Prólogo
Rebecca estaba considerando la razón del porqué había aceptado ir al recital al que habían sido invitados, se encontraba demasiado abrumada por todas las personas que llegaban y las decenas de voces que aturdían su alrededor. Agradecía el gesto de la ciudad de poder rendirles un agradecimiento por medio de un grupo de danza reconocido de todo el lugar, pero no se encontraba con ánimos para nada, solo quería volver a su hogar y tratar de descansar.
Aclaró su garganta y ofrecía pequeñas sonrisas a las personas que pasaban y enfocaban su mirada en ella, demasiado llamativa para el pequeño teatro. Su escuadra se encontraba emocionada por la presentación, alardeando las críticas que tenía la profesora encargada del recital y como eran proclamados por el público.
—Señora, ¿No está emocionada por el recital? Escuché muy buenas críticas de los espectáculos que da la profesora Sarocha junto a su grupo de baile.—Uno de sus reclutas mencionó, meciéndose sobre su asiento.
—Solo quiero ir a descansar, desde que volvimos no hemos tenido un respiro, resultó peor que estar en enfrentamiento con el enemigo.—Murmuró con un deje cansado, apretando con dos dedos el puente de la nariz.
—Lo sabemos, señora, pero este es el último lugar al que debemos de asistir de manera obligatoria, solo aguante una hora y media.—Animó el hombre, casi sacándole una carcajada.
—Aguanté batallones completos, un recital no será nada comparado con ello.—Sentenció, acomodándose en el asiento justo al tiempo en que la iluminación bajó la intensidad, haciendo la segunda llamada antes de que comenzara.
Rebecca hizo a toda su escuadra la orden de guardar silencio y prestar atención, a pesar de que ella no lo haría por lo cansada que se sentía, por lo menos se aseguraría de vigilar a todos aquellos hombres con los que cargaba. No esperó demasiado cuando la tercera llamada llegó, con ello el público guardó silencio y las cortinas del teatro se abrieron, revelando una llamativa escenografía llena de vegetación y reflectores que apuntaban al centro.
La castaña se limitó a observar su alrededor una vez que la presentación inició con dos pequeños danzando por toda la tarima con vestuarios que se asimilaban a los animales que habitaban en el bosque. Sinceramente, no encontraba la conexión que debía de representar el espectáculo con toda su escuadra y su labor, sin embargo omitió los comentarios al ver a sus hombres demasiado entretenidos.
Cuando los reflectores cambiaron a una iluminación oscura, dando un enfoque diferente al escenario y un cambio de acto se presenciaba, Armstrong volteó con interés al mismo tiempo que una bella mujer emergía al centro del lugar, alzando sus brazos mientras era seguida por el resto de los pequeños en una danza que reflejaba la maldad de los actos cometidos y la forma en cómo cambiaba la vegetación alrededor suyo.
Rebecca no apartó la mirada de la mujer en ningún momento, demasiado cautivada por la gracia con la que se movía por toda la tarima, la iluminación que hacía resaltar su silueta en aquella vestimenta negra que se cernía a sus costados, la forma de flexionarse y las expresiones que mostraba dependiendo el acto que representaba. Tuvo que acomodarse en su asiento nuevamente y desabrochar el primer botón de la camisa que llevaba consigo, tratando de conseguir un poco de aire.
Sintió que por un momento olvidó respirar cuando la mujer se acercó tanto a la orilla del escenario que pensó que podría tropezar, pero contrario a lo que imaginó, simplemente se trataba de la coreografía que estaba montando. Cuando el recital terminó, se encontró levantándose junto con todo el público y aplaudiendo con demasiada energía, demasiado cautivada aún por lo que había presenciado. Observó como todos los implicados en el espectáculo dieron una reverencia en agradecimiento, sus rostros adornando con grandes sonrisas antes de despedirse y las cortinas se cerraron frente suyo.
No encontraba razón a su comportamiento, pero lo siguiente que supo la castaña fue la forma en que salió del teatro directamente a conseguir el primer arreglo floral que encontrara, dispuesta a mandárselo a la bonita mujer que le había robado el aliento. Demasiado descabellado para una primera vez, pero algo dentro suyo surgió como una desesperante necesidad por halagar su trabajo, su dedicación y su forma de actuar frente al público.
Solo era el inicio de sus días halagando a cierta profesora de ballet.
🪖🩰🪖🩰🪖🩰
Hola hola
Bienvenidos a una nueva adaptación, espero disfruten mucho de esta historia. Los capítulos no serán tan largos y el tema es muy lindo.
Cómo siempre gracias a ggkthaus por dejarnos adaptar sus historias, como siempre es gratificante trabajar contigo
Otro agradecimiento especial a R3dLine por el gráfico
Ahora sí, no interrumpo más su lectura. Disfruten de este nuevo universo alternativo
Saludos a todos.
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