Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Comienza el plan.

Sentía que no había pasado ni un minuto desde que cerré los ojos cuando escuché sonar el timbre. No tenía ni idea quien podía ser a estas horas, tal vez tendría una sospecha si no fuera por que el único que tenía esos arranques matutinos estaba dormido al otro lado de mi cama, no me apetecía mucho salir de la comodidad y calor de mi cama así que dejaría que quien quiera que fuera se cansara de esperar y se marchará. Pero justo cuando me iba a dar vuelta para volver a acomodarme y tratar de dormir otro rato sentí como el colchón se levantaba, me fije y vi a Renato levantándose, traía una cara que ni loco me le cruzaba en su camino solo vi como aventó la almohada al piso y se acomodo su cabello mientras salía de la habitación. Me levante rápidamente, no quería que aquella persona –que bien podría ser el cartero o algún compañero mío de escuela– sufriera del mal humor que suele tener Renato por la mañana, uno nunca sabe cuando su espíritu de Hitman pueda salir a flote.

Corrí hasta alcanzarlo y llegué justo detrás de él cuando abría la puerta, escondí mi cuerpo detrás del suyo y solo asome mi cabeza para saber quién era.

Vaya sorpresa me lleve al ver que de todas las personas que pudieron cruzarse por mi mente mi querida –noten el sarcasmo– hermana Tsunako fuera quien tocara a estas horas. Es más ¿Qué hora era? Porque mi cuerpo decía que aun era muy temprano.

Tsunako parecía comerse a Renato con los ojos y era difícil saber si la razón era por ver a mi amigo con poca ropa –porque siendo sinceros era uno de esos regalos que la diosa Gea da– o por que estaba molesta con él. Honestamente no quise averiguarlo.

—¿Qué haces aquí Tsunako?, ¿Ya viste la hora que es? Dormíamos—

Contestó Renato molesto. Extremadamente molesto.

—Por tu facha y humor dudo que lo que hayan hecho hasta hace un minuto fuese dormir—

Contestó Tsunako mientras entraba a mi casa sin ser invitada. Renato me miro interrogante, pero estábamos igual, no tenía idea de que hacía Ako aquí. Pero entonces mi cara se pinto de rojo y me recrimine por usar la pijama que traía, pues ella lucia tan fresca como si estuviera horas despierta perfectamente bañada, perfumada y cambiada, no quería verme en el espejo o lastimaria mi autoestima como siempre que mi hermana aparecía así.

—Como sea nos interrumpíste y espero que sea por algo importante—

—Pues vengo por ti para que vayamos a desayunar—

—¿Para eso viniste? Pudiste haber esperado a que fuera más tarde o haberme mandado un mensaje ayer. Tengo planes ¿sabes? Mi mundo no gira alrededor tuyo y tus planes—

Él estaba siendo duro, realmente estaba enojado con ella por lo de ayer y hoy por despertarlo, pero aún así podía ser más gentil.

—¿Y?, no creo que sean más importantes que un buen desayuno con tu mejor amiga—

Intente no ponerme celoso, pero falle de gran manera, tan grande fue que hice acto de presencia.

—Buenos días Tsunako-nee—

—Buenos días Atún— me examinó detenidamente y prosiguió —Definitivamente no estaban durmiendo—

Ok. Esto ya me estaba rebasando, tal pareciera que para el mundo de la mafia todo fuera sexo y cosas a conveniencia, ¿Acaso no podían pensar que simplemente dormíamos?

—Mira Dame Tsunako te he dicho que tengo planes, pienso desayunar con Tsuna, luego iré a mi casa a cambiarme y platicar con tu padre, tu abuelo y la pareja militar; de ahí me voy al trabajo, puedo hacerte un espacio y vernos a la hora del té ¿lo tomas o lo dejas?—

—Mmm quede de ir con mamá a ver a una organizadora de bodas a esa hora y no puedo. Esta es mi única hora libre en un buen tiempo, no te hagas del rogar Reborn y mueve tu trasero, salimos en cinco minutos—

Ako se sentó en el sillón favorito de Renato mientras que éste la veía furioso, se acomodo nuevamente el cabello y respondió.

