Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18

Freen llevaba días pensando en cómo romper la rutina que había comenzado a consumir el poco tiempo libre que ella y Rebecca podían compartir. Con la vida ocupada de Rebecca en la base y sus propias responsabilidades, sentía que necesitaban algo diferente. Y qué mejor que una noche con sus mejores amigos para aliviar tensiones.

Sabía que Heng siempre estaría dispuesto a cualquier plan, y al escuchar de Gemini, quien estaba en contacto regular con Rebecca por el trabajo, decidió que era el momento perfecto para reunirlos. Sabía que sus círculos sociales se habían mantenido separados por demasiado tiempo, y aunque había cierta incertidumbre en cómo todos encajarían juntos, confiaba en que una vez que empezaran a hablar, todo fluiría de manera natural.

—¿Qué te parece si salimos con Heng y Gemini? Sería divertido ver cómo interactúan nuestros amigos y así salimos de la rutina un poco.—Sugirió Freen una mañana mientras desayunaban.

Rebecca levantó una ceja. Aunque no tenía problemas en reunirse con amigos, la idea de que Heng y Gemini estuvieran juntos la hizo sentir una pequeña punzada de nervios. Sabía que, por separado, podía manejar cualquier interacción. Pero juntos... No estaba seguro de cómo sería el dinamismo.

—Suena bien, Saro... Aunque no sé, ¿Crees que sea incómodo? Siempre solemos vernos en la base, y aunque Gemini es un dolor de trasero todo el tiempo, con Heng no suelo tener mucha interacción más allá de la necesaria.—Cuestionó mientras terminaba su café.

Freen soltó una carcajada ante el comentario en contra de su amigo, negando.

—Para nada. Además, Heng y Gemini ya se conocen, ¿No? Los dos tienen que hablar de algo más que trabajo. Será divertido, te lo prometo.

Pensando en su respuesta, terminó cediendo ante la petición de la pelinegra. Si bien no podía imaginar cómo podría llevarse a cabo esa salida, estaba dispuesta a intentarlo aunque las conversaciones no fueran lo suyo.

Y con esa idea en mente, Freen organizó todo para la salida.

La noche llegó, y la incomodidad que Rebecca había previsto comenzó a materializarse cuando entraron al restaurante. Todo parecía demasiado formal, los saludos iniciales demasiado correctos. Pero Freen, con su habitual energía, fue la encargada de suavizar el ambiente.

—Heng, Gemini, ¡Es la primera vez en que coincidimos los cuatro!—Exclamó Freen mientras abrazaba a Heng efusivamente.—¿Listos para una noche épica?

—Como siempre, Saro. Sabes que estoy aquí para salvarte de cualquier desastre social que planees.—Bromeó Heng, guiñándole el ojo.

Gemini rio mientras se sentaba junto a Rebecca.

—Lo que no saben es que Rebecca aquí también es un desastre social, pero nadie lo nota porque es la general.

Rebecca, siempre reservada, esbozó una sonrisa incómoda mientras Freen le lanzaba una mirada comprensiva, y las primeras risas comenzaron a llenar el ambiente. Rebecca pisó discretamente el zapato del hombre a un costado suyo, sacándole un gruñido bajo por la inesperada acción.

—Bueno, ya que estamos hablando de desastres sociales, recuerdo cuando Freen intentó hacer una coreografía espontánea en esa gala hace unos años, era una reunión de reencuentro de compañeros, fue gracioso en su momento y lo sigue haciendo.—Intervino Heng, lanzando la primera anécdota de la noche.

Freen bufó, sabiendo que no podía escapar de esa historia.

—Era parte del espectáculo, ¡Tú lo sabes! ¡Improvisación artística!

—Oh, claro, claro.—Respondió el mayor, fingiendo seriedad.—Pero lo que nadie sabía era que su improvisación casi termina con ella tropezando con la alfombra y cayendo sobre una mesa de postres.

Todos en la mesa rieron, incluso Rebecca, quien notó cómo esa broma comenzaba a aliviar el ambiente. Heng siempre había tenido esa habilidad para contar historias que transformaban cualquier situación en algo más relajado. Rebecca sintió cómo sus nervios comenzaban a disiparse poco a poco.

