─ chapter two
VARÍAS SEMANAS HABÍAN PASADO YA DESDE LA REUNIÓN con Nicolás, semanas en las que Sol se había centrado en planificar todas las actividades que iba a llevar a cabo, y esas actividades habían sido ya aprobada por Nicolás y sus superiores. Además, Sol ya había conocido a los demás miembros del equipo que iban a acompañarla, los editores, la fotógrafa y la camarógrafa, todos bastante amables y por lo que se veía con muchas ganas de participar en el proyecto.
— Señorita, ¿agua o gaseosa? —Sol alzó la mirada del cuaderno de anotaciones que tenía entre sus manos para observar a la azafata que estaba de pie en el pasillo con un carrito a su lado.
— Gaseosa está bien. —Sol se acomodó en su asiento, a su izquierda se encontraba la camarógrafa dormida, y a la izquierda de esta se hallaba una de las editoras con sus auriculares puestos mientras miraba una película— ¿Podrías decirme cuánto falta para que lleguemos?
La azafata le tendió el vaso descartable con gaseosa, entregándole también una servilleta de papel— No falta demasiado, en alrededor de uno quince minutos el piloto va a comenzar a descender.
— Genial, muchísimas gracias. —Sol le dedicó una sonrisa dulce para luego volver a centrarse en las anotaciones de su cuaderno mientras la azafata continuaba brindándole algo de beber al resto de los pasajeros. Y es que Sol se encontraba ya en el avión que la llevaría junto a los demás miembros del equipo de trabajo de la AFA hacia Estados Unidos donde se realizarían dos amistosos; el primero en Miami contra Honduras, y el segundo en Nueva York contra Jamaica.
Desde la reunión con Nicolás, Sol había buscado numerosas formas en las que podía hacer sentir a los jugadores más cercanos a la gente que los apoyaba, había hablado con amigas que se habían recibido junto a ella para obtener una mirada externa de sus posibles ideas e incluso lo había hablado con su hermano para tener la vista desde la posición de un jugador. Y había llegado a la conclusión de que tenía que tratar de hacer las entrevistas y los juegos de la forma más desestructurada posible, de forma amena para que aquellos que veían esos videos pudieran sentirse uno más de la entrevista, que en verdad pudieran sentir esa cercanía y confianza con los jugadores.
En varias ocasiones Sol había visto entrevistas de famosos que eran tan estructuradas y serias que llegaban a un punto en el que se tornaban insostenibles y difíciles de ver hasta el final, y precisamente ese era el sentimiento que quería evitar. Quería que el contenido que se publicara en esa cuenta fuera uno que todos pudieran disfrutar y volver a ver cada vez que necesitaran un momento de risas o distensión, justo como ocurría con los streams que solía realizar su hermano junto a otros streamers o, por ejemplo, los streams que de tanto en tanto realizaba Nicolás Tagliafico o Paulo Dybala.
Para ese momento, Sol ya tenía creada la cuenta oficial que utilizaría para subir el contenido "extraoficial" de lo que la gente había comenzado a llamar desde el inicio de la Copa América como Scaloneta. Por lo que solo le quedaba tener la charla informativa con los jugadores para explicarles como se harían las cosas y que en verdad necesitaba de la colaboración de todos para que las cosas salieran de la mejor forma posible. Sol estaba segura de que no tendría problemas con aquellos que ya conocía gracias a su hermano, aquellos con los que había interactuado en numerosas ocasiones, estaba segura de que con ellos todo iba a ser risas y chistes, y las cosas fluirían con facilidad. El problema estaba en aquellos que eran más nuevos y con los que aún no había llegado a interactuar, Sol temía que la situación se tornara tensa por lo que en su mente aún buscaba una forma de entrar en confianza sin ejercer demasiada presión de golpe.
Fue entonces que la señal para que se colocaran los cinturones resonó por todo el avión, llamando su atención, y varios minutos más tarde el avión ya había aterrizado y Sol, después de haberse despedido de su equipo de forma temporal, se encontraba arrastrando sus valijas por todo el aeropuerto buscando la salida donde el Kun y Benjamín la estarían esperando.