—Las cosas no van a ser como tu digas, ya te dije que la hora disponible en mi caso es la del té, no voy a cancelar mi delicioso desayuno con Tsuna solo por capricho tuyo... Así no debe comportarse la líder de Vongola—

Y ahí estaba nuevamente aquel tono que daba a pensar otras cosas, porque no simplemente se largaba y hacia lo mismo de siempre cuando de Tsunako se trataba: ponerse a su disposición y hacer lo ella quisiera aunque sabía disimularlo.

—Renato ve con ella, tú y yo podemos desayunar cualquier otro día, después de todo siempre lo hacemos, anda a ponerte guapo—

Lo jale del brazo sonriente mientras lo guiaba al baño para ducharse.

—¿Comeremos juntos?—

—Quede de comer con Kyoya ayer, pero creo que nos podemos escapar como ayer del trabajo y tener una cena decente. Anda vete a bañar mientras te preparo una taza de Expreso para que te lo tomes antes de que te vayas—

—Esta bien—

Renato me dio un dulce beso en la frente y mientras entraba al baño, fulminó a Tsunako con la mirada a lo que ella hipócritamente sonrió.

—¿Ako-nee gustas una taza de café?—

Opté por preguntar cuando escuche el azote de la puerta del baño.

—Sí, gracias—

Entre a la cocina, puse la cafetera y de paso me puse a hacer mi desayuno. No hice nada fuera de lo común, un par de huevos revueltos con tostadas.

Minutos después dos tazas estaban servidas en el desayunador, Tsunako entró a mi cocina y no había dejado de mirar todo lo que hacía; desde sacar los huevos hasta ver que tan doradas estaban las tostadas. Tenía que admitir que me sentía cohibido, se sentía como cuando estaba a punto de presentar un examen. Ella dio un sorbo a su taza y limpio los inexistentes rastros de café que pudiera haber sobre sus labios.

—Parece que aún te desenvuelves muy bien en la cocina atún—

—Bueno... No es como si un par de huevos, tostadas y café pueda definir mis dotes culinarias—

—Jajaja, a mi aún se me quema el agua. Es más el otro día casi mato a mis guardianes con la indigestión que les dio por la cena que prepare para informar mi relación con Kyoya—

¡Esperen! ¿Lo decía enserio? Espero que no lo vuelva a intentar, porque si los arcobalenos y demás familias no matan a Kyoya, ella si lo haría.

—Así que ya lo habían anunciado antes ¿eh?, pero no deberías preocuparte one-sama, no toda la gente tiene las mismas cualidades, como recordarás yo soy incapaz de de coordinar un conjunto de ropa aun, debo hablarle a Renato para que me repita las reglas básicas de los colores, en cambio tú, pareces usar algo salido de una de esas revistas de moda famosa, aunque no creo que todo haya sido culpa tuya, algunos tienen un estómago muy débil debido a Bianchi—

Tsunako sonrió agradecida por mis palabras aunque realmente no sabía porque las había dicho, después de todo Kyoya tiene un estómago lo suficiente fuerte, gracias a las torturas de su hermano y Renato, supongo que el ver que estaba apenada por haberle hecho daño a Kyoya y los otros chicos hizo que fuera cortes con ella, como antes.

—¿Sabes? Kyoya siempre me dice que cocinas mejor que cualquiera de los chefs que hay en la mansión y quiero comprobarlo, porque antes solo ayudabas un poco a mamá, no cocinabas como tal—

—Hibari menor dice la verdad totalmente, Tsuna cocina de maravilla— 

Escuche decir a Renato mientras me abrazaba y me daba un beso en la coronilla.

Dame Tsunako tiene que probar lo que haces Cariño~ ¿Porque no vienen a cenar mañana con mini Hibari?—

Tsunako nos analizaba profundamente y eso lograba incomodarme, además el perfume que usaba Renato me estaba mareando a niveles insospechables, es decir, le había dicho que se bañara, pero con agua y no con su loción más cara.

—Me parece bien, le diré a Kyoya o le puedes decir tu Atún, que es probable lo veas antes que yo— 

Yo solo asentí ante aquellas palabras, Renato me soltó después de eso y comenzó a tomar su café. Rápidamente note que su semblante se veía mejor, eso era buena señal porque indicaba que su humor estaba mejorando y lo agradecía ya que pasaría muchas horas con él bajo presión en la editorial y tener un Renato en mal humor eran días negros y horribles en la editorial.

—Por cierto Tsuna... ¿Algún mensaje de Adrien o Sarah?—

—No, aun no Reborn y eso supongo quiere decir que no han logrado llegar a algún acuerdo. Tendremos un día tan pesado como el de ayer—

Suspire ante mis propias palabras y es que de solo pensar lo que me esperaría el día de hoy me daban unas ganas terribles de encerrarme en mi habitación y quedarme descansando en mi cama.

—¿Sabes que? Se me ha ocurrido algo y se que les encantará la idea—

Mencionó Renato con una sonrisa que significaba peligro para mi.

—¿Y esa es?— 

Pregunte temeroso porque Renato casi nunca aportaba ideas para los nuevos ejemplares. Y lo entendía porque en realidad no le importaba nada de la revista más que nuestra sección, por eso me intrigaba saber que se le había ocurrido.

—No comas ansias mi Cielo, lo sabrás en unas horas— 

Después de decir aquello tomo mi tostada y le dio una pequeña mordida, lo mire molesto y le di un pequeño golpe en la mano por hacer eso.

—Esta bien, pero no te comas mi desayuno— 

—Jajaja, Nos vemos al rato Cielo mío— 

Y me beso, pero no fue un beso pequeño como el de ayer, oh claro que no, este había sido un poco más largo y menos inocente, me había quedado un poco pasmado al principio porque no me esperaba esa acción pero aún así intente que el beso se viera como algo normal. En el procesos de aquel falso beso note que Renato sabía a café mentolado y casi me doy un golpe al recordar que yo no me había lavado los dientes. ¡Qué vergüenza!, ni por qué era Renato me hacía sentir mejor. 

Después de aquel beso no tenía cara ni para verlo. Ahora mismo mi rostro debía estar completamente rojo y deseaba que ya se marcharan, Tsunako se despidió con un hasta mañana y  yo le sonreí a modo de despedida; cuando los vi lejos de mi casa, cerré la puerta algo fuerte y tratando de dejar de pensar un poco en el tema termine de desayunar.

Renato POV

Estaba lamentando el ser demasiado débil, pude haber puesto más resistencia en cuanto a dejar que Tsunako se saliera con la suya, pero desde que la conocí, ella lograba hacer conmigo lo que quisiese, y las cosas no habían cambiado mucho con el pasar del tiempo. Aun ahora a mis eternos 27 años me encontraba sentado frente a ella, la maldita se había salido con la suya, había logrado que me despertara a las seis de la mañana para desayunar con ella.

Estaba molesto y no solo por la hora sino por su estúpida noticia que iba a casarse, aunque aun dudaba que eso sucediera y es que ¿en que demonios estaba pensando cuando le dio el si a su guardian de la Nube, el Hibari menor? Seguramente en cualquier cosa y no en lo que venía diciendo desde que nos mudamos a la mansión.

Flashback 1

—¿Reborn?—

—¿Si dame Ako?—

—¿Si hacen alguna lista de prospectos para mí, tú te impondrías como prometido, verdad?—

Supongo que es la mejor alternativa que tenemos—

Por favor Reborn, no quiero casarme con alguien que me imponga Iemitsu o pase lo que pasa mamá—

—¿Lo mismo que mamma?—

—Ya sabes, estar en casa o mansión mientras él está en Misiones y no saber si regresará de nuevo... Criar a los hijos sola o que no lleguen a conocer a su padre o que apenas y lo reconozcan— 

—Eres mejor que eso Tsunako, sabrás manejar las cosas—

Por favor Reborn sensei, además te sirve para que dejen de acostarte—

—Bien me puedo librar de eso, pero si, no estaría mal ayudarte a liderar Vongola y podría torturar más gente—

jajaja Hay Reborn...—

Fin flashback 1

De verdad era un idiota, le tendré que dar la razón a Tsuna está vez.

Flashback 2

En el boda de Aria y Gamma

—Entiendo que la gente en nuestro mundo se casa para tener buenos y magníficos herederos, pero no quiero casarme solo por eso, deseó primero conocer el mundo, antes de encerrarme y llorar como algunas de las personas aquí presentes—

La gente suele llorar de felicidad en estas ocasiones dame Ako. Y se ponen más felices cuando tienen herederos como Aria y Gamma cuando nació Yuni

—Supongo, aunque duele mucho, recuerdo a mamá mencionarlo, pero ¿te imaginas?, si terminas siendo mi esposo tendremos unos hijos tan bonitos, tendrían tu cabello y mis hermosos ojos—

Rodé mis ojos ante aquella respuesta pero por dentro mi orgullo se inflaba.

Eso no se puede saber completamente dame Tsunako

—¡No me digas así Reborn!—

—¡Dame Tsunako! Tsunako

¡Reborn! Esta me la pagas!—

Fin flashback 2

—¡Reborn, hazme caso! Contéstame—

—¿Ya superaste el miedo a ser como mamma?—

—¿A que viene eso ahora? Y no evadas el tema, responde—

—No te estaba escuchando, repítela—

Ako bufo ante mi respuesta.

—¿Reborn porque no me dijiste que andabas con mi pequeño Atún?—

—No tengo porque informarte cada paso que doy o cada persona con la que me meto. Además de que no puedes reprocharme algo, tu tampoco mencionaste tu relación con Kyoya; pero que más da ¿cierto? Tu te casas y sabes que yo también me caso—

—Aun tengo el miedo de ser como mamá pero Kyoya me manda siempre su ubicación y gracias a Verde nos podemos ver cuando el esta de misión sin interrumpirlo o en lugar de quedarse en la noche llega a la mansión y se acuesta conmigo hasta que me duermo—

Intente ignorar su respuesta e hice como si no la hubiera escuchado.

—¡Agh! Odio esa actitud que tienes Reborn ¿me puedes decir porque estas tan enojado conmigo?—

—¿Sabes que hora es? Son las 7 dame Ako, apenas pude dormir y sabes como me pongo cuando me despiertan—

—Lo sé, pero te he despertado a esta hora antes y no te habías molestado conmigo nunca—

Puso una cara inocente Tsunako que si no la conociera como la conozco hubiera funcionado, lastima que parecía olvidar con quien estaba así que si quería jugar, jugaríamos.

—No me hubiera importado si solo me hubiera afectado a mi, pero también afectaste a Tsuna, tu hermano. Él no ha podido dormir bien estos días y ahora que lo hace, vienes tú y lo despiertas porque quieres que haga tu santa voluntad sin respetar mis planes. Te saliste con la tuya solo por que él lo acepto—

—¿Acaso olvidó a su leoncito de peluche y no puede dormir por eso?— se burló —Relajate, mi Atún no se quejo y eso que dices que el fue el afectado—

—Él no necesita a ningún peluche para abrazar por que me tiene a mí, y por si lo olvidas, Tsuna no se queja por que es amable y tú hermano, pero yo si lo hago. Así que trata que tus visitas sean ahora a una hora conveniente—

—Ya, está bien. Lo tendré en cuenta Reborn—

Ako me sonrió hipócritamente y sostuvo mi mirada hasta que le respondí

—Eso espero dame Tsunako

Tsuna POV

No tenía ni cinco minutos que había llegado a la editorial y todo el mundo corría de un lado al otro y se sentía como el ambiente se podía cortar con un cuchillo. Adrien y Sarah estaban como locos ya que se debía empezar a la de ya el siguiente número y aun no decidían el tema que se usaría, es más, aun usaban la misma ropa del día anterior.

—Tsunayoshi que bueno que llegas ¿y Renato?—

—Buenos días Adrien, no debe de tardar ¿necesitas algo? Tal vez pueda ayudarte mientras tanto—

—Si consigues un tema para el siguiente número me ayudarías por completo. Le hemos mencionado varios temas a Nina pero no le agrado ninguno, no sabemos que busca en realidad, talvez tú y Renato encuentren algo, ustedes se entienden mejor con la jefa—

—Ya pensaré en algo y en cuanto llegue Renato, les aviso para reunirnos los cuatro ¿vale?—

Adrien salió de mi oficina y a los segundos salí yo para ir hasta la oficina de Renato y esperarlo mientras pensaba en algo, sin embargo me di cuenta que lo necesitaba para que me ayudara a aterrizar mis ideas. Minutos después llegó, intentaba quitarse los inexistentes rastros de polvo que quedaban en su traje, para cuando quedo satisfecho se quitó los lentes oscuros que traía puestos; al parecer había ido a su casa porque la ropa que traía no era la misma con la que salió en la mañana de mi casa.

