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While M him

Quien iba a pensar que la actividad favorita del Pilar del Agua era leer en su sofá, acompañado del silencio que la noche ofrecía.

Su cabello negro azabache caía suelto, apenas rozando sus hombros, y su postura relajada hacía evidente que estaba disfrutando del momento. Lo más llamativo, sin embargo, eran los lentes que adornaban su rostro, algo inusual en alguien como Giyuu. 

Aunque no los necesitaba realmente, los usaba como una precaución. Había oído que forzar la vista con el tiempo podía traer consecuencias, y no quería arriesgarse a perder la agudeza visual que tan bien le servía contra los demonios. Además, los lentes le daban un aire diferente, casi intelectual, que Obanai encontraba irresistible, aunque jamás lo admitiera en voz alta. 

El rostro de Giyuu, iluminado por la cálida luz de la lámpara, reflejaba concentración. Sus cejas ligeramente fruncidas, los labios apenas curvados en una mueca pensativa, y el sutil movimiento de sus ojos mientras recorrían las líneas del texto, eran gestos que fascinaban a Obanai. 

Para el Pilar de la Serpiente, verlo así era un deleite. Podría pasar horas admirándolo, perdiéndose en los detalles: la suavidad de su cabello, la palidez de su piel y la forma en que su respiración se mantenía constante, como si el resto del mundo no existiera. 

Pero no todo era tan perfecto. Giyuu podía desconectarse tanto del entorno que olvidaba por completo que no estaba solo. Obanai, sentado a un lado, comenzaba a impacientarse. 

—Giyuu... —murmuró por tercera vez, esta vez dejando escapar un suspiro más pesado, tratando de captar su atención. 

Sin obtener respuesta, decidió actuar. Con movimientos fluidos, se levantó y se colocó frente a él. Desde su posición, la diferencia de altura era evidente, pero esta vez jugaba a su favor. Con suavidad, pero con la firmeza que lo caracterizaba, tomó la mandíbula de Giyuu, levantando su rostro para obligarlo a mirarlo. 

El Pilar del Agua parpadeó, sorprendido, saliendo de su trance. Sus ojos azules, ahora visibles tras los lentes, se encontraron con los heterocromáticos de Obanai, que lo observaban con una mezcla de reproche y cariño. 

—¿Es tan interesante ese libro que no puedes ni notar que estoy aquí? —preguntó Obanai, con una voz tranquila, pero cargada de intención. 

Giyuu frunció ligeramente el ceño, aún algo perdido. 

—Estaba concentrado... No te ignoraba. 

Obanai soltó su mandíbula, pero permaneció cerca, su rostro aún frente al de Giyuu. 

—Demasiado concentrado. —La ironía en su voz era inconfundible. 

Sin más palabras, Giyuu cerró el libro con calma y lo dejó a un lado, aceptando su descuido. 

—Lo siento. —Sus palabras fueron simples, pero sinceras. 

Obanai, satisfecho, plantó un beso cargado de posesion y necesidad. Mordió ligeramente el belfo rosado de su pareja obligándolo a soltar un jadeo.

Sus manos se fueron a la nuca para profundizar, los sonidos obscenos y acuosos inundaban el lugar.

El tiempo se les escapó en segundos y la falta de aire inevitable, por lo que se separaron dejando un besito más corto para culminar.

—Lo siento amor, pero te juro que cuando termine el libro te lo comenzó. —Su tono era relajado, casi juguetón. 

Obanai suspiró, resignado, pero dejó que una pequeña sonrisa asomara en sus labios. Alzó una mano para acariciar el cabello de Giyuu, disfrutando de la calma renovada entre ambos.

—Lo quiero ahora— Respondió de manera lujuriosa, mientras agarraba el pelo del azabache para guiar su cara a su entrepierna. —. No me gusta que me ignoren, menos tu.

Giyuu, lo vio y sabía que esa mirada reflejaba deseo, nadie podría quitársela.

Excepto el.

Lentamente retiro sus lentes y bajo los pantalones de casa que ocupaba el heterocromático. Casi como si fuera automático al sentir el miembro golpear contra su cara. Lo guío y adentro a su boca.

Sentía como de apoco creciendo, ese pedazo de carne, en su boca. Provocando que ya no entre entero y tuviera que recurrir a su mano libre para terminar el trabajo.

El azabache soltaba leves suspiros y jadeos, mientras admiraba a la belleza del oji azul.

Su vaivén se aceleró, follando la boca de su pareja sin piedad.

Quien hubiera pensado que el pilar del agua hace solo unos meses era virgen, ya que ahora perece todo un experto recibiendo la polla de Obanai.

Sus movimientos fluidos como el agua ayudaban a que este no se ahogara tanto.

Obanai al sentir ese cosquilleo tan característico saco su miembro de la boca, soltando un ligero "pop"

—Sacate la ropa y volteate.— Le ordenó al azabache. Quien sin más remedio acato las órdenes sin rechistar.

Sacando sus prendas de manera provocativa y lentas, como una tortura silenciosa.

Al terminar de retirar hasta lo último se debió vuelta sobre el sofá, sus manos apretaron la suave tela para buscar un punto de apoyo, y sus rodillas quedar bien posicionadas entre los cojines de este. Logrando una posición muy comprometedora.

Su trasero se encontraba perfectamente posicionado frente a la polla de su pareja, el cual ni dudó ni un segundo en proporcionar una nalgada.

Luego otra.

Y otra.

Cambiando esa palidez a un tono rojizo en segundos. Incluso, si tomas mucha atención vez que esas manchas tiene la forma de una mano.

—Obaa~ Por favor ¡Ahg!— Rogaba sin importarle su orgullo, ahora también estaba caliente y esto de espera no le gustaba.

—Si el príncipe quiere — Dijo antes de untar uno de sus dedos el lubricante, y empezar a penetrarlo lentamente para prepararlo.

Su dedo se abría paso en ese apretaron agujero, luego metió el segundo, moviéndolo en forma de tijera y antes que lograr meter el tercero, Giyuu volvió a hablar:

—Si me lo vas a meter ¡Mgh! Que sea ahora~

Sus palabras tomaron por sorpresa al más bajo, quien sin pensarlo dos veces unto lubricante en su palpitante miembro el cual necesitaba atención. Se posicionó entre las piernas de este y dirigio su pene a la entrada ya preparada.

Al abrirse paso en las paredes carnosas que lo envolvía, soltó un fuerte jadeo, soltando todo el aire que tenía comprimido.

Las penetraciones empezar lentas, dejando que Tomioka se acostumbrara bien. Luego fueron subiendo de nivel, hasta tocar el punto tan precisado para el.

—¡Ah, sii~ justo ahí!

Obanai sabía a lo que él se refería por lo que empezó a repetir las estocadas, bajando la velocidad y pero profundizando su acto. Logrando golpear la próstata, la cual comenzaba a hacer maltratada sin piedad alguna.

En la habitación el único ruido que se escuchaba era el obsceno choque de pieles entre si, logrando crear una melodía en el lugar junto a los ruidos de sus gemidos y jadeos, Giyuu se sentía en el cielo

Al estar a así unos minutos, Iguro empezó a sentir ese leve cosquilleo nuevamente en su zona baja, por lo que soltó las caderas -las cuales no supo en qué momento las agarro- pálidas y marcadas por sus manos, para agarrar el miembro olvidado de Giyuu.

Comenzó un vaivén que simulaba el suyo, y gracias a eso más las penetraciones, el azabache se corrió en la mano de su pareja manchando el sillón.

Giyuu suspiro cansado, casi desplomandose en el sofá, sin importarle quedar manchado con sus propios fluidos. Pensó que todo acabaría ahí, hasta que las estocadas de volvieron a retomar.

—¡Agh! Obaa~

—Aun no acabo cariño, aguanta un poco más — Dijo mientras se apegaba al cuerpo contrario, su abdomen choco con la espalda desnueva y sus brazos agarraron su cuerpo en un abrazo pegado. Aprovecho de repartir  pequeñas muestra de amor por su cuello.

Besos y algunos chupones que quedarían marcados por algunos días, se encontraban en el cuello del azabache, el cual no hacía nada más que gemir por la sobre estimulación que estaba sufriendo.

Era una sensación extraña, pero no desagradable para el.

Unas cuantas estocadas más lograron que el más bajo por fin se corriera, manchando todo el interior a la vez que soltaba un gemido algo grave.

Al separarse y salir de su pareja, Obanai se colocó a su lado derecho, y prosiguió a dejarle más besos pero ahora en su cara, junto a algunos halagos.

—¿Quieres ir a acostarte cariño?— Le pregunto, sin embargó no obtuvo respuesta. —¿Giyuu?— volvió a decir, pero al ver la la respuesta no cambiaba, soltó una risa bajita mientras cargaba al más alto entre sus brazos.

Como la primera vez se abrazaron.

Iguro lo llevo al baño, y limpió cada resto de semen de su cuerpo, para luego ir al futón que compartían y depositar su cuerpo con la mayor delicadeza que podía tener. Luego de volver a admirarlo un tiempo más, decidió que era hora de hacerle compañía en sus sueño.

Lentamente se recostó junto al, pasando sus mano por eso cabellos azabaches que tanto ama para luego decir un suave pero muy sincero —Te amo Giyuu, buenas noches.

EXTRA

Kaburamaru y Kanzanburo al principio no se llevaban muy bien, no por ser de de especies distintas, si no por que los dos querían la atención de Giyuu.

Kaburamaru se dio cuenta que Giyuu era muy atento con el, cuando el no se quería arrastrar por el suelo, Giyuu le hacía punte o lo llevaba a donde él le indicaba con sus Tss, Tss.

En cambio, Kanzanburo llevaba años junto a su pequeño Giyuu, desde la primera vez que se encontraron se volvieron inseparables, hasta que llegaron esas dos serpientes a sus vida.

Los dos tenían una pequeña rivalidad a escondidas, ya que si Giyuu se daba cuenta que peleaban, los regañaria y no les darían premios ni caricias.

Y eso jamás.

Solo había un momento donde estos dos animalitos se unían y dejaban su rivalidad atrás.

Cuando el ambiente se calentaba y sus cuidadores parecían entrar en celo. Los dos se iban a la habitación más lejana que encontraran o Kaburamaru se enredaba en el pequeño cuervo -sin asfixiarlo- y los dos se irán volando a otro lugar para pasar la noche.

Ninguno entendía lo que el otro decía, sin embargo en esos momentos se volvían tan amigos que parecían estar mentalmente conectados.

Datos:

Kaburamaru y Kanzanburo son los hijos del Obagiyuu (aún que Kanzanburo sea más como el abuelo o papá de Giyuu).

Giyuu, sabe que ocupar lentes logra calentar a Iguro, asi que cuando tiene ganas de algo más que besos se pone a leer y espera pacientemente a que el pequeño depredador lo ataque.

Datos:

UGHHHGHHHH
SE QUE ME TARDE, PERO NO SABIA QUE HACER EN ESTE CAPÍTULO.

ME DIO UN BLOQUEO TAN FEO QUE ODIE A WATTPAD Y ME TOME VACACIONES.

Pero bueno.

Aquí estoy vvs. Soportando el calor y las malas vibras 🗣️

Ya tengo planeado el próximo capítulo, se puede tomar como un especial ya que la temática es "cambio de roles" pero no me gusta yyy es mi historia por lo que yo puedo hacer lo que me salga del pico (notengo)

Pero lamento que este sea tan corto, lo termine en un día y era traerles algo corto o nada.

Recreación mía cuando no tenía ideas.

Eso es todo, los amo muchoooo besitos a todos.

Se despide: konavx

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