Capítulo 24.
La luz del sol se filtraba a través de las grandes ventanas de la sala de ensayos, iluminando el espacio con un cálido resplandor que invitaba a la creación. Taehyung se encontraba en el centro de la habitación, rodeado de espejos que reflejaban cada uno de sus movimientos. Había pasado semanas alejado de la danza, pero ahora estaba de vuelta, decidido a recuperar su confianza y su pasión. Por ello, se había puesto como meta recuperar todo aquel tiempo perdido para poder adaptarse nuevamente.
Su cuerpo aún recordaba las suaves ondulaciones y los saltos elegantes, aunque había cierta incertidumbre en cada paso. Al mirar su reflejo, pudo ver la determinación en sus ojos, un destello de la confianza que había estado buscando. Jungkook, sentado en la esquina de la sala, lo observaba con una sonrisa llena de apoyo, sintiendo orgullo por el esfuerzo de Taehyung.
Con un respiro profundo, Taehyung comenzó a moverse al compás de la música suave que llenaba el aire. Sus pasos eran cuidadosos al principio, pero conforme se adentraba en la danza, la familiaridad comenzaba a fluir en él. Se sentía como un ave que al fin podía desplegar sus alas después de haber estado enjaulada.
—Eso es, Tae. ¡Sigue así!—Anima el azabache, levantándose para acercarse y unirse a la danza. La conexión entre ellos era palpable, el apoyo que Jungkook le ofrecía le daba a Taehyung la confianza que necesitaba para seguir adelante.
Los movimientos se volvieron más fluidos, y pronto, Taehyung sintió cómo la alegría comenzaba a llenar su ser nuevamente. La sala estaba impregnada de un ambiente de complicidad y entusiasmo, como si la música y la danza fueran una conversación entre sus almas. Jungkook se consideraba una persona observadora, por lo que se había aprendido los pasos de la danza que últimamente practicaba el castaño, recordando los movimientos a pesar de que su cuerpo en ocasiones no parecía cooperar como le gustaría y terminaba tropezando o maldiciendo por un mal paso.
Después de una intensa práctica, se detuvieron, agotados pero sonrientes, sentándose en el suelo para recuperar el aliento.
—Maldición, jamás podré acostumbrarme a seguirte el paso.—Murmuró el azabache en voz baja, tratando de regular su respiración.
El castaño soltó una carcajada, negando divertido.—Aún debes de ensayar mucho para lograrlo.
—¿Ves? Estás volviendo a ser el Taehyung de siempre.—Dijo Jungkook, acariciando suavemente el cabello de Taehyung con una mirada llena de admiración, aprovechando el momento de tranquilidad para contestar.
—Gracias por estar aquí, por ayudarme a encontrarme otra vez.—Respondió Taehyung, sintiendo el calor de la cercanía de Jungkook.—Esto significa mucho para mí, más de lo que podría expresar con palabras.
Después de un momento de silencio, donde el aire estaba cargado de emociones compartidas, Taehyung se sintió inspirado a dar un paso más en su relación, recordando una idea que se había instalado en su mente desde hace unos días atrás.
—Estaba pensando desde hace tiempo... ¿Qué tal si consideramos vivir juntos?
La propuesta colgó en el aire, y por un instante, el tiempo pareció detenerse. Jungkook lo miró, la sorpresa en su rostro rápidamente se transformó en una amplia sonrisa.
—¿Vivir juntos?—Preguntó, asegurándose de haber escuchado correctamente.—¿Estás seguro de ello?
—Sí, creo que estoy listo para dar ese paso. Me siento más fuerte, más seguro de mí mismo.—Respondió Taehyung, su voz cargada de sinceridad.—Y tenerte a mi lado podría hacerme sentir aún más en casa.—Compartiendo una sonrisa, siguió.—Además, prácticamente hemos estando viviendo juntos, pasamos más tiempo en mi casa que estar separados, no sería muy diferente a la rutina que tenemos. Solo que ahora sería permanecer de manera definitiva, no solo por unas cuantas noches o el saber que tan pronto como tu ropa se termine, tienes que volver por más.
—Eso sería increíble.—Murmuró el azabache, sintiendo que su corazón se llenaba de felicidad.—Me agrada la idea, realmente creo que podemos acoplarnos a ello.
La idea de vivir juntos se sentía como un nuevo comienzo, una oportunidad para construir algo significativo juntos. Taehyung se imaginó cómo sería compartir su vida con Jungkook, cada mañana despertándose a su lado, cada noche compartiendo el mismo espacio y con la certeza de ser lo último que tendrían antes de dormir.
—Quiero poder saber que compartimos el mismo espacio, que mis cosas también serán tus cosas, que tan pronto como despierte siempre estarás a mi lado, al igual que cuando vaya a dormir, poder verte por última vez en el día e irme a dormir con ello. Quiero que compartamos el mismo armario, la misma cocina donde podamos bailar con la radio sonando de fondo, o simplemente estar en la sala para ver algo en la televisión. Ni siquiera debe de ser en mi casa, si quieres que sea en tu casa estará bien para mí mudarme, o si quieres buscar algo diferente que se adapte a los dos igual lo apoyaré, solo quiero un lugar al cual podremos llamarlo hogar, un hogar para los dos.
—Tener un hogar contigo es lo que más deseo en este mundo, cariño. La idea me encanta, y si por mí fuera lo llevaría a cabo en este momento, pero aún hay cosas que debemos de definir bien.
Mientras hablaban sobre lo que significaría dar ese paso, la incertidumbre que alguna vez había sentido comenzó a desvanecerse, reemplazada por una emocionante expectativa. Era un momento de crecimiento, no solo para Taehyung, sino también para su relación con Jungkook.
—Me encanta la idea de vivir juntos. Será una nueva experiencia completa, y estoy emocionado de hacerlo contigo.—Dijo Taehyung, su voz llena de determinación.
Jungkook le tomó la mano y la apretó suavemente. —Yo también, Tae. Estoy aquí para ti en cada paso del camino.
—¿Te imaginas? Cocinando juntos en la cocina, o podríamos pasear por la zona, inclusive pasar el tiempo en el patio.—Taehyung sonrió, dejando que su imaginación lo llevara a momentos cotidianos pero llenos de calidez.
—Y decorar nuestro lugar con fotos de los momentos que vivamos.—Agregó Jungkook, su entusiasmo aumentando.—Podemos tener plantas, tal vez un par de gatos...
—¡O perros!—Interrumpió el castaño, su rostro iluminado por la idea.—Siempre he querido tener un perro. Sería genial pasearlo juntos.
Ambos comenzaron a hablar sobre cómo sería su hogar ideal, dejando volar su imaginación, creando un futuro lleno de promesas. El ambiente se tornó ligero, y la conexión entre ellos creció, fortalecida por la posibilidad de compartir más que solo momentos, sino también una vida.
Ambos compartieron una sonrisa que hablaba de promesas y nuevos comienzos, mientras el sol continuaba brillando a través de las ventanas, iluminando su camino hacia un futuro lleno de posibilidades. En ese instante, Taehyung supo que había encontrado su lugar en el mundo, y era junto a Jungkook.
Continuaron hablando sobre los detalles de su nueva vida juntos, con un nuevo sentimiento de esperanza llenando el aire. El pasado podría haber sido difícil, pero con cada día que pasaba, Taehyung y Jungkook estaban forjando una nueva historia, una que estaba llena de amor, crecimiento y la certeza de que siempre estarían el uno para el otro.
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