— ¿En qué momento pensé que era buena idea traer la mochila con tantas boludeces? —cuestionó la muchacha para sí misma mientras acomodaba con dificultad la correa de la mochila que estaba colgada sobre sus hombros, para volver a ponerse en marcha una vez más, arrastrando la valija grande con una mano y la otra más pequeña con la otra.
— ¡Sol! ¡Acá estamos! —al escuchar que la llamaban, Sol alzó su cabeza y una gran sonrisa apareció en sus labios cuando divisó la figura de su hermano y su sobrino a unos cuantos metros. Rápidamente comenzó a correr, arrastrando de forma desastrosa las valijas lo cuál provocó no solo la risa de el Kun y Benjamín, sino también la de aquellos que veían la escena mientras esperaban para hacer el check-in o que esperaban a sus familiares— No corras que te vas a caer, dios mío, lo único que falta es que termines esguinzada ahora. —murmuró el Kun soltando una carcajada, sin embargo, se calló cuando sintió que Sol se arrojaba a sus brazos para rodearlo en un fuerte abrazo.
— ¡Los extrañé muchísimo! —exclamó Sol ocultando su rostro en el pecho de su hermano, disfrutando de la sensación de tenerlo otra vez cerca— Vení vos también Benja, te extrañé mucho mi vida. —el muchacho se acercó a ambos, permitiendo que su tía lo rodeara con uno de sus brazos.
— Yo también tía, me dijo mamá que cuando te viera te mandara saludos de su parte. —al oír eso, Sol sonrió, y es que a pesar de que Sergio y Giannina se habían separado hace años, ella y la hija de Diego Maradona seguían teniendo una buena relación, y hablaba con ella constantemente para saber de Benja y para ir a visitarlo cuando se encontraba con ella.
Cuando los tres se separaron, la muchacha no aguantó demasiado antes de volver a abrazarlos robándoles una risa. Y es que estaba demasiado eufórica, emocionada por volver a ver a su hermano en persona después de varios meses, y emocionada por poder pasar algunos días con él y su sobrino.
— Dame esa valija Sol, y dale a Benja la más chica. —el Kun tomó la valija más grande, frunciendo su ceño al ver lo pesada que estaba— Dios mío Sol, ¿qué carajo trajiste acá? ¿Te trajiste todo el departamento, hermana?
— No sabía que traer, y tenía miedo de que por ahí lo que me traía no me gustaba, entonces puse cosas de repuesto o para suplantar en caso de que no me termine convenciendo lo que armé. —Benjamín la observó con una ceja alzada, mientras el Kun ahogaba una carcajada.
— Te acordas que en casa también tenes ropa que dejaste también ¿no? —indagó el Kun parándose frente a una camioneta.
— Si, pero me conozco y sabía que si no me traía ropa de casa me iba a arrepentir. —se encogió de hombros— Te traje las cosas que me pediste, espero que hayan llegado bien y que no tenga toda mi ropa llena de dulce de leche y yerba.
— Sofía te va a amar por traerle el dulce, quisimos comprar acá, pero las marcas que había eran bastante pedorras y era mejor esperar a que vinieras a pedirlo y esperar como un mes para que lo trajeran. —comentó el Kun subiendo las valijas en el baúl mientras Benjamín se sentaba en el asiento de atrás y Sol en el del acompañante— Entonces, ¿estás emocionada? ¿Cuándo se supone que arrancas?
Sol asintió rápidamente, agarrando algunos caramelos de la bolsita que su sobrino le ofrecía— Ayer a la noche no pude dormir nada y durante el vuelo tampoco, es como si hubiese comido 7 kilos de azúcar de un saque y ahora no hay nada que me ayude a bajar la emoción.
— Es como un chihuahua, chiquita, inquieta y toda nerviosa, le falta temblar nomás. —murmuró Benjamín con una sonrisa burlona. Un quejido escapó de sus labios cuando Sol logró pegarle con fuerza en las piernas.
— Sos un forro, no sé de que te reís si sos más bajo que yo.
