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- muy bien... ellos ya están adentro, disfrutando de una deliciosa malteada. - dije mientras salía del lugar y llevaba conmigo bastante papel y una pequeña toalla mojada para limpiar de su nariz. Este esta recargado en su carro tan solo esperándome pero tuve que entrar a la cafetería para asegurarme de que Jenna y Harold nos esperaran ahí. - y... en cuanto terminemos aquí, entramos ¿qué te parece?

- estoy bien, te lo prometo. - me acerqué mas a el y empecé a limpiar de este con la toalla mojada. - ni siquiera se si eso estaba limpio, lleva bastante tiempo en el carro y...

- es eso o que entres a ese lugar escurriendo sangre. - hace una mueca y me mira, por primera vez en toda la noche se digna a mirarme y mas de lo normal. No podía apartar sus ojos de mi y por ello, voltee a verlo. - gracias, Maggs.

- has vuelto a llamarme por mi apodo. - le sonreí. - y ahora me ves, lo cual también es nuevo. ¿Deberían golpearte mas seguido?

- es solo que no quería... no quería que presenciaras todo eso. Las cosas con mi papá siempre han sido difíciles y sabía perfectamente que iban a serlo de nuevo esta noche, y como tu estabas presente... - me detuve una vez que este quedó por completo limpio. - si no te miraba, me sentía como si por suerte, tu no eras una involucrada en este problema.

- no pasa nada. - no supe realmente que mas decir y levanté ambos hombros. - entiendo.

- ¿me veo mejor? - reí ante ello. - ¿ya no parece que acabo de ser asaltado en un callejón oscuro?

- para tu suerte, no tienes la nariz rota. - festejé y dejé la toalla en el asiento de copiloto. - y te ves igual de bien ahora. - se me queda mirando de nuevo y con una sonrisa esta vez. - ¿ahora que dije?

- eres Maggs.

- si... esa soy. - reí confundida. - no he cambiado de persona ni nada en las últimas horas, te lo aseguro.

- no, no. Digo... esto. Nosotros, estando en la misma cafetería de siempre. Con malteadas y felices. Nada de peleas, nada de discusiones y solo nosotros. Siendo buenos amigos.

- ¿hacía ya mucha falta no crees? - hice una mueca. - creo que Finlandia no nos hizo para nada bien. Lamento si fui una idiota.

- ¿lo fuiste? no tengo recuerdo de que lo fueras. - le empujé en cuanto este dice aquello y me detiene tomando de mi mano. - es broma, no lo fuiste. No hiciste nada malo. Parece ser que aunque pasen años, no me acostumbro a verte con tus parejas.

- Ben no es mi pareja pero... entiendo. - rasqué de mi nuca. - tratemos de olvidar eso por ahora. Quiero que el día de hoy... solo seamos tu y yo. Como en los viejos tiempos. Sin dramas de la película o de nuestros amigos o enamorados o lo que sea. Y te invito una malteada, te la mereces por ser tan buen hermano mayor.

- te acepto la malteada. - me abraza de los hombros y los dos entramos a la cafetería para encontrarnos a Jenna y a Harold riendo de lo mas juntos, tomados de las manos y decir que estaban sonrojados no era ni cerca una exageración porque ambos estaban color tomate. Y lo tierno era que no era gracias a un chiste que el otro dijo, sino que estaban nerviosos de estar juntos, no lo sé, era raro pero lindo a la vez. - mejores amigos ¿eh? - este le dice en cuanto se sienta enfrente de ellos. - si claro.

- mira quien lo dice, tardaste horas allá afuera con Maggie donde seguramente se estaban comiendo a besos. - ella se defiende de inmediato y yo también me siento, a un lado de Aaron. - que cabe de aclarar, yo no estaba besándome con nadie.

- no se preocupen, ella puede quedarse en mi casa. - dice Harold. - mis padres están ahí y jamás me permitirían compartir habitación con ella si eso es lo que los preocupa. Aparte, no es la primera vez y... - Jenna lo interrumpe cuando le da un golpe en el hombro.

- yo no creo que haya ningún problema. - dije y Aaron voltea a verme molesto. - vamos, ¿confías en ella?

- lo hago. - ella sonríe cuando el dice aquello. - pero en el no confío.

- le doy mi palabra en que no va a pasar nada de lo que usted piensa, solo somos mejores amigos. - este aclara de inmediato. - estoy saliendo con alguien de hecho.

- si y yo um... estoy interesada en alguien mas. - Jenna dice de inmediato. - en Logan Bernard.

- ¿es en serio? - Harold le pregunta y no parecía estar muy feliz con esa idea, lo podía ver en su rostro. - eres mucho mejor que el... no deberías perder tu tiempo con chicos como el.

- oh vamos, basta de ponerte todo protector. - Jenna rie y toma de su malteada. - vamos, solo... come.

Aaron y yo volteamos a vernos de inmediato y fue tan incomodo pero a la vez lindo ver que Jenna y Harold tenían exactamente la misma dinámica que nosotros. Por lo mismo, no dijimos nada y mejor probamos de nuestras malteadas que anteriormente, ya nos habían pedido aquellos.

Pero que delicia, se sentía de maravilla estar aquí de nuevo y con las personas que amo. Sin peleas, sin problemas y los dos sin estar molestos el uno con el otro por las decisiones amorosas que han tomado a lo largo del tiempo.

Aaron terminó dejando a Jenna irse a dormir con su amigo y le prometió que temprano iba a pasar por ella para que pudieran ir a casa de su mamá y pasar su cumpleaños todos juntos. Supongo yo que Harold estaba incluido en ese plan también.

En fin, manejamos ahora hacia mi casa... donde realmente no había avisado a mis padres que vendría pero era momento de encarar la situación y que pudiéramos descansar de una vez por todas en un lugar estable. Se que no estoy en lugar ni en posición de juzgar al padre de Aaron pero después de que lo golpeó, no quería que para nada regresara a ese terrible lugar. El no merece nada de eso. El merece lo mejor en este mundo y me duele que no este ni cerca de tenerlo. Al menos espero y sea feliz.

Mis padres estaban despiertos, aparte de que no era tan noche, era muy común de su parte el que estuvieran jugando cartas con los vecinos cada viernes a esta hora. Y nada cambia al parecer porque dicho y hecho, eso estaba pasando.

Toqué de la puerta y mi madre se muestra para darme un gran abrazo.

- ¡no me avisaste que vendrías!

- no sabía que vendría. - dije mientras me separaba para verla y ya estaba llorando. - vamos mamá, solo pasaron tres meses.

- unos muy largos sin saber de ti. - me dice molesta y luego voltea a ver a Aaron, lo cual la hizo mas feliz aun y lo tomó de las mejillas. - sigues siendo el hombre mas guapo que mis ojos han visto.

- hola señora Thornberry. - este dice con dificultad por como mi madre estaba tomando de sus mejillas.

- estaba preguntándome si um... podíamos pasar la noche aquí.

- ¿qué hay de tu departamento? - no había fácil manera de contarle a mi madre como Thani odiaría que llegue al departamento que compartimos en estos momentos. Y mi mamá odia a Thani lo cual, tampoco ayudaría mucho. Así que tuve que inventarme algo.

- lo que pasa es que... Aaron y yo estamos saliendo. - cuando dije eso, ella alza las cejas sorprendida. - supongo que lo has visto por toda la internet.

- creí que eran solo rumores ciegos. ¿En verdad están saliendo? ¿por fin?

- así es. - abracé de su brazo. - y bueno, queríamos estar aquí para alejarnos de las fotografías y todo lo demás que puede llegar a ser molesto.

- no te preocupes, yo entiendo linda. - nos deja pasar por fin y mi padre se pone de pie de inmediato para alcanzarnos en la entrada.

- pero si son solamente la pareja mas famosa del momento. - y parece ser que mi padre si se ha informado. - no me queda mas que felicitarlos a ambos.

- gracias. - reí nerviosa y luego abracé a mi padre. - que bueno es verte, papá.

- ¿quieren quedarse a jugar cartas un rato? - mi padre pregunta pero niego con la cabeza varias veces porque es verdad cuando digo que estaba cansada. - bueno, igual y mañana.

- subiremos a... descansar. - avisé y empecé a subir las escaleras. - muchas gracias.

- ¿no quieren cenar? - pregunta mi mamá.

- venimos de cenar. - contesté de inmediato y tomé de la mano de Aaron. - estaré en mi habitación.

- muchas gracias por todo. - Aaron dice apenado y por fin, terminamos llegando a la planta de arriba. Donde todo era silencio y sin mas preguntas incomodas.

- muy bien, um... te voy a prestar una pijama de mi padre. Espérame en mi habitación ¿de acuerdo? - este asiente con la cabeza y me voy directo al cuarto de mis padres.

No pasaba nada, he pasado infinitas noches a un lado de el y estos tres meses también solamente que con la diferencia de que yo dormía en la cama y el en el sofá. Y por alguna razón, deseaba que esta vez fuera diferente. Fue por ello, que regresé a la habitación y le entregué de la primer pijama que vi de mi padre. Este estaba tan solo viendo nuestras viejas fotografías que si, mi habitación estaba repleta de ellas. Sonreí al verle.

- esta es mi favorita. - me muestra la del día en el que terminamos de grabar la serie. - te ves preciosa con ese atuendo y vaya que fue un feliz día.

- lo fue, si. - suspiré hondo. - igual uno muy triste. Estaba pensando todo el tiempo como nunca mas iba a volver a verte y míranos ahora, de nuevo trabajando juntos.

- gracias por la pijama. - dice tomando la. - me voy a cambiar en tu baño ¿esta bien?

- adelante. Yo igual me cambiaré. - y en cuanto este ingresa al baño, aprovecho y tomo lo primero que veo para cambiarme pero para mi sorpresa, era un camisón de Hello Kitty y un pantalón de rallas color naranja. Para nada linda combinación pero no estaba planeado de la nada el que yo llegara a esta casa. El sale y se ve mucho mejor con esa ropa mas casual. El no puede evitar reír en cuanto me ve. - como sea, es solo por esta noche.

- si, te prometo que mañana y lo que queda de la semana, lo pasamos con mi madre ¿si? solo hoy fue... un mal día. - hice una mueca. - no del todo. El final me gustó demasiado.

- me alegro. - reí y me senté en la orilla de la cama que ya había descendido anteriormente. - ven.

- ¿a tu cama? - se ríe. - ¿no vas a querer que duerma en el sofá o en el suelo?

- noup. - se da cuenta de que yo no estaba bromeando mas y acepta. Se acerca a donde yo estoy y se acuesta lo mas pronto posible a lo cual, yo lo sigo. - ¿hay problema contigo? quiero decir, si compartimos cama.

- ¿dormir en el piso? si... no gracias. - este ríe y se acomoda de lado para verme a los ojos. - eres Maggs, he hecho esto contigo una y mil veces. Hoy no tiene porque ser diferente.

- es cierto, no tiene que serlo. - sonreí. - en fin... buenas noches.

- buenas noches. - cerré los ojos y era un poco complicado en un principio sentirme cómoda. Estaba durmiendo en mi habitación de la infancia con el sujeto que era mi mejor amigo pero que me odia recurrentemente y yo a el y estamos fingiendo ser novios pero a veces si a veces no, y todo era raro y me hacía dar muchas vueltas a mi cabeza de tanto pensarlo hasta que todos esos pensamientos desaparecieron.

Me sentí en paz de inmediato en cuanto este toma de mi mano y ma acerca a si mismo para poder dormir. Abrí los ojos sorprendida de que el quisiera tomar mi mano pero ya estaba mas que dormido.

Sonreí ante ello y cerré los ojos de nuevo.

Estaba en paz.

Y agradecía mucho aquello.