— NO TENDRÍA QUE HABER HECHO TANTAS BOLUCOMPRAS.

Hacía tan solo unos minutos que Sol había entrado a su habitación en la Universidad Nacional de Qatar, después de que Benjamín y Sofía la acercaran, y estaba aprovechando para terminar de guardar sus pertenencias en sus valijas porque en unas horas tendría que ir al aeropuerto. Si bien Sol había viajado hacia Qatar y Abu Dhabi con los jugadores como parte del plantel con su equipo, había tomado la decisión de regresar en el avión con las familias porque los otros miembros de su equipo ya estaban en otro avión regresando a Argentina.

Sol sabía que después de la cena tenía que emprender camino hacia el aeropuerto para con Valentina, Olivia y Camila, ya que tenían los asientos juntos en el avión. Por lo que se encontraba haciendo fuerza para tratar de cerrar la valija más grande que parecía estar a punto de explotar por todas las cosas que había metido en ella.

En su momento le había parecido una buena idea comprar bastante recuerdos del viaje para sus otros hermanos y sus amigas, al igual que ir a comprar ropa con las chicas, pero claramente no había tomado en cuenta que ella ya había llegado a Qatar con la valija bastante llena.

Finalmente, sentada sobre esta y ejerciendo fuerza hacia abajo, la chica de ojos chocolate logró cerrarla, cuando escuchó que varias notificaciones le llegaban a su teléfono.

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La chica soltó una risita al ver eso y con curiosidad entró en el de Nicolás Otamendi, una sonrisa apareciendo en sus labios rápidamente cuando lo primero que vio fue a Julián sentado a un lado de Lio Messi, ambos con una copia de la copa del mundo en medio mientras les sacaban algunas fotos.

"LOS JUGADORES DEJANDO LA VIDA EN CADA PARTIDO" podía escucharse que cantaban todos mientras saltaban por todo el lugar, subidos en los bancos y hasta en la mesa del centro. Entre esos podía verse al Cuti y Licha saltando juntos mientras se agarraban por los hombros, podía verse a Paulo Dybala que ya se había sacado la camiseta quedando en cuero con la medalla al igual que Rodrigo De Paul.

¡VAMOS KUNIIII! MUEVA, MUEVA, ¡MUEVAAAAA!

— Ay Dios, no puede ser, lo voy a matar. —Sol observó como el Kun estaba parado encima de un banco, saltando de forma eufórica con una botella de una bebida alcohólica en sus manos— Si no lo mata el chip explotando, lo voy a terminar matando yo y el cardiólogo cuando tenga el control.

Se suponía que el ex jugador a causa de su condición cardiológica no podía beber alcohol, o por lo menos no más de un vaso como mucho, y ahí estaba Sol viendo como el Kun empinaba la botella para darle un sorbo bastante largo mientras los demás seguían cantando y saltando.

TODOS LOS BRAZUCAS SE PONDRÁN A LLORAR, PORQUE LE DIMOS LA VUELTA EN EL MARACANÁ.

Una carcajada brotó de los labios de Sol cuando todos se pusieron a saltar y dar vueltas alrededor de la mesa central, y en una de esas apareció el Kun moviéndose de costado como si se tratara de un cangrejo. En los comentarios podía verse banda de gente dejando mensajes de apoyo y agradecimiento por todo lo que habían hecho, felicitándolos por el partido, por la victoria y el mundial que se habían mandado, consiguiendo la copa para casa.

DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN.

— Dios que pulso de mierda que tenes Nicolás. —se quejó la chica porque la mano del jugador no dejaba de moverse, provocando que todo se viera como el culo— Deja de moverte tanto la mano hermano.

— ¡DALE CUTI! ¡EAAAAAA! —habían dejado de cantar para pasar a poner cumbia de fondo, mientras tomaban otras botellas de cerveza de la mesa— ¡DALE WACHOOOO! —estaba más que claro que Otamendi ya estaba bastante entonado, pero más claro estaba que no era el único en ese estado por lo que se podía ver de fondo— Que canchero boludo, que canchero que sos wacho —Nicolás comenzó a reírse mientras enfocaba a Enzo que estaba con su teléfono— No wacho, estás re agrandado vo'.

— MUEVA, MUEVA, MUEVA. —podía oírse la voz de Rodrigo mientras Nicolás enfocaba al Dibu con Lisandro y Nahuel bailando y perreando hasta abajo. Sol colocó una mano sobre su boca completamente tentada al ver esa imagen— ¡UESAAAAAA DIBU, DIBUJE REY!

— ¡HOY EN LA PERA WACHO! ¡EL QUE NO ESCABIA LO CAGAMO' A BIFE! —fue entonces que Nicolás enfocó a Julián que no dejaba de sonreír, con sus cachetes un poco más rojos— ¡DALE JULI, PARA DE CORRER WACHO! —Sol soltó una carcajada al ver como Julián reía para luego darle un sorbo a su botella de lo que parecía ser cerveza— Bueno, ahora volvemos, en un rato volvemos a prender. —dijo Nicolás dando vuelta la cámara hacia él para luego cortar el vivo.

Sol negó con su cabeza mientras sonreía, ¿estaba preocupada por el Kun? Obviamente, pero no había nada que pudiera hacer para detenerlo, merecía festejar con los demás y divertirse. La chica estaba orgullosa de todos ellos y sabía por todo lo que habían pasado, y la ponía feliz verlos disfrutar de esa forma, después de todo nadie se lo merecía más que ellos.

Con cuidado, tomó la valija grande y la otra más chica para arrastrarlas hasta el hall principal, a un costado para que no molestaran al paso, y luego volvió a buscar el bolso con más cosas para dejarlo también a un lado de las valijas, todas con su nombre y número de contacto por las dudas. En la Universidad ya había gente del staff moviéndose de un lado para otro, preparando todo el equipaje con los equipos y demás cosas para la vuelta a Argentina. La zona de la cocina también estaba con bastante movimiento, por lo que Sol había oído estaban preparando milanesa a la napolitana con papa fritas como cena de despedida, y agradecía por completo saber que iba a poder disfrutar de eso antes de irse al aeropuerto.

Aprovechando que afuera estaba un poco más fresco la chica salió hacia el patio de la Universidad con su teléfono en mano, dispuesta a comenzar a responder las decenas de mensajes que había recibido y que aún no había tenido la oportunidad de ver. Fue entonces que otra notificación apareció en su pantalla.

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— A ver, para, ¿qué carajo están haciendo ahí? —fue lo primero que escuchó al Kun decir cuando pudo ingresar al vivo que él estaba haciendo— ¿Qué hacen contando plata ahora boludo? —en la imagen podía ver al Cuti y Licha con varios billetes en la mano mientras parecían ir contando y dividiendo en tres pilas sobre la mesa.

— 'Tamos dividiendo la plata de la apuesta. —dijo el Cuti como si eso fuera suficiente para que el Kun entendiera.

— ¿Eh? ¿Qué apuesta? ¿Qué hicieron ahora boludos? —la voz del Kun dejaba en claro que no entendía de que estaban hablando.

En la pantalla, Sol vio como ante la pregunta del Kun dejaron de contar plata y se miraron entre ellos nerviosamente, como si no quisieran que el Kun supiera de qué se trataba todo eso. En los comentarios habían empezado a tirar posibles apuestas que los jugadores podían haber hecho, algunas demasiado absurdas.

— Apostaron a ver cuánto tardaba la araña en picar. —la voz de Lautaro Martínez sonó seguida de una carcajada suya, apareciendo luego en la pantalla mientras abrazaba a Licha por los hombros, dándole un trago a su botella de cerveza— Y ellos dos se hacían cargo de ir juntando la plata.

Sol abrió sus ojos con sorpresa al oír eso— ¡Yo no te la puedo creer! A la primera que se descuiden los asfixio con la almohada, hijos de puta. —murmuró como si los jugadores pudieran escucharla.

— ¡Hijos de puta, apostaron por mi hermana! —les dijo el Kun— Manga de atrevidos.

— No, no, no. —comenzó a decir Lautaro riendo— Apostamos por el amor Kuniiiiii.

Dios mío, el pedo que tiene Lautaro por favor.

— ¿Y quién se supone que ganó?

Licha volvió a mirar la hoja que tenía a un lado con unas palabras que por la distancia Sol no llegaba a distinguir— Hubo un empate entre Lio, Enzo y... Aimar.