—¿Qué tal tu mañana Renato?—

—Pésima—

—¿Así de mal te fue con Tsunako?—

—Ella lo comenzó, pero lo termino Coronello con un estúpido comentario— 

—¿Paso algo? Coronello no suele molestarte realmente aunque haga comentarios según tu estúpidos—

—Nono y Iemitsu me informaron de nuevo lo de la boda de la décima Vongola y Coronello junto a Lal estaban indicándome mi papel en el asunto, todo iba bien por así decirlo pero cuando llegamos a la parte de que ella quería yo fuera parte de su corte de honor no pude evitar soltarlo—

¡Ay no! Creo que ya se por donde va el asunto y espero que no sea eso, no definitivamente él no pudo decirles eso.

—¡No!, dime por favor que no lo hiciste Renato—

—Te podría decir que no pero sabes perfectamente que lo haría—

—¡Por Gea, Renato no puedo creer lo que hiciste ¿Nono no se te fue encima? Dime que mínimo te lastimó porque eso es justo lo que te mereces. ¿Qué dijeron? Espera, eso no quiero saberlo, puedo imaginar a Lal y Nono ya más calmado hablándole a los periódicos, Mamá va a querer matarte por meter a Iemitsu en esto y tu tendrás por completo la culpa Renato Girardi!—

—No me hizo nada, aunque si parecía un poco molesto, de Iemitsu ni te preocupes—

—Renato pensé que todo esto lo mantendríamos en secreto y tú ya casi se lo dijiste a medio mundo—

—¿En secreto? Se lo dijimos a mamma y los chicos en la casa Sawada, espera a que Ako dé a conocer lo de su boda. Estoy seguro de que hablará sobre la boda de su tutor también. Me pareció más conveniente decirlo yo a que se enteraran por otras fuentes, tienen derecho a saber que al fin quiero sentar cabeza—

—No creo que Tsunako hable de tu compromiso, ella prefiere llamar completamente la atención, dudo nos mencione. Nana y los demás no dirán nada hasta que nosotros lo hagamos primero. En cuanto a Nono bien sabes cuanto lo adoro, pero justo has dicho lo que esperaba desde hace años: el momento en el que su fiel amigo se va a casar, ya me lo imagino hablando con mi madre, le dará algo al saber que ya no soy tan tabú en ese mundo. ¿Qué harás cuando Mama, Luce y las chicas estén emocionadas con vestido y todo y a la hora cancelemos? Les romperemos el corazón—

Yo no podía engañar a Nana o a Nono, sin importar lo que había pasado a ellos dos jamás podría mentirles y justo eso hacemos Renato y yo; por algo le dije que esto se iba a poner feo. Porque se podía fingir un noviazgo pero esto ya era un compromiso, y uno formal. Salir de esto será difícil, ahora tendríamos que cuidar cada paso que demos.

—Le indique a Nono que no se precipitara, lo mismo a Lal, que Luce y los demás no sabían nada, que nosotros queríamos dar la noticia a todos en alguna de las viejas reuniones no llegaremos muy lejos o eso espero. Tenemos que ser rápidos. Aunque igual puede que si tengan boda, la mía con Tsunako y la tuya con Kyoya—

—Odio cuando eres así de optimista, pero una cosa ¿que ha dicho Iemitsu?, me hubiera encantado verlo haciendo el coraje de su vida—

—Dijo que una cosa es que intente ser tu amigo y otra muy distinta el que te quiera como esposo, ya sabes dijo que eras una desgracia, traería deshonor y talvez más cosas como tú y todo eso, al final lo calle diciéndole que yo hago lo que quiero y que si me quiero casar contigo lo haré, me importa un pepino si trabajo para Vongola, ellos no se tienen que meter en mi vida. Por cierto Nono me ha dado algo para ti—

—¿Para mí? Espero que sea la receta del estofado Vongola que Giotto tanto amaba de su madre y solo Octava pudo realizar—