—Eso es nada comparado con lo que Gemini y yo hicimos en nuestra primera misión de entrenamiento.

Intervino Rebecca, queriendo contribuir a la conversación. Miró a Gemini, quien ya tenía una sonrisa de anticipación en su rostro.

—Oh no, no vayas por ahí, Armstrong. Esa historia es vergonzosa para ambos.

Respondió Gemini entre risas, aunque era evidente que ya no había marcha atrás.

—Demasiado tarde.—Sonrió Rebecca, disfrutando del leve poder de mantener la atención de todos en la mesa.—Nos mandaron a una operación de simulacro en un bosque. Todo iba bien, hasta que Gemini decidió que era buena idea tratar de saltar una zanja...

—No sabía que era tan profunda.—Protestó su amigo.

—...y terminó colgando de un árbol con las cuerdas enredadas alrededor de su pierna. Estuvimos dos horas tratando de bajarlo mientras el resto del equipo se moría de risa.—Continuó Rebecca, disfrutando el recuerdo.

—¡Dios! ¡Eso es exactamente lo que haría!—Exclamó Heng, mientras imaginaba la escena.—Y tú, Rebecca, ¿Cómo no te diste cuenta?

—Bueno, seamos honestos, Gemini siempre ha tenido una capacidad impresionante para meterse en problemas.

Comentó Rebecca, sonriendo mientras veía la mirada divertida de Freen al escuchar atentamente su travesía.

Las anécdotas continuaron, y con cada historia, el ambiente en la mesa se volvía más relajado y natural. Heng comenzó a contar historias sobre sus años de juventud con Freen, recordando cómo ambos solían meterse en problemas por practicar teatro en lugares públicos, haciendo pequeñas escenas en los parques de la ciudad.

—Una vez.—Contó Heng, entre risas.—Hicimos una escena en el metro. Freen empezó a recitar un monólogo dramático sobre el amor no correspondido. La gente estaba tan confundida que alguien le dio dinero pensando que era parte de algún tipo de actuación callejera.

Freen se sonrojó y se cubrió la cara, mientras los demás seguían riéndose.

—¡Fue una buena improvisación! Pero debo de admitir que esas monedas me ayudaron para comprar agua después de eso.

Las risas continuaban, y Rebecca, aunque al principio se había sentido fuera de lugar, comenzó a darse cuenta de que no había necesidad de preocuparse tanto. Entre bromas y recuerdos, se sintió más cómoda. Compartió algunas historias más sobre su tiempo en la base, y cómo Gemini siempre había sido su apoyo desde la infancia. Los cuatro comenzaron a intercambiar miradas y sonrisas, como si ese momento fuera el principio de una amistad que apenas empezaba a florecer entre todos.

Freen, mientras conversaba con Heng y Gemini, no pudo evitar fijarse en el amigo de Rebecca, observando cómo su presencia irradiaba una calma similar a la de su mejor amigo, pero con una chispa más juguetona y relajada. Era la primera vez que lo veía en persona, aunque ya había escuchado mucho sobre él a través de Rebecca. Y aunque normalmente no le costaba hacer amigos, sentía cierta curiosidad sobre el tipo de relación que Gemini y Rebecca habían formado con el paso de los años.

Freen decidió romper el hielo, inclinándose hacia él con una sonrisa juguetona.

—Así que tú eres el famoso Gemini de quien Rebecca siempre habla. Ya me había preguntado si existías de verdad o si eras solo un mito.

Gemini, que ya estaba en medio de una conversación con Heng, se giró hacia ella con una sonrisa cálida y una ligera risa.

—¡Oh! Entonces Armstrong sí me menciona de vez en cuando. Pensé que prefería no hablar de su compañero problemático.

—Bueno, siempre lo menciona de manera misteriosa, pero nunca había tenido la oportunidad de conocerte en persona.—Respondió la pelinegra, relajando un poco más su postura.—Rebecca habla de ti con bastante cariño, aunque me imagino que no menciona todos esos momentos de caos que creaste en su vida.

Gemini se rio, asintiendo.

—Sí, no soy exactamente la mejor influencia para ella. Pero, si te soy honesto, ella ha sido la brújula que me ha mantenido en el camino correcto. Creo que ambos nos hemos salvado mutuamente de muchos líos.

—Eso suena muy como ella.—Añadió Freen, compartiendo una mirada con Rebecca, quien estaba escuchando la conversación con una pequeña sonrisa tímida asomando de sus labios.—Rebecca siempre ha tenido ese aire protector, ¿No? Como si llevara una capa invisible de héroe que le gusta usar, aunque intente fingir que no lo hace.

Gemini asintió, tomando un sorbo de su bebida antes de responder.

—Exactamente. Lo gracioso es que, aunque parezca toda seria y correcta, siempre hay una parte de ella que es muy humana, que se permite cometer errores. Y creo que ahí es donde yo entro, para recordarle que no tiene que ser perfecta todo el tiempo.

Freen rio suavemente, encontrando la conexión entre las palabras de Gemini y la experiencia que ella misma había tenido con Rebecca.

—Eso es cierto. A veces parece que intenta cargar el mundo entero en sus hombros. Pero creo que es parte de su encanto, ¿No es así?

La conversación continuó de manera fluida, y Freen se dio cuenta de que, a pesar de ser la primera vez que veía a Gemini, había una naturalidad en la forma en que ambos hablaban, como si ya compartieran una amistad incipiente.

A medida que la noche avanzaba, Heng decidió lanzar otra de sus bromas, esta vez apuntando a Freen.

—Ahora también recuerdo cuando Freen intentó aprender a andar en patines para una de sus presentaciones. Fue una de las cosas más graciosas que he visto en mi vida, ni siquiera podía mantener el equilibrio tan pronto como se levantaba.

Freen rodó los ojos, sabiendo exactamente hacia dónde iba la historia.

—Heng, no empieces...

—¡Oh, por favor! Tienes que contarme esa.

Interrumpió Gemini con una sonrisa, claramente interesado en conocer más sobre las "hazañas" de Freen.

—No hay mucho que contar.—Dijo Freen, tratando de minimizar la historia.—Simplemente pensé que sería divertido incorporar algo diferente a una presentación de fin de curso, y decidí que patinar sería una buena idea. Lo que no tomé en cuenta es que soy terrible en todo lo que implica mantener el equilibrio.

—Terrible es quedarse corto.—Interrumpió Heng, entre risas.—Terminó en el suelo más veces de las que logró dar vueltas, y el pobre público estaba tan confundido que no sabían si aplaudir o llamar a emergencias. ¿Cómo te dedicas a la danza si no puedes mantener el equilibrio? Fue un gran riesgo que tomaste, pero lo convertiste en una anécdota divertida.

Gemini estalló en carcajadas, y Freen se sonrojó, aunque lo tomó con humor.

—Fue un intento noble, al menos. Aunque no volveré a intentarlo jamás.—Admitió entre risas.

Rebecca observaba todo desde su lugar, notando la rápida conexión entre Freen y Gemini. Aunque había sentido un leve nerviosismo al principio por cómo sería la dinámica, ahora veía con alivio y satisfacción cómo su mejor amigo y su pareja se llevaban tan bien. Gemini, con su personalidad extrovertida y carismática, había logrado ganarse la simpatía de Freen rápidamente.

—Me gusta esta chica.—Declaró Gemini, mirando a Rebecca mientras señalaba a Freen.—Es bastante bueno para aguantar las bromas, y eso no es fácil viniendo de Heng. Nosotros mismos en ocasiones no le podemos seguir el juego, realmente no le teme a nada.

Freen sonrió, dándole un codazo amistoso a Heng.

—Gracias, yo también siento que ya somos amigos. Pero no te emociones, aún falta que me cuentes alguna anécdota tuya y de Rebecca para igualar el terreno. Y con respeto a Heng, nadie le puede ganar en las risas, siempre sacará algo más divertido en tu contra.

—¡Oh, tengo demasiadas historias!

Exclamó Gemini, encantado de haber encontrado alguien con quien pudiera compartir sus recuerdos de infancia con Rebecca.

Y así, la conversación fluyó de manera ligera y amistosa, con Freen y Gemini formando un lazo genuino a través de bromas y anécdotas. Mientras avanzaba la noche, quedó claro que los dos encajarían perfectamente en el círculo social del otro, creando una atmósfera más cálida y cercana para todos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro