HABÍAN PASADO DOS DÍAS desde que Sol había ido a presentarse con los jugadores, faltaban solo unos días para el partido amistoso contra Honduras el 23 de septiembre y ella estaba llegando a donde la selección estaba concentrada para hacer el primero de los videos que subirían a la cuenta. A su lado iba Lucila, la encargada de grabar todo, y Celeste, quien se encargaría de fotografiar a los jugadores durante los juegos. Sorprendentemente las dos eran varios años más grandes que ella, pero de igual manera eran bastante copadas y divertidas.

Las tres fueron recibidas por uno de los guardias y luego de mostrarles sus identificaciones las condujo hasta el campo donde los jugadores estaban terminando de entrenar junto a Lionel Scaloni, Pablo Aimar y el resto del equipo.

— Sol, estás temblando boluda, se supone que somos nosotras las que deberíamos estar así. ¿Querés un caramelo? —Lucila soltó una carcajada notando como temblaba la mano de Sol mientras agarraba con fuerza su teléfono— Ya los conoces, ¿de qué tenés miedo?

— No es miedo, son nervios porque quiero que se sientan cómodos Lu. —comenzó la muchacha— Por conocerlos ya los escuché quejarse de entrevistas banda de veces y lo que menos quiero es que acá también la pasen como el orto.

— Quedate tranquila boluda, seguro se cagan de risa. Y sino bueno, probaremos con otra cosa, no va a ser la muerte de nadie. —Celeste se encogió de hombros.

Sol asintió sabiendo que ambas tenían razón y contando hasta cinco contuvo el aire para luego soltarlo de a poco, relajando sus hombros y sintiéndose mucho más tranquila. Las tres continuaron caminando, siendo guiadas por Sol, hasta llegar a donde Scaloni estaba de pie junto a Aimar, y al verla el entrenador sonrió.

— Hola Sol, me alegro de verte de nuevo. —saludó dándole un corto abrazo y besando su mejilla— En cinco minutos terminan de elongar y ya están disponibles para ustedes.

— Dale, no hay problema. Mientras nosotras vamos a ir acomodando las cosas por allá para poder grabar. Cuando terminen con esto que vayan para allá para que pueda decirles quienes arrancan.

Con cuidado, Sol tomó con dificultad uno de los bolsos, uno bastante grande, donde Lucila tenía parte de lo necesario para grabar y junto a ella y Celeste se encaminaron hacia un lateral donde había unos bancos. Y rápidamente comenzaron a armar todo el mini "set", en una mesita plegable colocó las hojas con las preguntas y a su lado dos pulsadores que los jugadores usarían. Cuando la cámara de grabación ya estaba lista y Celeste ya estaba preparada para también tomar fotos, comenzaron a escuchar las voces de los jugadores acercándose.

— ¡Hola Solcito! —De Paul se acercó junto a Paredes y el Papu, revolviendo el pelo de la joven que se puso a dar manotazos al aire en un intento por alejarlo, provocando las carcajadas de los demás.

— ¿Cómo andas Sol? —el Dibu alzó su mano para que pudiera chocar los cinco, siendo seguido por otros.

— Bien, y espero que ustedes también. Les presento a Lucila y Celeste, son parte de mi equipo de trabajo y van a estar durante los juegos porque son las encargadas de grabar y sacar fotos. —los jugadores soltaron un "¡Hola!" colectivo, robándoles una sonrisa a las muchachas— Hoy no vamos a hacer entrevistas, vamos a arrancar con un juego tranqui y mi idea era que hoy participen 4 nomás.

— O sea que va a ser una competencia, ¿no? —cuestionó Di María observando los pulsadores que había a un lado.

Sol asintió— Había pensado en que participaran 2 de los jugadores más antiguos y 2 de los más nuevos, primero se enfrentarían entre esos 2 y después los otros 2, y al final se enfrentarían los ganadores de cada pareja.