—No es eso precisamente, aunque me dijo que ahora que me casaría contigo y Octava me consideraba un hijo, tendrás que tener la receta del estofado, así que tendrás que ir algún día a la mansión en Palermo de Nono—

—Solo dime cuando no este Iemitsu o alguno de los Guardianes de Xansus, no quiero que se arme la guerra de nuevo. Pero si no es eso, ¿Qué es lo que te dio?—

Renato saco una cajita de aspecto antiguo pero elegante y hermosa, al captar bien de quién era abrí los ojos con sorpresa... Nono debía estar bromeando. Renato al ver mi expresión enarco una ceja pero no comento nada y abrió lentamente la cajita, mostrando su contenido.

—Están locos, esto no es necesario, bueno si lo es para la farsa pero... Ah—

—Ya sabes como es esto —

—Si, pero... ¡El anillo de Octava, ¿enserio? Es demasiado hermoso como para usarlo yo!—

—Si, es el de la madre de Nono. El me lo dio para ti, así que dame tu mano—

—¡No Renato, yo no puedo llevar eso conmigo!—


—Tsunayoshi, ya basta. Comportate y dame tu mano, sería muy sospechoso que no lo tuvieras cuando es el anillo que Octava le dio a Nono como tradición para las mujeres de su línea, aunque en este caso es porque se trata de mí—

—¡Por eso mismo!¿Cómo crees que voy a usarlo? Te fue dado para que TÚ PAREJA lo porte, espera a que Tsunako termine con Kyoya—

—Ya basta Tsuna, no tiene nada de malo, aparte quiero verificar algo con respecto a este anillo cuando incrustes llamas cielo en el—

—No pruebes nada conmigo—

Renato hizo caso omiso a mi petición, tomo mi mano firmemente, ya que trataba de deshacerme de su agarre. Viendo que él me ganaba puse mi mano en puño para evitar que metiera en mi dedo el anillo, mas tarde yo en cerrar mi puño que el que abriera con fuerza mi mano y logrará meter el anillo. Ya una vez en mi dedo Renato me pidió meter llamas cielo al anillo y al hacerlo sentí como el anillo se amoldaba a perfectamente a mi dedo, parecía tener vida propia.

—Bien. Esto es raro Renato, sentí como se amoldó a mi dedo y justo ahora aún siento que se mueve, aunque de diferente manera—

—Pero claro que se está moviendo, mira bien el anillo —

—¡¿Pero que rayos?! Es una serpiente—

El anillo parecía ser una pequeña y delicada serpiente de Jarretera con tonos rojizos, que justo en ese momento parecía dar la última vuelta pues después de quedar en medio del dedo se quedo quieta, abrió la boca y mostró un enorme y precioso diamante color ámbar.

—Interesante, ambas son serpientes—

Lo mire extrañado por dichas palabras, Renato al verme sonrió y me mostró su anillo, lo había visto varias veces, un anillo normal de oro negro, nada fuera de lo común, sin embargo cuando pequeñas llamas sol le rodearon me sorprendí porque una serpiente también de Jarretera pero de tonos negro/dorado, un poco más grande y ancha envolvía el dedo de Renato, además de que al finalizar su última vuelta en lugar de abrir la boca se quedaba de perfil.

—Me gusta mucho más la que tengo, ¿Esto es lo que querías probar?—

—No, dame tu mano y observa—

Renato entrelazó nuestras manos y cuando ambos anillos quedaron juntos ambas serpientes se movieron y entrelazaron un momento, en el cual el cristal se iluminó de llamas cielo y sol, dando un hermoso tono rojizo, fue un espectáculo hermoso, al final volvieron a sus lugares y nosotros nos soltamos.

—Cuando conocí a Daniela, la Octava, tenía poco de haber pasado por la maldición Arcobaleno, sin embargo a ella poco le importaba y me invitaba a la mansión recuerdo que en una de esas tardes que tomábamos el té observe como el anillo de ella y su esposo hacían esto siempre que se tomaban de las manos, cuando les pregunte sobre eso me dijeron que estaba loco, que seguramente me había afectado de más la maldición porque tenía una enorme imaginación. Pero soy el Hitman #1 estaba consciente de que mentía sin embargo no les cuestionaba nada porque cada que decían cosas así miraban al pequeño Timoteo, supongo que lo querían proteger de algo. Cuando Octava estaba a punto de morir, su esposo me dio su anillo que porque era tiempo (y algo les decía que ese anillo era para mi), entonces supe que no había sido mi imaginación ya que la serpiente se movió por mi dedo cuando Dominic me pidió incrustar llamas Sol en él, recuerdo que me dijo que Daniela me había dejado una carta explicando todo pero no he querido leerla y bueno ahora probé que tenía la razón—

—Oh vaya historia, pero bueno dejemos eso para después, es tiempo de ponernos a trabajar, Adrien te esta buscando, le dije que aun no llegabas pero que pensaríamos en algo para la revista e iríamos a verle enseguida—

—¿Qué es lo que quiere Lafont?—

—Aún no deciden el tema, Sarah y él le han dado varias propuestas a Nina y ella no acepta ninguna, dice que talvez tú y yo tengamos algo—

En cuanto termine de decir aquello Sarah entró por la puerta. Se veía fatal, definitivamente necesitaba urgentemente una buena siesta. De pronto y por azares del destino note lo que traía en sus manos; un ejemplar exprés de El Attelier Magazine.

—Esto es una pesadilla—

Sollozo mientras aventaba la revista sobre el escritorio y viéramos aquella noticia. En la portada había dos fotos, una de Tsunako con Kyoya besándose in fragranti y la otra Tsunako mostrando el anillo, el título de la revista era La Boda perfecta de la mafia.

—Creí que sólo tú y yo considerábamos esto una pesadilla Renato, pero ya vi que no—

—Los de El Attelier Magazine han conseguido una entrevista con la pareja para su siguiente ejemplar. Nina está furiosa, aun no tenemos tema y con esto ya podemos dar por perdido el número siguiente— suspiró Sarah —Díganme que tienen alguna idea para superar esto—

—No, pero pensaremos en algo, relajate. Renato por favor trae café para relajarnos—

—Está bien, solo por hoy yo invito el café—

—No se como vamos a superar esto. Por cierto, tu eres amigo de Kyoya Hibari, tal vez puedas convencerlo para otra entrevista—

—No creo, Kyoya odia todo eso de la publicidad, bueno en si lo que son más de dos personas en su espacio, esto debe ser cosa de Tsunako, y por si no recuerdas Sarah, es un secreto que tengo relación con Vongola—

—¿Espera ni Hibari ni tu hermana saben de esto?—

—Por supuesto que no y así tiene que seguir siendo, después de todo firmamos un contrato de confidencialidad al entrar aquí, nadie más se puede enterar—

—Pero Tsu... Eso nos podría ayudar mucho—

—Ah... Ya te dije que Kyoya no dará entrevista alguna y con Tsunako no quiero hablar yo, de eso sería mejor que Renato se encargará es amigo y tutor de ella, pero dudo mucho que quiera que ella se entere de su colaboración en la revista—

Solté un suspiro tras mi respuesta, de verdad todo esto estaba estresandome, entonces escucho la puerta abrirse y Renato entra con el café en mano mientras tiene una sonrisa en su rostro. Tenía un mal presentimiento sobre eso.

—Ya sé que es lo que vamos a hacer. Sarah tu quedate descansando en tu oficina. Tsuna ven, iremos con Nina—

Le dejo su café a Sarah y me saco de su oficina, al llegar a la oficina de Nina, Renato abrió sin tocar y mostró a Nina leyendo un libro.

—Si, claro que pueden pasar chicos—

—Perdón por la intromisión y el descaro de Renato, Nina—

Trás disculparme pasamos y nos sentamos en los lugares disponibles frente al escritorio de Nina, quien estaba completamente seria cosa rara en ella. Ocasionando que Renato rompiera el ambiente.

—Nina sabemos que podemos hacer el siguiente mes—

—¿Qué podría llamar tanto la atención como la próxima boda de la familia #1 en la mafia?—

Indagó Nina, mientras yo me hacía una idea, mi intuición estaba como loca y entonces la bomba explotó.

—La boda de Reborn Arcobaleno y Tsunayoshi Sawada

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro