Tsuna POV

La revista ya había salido publicada y en cuanto la vi me arrepentí de hacer todo ese teatro.
De eso ya tres días atrás.

La editorial me había enviado un ejemplar y como si fuera una bomba a punto de estallar abrí el sobre y evidentemente no estallo, solo me vi sentada en un sillón con Renato parado detrás de mí, había sido la foto más normal en apariencia porque no salíamos tomados de las manos o tan cerca.
Renato y yo habíamos querido que fuera así y que poco a poco la gente se fuera acostumbrando a la imagen de nosotros dos juntos y no se hiciera un revuelo.

Aunque la verdad queríamos imposibles pues por más que nos esforzáramos las cosas no serían así.

Entre en pánico después de leerla, tanto que estuve dos días en mi casa sin salir y este era el tercero.

¿Cómo no iba a estarlo?

Cientos de mensajes y correos me habían llegado, algunos eran de mis amigos de la universidad  felicitándome y diciéndome lo bien que había salido en las fotos y la hermosa pareja que hacíamos, otras en cambio eran amenazas sobre que me iban a matar lenta y dolorosamente por atreverme a posar mis ojos en Renato pero sobre todo por haber aceptado ser su esposo; una incluso se atrevió a decirme que dejaría a su hijo sin una familia con su padre.

Ya no sabía si ponerme a llorar o a reírme, aun así con buenos y malos deseos no me había sentido con la fuerza de salir a la calle y enfrentarme a lo que hice.

Sabía que no estaba haciéndole honor a lo que Nana me había metido a punta de balas y golpes  pero tenía miedo de que alguna loca me esperara afuera de mi casa lista para matarme o peor aun que alguien de los medios me abordara y me hiciera preguntas estúpidas. Pero hoy como buen descendiente de Giotto Vongola y nieto de Misaki Takahashi iba a vencer ese miedo.

Tenía que terminar de comprar los regalos para navidad y encerrado en casa era imposible.

Justo cuando estaba recogiendo las cosas del desayuno alguien toco a mi puerta antes de ir a preguntar quién era fui por mi siempre confiable navaja que resguardaba tras una foto de Nana y mía.
Quien quiera que fuera había logrado burlar la barrera de protección que Renato, Nana y Checker habían colocado o tal vez exageraba y era mi vecina tratando de ver si Renato estaba en la casa. En fin llegue a la puerta y me asome por el rabillo que tenía para observar hacia afuera.

—¿Hana...?—

Me sorprendí de verla ahí pero supuse algo importante debió pasar para tenerla en mi casa.

—Pasa por favor Hana—

Le dije una vez abrí la puerta

—Por Gea Yoshi luces muy asustado, ¿esta todo bien?—

Oh, Hana gracias por preguntar y tu preocupación.

—Estoy bien. Es que han llegado muchos correos y cartas diciendo que acabarán con mi vida. Pero no es algo nuevo ¿cierto?—

—¿Correos, Cartas? ¿Por qué?—

Es cierto, había olvidado que Hana rara la vez leia revistas de moda o ese estilo, y justo en este momento agradecía eso, aunque mejor decirle ahora a que se entere por otros, ella es casi igual a Nana. Por esa razón la deje en la sala y fui por mi revista para mostrársela.

—Vaya...—

Exclamó sorprendida y eso era nuevo, porque muy pocas cosas, enserio muuuy pocas lograban sorprenderla.

—Ya entiendo eso de las cartas y correos. Las fans del Arcobaleno querrán acabar contigo—

—Si...—

Espere a que ojeara la revista y leyera la entrevista.

—Hubiera sido mejor que dieran la entrevista en una revista solo del bajo mundo—

—Seria lo mismo Hana—

Hana solo suspiro pero como siempre después de unos minutos la dulzura se observaba en su rostro.

—Sabes que, esto te servirá más a ti que a mi—

Y me tendió su lindo collar de triqueta que llevaba bajo su playera.

—Con esto la diosa te protegerá Yoshi y aliviará tu estrés. Ya sabes la suerte que me ha traído y la paz también—

—Pero es tuyo—

—¿Y? En estos momentos lo necesitas más que yo. Me lo regresas cuando se termine lo que te estresa y atormenta—

Lo tome con una sonrisa y me lo puse, si Hana me decía que me iba a servir entonces lo haría.

Hana era mi mejor amiga no es que Haru no lo fuera pero a Hana la conocí antes, es mi compañera, mi hermana y se que aunque nos alejemos, estemos días sin saber del otro, estamos el uno para el otro, porque sin importar a donde la guío su camino y donde terminó jamás me dio la espalda, por algo se volvió la hermana que Mamá siempre deseo fuera Tsunako para mi. Aunque aún así siempre ha sido parcial y no niego que el tiempo que pasamos juntos es relajante, en varios momentos me hizo olvidar el agujero en el pecho que llevaba cada vez que veía a Kyoya con Chrome. Por todo eso y los años conociendola creía en lo que ella decía.

—¿Por qué dices eso Hana?—

—Porque Kyoya el hombre que amas se casara y eso te inquieta, además con esto que me enseñaste y el verte me hace saber que no estás tranquilo con lo que estás haciendo. Entiendo si no quieres hablar del tema, pero sabes que estoy aquí contigo ¿verdad?—

—Lo sé Hana y si necesito hablar ten por seguro que iré contigo ahora que no estas en misión alguna—

—Bueno ahorita tengo tiempo, escucho tu pena de ahora—

—Ya vez intento llevarlo bien, porque bien sabes no puedo odiar a la novia de Kyoya. Por eso también no lo puedo superar, se que debo dejar de ver a Kyoya como hombre y volver a quererlo solo como mi amigo pero es muy difícil. Me arrepiento tanto de haberme quedado cruzado de brazos esperando, de no haber hecho nada cuando pude. Y aunque se que el estuvo interesado en mi todo lo pasado afecto porque nos separaron y también acepto que fui un miedoso porque no quería dividirlo ni que estuviera en peligro—

—Aún puedes ser feliz Yoshi solo abre bien los ojos, la felicidad y el amor está al alcance de cualquiera lo que hace falta es fijarse bien. Ahora esta en ti si quieres luchar por él ahora y si no dejarlo ir—

—Lucharía si supiera que soy correspondido pero lo he visto, sé que la ama y mi deber como su amigo es apoyarlo y aceptar su decisión—

—¿Y tu deber como Doncel es según tú?—

—Olvidarlo. Como dices ya habrá alguien para mí—

—Y no lo dudes. Ahora que eso ya se aclaró, podemos hablar bien sobre tu asunto con el Arcobaleno—

—El ama también a Tsunako, no entiendo lo que ven en mi hermana, es decir entiendo que es hermosa, un cielo fuerte y excelente líder pero es arrogante, presumida y le encanta la atención. Puedo entender que Renato la quiera y sean compatibles después de todo fue su tutor y pasaron a ser amigos pero ¿Kyoya? Dime que pueden tener en común—

—Pues mira Yoshi, nadie en este mundo creía que tu y el Arcobaleno pudieran ser amigos, los mejores por cierto, tienen esa química y chispa que los hace ver bien juntos. Ustedes son la prueba de que las diferencias hacen que la gente se complemente y no solo porque tambien tienen muchas cosas en común, así que pudo pasar lo mismo con ellos—

—Pero Renato y yo fuimos y somos amigos, en cambio ellos no eran eso realmente, Kyoya solo la veía como el cielo fuerte a quien podía enfrentar y por quien podía enfrentar mucha gente fuerte, nada más que eso—

—Tal vez empezaron al revés pero eso no demerita su amor—

—¿Estas conmigo o en mi contra Hana?—

—Tienes que ver el asunto con objetividad, es obvio que aunque se trate de tu hermana y por toda la historia que tienen no sea de tu completo agrado, es más no la ves como hermana y es normal, esta bien no es que a fuerzas te tengas que llevar de las maravillas con ella o aceptarla de la noche a la mañana—

—Lo sé, lo peor es que sea la decisión que ella tome la tendré que aceptar pues estará con alguno de mis mejores amigos—

—¿Espera decisión?—

—Hace poco te enseñe la revista y te debes preguntar porque finjo un compromiso con Renato y la razón es por qué no estoy seguro que Tsunako ame a Kyoya, ella aun siente cosas por Renato, estuvo enamorada de él mucho tiempo. Incluso Renato daba por hecho que algún día se casarían y serían felices para siempre, pero Kyoya se le adelanto. El cree que puede hacer que Tsunako desista de casarse y la verdad es que yo lo veo muy posible ella esta celosa, puedo ver que lo quiere, esta confundida y no la juzgo porque los dos son personas increíbles tanto como uno como el otro tienen lo suyo, pero si ella decidió que se casará con Kyoya quiero tener al menos la seguridad de que ella lo ame como él a ella y por otro lado si elige a Renato quiero lo mejor para ellos y aunque se que debería ayudar a Tsunako ella no es mi prioridad son ellos, por eso si la quieren yo los apoyare.
Y eso es justo lo que estoy haciendo, Renato finge ser el novio perfecto, así cuando Tsunako vea que Renato es realmente todo lo que ella desea querrá intentarlo realmente con Renato—

—Yoshi eso no está bien, él está fingiendo y final no es lo que Tsunako quiere, se está portando así para tenerla de vuelta con él, la personas no deben cambiar por agradarle a otras, si tal como es Renato no era lo que Tsunako buscaba, las cosas no van a funcionar tampoco ahora. No es justo para Renato tratar de ser alguien que no es para agradarle ni tampoco para ella porque la estaría engañando—

—No hablemos de engaños por favor, ya tengo el peso de la culpabilidad instalado en el pecho recordándome el mal de mis acciones—

—Estas exagerando Yoshi, lo que te mueve hacer todo esto es por decirlo de alguna forma "una buena causa" lo haces por la amistad que te une a ellos dos, y  como tu dijiste, quieres lo mejor para tus amigos—

—Lo sé Hana, pero me pesa. Es decir hicimos el show de la pedida de mano y hubieras visto lo estresante que fue. Nana, Nono y Luce estaban muy ilusionados, bueno están es la palabra correcta. Lo extraño fue ver a Iemitsu intentando ser el mejor padre, algo que no pero se comporto. Me dio pavor eso. Ahora Renato dijo que no es necesario que haga esto, que se siente mal por mí. La última vez que hablamos dijo que paráramos porque se sentía culpable, sentía que me estaba obligando. Yo ya le dije que no tiene porque sentirse de esa forma pero aun así en cada mensaje o correo que me manda me lo pregunta, y por una parte si me estresa demasiado pero lo quiero hacer porque Tsunako no hubiera empezado a reaccionar si no hubiera sido por esto—

—Mira Yoshi si esto te tiene con el estrés a tope deberías reconsiderar todo. El Arcobaleno no está de acuerdo si tú no te sientes bien, ya has hecho un buen trabajo con él—

—La decisión está tomada, espera ¿a que te refieres con que hice un buen trabajo con él, Hana?—

—Mira tu y yo sabemos que el Arcobaleno siempre vio únicamente por si mismo...—

—Renato podrá parecer un egoísta, maldito sádico pero no es así realmente bueno sádico si pero lo demás no, ya sabes el titulo que porta y las expectativas que tienen de él así como su pasado es lo que lo hicieron así pero dentro de si no  lo es—

—Si tu lo dices Yoshi pero lo que si te puedo asegurar yo es que él, que es el beneficiario inmediato de la situación está dispuesto a parar por ti, para que estés cómodo. El te adora—

Sonreí porque a pesar de lo que muchos pudieran pensar Renato sí era una buena persona.

—Renato es un ángel en mi vida. Me cuida a su forma y siempre quiere lo mejor para mí—

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—¿Me vuelves a repetir porque te tienes que ir de nuevo?—

—Porque hice un trato con el idiota de Iemitsu sobre ser el padre ejemplar contigo en este momento de tu vida aunque sea falso—

Renato y yo estábamos acostados en mi recamara mirando a Leon y Natsu jugar. Después de una semana y días que había regresado de su viaje en Rusia, se iba de nuevo al día siguiente solo que ahora iba a Portugal.

Había pasado navidad y año nuevo aquí en Salonica y fue toda una sorpresa verlo ya que el muy tonto me había mandado un mensaje convincente ese mismo día diciendo que no podría venir pero que para año nuevo estaría sin falta, habíamos acordado que la navidad la pasaríamos con mi familia en Japón y el año nuevo solos en Grecia. Al final cuando le había explicado a toda mi familia que mi "prometido" no iba a venir por asuntos del trabajo, Renato llego con regalos para mis hermanitos Lambo, Brasil, Futa y hasta la pequeña I-pin.
Me alegro tanto verlo ahí después de haber creído que no lo vería hasta dentro de semana. Era desconcertante e increíble ver como se desenvolvía demasiado bien con mi familia, y era consciente que se debía a todos los años que vivió ahí con ellos pero seguro que después de que se acabara esto, mi familia ya no querrá dejarlo ir y probablemente me recriminaria Nana toda la vida el haber "dejarlo ir". Por otro lado me desconcertaba cada vez mas la actitud de Iemitsu pues ahora incluso había venido a la casa Sawada y me había hablado e incluido en la conversación que llevaba con Nana y los niños. Honestamente yo seguía con la misma actitud de si no me agredía yo no lo haría, así que me comporte. Fuera de eso estuvo increíble la navidad.
Nana como siempre era una excelente anfitriona y me hizo sentir en casa como siempre, a pesar de la compañía extra, no pude pedir más.
Lo gracioso de aquella estadía en la casa Sawada fue que no compartiríamos mi vieja habitación como siempre, y es que Nana junto a –sorpresivamente– Iemitsu nos dijeron "No importa si están comprometidos y han pasado tiempo juntos se debe respetar la honorabilidad del futuro esposo del hitman #1". Renato dio una pequeña risa y respondió que sí era eso el respetaría mi honorabilidad manteniéndose a medio metro de distancia de la cama, mala idea Nana sonrió como cuando me decía que más me valia terminar mis ejercicios para medio día o estar bajo tierra tratando de escapar de miles de metros de tierra con el oxígeno contado y una bomba dentro era seria como el paraíso. Yo solo mire a Renato suplicando hiciera caso a lo que el asintió y dijo que bromeaba que se iría a la habitación que le dijeran, suspire por eso y antes de decir algo Nana ya feliz y tranquila lo arrastró hasta la nueva habitación que habían hecho en el ático.

El año nuevo en cambio fue una cena solo entre nosotros, bueno y con la amena y dulce compañía de nuestras mascotas. Fue hermosa y muy tranquila, no me dejo cocinar y por esta vez él decidió hacerlo todo, salimos a recibir el año cuando quedaban 3 minutos y luego de ver laa luces que iluminaban el cielo en celebración entramos a mi casa y lo primero que hicimos fue tirarnos en la cama, desde ese momento no habíamos hablado.
Estuvimos en silencio cada uno pensando en diferentes cosas, yo por ejemplo en lo bien que la había pasado y en lo mucho que lo extrañaría, fue entonces cuando le pregunte. Sabía que era una actitud muy infantil de mi parte pero cuando estaba Renato llevar esto era tan fácil, podría decir que era como si él cargara todo el peso; en cambio cuando estaba solo sentía que debía cuidarme de todo lo que hiciera y dijera.

—No me hace feliz marcharme y lo sabes. Me gusta más esta comodidad—

—Bueno... Al menos estarás sentado frente a mesas o escritorios leyendo papeles y esas cosas, yo por otro lado...

Nana, Luce y Nono me estarán trayendo de un lado a otro, por cierto aun no te perdono lo de las invitaciones—

—¿Acaso querías que empezarán a sospechar? Teníamos que tener mínimo la lista de invitados—

—¿Era necesario sentarnos horas con Nana y Iemitsu viendo quienes irían y quienes no? Entiendo que esto es una farsa pero de cualquier forma tenía que expresar mi incomodidad ante los casi 700 invitados que estaban incluyendo—

—Olvídate de esas terribles horas, saber que así de terrorífico era hacer una boda se me quitan las ganas de casarme. No lo tomes personal pequeño—

—No te preocupes lo sé, pero olvidemos eso, estoy cansado y agotado por todo—

Retire las sábanas de la cama y me acomode para dormir, Renato en cambio tomo a Leon y comenzó a jugar con el entre sus manos, no vi más segundos después porque caí por completo en la inconsciencia.

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Enero.
Un mes inicial muy extraño y en el sentido más literal.

Por un lado me había encontrado con que organizar una boda no era tan malo como creí, se verdad estaba disfrutando ver revistas sobre vestidos, mantelería y toda la infinidad de cosas que se necesitaban para una boda. La idea de casarme ya no me parecía tan descabellada a como me parecía hace dos meses atrás antes de que empezáramos con el dichoso plan.

Me había convencido la idea ahora solo faltaba encontrar al hombre indicado para casarme.

Aunque tampoco niego que suelo sentir una pequeña nostalgia porque en algún momento de mi vida como cualquier otra mujer o persona (incluyo donceles) me imagine mi boda con Kyoya.
Aun la tenía pero dentro de mí muy dentro e intentaba sacarla poco a poco, aunque era difícil porque al empezar con todo esto me era imposible no pensar en si de verdad estuviera organizando mi boda con el hombre de mi vida.

Nana, Nono y Luce no eran ciegos y se daban cuenta de la actitud indiferente que me daba cuando pensaba en el "al fin y al cabo esto no se realizara"; ellos afortunadamente lo atribuían a que extrañaba a Renato y no era esa la razón realmente también era algo que me inquietaba; y es que lo extrañaba, el trabajo no era lo mismo sin él, las caminatas después de salir de la editorial, los desayunos y el café no era lo mismo. Intente salir con Fon a caminar por las tardes después del trabajo porque creí que eso iba a ayudarme a distraerme de lo de la boda, y yo creo que no hubiera sido una mala idea –ahora que las cosas entre nosotros se habían arreglado–  pero al primer día me di cuenta que todo lo que decía Fon lo comparaba con lo que hubiera creído que Renato me hubiera respondido.

Me recrimine por eso, y lo termine porque no podía hacer eso con Fon, simplemente esa actividad de caminar en la noche por las calles de Salónica o Japón era un momento que nos pertenecía a Renato y a mí. Ni Fon ni nadie podían inmiscuirse en ese lugar.

Lo bueno es que conforme me iba acercando más a Fon, intentando retomar todas las cosas que nos habíamos perdido el uno del otro me iba alejando de Kyoya. Al parecer ahora estaba en la etapa de enojo con él y creía que la distancia sería la mejor forma de olvidarlo.

Iba por buen camino porque logre zafarme de tres salidas con él y había sido lo mejor, estaba tan sensible por toda la situación que estoy seguro que en una de esas probablemente le reclamaría o peor aun confesaría mis sentimientos hacia él.

En el trabajo habíamos estado muy ocupados  la revista había sobrepasado las ventas, tal fue el éxito que incluso sacamos una edición especial con contenido que logramos armar en tres días  poniendo un planning para la boda, agregando más lugares mágicos e increíbles para visitar y poniendo fotos mías y de Renati que no habían sido publicadas en la primera edición.

Por otro lado estos últimos días había estado un poco estresado y es que Renato no había mandado su parte de Zorro. Siempre lo hacia el sábado y ya era lunes.

Tampoco tenía noticias de él, hablando en el aspecto laboral ya que me hablaba una vez a la semana, eran llamadas cortas donde me preguntaba como estaba, como me iba con nuestros guías de boda (refiriéndose a Nana, Nono y Luce obviamente); después de hablar sobre eso en escasos minutos colgaba. No me enojaba porque sabia que él no tenía tiempo yo tampoco lo y es que también tenía uno y mil pendientes por hacer.
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Al fin era hora de regresar a la casa, había sido un día estresante en el trabajo, aun no oscurecía pero estaba tan cansado como si ya fuera muy noche. No hice parada en ningún lugar y que de lo único que tenía ganas era de acostarme, tal vez hoy variaría y antes de dormir, en lugar de leer vería la televisión.
Así que poniéndome cómodo y mientras veía la televisión pensé en que me esperaba mañana un día muy pesado porque Luce me había citado en su casa muy temprano y tendría que "estar fresco como una lechuga" como ella decía.

Sin pensar en nada más me metí en la cama viendo una serie, no paso mucho tiempo para que terminara dormida.

Renato POV

Estaba terminando de alistarme para salir a dar una vuelta por la ciudad, di un rápido vistazo al departamento en el que estaría en todo el mes, salí del edificio y antes de dar el segundo paso oí un saludo dirigido a mi.

—Hola Reborn—

Me voltee y mientras lo hice, no pude evitar sorprenderme.
¿Qué carajo hacia ella aquí?

—Dame Ako—

D

ecidí usar un tono indiferente, algo dentro mío no confiaba del todo sobre esto.

—Parece que no te sorprende el verme—

—No esperaba verte, eso es cierto—

—Está es una agradable coincidencia ¿no crees?—

Comentó en tono inocente.

—Tú y la palabra "coincidencia" no me cabe en la cabeza—

—Es cierto, me conoces bien. Ayer hablaba con papá y me comentó feliz que estabas aquí ayudándole con unos negocios—

—Ajá, ¿Qué es lo que trae por aquí?—

—Eso es obvio... Tú—