— Dale angelito, mandale mecha pa'. —Otamendi palmeó la espalda de Di María, incentivándolo a que se colocara de pie, mientras los demás comenzaban a gritar "¡ANGEL! ¡ANGEL!" mientras aplaudían como si de una hinchada se tratara. Cagándose de risa, Di María se levantó para acercarse a Sol, tomando uno de los pulsadores.

— Lio también, son los que más tiempo estuvieron. —los demás asintieron a la propuesta de Paredes, comenzando también a cantar su nombre. Messi soltó una risita negando con su cabeza, pero aún así se levantó caminando hasta sol.

— Las cosas que me hacen hacer, por dio'. —suspiró tomando el pulsador y colocándose a un lado de Ángel.

— ¿Y de los más nuevos? ¿Quiénes van a jugar? —Sol colocó su mirada en el grupo de los más jóvenes. El primero en levantarse fue Enzo Fernández, una sonrisa divertida en sus labios mientras sus compañeros coreaban su nombre.

— ¡Que vaya la araña! —al oír el grito de Lo Celso, Sol observó como Julián abría sus ojos con sorpresa, comenzando a negar con su cabeza.

— No, no, soy un queso para estas cosas. —trató de negarse el cordobés.

¡DALE JULI! ¡ARAÑA! ¡ARAÑA!

— Si no quiere no hace falta, puede venir otro. —trató de ayudar Sol al ver la expresión de Julián— Puede participar en otro juego más adelante, cuando entre en confianza.

— No me dejes en banda araña. —habló Enzo alzando los dos pulsadores— ¿O tenés miedo de que te rompa el orto como en el uno? —Julián alzó una ceja, mientras los demás soltaban un "UHHHH" como si se trataran de pibes en un bardo a la salida del colegio. Finalmente, Julián se colocó de pie, con una expresión determinada, la misma que ponía cuando estaba dándolo todo en la cancha. Sol le tendió el otro pulsador que tenía Enzo, recibiendo una sonrisa amable por parte de Julián.

— Bueno, primero van a comenzar... —un Miau se oyó interrumpiendo sus palabras, Sol observó a Ángel que acababa de presionar su pulsador para probar, el jugador alzó su mirada soltando una risa nervios.

— Perdón, quería ver que ruido hacía. —se disculpó, apretándolo otra vez y sonriendo al escuchar el Miau, robándoles una risa.

Oink Oink, una carcajada escapó de los labios de Lio Messi cuando al apretar el suyo sonó como un chancho, volvió a apretarlo otra vez, riendo como un nene, y esa vez se vio acompañado por un Muuu. Sol tapó su rostro con la hoja de las preguntas al ver que Enzo se sumaba a Di María y Messi, en lo que parecía una orquesta de animales mientras los demás se cagaban de risa y De Paul había comenzado a grabar con su teléfono. Una carcajada escapó de sus labios cuando vio que los tres trataban de tocar una canción, mientras los demás que estaban sentados en el suelo hacían palmas.

Julián por su parte se mantuvo a un lado de la muchacha, observando completamente divertido lo que los otros tres hacían mientras él miraba su pulsador con curiosidad.

— A ver Juli, ¿qué animal te tocó a vo'? —cuestionó Lautaro.

Julián le dedicó una mirada a Sol, como si le estuviera pidiendo permiso— Podés tocarlo Julián, no me voy a enojar, ya hay tres boludeando, uno más no es nada. —comentó Sol alzando sus hombros para restarle importancia, con una sonrisa dulce en sus labios.

Fue entonces que Julián tocó el pulsador, y un Auuu se escuchó, provocando una vez más que todos rieran, y que el sonriera como un nene.

— Bueno muchachos ya está, vamo' a dejar de boludear que las chicas necesitan los videos. —habló Messi finalmente, tratando de poner una expresión seria, pero le resultaba imposible si Enzo y Ángel continuaban tocando los botones en un intento desastroso por tocar "Arroz con leche".

