacó a Hoseok de la habitación —Tanto tiempo esperando a que esto acabase, a qué dejarás de comportarte así, y que de una vez por todas volviéramos a ser como cuando nos conocimos-llorando con desesperación Jimin se acercó a ti —Por que no me dijiste lo del embarazo—sonreíste cínicamente—¿Acaso no notaste la mesa?, era una sorpresa, y discúlpame que no te lo halla dicho, tu golpe no me dejo hablar—una lágrima de los ojos de Jimin salió, haciéndote enojar—No llores por favor, que tú no sentiste piedad las veces que me golpeabas e incluso abusabas mientras te decía que pararas—limpiaste tus lágrimas—Yo lo siento, sé que me he comportado como un idiota—dijo tratando de tomar tu mano la cual quitaste rápidamente.

—Eres un idiota, y no te quiero volver a ver en mi vida, tus celos enfermizos asesinaron a mi bebé, podría haber aguantado todo lo demás pero esto no, así que lárgate!—dijiste sin sentimiento alguno, estabas destrozada tanto por dentro como por fuera y ya era hora de que volvieras a ser tú.
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Pasaron 7 años desde que dejaste a Jimin, ya estabas mejor, mejor que nunca, enfocada en tu carrera y familia, al final Jimin fue despedido de la empresa no sin antes recibir una paliza de Hoseok por tantos años de daño que te había provocado que gustosamente los demás chicos disfrutaron, Jimin se fue del país, amenazado por Hoseok y para evitar recibir una demanda de parte tuya por malos tratos.

Tus heridas sanaron, tu vida volvió a tomar sentido y felizmente estaba viviendo con alguien que te hacía sentir amada.

—Jackson para!—gritabas sin poder controlar la risa, sabía que era tu debilidad y malvadamente lo usaba a su favor —Te gane!—dijo abrazándote —Eres un tramposo, eso no se vale—rieron para luego darse un beso tierno —Mamá!—se escuchó aquella voz aguda que venia desde el jardín —Dime Sun Hee—te incorporaste en el sofá para recibirla con un fuerte abrazo —Mira lo que hice—y en sus manos tenía una hoja en la cual había dibujado tres monitos encerrados en un corazón —Somos nosotros—dijo y le dijste un beso en la frente, te recargaste en el brazo de Jackson y colocaste a tu hija en sus piernas.

Estabas feliz, por fin vivías la vida que tanto habías deseado, no puedes negar que en ocasiones recordabas a Jimin, pensando en que esto lo pudiste haber vivido con él, no le guardabas rencor, simplemente fue un error que te hizo entender cuando valías y que merecías, de alguna u otra forma le agradecías, ahora eras una mujer fuerte que no te dejas herir tan fácilmente.

Estaban viendo la televisión, cuando escuchas que tocan la puerta —Llego la pizza!—Sun Hee gritó de emoción, te levantaste del sofá y caminaste a abrir la puerta, no sin antes tomar tu bolso,abriste la puerta y sin mirar quién era abriste tu cartera —¿Cuánto es?—preguntaste sacando billetes —Hola Tn, cuanto tiempo—y ahí tu mundo se detuvo por milésimas de segundos, aquel chico que tanto amaste y que tanto daño te hizo lo tenías parado frente a ti con una sonrisa nerviosa.
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Espero les halla gustado,es una historia pequeña que se me ocurrió hoy y quise hacerla.

Pronto haré más de los demás miembros, espérenlos. Adiós!

XSUHMINX

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