— Con la diferencia de que yo puedo seguir creciendo hasta los dieciocho tía, vos ya los dejaste atrás hace bastante. —Sol entreabrió sus labios con indignación.
— Dios mío, parecen dos nenes peleando así. Y no me contestaste Sol, ¿Cuándo tenes que arrancar?
La joven le sacó la lengua a Benjamín antes de girarse en su asiento para mirar a su hermano— Digamos que ya arranqué a trabajar porque ya tengo todo diagramado, ya tuve el visto bueno de mis superiores y ya tenemos todo organizado con los demás. Se supone que mañana tengo que darles una charla a los jugadores para explicarles más o menos como va a ir la cosa, lo que vamos a hacer y eso, es como para tantear el panorama y ver que piensan.
— Ah genial entonces porque no tengo ningún compromiso y te puedo llevar sin problemas, y de paso ver a los demás. —cuando se detuvieron en un semáforo, el Kun notó la expresión preocupada en el rostro de su hermana— Hey, tranqui. Seguramente se van a copar, las ideas que me mostraste están buenas, son divertidas, y los va a ayudar a liberar estrés de los partidos. Si sirve de algo, si yo estuviera ahí me prendería a hacerlas sin dudas.
— Eso espero, sólo quiero que todo salga bien y que no haya ningún inconveniente.
TOMANDO SU MOCHILA Y SU TELÉFONO, Sol descendió de la camioneta junto al Kun en el estacionamiento donde la selección argentina estaba concentrada.
— Sol no te van a comer, ¿te podés relajar un poco? Me estás poniendo nervioso a mí. —su hermano la empujó con su hombro de forma juguetona, en un intento por hacerla reír y al ver que funcionaba sonrió.
— Perdón, siempre que es algo relacionado a la facultad o ahora al trabajo me pongo de la misma forma. —soltó un suspiro, mostrando su pase certificado a uno de los guardias de seguridad que esperaban en la entrada, mientras el Kun se lo mostraba a otro para que les permitieran el ingreso.
— Tranquila, muchos ya te conocen y no van a tener problema en colaborar y ponerle onda, y si llegan a decir algo fuera de lugar o zarparse claramente voy a intervenir.
— Gracias Kuni. —Sol le dedicó una sonrisa dulce, y siendo guiados por uno de los superiores de la muchacha, los dos caminaron por los pasillos del establecimiento hasta llegar a una parte abierta, recubierta de césped, donde había varios arcos junto con otros elementos de entrenamiento. Y en el medio del campo se hallaban los miembros de la selección con la ropa que utilizaban para entrenar, haciendo algunos pases entre risas, gritando cuando a alguno se le iba la pelota o no lograban devolverla.
El primero en darse cuenta de la presencia de los hermanos Agüero fue Alejandro Gómez, o como la mayoría lo conocía "el Papu Gómez", quien alzó sus manos en el aire agitándolas a modo de saludo— ¡El Kun y la mini Agüero! —ante su grito, los demás jugadores se detuvieron y alzaron sus cabezas para observar las figuras de el Kun y Sol acercándose a ellos.
Rápidamente dejaron las pelotas a un lado, comenzando a trotar para acercarse a los recién llegados. El primero en saludar al Kun fue Lionel Messi, con un fuerte abrazo y una gran sonrisa radiante en su rostro.
— ¿Cómo andas Kun? —cuestionó el capitán dándole una palmada en la espalda con afecto— Sol, hace bastante que no nos vemos, ¿cómo está mi hermanita? —cuestionó abrazándola y desordenando su cabello con diversión.
— Bien Lio, mejor si no me dejaras el pelo como un nido de pájaros. —se quejó robándole una risa al jugador.
— ¿Qué hacen los dos acá? —cuestionó Rodrigo de Paul abrazando a Sol con afecto luego de saludar al Kun. Los demás jugadores que conocían a la menor de los Agüero habían también abrazado con cariño a la muchacha, al igual que a su hermano, mientras que aquellos que aún no la conocían, aquellos que eran relativamente nuevos, habían quedado a un lado mirando la escena entre aquellos que llevaban más años en la Selección y los dos recién llegados.
— Yo sólo vine a acompañar a Sol, hoy cumplo el papel de guardaespaldas y de paso aprovechaba para pasar a saludar. —explicó el Kun, ganándose una mirada curiosa por parte de los jugadores.
— Sol Agüero está acá porque ahora forma parte del equipo de la AFA, es la encargada de manejar una de las redes de la selección, una nueva cuenta, y es por eso que vino a hablar con todos ustedes. —explicó el superior de la muchacha que se había mantenido a un costado hasta el momento— De ahora en adelante Sol y su equipo va a acompañarlos y va a estar presente en los distintos viajes que realicemos. Con los demás encargados del área de comunicación y medios notamos que necesitamos encontrar una forma de generar un vínculo más cercano con la gente que los sigue, encontrar una forma en la que vean un lado más casual de ustedes, que vean que al igual que ellos son humanos, y que a pesar de estar mucho tiempo entrenando también tienen momentos de más tranquilidad y un poco de diversión. Y ahí es donde entra ella, así que ahora voy a dejarlos con ella para que les explique un poco de lo que va a hacer y como se van a manejar. Suerte Sol, cuando termines con ellos podés venir a buscarme a mi oficina, si le preguntas a algunos de los guardias te van a poder indicar donde queda.
Y sin decir más, el hombre se alejó dejando a la muchacha frente al gran grupo de jugadores y su hermano a un lado cruzado de brazos. Soltando un suspiro Sol dio medio vuelta dispuesta a comenzar con la charla, abriendo sus ojos con sorpresa cuando notó que ahora los jugadores estaban todos sentados en el césped dejándola solo a ella de pie. A su lado, el Kun alzó sus pulgares para darle ánimos.
— ¡Vos podés! —exclamó el Kun provocando la risa de los demás.
— Te escuchamos Sol, cuando vos quieras. —agregó Lionel que estaba sentado entre De Paul y Paredes.
— Bueno, la mayoría ya me conoce, pero para los que aún no, mi nombre es Sol Agüero. Y como se los acaban de comentar, ahora formo parte de la AFA y voy a estar trabajando con ustedes, estudié Comunicación Social y ahora me voy a hacer cargo de ese nuevo proyecto que están armando. —hizo una pausa, notando las miradas atentas de los jugadores y en verdad agradecía la atención de ellos— No quiero robarles demasiado tiempo, porque sé que los entrenamientos en estas instancias son muy importantes, así que voy a ser lo más breve posible. —les dedicó una sonrisa dulce— La idea que tuvieron los encargados del área de comunicación es la de armar una cuenta de Instagram en la que subir contenido mucho más desestructurado, si bien está la cuenta principal donde se suben fotos de los entrenamientos, de los partidos, los resultados y las charlas que dan con la prensa, la idea de esta nueva cuenta es subir un contenido mucho más divertido, y que permita a la gente sentirse más cercana a ustedes, que vean que son humanos y no unas máquinas que solo piensan en el futbol, en los partidos y en correr atrás de una pelota.
— Ah, como los que estuvieron subiendo en algunos equipos de Europa. —comentó Otamendi.
— Exacto, también es algo que comenzaron a aplicar con los corredores de Fórmula 1. —agregó Sol como ejemplo— Sé que hay muchos de acá que detestan las entrevistas, que detestan las preguntas incómodas de los periodistas o ese ambiente tenso de una rueda de prensa. Pero es precisamente eso todo lo que quiero evitar, la idea es hacer juegos, cuestionarios, retos, cosas que los diviertan, que los ayuden a relajarse y soltarse, y que además pueda gustarle a la gente, que puedan disfrutarlo y les genere una sonrisa. Sé que los momentos que tienen libres no son demasiados y que quieren aprovecharlos al máximo, sobre todo teniendo en cuenta que se acerca el Mundial, en el cual también los voy a acompañar para seguir con todo esto, y es por eso que mi idea es que sean cosas que no les roben mucho tiempo, juegos cortos, cuestionarios cortos y divertidos, que sea llevadero para ustedes y no les genere incomodidad, y que solo les tomen unos minutos. —Sol aclaró su garganta, aprovechando esos segundos para analizar los rostros de los jugadores y una chispa de esperanza se instaló en ella cuando notó que no lucían fastidiados, sino que era todo lo contrario, parecían interesados y emocionados ante lo que les estaba proponiendo. Tendría que haberlo supuesto sabiendo que muchos habían compartido años trabajando junto a su hermano, y tenían personalidades divertidas, parecidas a la de él— Soy consciente de que no todos disfrutan de estar delante de una cámara o de hacer esta clase de actividades, pero en verdad apreciaría muchísimo la colaboración y la buena onda de todos. Me van a tener que aguantar con mi equipo de trabajo, así que espero que haya buena onda y buen ambiente de trabajo. —finalizó con una sonrisa— ¿Qué les parece?
— Yo estoy re adentro. —habló el Papu rompiendo el silencio, con una expresión de entusiasmo en su rostro.
— Me re sumo, siempre quise hacer esos juegos con ellos. —comentó Tagliafico— Siempre los hago solo en stream, estoy preparado para romperles el orto. —sonrió de forma burlona a sus compañeros.
— Se piensa que va a ganar. —Emiliano Martínez, o el Dibu como todos lo conocían, soltó una carcajada— Pobre iluso, les voy a pasar el trapo a todos.
— Los más pendejos somos los que más chances tenemos de ganar. —comentó Lautaro Martínez alzando sus hombros de forma despreocupada, recibiendo abucheos por los más grandes.
Fue entonces que todos comenzaron a hablar a la misma vez, como si se tratara de un grupo de nenes discutiendo por quien iba a ganar qué y a quien iban a dejar afuera de qué. Sol soltó una carcajada al ver esto y el entusiasmo y la euforia con la que todos hablaban, como De Paul jodía a Paredes y Di María, como Lisandro Martínez descansaba a Giovanni Lo Celso, e incluso como Messi se reía de algo que habían dicho Lautaro Martínez y el Dibu.
Su ojos viajaron entonces a los chicos que estaban sentados a la derecha, hablando también, pero de forma más tranquila y menos errática. Sol reconoció que se trataba de los más nuevos en el grupo, de los más jóvenes y cercanos a su edad. No los había visto antes en persona, porque no había podido asistir a la celebración que se hizo en Argentina luego de que ganaron la Copa América, pero podía reconocerlos de las fotos o los partidos, e incluso de haberlos visto portando las camisetas de equipos Nacionales como Boca y River, entre otros.
Y fue ahí que su mirada chocolate se cruzó con otra del mismo color, el chico la observaba con una pequeña sonrisa, mirada cálida, un rulo cayendo sobre su frente y una expresión amigable en su rostro. Sol le devolvió el gesto con una sonrisa dulce hasta que el muchacho fue llamado por el que estaba a su lado, cortando finalmente el intercambio de miradas.
— ¡Un aplauso para Sol! —al oír aquello, la mirada de Sol dejó la figura del muchacho para mirar a Lio que había sido el causante del grito mientras todos comenzaban a aplaudir, algunos chiflando y otros gritando "¡Vamos Solcito! ¡Vamos los pibes!". La muchacha soltó una carcajada, tapando su rostro avergonzada mientras el Kun a su lado aplaudía también eufórico.
— Me alegra verlos tan entusiasmados con el proyecto, y de verdad espero que lo disfruten. —su mirada entonces viajó al grupito de jugadores con quienes aún no había tenido chance de hablar— Sé que hay algunos a los que todavía no conozco, pero espero que podamos generar una linda relación, y hacer cosas muy buenas juntos. Voy a poner todo de mi parte para que se sientan cómodos y a gusto con mi equipo y conmigo.
Los más jóvenes de la Selección asintieron con sonrisas en sus rostro mientras aplaudían, y una vez más la mirada de Sol se cruzó con la mirada chocolate del chico de antes. Y fue entonces que lo reconoció y recordó su nombre, se trataba de una de las nuevas promesas del equipo, ex jugador de River y actual jugador del Manchester City, Julián Álvarez.
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