— Primero van a competir Lio y Ángel, ya que estamos a nada del mundial los primeros juegos van a ser en relación a los diferentes países, sus banderas, sus camisetas, jugadores y esas cosas. —comenzó explicando Sol, mientras Ángel y Lionel se colocaban frente a la cámara— Yo les voy a mostrar imágenes de banderas y ustedes tienen que decirme a de qué país son, apretando el pulsador para ver quien responde, si responden bien suman un punto, si responden mal le dan un punto al otro. Son diez banderas, lo mismo va a ser para Enzo y Julián, y después el desempate son 10 banderas un poco más complicadas. ¿Listos?

Los dos asintieron, tomando sus pulsadores— Listos.

Lucila comenzó a grabar y Sol fue mostrándoles una a una las banderas que había elegido para esa ronda, dentro de todo eran fáciles, pero la competitividad de ellos y los gritos de los demás hinchando por alguno de los dos hacían que todo fuera mucho más intenso, los demás habían incluso apostado en base a quien podía ganar. Por su parte, Sol no podía evitar sonreír al ver que ellos de verdad estaban disfrutando el juego, que se cagaban de risa e incluso trataban de hacer perder al otro, tocando los pulsadores muchas veces con desesperación o pidiendo VAR para ver quién había tocado primero. Con Julián y Enzo en las primeras dos o tres rondas fue un poco más tranquilo, pero poco a poco comenzaron a entrar en confianza dejando la timidez a un lado y mostrándose mucho más relajados, para el final del juego los dos se estaban divirtiendo cagados de risa del desastre que estaban siendo y las gansadas que Enzo estaba diciendo.

Al final, los ganadores de sus dúos habían sido Messi y Julián— ¿Qué tan difíciles son las que siguen? —cuestionó Lionel rascando su barbilla.

— Elegí las más complicadas que encontré.

Julián soltó un quejido, apretando el pulsado contra su frente como si estuviera completamente devastado, oyendo la risa de sus compañeros cuando se escuchó el Auuu una vez más.

— Más te vale no dejarlo ganar, que pique fuerte la araña. —Sol sonrió cuando oyó a Lisandro Martínez diciendo esa frase.

— ¿Están listos? —cuestionó la muchacha para comenzar con la última parte— Terminamos de grabar esto y son libres por algunos días.

— Dale noma', ya hice el ridículo tantas veces que una más o una menos no hacen la diferencia. —Messi alzó sus hombros restándole importancia.

Al ver que Julián se encontraba observándola sin responder, con una pequeña sonrisa en sus labios, Sol llamó su atención— ¿Julián estás listo?

— Si, perdón, estoy listo. —el muchacho sonrió nerviosamente, colocándose junto a Lionel— Cuando quieras Sol.

Cuando Lucila le hizo una seña, Sol comenzó a mostrar las banderas y era verdad cuando dijo que había elegido las más complicadas. Todos estaban cagándose de risa por los palabras que tiraban ambos tratando de acertar, cuando no tenían ni idea de que país era, no tenían idea de ni siquiera a que continente pertenecían y parecía que simplemente tiraban países al azar.

— Están empatados 3 a 3, el que adivina la última gana. ¿De dónde es esta bandera?

— Dio' mío Sol, ¿estás segura vo' de que estas banderas existen? —cuestionó Lionel pasando una mano por su rostro, completamente resignado mientras los demás reían. Julián por su parte se encontraba mirando la bandera fijamente, sus ojos chocolate ligeramente entrecerrados, tratando de recordar porque estaba seguro de que había visto esa bandera antes.

Auuu, el pulsador de Julián sonó llamando la atención de todos— ¡NEPAL! ¡ES LA DE NEPAL! —dirigió su mirada hacia Sol, expectante a ver si era la respuesta correcta y cuando la muchacha asintió, Julián levantó sus brazos festejando— ¡VAMAAA! —rápidamente se le tiraron encima Enzo, Lisandro y Alexis Mac Allister, al grito de "Vamos los pibes" y "Vamos la araña que pica" mientras apretaban el pulsador de Julián y el que Enzo tenía antes. Algunos de los que estaban sentados abucheaban mientras otros aplaudían gritando "¡ARAÑA, ARAÑA!".

Una vez que se habían calmado, Lucila y Celeste comenzaron a guardar su cosas en los bolsos que habían traído. Mientras Sol se acercó a los jugadores— Más o menos de este estilo son los otros juegos que tengo preparados, lo mismo con las entrevistas y los quizzes. Estaría copado saber que opinan, para ver si tengo que buscar otras cosas o si quieren que cambie algo.

— Naaa, esto así está buenísimo Sol, nos cagamos de risa y encima nos relajamos un poco del entrenamiento. —comenzó Lo Celso.

— Ya les voy avisando que en el próximo juego participo yo, así no me cagan el lugar. —declaró el Dibu mirando a sus compañeros.

— ¡Pido el pulsador del chancho! —exclamó De Paul alzando su mano.

— Creo que va a tener que ir todo a sorteo porque me parece que todos queremos jugar ahora. —comentó el Papu. Los demás apoyaron sus palabras, y es que de verdad la habían pasado bien, hacía bastante que no se reían de esa forma tan despreocupada delante de una cámara.

— Bueno, la próxima traigo algo para sortear quienes van a participar, creo que lo mejor va a ser que lo grabemos después de que jueguen contra Honduras.

— Sol nosotras nos vamos yendo que tenemos que ir a editar estas cosas, te dejamos tus cosas ahí. —la muchacha asintió y se despidió de ambas al igual que la Selección— Más tarde te enviamos todo editado para que nos digas que te parece y puedas subirlo.

— ¿Vas al partido Sol?

Ante la pregunta de Di María, la muchacha de mirada chocolate asintió comenzando a guardar sus cosas en su mochila y el bolso— El Kuni me reservó un boleto para ir con él y Benja a un palco, porque la AFA solo se encarga de los boletos para viajar y la estadía, pero las entradas para los partidos van por nuestra cuenta si queremos ir.

— ¿Qué camiseta vas a usar? —De Paul con su teléfono en mano se acercó a ellos— ¿Vas a seguir con lo de ir rotando entre nosotros? ¿O vas a usar solo la del Kun?

— ¿Rotando? —cuestionó Enzo con curiosidad, acercándose junto a Alexis y Julián.

De Paul asintió— En cada partido Sol usaba una camiseta diferente, siempre con el número de alguno de nosotros y no solo la del Kun, son camisetas que le fuimos regalando nosotros.

— Me parecía al pedo tenerlas guardadas sin usarlas, cuando podía ponérmelas a todas al menos una vez para apoyarlos y agradecerles que me hubieran regalado la camiseta. —explicó Sol con una sonrisa dulce, colgando la mochila sobre sus hombros— Además, durante todos los partidos de la Copa América por más que estuviéramos encerrados por el Covid yo usaba siempre una camiseta diferente, así que se volvió mi cábala y pienso repetirlo durante estos partidos y el mundial.

— Que copado, debes tener una banda entonces.

— Si, ponele, porque hay varias que las tengo desde hace varios años y claramente ya no me quedan como antes. —la joven se encogió de hombros— Pero igual las sigo usando, por lo menos colgadas en los hombros o en la cintura.

Durante algunos minutos más los jugadores se quedaron hablando con ella sobre el partido que se venía hasta que un guardia les indicó que ya era la hora del almuerzo para ellos, por lo que todos se despidieron de ella.

— ¿Por qué ahora parece que esta mierda está más pesada que hoy? —cuestionó Sol tratando de levantar el bolso en el que había traído la mesita plegable y otras cosas— Que pelotuda, tendría que haberle pedido al Kun que me venga a buscar.

— ¿Necesitas ayuda?

La muchacha alzó su cabeza, encontrando esa mirada chocolate cálida— Creí que tenían que ir a almorzar ya. —murmuró Sol confundida— Pero no te preocupes, puedo ir a pedirle ayuda a alguno de los guardias, no te quiero joder y robarte más tiempo Julián.

— No me jode Sol, son cinco minutos, la comida puede esperar unos minutos y vos claramente necesitas que alguien te de una mano. —Julián se acercó a ella y tomándola por los hombros con delicadeza la movió hacia un costado, agachándose para tomar el bolso— ¿Ya tenes todo?

— Eh si, tengo mi teléfono, la mochila con mis cuadernos y la computadora, y el bolso con todo lo demás. —asintiendo, Julián comenzó a caminar hacia por el campo con la muchacha a su lado que miraba de reojo el brazo y como este se tensaba cargando el bolso, ese bolso que a Sol le había parecido extremadamente pero que él cargaba como si no pesara nada. Aclarando su garganta, la muchacha desvió su mirada— ¿Te sentiste cómodo hoy? Espero que no haya sido demasiado de golpe, se nota que sos un poco más introvertido que los demás.

Julián asintió sonriendo— Si, bueno... ellos son bastante más intensos que yo, pero de a poco me voy acostumbrando. Ya que estoy, gracias por tratar de ayudarme hoy, y por tratar de incluirnos con los chicos.

Sol chasqueó su lengua, agitando su mano para restarle importancia— La idea de todo esto, además de que la gente los pueda ver de una forma más cercana, es que ustedes puedan terminar de consolidar la unión que tienen, terminar de afianzar esa familia que formaron, y si puedo ayudarlos claramente lo voy a hacer. —ambos pasaron por la gran puerta principal, encaminándose a una para de taxis— Se nota que los demás los quieren y los valoran, pero entiendo la inseguridad o el miedo que pueden tener al ser los nuevos cuando varios de ellos ya llevan un más tiempo juntos. Es como con Enzo y con vos, ya vienen de jugar juntos en River, el vínculo se quiera o no es distinto, pero no significa que no puedan armar uno con los demás.

— ¿Nos viste jugando en river? —cuestionó Julián alzando una ceja.

La muchacha asintió— Además busqué entrevistas de los dos, y bueno de los demás también, para ver que era mejor evitar y que me convenía hacer para que se sientan cómodos. Lo que menos quiero es incomodarlos.

— No creo que puedas incomodarnos Sol. —ante esto, la muchacha de ojos chocolate ladeó su cabeza con curiosidad— Los demás, los que ya te conocían, nos dijeron que no teníamos que preocuparnos porque eras literalmente un sol de persona, y bueno... no se equivocaron. —explicó rascando su nuca nerviosamente.

— ¿Ah sí? —cuestionó Sol con una sonrisa, sintiendo que se ponía toda roja, y notando como de tanto en tanto al cordobés se le marcaba mucho más esa tonadita que tenía al hablar.

Julián asintió— Nos contaron un poco de vos para que cuando hiciéramos estas cosas no fueras una total desconocida para nosotros.

— Espero que hayan sido todas cosas buenas.

— Muy buenas, nada de qué preocuparte Sol. —aseguró él, una sonrisa radiante en sus labios y sus ojos chocolate cálidos.

Sol lo observó con una expresión dulce— Gracias por ayudarme con el bolso y por acompañarme hasta acá Julián, perdón por joderte con esto. —al ver que un taxi se acercaba, él tomó el bolso para subirlo por ella en el asiento y así evitar que hiciera fuerza innecesaria.

— Ya te dije que no me jodía, no me molesta ayudarte si puedo hacerlo. —le aseguró.

— Igual me parece justo darte las gracias, y espero llegar a las expectativas de lo que los demás te dijeron de mí. —acercándose a él, la muchacha se pasó sobre las puntas de sus pies dejando un beso en su mejilla para luego acercarse al taxi— Nos vemos en el partido Julián.

— Nos vemos Sol. —el cordobés se quedó de pie en la vereda, observando como el taxi se alejaba, una sonrisa formándose de forma inconsciente en sus labios.