— ¿¡Aimar!? ¿Pablo Aimar? —preguntó el Kun completamente incrédulo— No te la puedo creer. —murmuró el ex jugador mientras chasqueaba su lengua.

Las risas en los comentarios del vivo no se hicieron esperar, completamente tentados por todo lo que acababan de escuchar. Durante varios minutos el Kun estuvo dando vueltas por el vestuario, hablando con alguno jugadores, para luego volver a tomar otra botella y empinarla para darle un largo trago mientras se apuntaba con la cámara de su teléfono.

"Deja de chupar tanto Sergio, te va a explotar el chip pelotudo"

Una carcajada escapó de los labios del Kun cuando fue capaz de leer el mensaje de su hermana entre tantos— ¡Hola Solcito! Estoy tomando un poquito, nada más, mira estoy re bien. —dijo el ex jugador, poniéndose de pie y apuntando a sus pies con la cámara mientras trataba de hacer el cuatro— ¿Ves? Estoy joya, joyin, joyita. Uhhh mira, justito. —el Kun enfocó a Julián que estaba sacándose la medalla para dejarla junto a su bolso— ¡Mira Araña! ¡Acá está tu Gwen Stacy mirando el vivo! —una carcajada brotó de los labios de Sol cuando el Kun movió el celular de golpe evitando que pudieran seguir viendo al portador de la camiseta número nueve— ¡Eh, eh! ¡No, no, para! ¡No te saques la remera! No seas atrevido pendejo. ¡Cerra los ojos Sol!

— Me estaba por cambiar la camiseta, vos me enfocaste. —podía oírse la voz de Julián con ese lindo acento cordobés que volvía loca a Sol de fondo.

— Ahora sí. —dijo el Kun volviendo a enfocar a Julián que se había colocado otra vez su camiseta que en la espalda decía "Campeones del Mundo"— Acá está tu Peter Parker, Sol. Ahora sí podés mirar, ya podés abrir los ojos. —Sol ahogó una risa ante eso.

— ¡Hola Sol! ¿Llegaste bien? ¿Ya estás en la universidad? —Julián miraba a la cámara con una sonrisa, sus cachetes rojos por todo lo que había saltado y había estado tomando, y sus ojos ligeramente entrecerrados. Rápidamente los comentarios se empezaron a llenar de mensajes diciendo cosas como "¡COMO SE PREOCUPA POR ELLA! UNO ASÍ BARBA" o "DEJÁ DE SER TAN TIERNO HIJO DE PUTA" o "EN PLENO FESTEJO PREGUNTANDOLE SI LLEGÓ BIEN, A ESTO ASPIRO"

Rápidamente Sol mandó un comentario, "Sí Juli, ya estoy bien, quedate tranquilo vida. Disfruta, nos vemos más tarde". Completamente enternecida al ver la sonrisa de Julián cuando el Kun le leyó su respuesta. Después de eso, el ex jugador se puso a leer varios comentarios, y en muchos de ellos felicitaban a Julián por su actuación en el mundial.

— Un capo el Juli, ¿no? Mi cuñado, el goleador. —dijo el Kun abrazando a Julián por los hombros.

— Naaah, el goleador es Messi. —respondió el cordobés medio avergonzado por el cumplido del Kun.

— Bueno pa, pero hiciste goles. Yo hice dos en tres mundiales y vos te mandaste cuatro en dos partidos importantísimos. Tendrías que haberla visto a Sol como gritó esos goles, mamita, y cuando se los dedicaste se puso toda roja. —el Kun soltó una carcajada recordando las reacciones de su hermana— Sí, igual ojo, me parece que tenés competencia igual cuña, otro futbolista te la puede soplar.

Julián alzó una ceja confundido— ¿Cómo?

— Sí, en el partido contra Polonia dijo que le gustaba Lewandowski y que le gustaba como le quedaba la camiseta del Barcelona. —Kun apretó sus labios tratando de no reír al ver la expresión desorientada de Julián— Ojo con el polaco, son peligrosos los polacos, te descuidas y ¡pumba! Te cagaron a tu jermu.

Un quejido avergonzado escapó de los labios de Sol al escuchar lo que decía el Kun— Dios Sergio dejá de decir pelotudeces por favor.

— Mira, otro comentario de Sol, a ver que dice... Dice "el único jugador de futbol que me gusta es cordobés, le dicen Araña, se llama Julián y es mi novio, cerra el orto Sergio" bueee, una jodita loco, ¿qué clase de cuñado sería si no aprovecho para joderlo? Ahí puso otro, a ver... No, bueno, no lo voy a leer porque no es apto para todo público, hija de puta donde aprendiste todas esas puteadas. —mientras el Kun ponía una expresión horrorizada Julián estaba meta sonreír como un tarado, una sensación cálida en su pecho repitiendo el comentario de Sol en su cabeza y es que todavía no terminaba de caer en que Sol era finalmente su novia— Bueno, termino el vivo acá, a ver como era... ¿Cómo era para terminar esto? —podía oírse la voz del ex jugador pero no se veía nada porque tenía el teléfono apuntando para cualquier lado.

La chica negó divertida cuando finalmente su hermano logró cortar el vivo con ayuda de Julián. Una sonrisa apareciendo en sus labios cuando recibió un mensaje de Julián:

"Y a mi la única chica que me gusta es la protegida de la Scaloneta, se llama Sol y es mi novia"

"Te quiero, nos vemos en un rato Solci."

AAAA COMO VAS A SER TAN LINDO, BASTA FLACO ME VAS A TERMINAR MATANDO. Pensó la chica tapando su rostro con sus manos mientras una risita tonta escapaba de sus labios.

Soltando un suspiro, Sol finalmente comenzó a responder todos los mensajes y a chusmear las redes oficiales donde había subido un video a modo de cierre de todo lo que había sido el mundial para la Scaloneta con Karma de fondo, porque no había nada más Selección Argentina en el Mundial de Qatar que ese tema. La menor de los hermanos Agüero ya había hablado con Benja por teléfono para ver si iban a viajar a Argentina para los festejos o si iban a volver directamente a Miami, había hablado con Valentina para ver como iba con el tema del equipaje y había incluso hablado con su vieja que le había contado como estaba todo en Argentina con la gente festejando en las calles de todo el país, completamente eufóricos por todo lo que había ocurrido.

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Una vez más, Sol apretó la notificación para entrar al vivo donde podía ver a la Selección encima de un micro con sus mochilas encima y algunas botellas de cerveza. Ya había visto en Twitter e Instagram algunos videos varios minutos atrás, por lo que ya sabía que ellos se encontraban encima del micro dando una última vuelta por Qatar para después volver a la Universidad.

— Me acaba de saltar una notificación de que Sol entró al vivo. —dijo Enzo, con la cámara apuntando hacia su rostro, una sonrisa en sus labios— ¡Hola amigaaa! —saludó a la cámara, para luego girarla y apuntar a Julián que justo estaba tomando un poco de su botella— A ver Julián, sonreí, dale Araña que está tu mujer en el vivo.

Ante la mención de Sol, Julián sonrió— ¡HOLA MI AMOOOR! ¡TE EXTRAÑO! —gritó a la cámara mientras agitaba su mano saludando eufórico.

— ¡No puede ser! —dijo Sol soltando una carcajada y aprovechando para sacar una captura de pantalla— Dios Juli, ¿cuánto tomaste vida? —porque estaba en claro que Julián estaba mucho más entonado que antes, sus cachetes y su nariz rojos, sus ojos brillosos con sus pupilas dilatadas y su voz más ronca.

Leandro, que estaba parado junto a Julián en el micro, lo miró con una mueca en sus labios— Dios, aparte de gallina también pollera, la clara prueba de que Dios si castiga dos veces.

— Eh, eh, no te zarpes. Lo de pollera te lo permito, porque este es re mil pollera, pero no te metas con River hijo de puta. —le dijo Enzo a Leandro que se empezó a cagar de risa— En un rato llegamos Sol, probablemente algunos necesiten un té para bajar un poco el pedo antes de comer, por si los querés ir pidiendo en la cocina. —agregó apuntando con su cámara a Julián que se había puesto a saltar con Gonzalo, Alexis y Nahuel completamente desacatados los cuatro.

EN EL MOMENTO EN EL QUE los miembros del plantel y jugadores comenzaron a ingresar al edificio de la Universidad Nacional de Qatar, el lugar explotó en aplausos y gritos de emoción del personal que se había quedado organizando todo para la vuelta. Sol estaba parada al final del pasillo que habían armado, aplaudiendo con entusiasmo y con sonrisa radiante en sus labios, sus ojos centellantes con orgullo y alegría.

— ¡VAMAAAA! OLE, OLE, OLE, OLE, OLE, OLE, OLA. —cantaba Sol dando saltitos en su lugar mientras aplaudía— OLE, OLE, OLE, CADA DÍA TE QUIERO MÁS. SOOOOOY ARGENTINO, ES UN SENTIMIENTO, PUEDO PARAR.

La chica de ojos chocolate soltó una risita cuando Lionel se acercó a abrazarla, levantándola unos centímetros del piso en el proceso mientras la movía de un lado a otro. Así fueron turnándose los demás jugadores, abrazándola de manera fugaz y festejando con ella el gran triunfo que habían obtenido. Uno de los más emocionados había sido Enzo que la había levantado del piso, abrazándola mientras saltaba riendo por los gritos de la chica.

— Abran paso que viene el pollera. —Sol escuchó la voz de Leandro, que ya había pasado y estaba en la puerta de la cocina mirando todo con una sonrisa acompañado del Papu y Rodrigo, las risas de todos inundaron el lugar gracias a su compañero.

— Dejalos tranquilo boludo, vos sos igual con tu mujer, y no sé si peor, mira lo que te digo. —le dijo Lionel que se acercaba con un pedazo de pan en su mano para darle una mordida— Uno más pollerudo que el otro son acá, se hacen los otros. —agregó riendo mientras sacaba su teléfono para hablar con Antonella y los nenes mientras esperaban por la comida.

La chica miró hacia la entrada sin poder evitar la sonrisa dulce que se formó en sus labios al ver que Julián entraba chocando los cinco con todos hasta que finalmente sus ojos se posicionaron en ella, agitando su mano a modo de saludo. El cordobés apuró el paso hasta llegar a ella, sus cachetes y nariz aún rojos por el calor y lo que había tomado, además de todo lo que habían cantado y saltado.

Cuando llegó a ella, Julián la observó con una sonrisita antes de atraparla en un cálido abrazo, ocultando su rostro en el cuello de Sol, provocándole un cosquilleo con su respiración.

— Hola... —susurró el cordobés con suavidad.

— Hola, campeón del mundo. —respondió la chica de ojos chocolate.

— Creo que nunca me voy a acostumbrar a ese título. —ambos rieron ante eso, finalmente separándose, el chico acercándose su rostro y rozando sus narices antes de robarle un beso de manera fugaz que le permitió a Sol percibir el gusto a las cervezas que Julián había tomado.

— ¡UESAAAA! ¡BIEN AHÍ JULI! —ambos giraron su rostro para ver a los jugadores que se habían amontonado en la entrada del comedor, observándolos con sonrisas en sus rostros.

— ¿Así va a ser cada vez que estemos juntos? —cuestionó la chica y todos asintieron rápidamente, sin siquiera dudarlo— Que insoportables de mierda, deberíamos buscarnos amigos nuevos, Julián.

— Para esos amigos nuevos, bala y al río. —dijo el Dibu con una expresión sería para luego soltar una carcajada que logró contagiar a los demás.

— ¿No tienen cosas que hacer? —preguntó Julián chinchudo como un nene chiquito, viendo que todos habían retomado sus actividades a excepción de los jugadores de la Scaloneta que seguían mirándolos mientras comían pan— ¿Cómo ir a romperle las bolas a alguien más?

— Se nos reveló el Juli, boludo. —empezó a decir Enzo— Ya está, ya sabemos quién es la mala influencia de la relación, salí de ahí Araña, antes de que te descarriles.

El cordobés soltó una carcajada mientras Sol le sacaba la lengua a Enzo a modo de burla— Si no terminó descarrilado conviviendo con vos y Gonzalo, no hay nada que lo pueda descarrilar a estas alturas.

— Me atacaba de gratis, muy mal de tu parte Solcito. —dijo Gonzalo colocando una mano en su pecho fingiendo estar ofendido.

— Bueno, vayan a bañarse y déjenlos solos loco, el olor a chivo que hay acá ya. —al escuchar las palabras de Messi todos alzaron su mano hacia su sien, como si estuvieran haciendo un saludo militar.

— ¡SÍ, MI CAPITÁN! —gritaron todos al mismo tiempo mientras se carcajeaban, y Messi los miraba como diciendo "¿Y ahora que carajo están haciendo dementes de mierda?" para luego dirigirse otra vez al comedor para agarrar otro pedazo de pan.

Fue entonces que, aprovechando que todos se alejaban y ya no había nadie dando vuelta, Julián tomó a Sol por la cintura atrayéndola hacia él, agachando su cabeza para por fin besar a la de ojos chocolate como quería desde hace horas.

— ¡MANSAS GANAS DE PICAR TODA LA TARDE TUVO LA ARAÑA! —las carcajadas volvieron a sonar por todo el lugar, mientras Julián y Sol se separaban para ver que los jugadores habían regresado— ¡SE LA BANCÓ COMO EL MEJOR!

— Aguantó bastante che. —comentó Franco Armani divertido.

— PICO, PICO, PICO, PICO. PICO. —cantaban mientras aplaudían, pidiendo un beso de la pareja.

— Cuando pensé que no podían volverse más infumables, van y me demuestran lo contrario. —murmuró Sol, robándole una sonrisa a Julián.

Soltando un suspiro, Julián dejó un beso en la frente de Sol para luego mirarla con dulzura— Voy a darme una ducha, nos vemos en un ratito. —cuando vio que la chica asintió, Julián tomó su mochila, que la había dejado a un lado, dirigiéndose hacia el pasillo donde todavía estaban los demás— Caminen hijos de puta, o los hago caminar a las patadas.

— ¡Que agresivo loco! ¡Encima que les hacemos porras! —se quejó Enzo— No nos valoran lo suficiente.

— Si valoras tus pelotas te recomiendo que camines, antes de que te las cague a patadas Enzo. —Sol soltó una carcajada al escuchar las voces de los ex jugadores de River entre los gritos y cantos mundialistas de los demás.

— ¡MUCHAAAACHOS! —la chica se giró en su lugar para observar la puerta principal.

El Kun, que venía sonriendo de oreja a oreja y cantando se detuvo de forma abrupta al ver a Sol con su ceño fruncido y sus brazos cruzados sobre su pecho, mientras los demás miembros del plantel ingresaban al comedor para ubicarse en sus puestos.

— Ya sé lo que me vas a decir y antes de que me retes... —comenzó el ex jugador acercándose a ella, la chica casi hace una arcada al sentir el olor a alcohol y humo que su hermano emanaba, recordando los videos que había visto en Twitter de él tomando de varias botellas a la misma vez e incluso fumando un habano.

Sol arrugó su nariz ligeramente— Dios el tufo que tenes hijo de puta. —dijo la chica negando con su cabeza— Si pensas que te voy a retar es porque claramente sabes que hiciste algo mal Sergio.

— Bueno, perdón, es todo por la emoción del momento.

— Sí, todo lo que vos quieras, pero no te olvides que tenés algo en el corazón y que no podés andar chupando de esa forma, te juro que en todos los videos que vi tuyos estás tomando algo... ¿¡Desde cuando fumas habano vos!? —cuestionó, reprendiéndolo como un nene chiquito.

El Kun no pudo evitar reír al verla de esa forma— Una vez no me va a hacer nada Sol, es solo por hoy.

— Sergio te pasa algo y yo me muero. —le dijo la chica acercándose a él, ignorando el olor a alcohol y habano que emanaba, para abrazarse a él por su torso— Un poco de consciencia te pido boludo.

— Tenés razón, puede que me haya ido un poquito a la bosta. —al ver la mirada que la chica le dirigía sonrió— Bueno, muy a la bosta, pero mi corazón está feliz Sol, yo estoy feliz, me siento mejor que nunca. —cuando el Kun vio a su hermana suspirando, alzó su mano para acariciar su cabello con suavidad— No va a pasar nada, te lo juro. —finalmente la chica asintió, alejándose para señalarlo con su dedo índice.

— Saltá, cantá, gritá todo lo que quieras, pero contrólate con el alcohol, te habrás chupado hasta el agua de los floreros para tener ese tufo. Dios mío, me estoy descomponiendo, anda a bañarte asqueroso. —el hombre soltó una carcajada, acercándose a ella para dejar un beso en su frente.

— Lio me dijo que me prestaban su ducha y una muda de ropa, en unos minutos estoy en el comedor.

Sol asintió con una sonrisa, viendo como su hermano se acercaba a Lionel, y luego los dos se iban por el pasillo hasta la habitación del portador de la camiseta número diez. Finalmente, Sol se encaminó hacia el comedor, notando que la mayoría de los chicos ya estaban sentados, cantando y golpeando sus manos contra la mesa al ritmo de "Muchachos", dirigida por Otamendi y Lautaro que claramente seguían en un pedo cósmico.

Para cuando Julián y Enzo llegaron al comedor, ya estaban todos en sus lugares, y los dos espacios libres que habían quedado eran junto a Sol y junto a Gonzalo, que estaban sentados uno frente al otro mientras reían de las boludeces que estaban diciendo Lautaro, Nahuel, el Cuti y Licha que seguían en pedo, mientras los demás seguían cantando e incluso parándose en sus asientos para poder saltar. Uno de ellos era el Kun, a quien Di María tenía sujetado de su pierna para evitar que terminara de jeta en el piso.

Durante toda la cena Sol y Julián se la pasaron cagándose de risa de todo lo que los demás decían o hacían, disfrutando de la milanesa a la napolitana con fritas que les habían hecho. La mano de Julián colocada sobre la pierna de Sol mientras ella tenía su cuerpo girando hacia él, aprovechando que estaba sentada en la punta y no tenía a nadie a quien pudiera darle la espalda. Ambos estaban simplemente disfrutando del momento, de poder compartir una experiencia como esa al lado del otro, de poder estar juntos. 

Para cuando la cena había terminado, Sol ya había hablado con Valentina, quien pasaría a buscarla junto a Camila y Olivia para ir juntos al aeropuerto, para tomar el avión que saldría unas horas que el de los jugadores y el plantel. 

Con sus valijas en mano, Sol, que ya se había despedido de los demás, se encontraba esperando a la llegada de la chica acompañada de Julián , Enzo y Alexis, los últimos dos para aprovechar a despedirse de sus parejas hasta que pudieran verlas de nuevo en Argentina. Cuando el auto con las chicas llegó, rápidamente Enzo y Alexis se acercaron a ellas para abrazarlas y despedirse, mientras Julián atrapaba a Sol en un abrazo.

— Nos vemos a la vuelta, Juli. —dijo Sol dejando un beso en el cuello de Julián, provocándole un cosquilleo— Que te sea leve con los chicos. —agregó soltando una risita al ver la expresión mortificada de Julián.

— No me van a dejar de joder nunca, pero vale completamente la pena si sé que es porque ahora te tengo a mi lado. —se encogió de hombros, guiñándole un ojo— Nos vemos a la vuelta para seguir festejando, te quiero.

— Yo también te quiero. —inclinando su cabeza hacia abajo ligeramente, Julián dejó un beso suave y delicado en los labios de Sol, disfrutando del sabor dulce de estos y del aroma de su perfume que tanto le gustaba.

Colocando las manos en los bolsillos de su pantalón, el cordobés observó como Sol se alejaba en dirección al auto, subiendo sus valijas con la ayuda del chofer mientras saludaba a Valentina y Camila. Alexis y Enzo ya se encontraban de pie a su lado, mirando a sus parejas de la misma forma en la que Julián miraba, con sus ojos cargados de afecto y amor.

— Y se fueron nomás. —murmuró Enzo como el auto se alejaba hacia el aeropuerto— Ya las extraño.

Julián alzó una ceja— Ah, pero después el pollera soy yo. —Alexis soltó una carcajada.

— Daaaale, ¿me vas a decir que no las extrañan?

— Obvio. —respondieron Julián y Alexis al mismo tiempo. Y así los tres volvieron a ingresar al edificio, para continuar con los festejos que los chicos seguían haciendo adentro.

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