Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Chocolate & Menta.

Creo que tendría que empezar antes de lo planeado a meterme de lleno siendo "el Novio" de Renato, ya se enteraría mi propia hermana con quien se había metido, no por nada fui el nemesis de la mafia.

Intente componer mi mejor sonrisa, esa que sabía a Fon le daba tanto miedo por que sabía que en el fondo ya empezaba a planear algo, Kyoya de manera sorpresiva traía una sonrisa grabada en su rostro que quería quitársela aventándole la copa de vino que estaba frente a mí, pero me contuve y salude a Tsunako.

-¿Omnivora qué haces aquí?-

-Pareciera que no te alegras de verme mi amor-

Respondió Tsunako mientras se acercaba a Kyoya y le daba un beso en los labios.

-Atún-

-Hola de nuevo One-sama-

-¿De nuevo?-

¡Oh pero que bonito estaba el cielo! ¿No le había contado Kyoya que había ido a desayunar con Renato?

-Si, en la mañana fue a mi casa por Reborn para que fueran a desayunar-

-¿Y que hacia el carnívoro en tu casa?-

Cuestionó Kyoya en un tono molesto. Muy molesto. Además de que esa no era la pregunta lógica que debería de haber hecho si no de lo que hacía su novia a esas horas en mi casa; en el caso de Tsunako ella rodó los ojos, pues si se supone que estábamos comprometidos era más que obvio el que hacia Renato ahí.

-No creo que quieras saber que es lo que hacia exactamente Reborn ahí-

Tsunako intentaba fingir que no había escuchado lo que había dicho mientras buscaba al mesero con la mirada. Kyoya en cambio estaba muy sorprendido.

-Bien. Tienes razón, no quiero saber-

Tsunako miraba un punto a la mesa en específico, casi se le salen los ojos para ver si estaba viendo bien, extrañado busque hacia donde miraba y me encontré con mi nueva adquisición: el anillo cotizado de la Octava Vongola. Reconocía la mirada de Tsunako, al parecer ella también sabia la historia de aquel anillo. Así que si antes no me odiaba ahora sí lo haría.

-Es hermoso ¿cierto? Fue muy especial el momento en que me lo dio, yo creía que tal vez era demasiado pronto para que decidiéramos casarnos, pero me convenció, dijo que no importaba si lo tenía antes o después de cualquier forma me pertenecía tanto como él. El cierre de oro fue cuando entrelazamos nuestras manos y la serpiente de mi anillo junto con la suya comenzaron a danzar, fue tan romántico, ¡mira Kyoya, ya viste que es una serpiente de Jarreta! Tal vez si sacas un poco de llamas voluntad se mueva-

Intente sonar enamorado y encantado mientras exponía mi mano para que vieran el anillo. Justo cuando voltee a ver a Tsunako me di cuenta que no era mi imaginación, ella estaba hecha una furia. Al parecer se estaba conteniendo de decirme algo. Pero al final solo me dijo con una voz suave y peligrosa.

-No puedo creer que Nono haya soltado ese anillo y menos para ti Atún-

-¿Este anillo? Nono siempre fue un estupendo abuelo para conmigo creo que gracias a su intuición siempre supo que este anillo era perfecto para mi, después de todo debió ver que yo me casaría con Reborn su casi hermano. Aunque ¿sabes? Aún no me puedo creer que todo el mundo se daba cuenta del gran amor que había y hay entre los dos y nosotros siempre aparentando que era simple amistad...-

Esperaba que con mi comentario aquel par reaccionara.

-Pues yo no me di cuenta-

Hay Kyoya... Si supieras.

-jajaja bueno Kyoya, tú no te das cuenta de nada, esas cosas no las ves. Es decir, no ves cuando alguien está enamorado-

Y podía corroborar aquello porque ya llevaba un buen tiempo enamorado de él y nunca se dio cuenta. Pero no me iba a lamentar por eso ahora, de nada serviría. Lo mejor era organizar todo esto del plan, así que me iría ya, no le veía caso seguir aquí "haciendo mal tercio", después de todo ya no podría hablar bien con Kyoya, ya en otra ocasión sería pero esta se la guardaba a Tsunako.

-Bueno chicos los dejo-

-¿Tan rápido conejito? Aún no terminamos de hablar-

¿De verdad preguntaste aquello Kyoya? En serio eres un despistado consumado.

-Tengo que volver al trabajo, aunque antes quede de ir con Nono -

Improvise o soltaría cosas que no y Renato me pidió ser prudente.

-Una disculpa, pero te dejo en excelente compañía ¿no?-

-No olvides que los veremos el sábado-

-¿El sábado?-

-¿No te dijo que Reborn nos invitó a cenar el sábado?-

-No, no me dijo nada. ¿Vas a cocinar conejito? Por que si es así no me lo voy a perder-

-Por supuesto, haré el estofado Vongola seguro te encantara, nos vemos el sábado-

Me despedí de los dos con la mano y salí de ahí, aun molesto, cuando estuve en la calle le marque a Renato necesitaba hablar con él.

-Renato...-

-¿Qué pasó?¿Algo malo te dijo el otro?-

-Tu querida alumna se nos unió, ¿Lo puedes creer? Ese era un momento mío y de Kyoya, no tenía porque meterse, nadie la invitó. Es más vi el gesto de sorpresa en la cara de Kyoya cuando la vio-

-Y te marchaste...-

-Obviamente, ¿Qué esperabas?, ¿Qué siguiera ahí?-

-Podrías haber echo algo en nuestro beneficio-

-Lo hice ¿Si?, hubieras visto la cara de Tsunako cuando vio el anillo. No sabía ella lo conocía-

-Nono le contó la historia del anillo que la Octava contaba de él y por eso Tsunako moría por usar ese anillo, creo que realmente solo por eso fue que llego en serio a considerar casarse conmigo. Muy bien hecho Tsunayoshi-

-Ja. Si me hubieras visto te sentirías orgulloso de mi, invente toda una historia romántica con lo del anillo, ni a ella ni a Kyoya les cayó muy bien y ni que decir cuando se entero de que me llevo de maravilla con el abuelo Nono, creo que después de todo si tenemos esperanza alguna-

-No lo dudes cielo, estoy seguro que has puesto completamente celosa a Tsunako, ella adora a Nono y se que por mucho tiempo entre los dos se encargaron de las mujeres que me rodeaban y ahora es como si él se hubiera puesto en su contra-

-Yo no hubiera echo nada, si no hubiera interrumpido mi plática con Kyoya, ¿te das cuenta? ella si pudo desayunar contigo en santa paz sin que nadie los molestara. No es justo que yo no haya podido hacer lo mismo-

-No ganas nada enojandote, recuerda que debemos actuar y pensar con la cabeza fría, los impulsos y arrebatos nunca llevan a ningún lado-

-Entiéndeme Renato, ¿Cómo pretendes que no me moleste?-

-Si quieres molestarte hazlo, pero no se los demuestres-

-A mi no me me resulta tan fácil como a ti, pero ya no importa ¿crees que Nono tenga ánimos de verme ahora?-

-Sabes muy bien que a Nono le encanta verte y platicar contigo... ¿Iras justo ahora?-

-Sí. Quería retrasar el verlo porque se que me querrá hacer preguntas que no estoy seguro de poder responder, pero he dicho que en la cena del sábado haré el estofado Vongola así que tendré que ir por la receta para mañana comprar todas las cosas y el sábado cocinarlo-

-Puedes ir, Iemitsu o alguien indeseable no estarán ahora o al menos se supone no estarán-

-Bueno eso ya no importa ahora, viví mucho tiempo con Vongola y llevo un par de años conviviendo contigo ya nada de lo que me puedan decir me afecta-

-Dijiste que olvidarías todo lo que te dije e hice Tsunayoshi-

-Y lo he hecho, sabes muy bien que no guardo rencor y que a ti te quiero como a nadie más-

-Sólo promete que no destrozaras la mansión de Nono si llega a estar Iemitsu o alguna otra persona indeseable, o si lo haces por favor quita los pavorreales y camaleones del camino-

-¡No puedo creer que te importen más los pavorreales y camaleones de escultura que yo!-

-En realidad me preocupa más el estado en que dejes a alguien en esa mansión, de Iemitsu no me preocupo sabe que no debe levantar su mano contra ti enfrente de Nono o que si me entero usaré la herencia que Octava dejó a mi nombre para reclamar de sus manos la Cedef y de paso dar parte de las acciones Vongola a beneficencias públicas. No pienso perdonar más daño a tu persona-

-Al menos si me llegan a dañar serviria de algo-

Rei, porque podía ver como rodaba los ojos y movía sus dedos en el escritorio. Lo conocía perfectamente.

-¿Sabes Renato? Fue lindo de tu parte que le dijeras eso-

-¿Mm? ¿No dijiste que no volverías a decir "lindo" y asociarlo con mi persona-

-¿Por que tienes que arruinar todo Girardi?-

-Por que "lindo" no encaja con mi avasalladora personalidad cariño. Guapo, atractivo, inteligente, elegante, etc...-

-Solo Gea sabe por qué te quiero; porque por sencillo y humilde no creo; es más ni siquiera sé por qué lo hago, nos vemos al rato, si puedes avisarle a Nono que iré para allá, mucho mejor-

-Ojalá tenga en uso la chimenea de su sala y no la haya apagado sino morirás de frio-

-Espero lo mismo-

-Ten cuidado con los camaleones y los pavorreales-

No conteste simplemente le colgué y seguí caminando, tenía que pensar muy bien lo que le diría a Nono.
Maldita sea mejor le preguntó a Renato que le había dicho, no quiero equivocarme y complicar todo.

-¿Extrañabas mi voz?-

-Nah. Sentía tu voz zumbando en mi cabeza, pero tenía que preguntarte algo importante ¿Qué le has dicho a Nono? No quiero equivocarme, meter la pata y que se nos caiga el teatrito-

-En realidad quería ponerme de acuerdo contigo sobre eso, pude haber dicho muchas cosas pero se que pueden llegarte a incomodar ciertos comentarios, así que para que se te haga más fácil y cómodo no he dicho mucho. Ya sabes eso de ser yo sirve, así que Nono no me pregunto más que cuando pensábamos casarnos, y obviamente no le respondí, así que siéntete con la libertad de decir lo que quieras ya me lo contaras a mi después Tsunayoshi-

-Perfecto. ¿Ya le avisaste que voy?-

-Si, justo acababa de colgar cuando tu llamada entro-

-Perfecto-

-Suerte Tsuna-

-La voy a necesitar, gracias-

Tome un taxi para más rápido y volví al laboratorio que me obsequio Verde, ya ahí entre a la máquina y puse como destino Mansión Nono Vongola, Palermo.
No me agradaba ir mucho, pese a que tenía ahí más recuerdos buenos que malos y es que mi tranquilidad se alteraba cada que iba.

Era cierto que ya había pasado mucho tiempo de aquella situación y un poco de que Nono se había mudado a Palermo, pero aún no podía evitar sentirme nerviosa cada que iba a algo perteneciente a mafias o a Vongola... Sobre todo lo Vongola.
Por esa razón Renato decidió apoyarme quedándose a vivir en Salónica, Grecia.

Suspire ante mis propios pensamientos y de pronto me vi entre paredes cubiertas de enredaderas, a unos pasos estaba la puerta y justo cuando estaba por caminar para tocar, esta se abrió inmediatamente, al llegar a la entrada esta Coyote sonriéndome.

-Bienvenido Joven Tsu, Nono lo espera en el jardín-

-Hola Coyote, muchas gracias, ¿me puedes llevar hasta él?-

Salude con un pequeño abrazo, el asintió y en silencio me guío hasta donde estaba.

-Tsunayoshi, mi dulce nieto-

Me dijo con una ternura que rara vez usaba en Tsunako, es más creo que solo pensé que ese tono era para Renato.

-Abuelito-

Respondí mientras le abrazaba fugazmente y le daba un beso en la mejilla, el sabía que las muestras de afecto excesivas me incomodaba.

-¿Cómo has estado abuelo?-

-¿Tú cómo crees? Mis dos nietos se casan y uno justamente con mi buen amigo casi hermano Renato
No pudieron tomar una mejor decisión, con todo lo que se han apoyado, creeme Tsu cuando te digo que desde que estas en la vida de mi amigo, volvió a ser aquel joven que conocí cuando mamá vivía. Y no creas señorito que no se cuanto lo quieres porque a pesar de toda la historia que tuvieron decidiste hacer borrón y cuenta nueva, no sabes cuánto te agradezco todo lo que le has hecho a él y la mafia en general, Giotto estará feliz-

Un nudo se formo en mi garganta no esperaba esas palabras del Nono, aquel hombre que nunca me dio la espalda al igual que mamá, es más ambos me ayudaron a convertirme en eso que temió, teme y temera la mafia. Genial esto me hace sentir culpable.

-Abuelito no tienes nada que agradecer, al contrario, sin ti no hubiera conocido a Renato, además la amistad, el apoyo y el amor es reciproco-

-Lo sé, Renato no se casaría con alguien solo porque se siente solo o porque es lo que esperan de él ahora que la maldición está rota, si lo hace es porque está seguro y porque te quiere-

Yo solo sonríe ante sus palabras, de pronto una joven sirviente nos interrumpió indicando que la cocinar a y mi vieja nana Pao estaba libre ahora, Nono agradeció y se levantó yo le seguí, pasamos una enorme puerta y me sorprendí por la bella cocina que tenía, parecía construida hace un siglo atrás pero curiosamente tenía su encanto.

-¿Pao?-

-¿Si Nono?-

Una mujer de unos 50 años cabello castaño y ondulado, que portaba una playera de color Roja bordada y unos pantalones frescos, me recordaba a cuando me cuidaba y me contaba historias de su país natal, no había cambiado nada.

-Necesito que traigas el libro de recetas de Octava, Tsunayoshi me pidió la receta del estafado, Por favor-

-¿Tsunayo...?-

-Hola nana-

-¡Yoshi! Mi pequeño Yoshi, ¿Cómo estas? Espera... El libro de Daniela sama... ¿Tu serás quien se case con el joven Renato?-

-Ahmm ¿Sorpresa?-

-¡Oh cielos! Gracias virgencita de Guadalupe por escuchar mis plegarias... En un segundo regreso con el libro Señor, señorito-

Minutos después mi amada nana regresó con un libro de color rojo enorme, en la portada se podían ver detalles en oro y cobre, al verlo casi solté un gritito de emoción y es que ese tipo de libros eran los que a mí me encantaban: antiguos, con mucho contenido pero sobre todo únicos.

-¿Me permites...?-

Dije en un tono suplicante a Nono, Pao sonrió enternecida y me acerco el libro

-No tienes que pedirlo mi pequeño nieto, este libro será tuyo de ahora en adelante-

Sonreí enorme y lleve el libro a la mesa más cercana para empezarlo a hojear. Las hojas estaban amarillentas y el olor a pergamino viejo era embriagante, estaba escrito en una perfecta caligrafía inglesa, aunque de hecho las primeras hojas venían escritas en francés y todavía quedaban muchas hojas más por escribir.

-¡Increíble! Hay muchas recetas aquí-

-Claro mi niño, este libro ha pertenecido a Vongola desde muchas generaciones, comenzando con la bisabuela del Señor Giotto, es decir desde que vivieron en Francia, por eso hay vários platillos de distintas regiones o países, además conforme pasan los años se van escribiendo más y más recetas.
Y como vez, el libro de ha cuidado con esmero, por eso está en perfectas condiciones para tener casi medio siglo, no tiene ni una mancha o doblez. Te diría que lamento que este en francés la receta del estofado pero se muy bien lo políglota que eres así que no tendrás problema alguno para leer el libro Tsunayoshi-

-Jaja, si, no tengo problema con el francés. Como Renato invito a Tsunako a cenar a la casa, quiere que cocine el famoso estofado Vongola-

-La última vez que me visitó mi amigo no dejó de alabar tus dotes culinarias, y se la paso criticando la deliciosa torta de calabaza y manzana que Pao hizo, dijo que a pesar de lo rica que estaba no le llegaba ni loco a la tuya-

-Solo exagero, no lo hago mal pero no soy un chef repostero o un prodigio culinario-

-Espero tener el placer de probar lo que cocinas mi querido nieto, ¿tal vez cuando den la noticia de que se casarán a todos en la junta mensual?-

-Claro abuelito, pero no vayas a decir nada, que sea sorpresa-

Bien Tsuna, haber como te salvas de esa situación y no decepciones a nadie...
Decidí distraerme de ese pensamiento buscando la receta en las primeras páginas y cuando la encontré empecé a leer los ingredientes, no imaginaba que tuviera tantos, al parecer iba a ser un poco complicado.

-Cualquier duda Pao puede responderte. Ya sabes que ella con todo gusto responderá. Por cierto el anillo de mamá se ve perfecto en ti mi amado nieto-

-Gracias abuelito, pero no merezco el honor de portarlo-

La culpabilidad hablo por mi y antes de que pudiera decir cualquier cosa mejor callé.

-No digas tonterías, es más, aun tienes tiempo ¿cierto? Continuemos platicando con un poco de té y bocadillos, tienes que contarme muchas cosas-

Asentí por reflejo y salió del lugar rumbo a la sala, me despedí con una sonrisa de mi nana y le seguí.

-Cuéntame Tsunayoshi, ¿Ya han hablado de la fecha de la boda?-

-No realmente, tenemos que revisar el calendario para acomodarnos bien, yo creo que este fin de semana lo planteamos-

-Espero no te moleste ni a Nana que me incluya en los preparativos, pero me entusiasma que mi nieto consentido y mi mejor amigo se casen-

-Yo no tengo ningún inconveniente, es más creo que mamá te hubiese llamado el día que Renato dio la noticia-

Trate de sonreír al decir aquello. Ya me estaba arrepintiendo de todo esto.

-Espero no demoren en contarle a Luce y los demás-

-Si, mamá debe pensar igual, después de todo ella adora a Luce y a Aria y cree que son familia de Renato, y hasta yo pienso eso a veces por como es Luce con Renato, jaja se va a poner feliz con la noticia ella también-

Mi madre adoraba a Renato de una forma insana, lo tenía en un altar, y no la culpaba, desde que llegó a la casa se mostró como todo un caballero, demasiado educado, mostrando sus exquisitos modales, era agradable y simpático hasta decir basta, pero lo que más le gusto y le hizo tener el altar fue cuando conocio a Luce y ella le comentó el cómo Renato cuidaba de mi e incluso lo sobre protector que era.

-Esperare tu mensaje para la reunión y la llamada de Nana para ver los preparativos-

-Claro, y sobre los preparativos en serio sería de ayuda porque son muchas cosas las que tendré que ver y no creo poder solo definitivamente-

En eso vi una silueta entrar al lugar.
Perfecto Iemitsu Vongola había llegado, en definitiva este día era uno de esos en los que mejor te hubieras quedado en cama.
No me dirigió la palabra, solo me miro fijamente dio una pequeña reverencia y se dirigió a la oficina de Nono. La verdad preferí esa actitud de desconocidos que sus frases venenosas y sobre todo estúpidas.

-No te preocupes Tsunayoshi, ya entenderá Iemitsu que no eres ninguna deshonra y terminará por aceptarte por completo-

-No espero que me quiera o acepte ahora, yo solo quiero convivir en santa paz, por mamá y por ti también, se que son incómodas estas situaciones para ambos-

-A nosotros nos preocupas más tú y eso incluye a Renato, pero bueno no hablemos más de eso. Mejor cuéntame, ¿acaso decidieron hacer juntos las cosas? Tsunako también se comprometió con su guardián de la nube, el joven Hibari y ahora tu con Renato solo falta que Xansus comience a salir con ese compañero suyo, Squalo.
Aunque te voy a ser sincero mi querido nieto, que no creo que la relación entre tu hermana y el joven Hibari prospere mucho, quiera o no, Tsunako es una niña que ama la admiren y demostrar su fuerza, suena mal de mi parte pero no creo que sea el tipo de mujer o Doncel que el joven Hibari necesite-

Ah, ya recordé porque amaba hablar con mi abuelo, el veía tan claro como Renato y yo.

-Nos sorprendió esa noticia a nosotros pero yo creí que van en serio abuelito con eso de casarse pronto-

-Aun me resulta difícil de creer y Renato no me comentó nada sobre como les dio la noticia-

-Supongo que no quiere quitarle a Tsunako el gusto de contarte detalle por detalle el como dio la noticia y las reacciones-

-Tal vez-

Vi pensativo al abuelo y supe que ese era el momento para huir así que me levante, tome el libro, me despedí y salí del lugar.

-¿Zorro, has terminado?-

Llame a Renato una vez regrese a Salónica.

-Desde hace un rato, de hecho esperaba tu llamada. ¿Cómo te fue? Dime que la mansión no sufrió mucho daño y que los camaleones y pavorreales están bien-

Bromeó y quise tenerlo frente a mi para golpearlo.

-Iemitsu llegó pero apenas y me vio, no me dirigió palabra alguna. Es un progreso-

-Bueno al menos. Espero Nono no te abrumara con tanta pregunta-

-En realidad no, se contuvo y fue muy prudente, espero que cuando se los digamos a los demás en la junta mensual sean igual de prudentes-

-Tsuna cálmate o dentro de poco no quedará nada de ti-

-Es difícil Renato, Nono siempre se ha portado estupendo conmigo así como Nana y Luce, no merecen esta mentira. Dios están entusiasmados con la idea ahora y te apuesto que Luce estará igual cuando lo sepa-

-Por eso digo que te relajes, por cierto ¿ya casi llegas a la oficina?-

-No. En realidad te llamaba para decirte que solo iba a pasar por ti, así que arréglate y sal, tenemos que ir al super por cosas-

-¿Al super? Olvídalo, ve tu, estoy muy cansado como para ir-

-Renato... Tengo que ir para comprar los ingredientes necesarios para la comida/cena del sábado-

-Vamos mañana, mi día ha sido pesado y merezco descansar ¿no crees?-

-No nos vamos a tardar, te juro que será rápido. Espera... ¿Piensas quedarte a dormir hoy en la casa?-

-Lo dudo, Nana y Nono me amenazaron en que no importa si estamos comprometidos y todo eso, debo de respetar tu casa. Que nada me cuesta esperar hasta que estemos casados como Gea manda-

No pude evitarlo y me eche a reír, a los segundos Renato hizo lo mismo, paramos de hacerlo y le comenté.

-¿Por cierto Renato como le harás? Yo no tengo problemas con que sigas con tus amigas solo intenta ser discreto, no quiero ser el cornudo frente a todo el mundo, por favor-

-Como crees cielo, tu eres el único-

-Ha ha ha, es en serio Renato, debes ser muy cuidadoso o el teatrito se nos caerá-


-Lo se, pero tomaré esto como una práctica, si las cosas salen como esperamos, no pienso serle infiel a Tsunako-

-Eso espero, después de todo es mi hermana- sonreí arrogante al reaccionar con lo que dijo -¿Entonces harás lo que papi dice?-

-Tsuna... Parece que quisieras que me quedara contigo-

Vaya coqueto pero ya quisiera él que aquello fuera cierto.

-Lo que yo quiero es que me acompañes a comprar todo lo que necesito y que nos pongamos de acuerdo porque mañana iré a ver a Nana y como sabes ella me pedirá fecha para la reunión mensual y me interrogará con comos y porqués-

-Bien, entonces iré a tu casa, si Nono o Mamma se enteran y me reclaman dirás que fue culpa tuya, que no puedes dormir si no me abrazas-

Rodee los ojos y le colgué, sabía que no se iba a arriesgar a hacerme enojar porque sacarlo a rastras de la oficina era el menor de los problemas que tendría.

-Tsunayoshi no te queda esta actitud de niño mimado, consigo lo que quiero-

-Y a ti no te va lo curioso-

-Mira Mamma se lo tomo bien y seguramente Luce se lo tome igual... O mínimo me amenazara con no dañarte o algo así, ya sabes que eres su pequeño príncipe-

-Si es así entonces hagamos la reunión lo más rápido posible jajaja-

-Mejor hay que apurar el plan
y que al que quiera matar sea al mini Hibari y no a mí-

-Exagerado. Aunque si te aseguro que mínimo se van a sorprender. Lo curioso será ver la reacción de Nana al ver que Luce me trata más como a su hijo que a ti-

-¿Sabes que? Ya recordé la razón del porque no quería casarme, al menos con Tsunako ya se habían echo a la idea de que probablemente nos casaríamos y no necesitábamos cosas así-

-Ahora soy tu voz de la razón y te digo que te relajes y deja de comer las galletas de Miel que mi nana me dio-

Suspire. Seria un largo día de compras...

Sábado 5:40 pm.

-Renato relajate y ¿podrías dejar de comerte las almendras? Mejor ayúdame-

-Te estoy ayudando-

-No me refería a que ayudes con terminarse los ingredientes-

-Si meto mis manos en el proceso estoy seguro que lo arruinaría y no porque dude de mis habilidades pero siendo honestos cocinas como los dioses Tsuna-

Me halago. El muy maldito.

-Por cierto ¿A que hora dijiste que vendrían?-

-Le envié el mensaje a Kyoya de que a las 6, así que llegarán en unos 20 minutos. Debemos apurarnos y aun me falta el postre. ¿Porque no vas a cambiarte mejor?-

-Te haré caso. ¿Y dime que vas a preparar de postre?-

-Pastel de Capuchino, tu favorito, con unas pequeñas modificaciones que leí en el recetario Vongola, ya hice la mezcla y todo; no tardara en salir del horno. Vez como te quiero y te consiento ni tus amantes hacen esto por ti-

-Lo sé, por eso eres quien encabeza mi mini lista de personas favoritas-

Hablo alto ya que entro a la habitación a cambiarse

Sonreí, no creía que tuviera una lista, es más si es cierto, solo estaría yo por cuanto lo soporto. De pronto el horno sonó sacándome de mis pensamientos, tome un par de guantes y saque el pastel, mientras esperaba a que enfriará, prepararía la salsa de granos de café molido y chocolate amargo que adornaria el pastel. A los minutos regreso Renato con una camisa amarillo claro y unos pantalones gris claro, era raro verle en colores "claros" pero debía admitir que lucía tan bien como cuando usaba negro.

-No Renato. Ni pienses en probar la salsa así-

-Solo una probadita-

Dijo mientras llevaba su dedo al tazón, voltee por completo para regañarlo pero al hacerlo tropecé con él en aquel pequeño espacio que había entre la cocina y la barra, causando que los granos molidos de café que sobraron cayeran sobre su pecho, lo que hizo que su camisa se ensuciara, además para yo no caer sobre el pastel me agarre de su camisa, tomándolo a él desprevenido haciendo que nuestros rostros quedarán muy cerca.

-Ahh... Era nueva Tsuna-

-¿Me perdonas si te doy a probar de la salsa secreta para el pastel?-

No espero a que dijera más cuando agarro la cuchara y la probó.

-¿Qué tal?-

-Algo le hace falta... Pruébala-

Renato lleno la cuchara nuevamente y me dio a probar en la boca como si fuera un niño pequeño. Quería discutir pero tenía razón. Algo le faltaba a la salsa y no sabía qué.

El timbre sonó y yo no estaba vestido aún, así que entre en pánico, Renato me acaricio la cabeza y me tranquilice.

Poco después observe que él iba hacia la puerta.

-¿Listo?-

-Si-


Intente acomodar el mandil que usaba, los saludaría y después me iría a cambiar, así que me coloque al lado de Renato mientras el abría.

-Hola. Bienvenidos-

Les saludo sonriente Renato.

-Carnívoro, Conejito-

Kyoya me abrazo mientras Tsunako abrazaba a Renato.

-Hueles a chocolate y café conejito, es más todo el lugar tiene ese aroma-

-Es por el pastel-

-Oh... Por cierto conejito tienes rastros de salsa de chocolate y creo que ¿café?-

Comentó cerca de mi rostro, me avergonce, así que dirigí mi mano para limpiarme cuando Renato me tomo por la nunca y me beso desapareciendo cualquier rastro que pudiera tener.

Enserio, no podía acostumbrarme a eso, mucho menos cuando los besos eran más intensos, y peor aún cuando tenía a Kyoya frente a mí.
Sentía que estaba traicionando mi amor por él. Pero si tenía que ver el lado positivo a esto debería decir que Renato besaba bien, muy bien... Aunque no es que yo tuviera mucha experiencia; tal vez influía que él sabía a menta.

¡Eso es! Lo que le faltaba a la salsa es menta.

-Podemos volver otro día si gustan-

Escuche decir a Tsunako por primera vez y parecía muy molesta o al menos eso reflejaba su voz.

-Oh, bienvenida One sama, disculpa-

Renato no contesto pero le dio un pequeño beso en la frente a Tsunako.

-¿Qué les pasó?-

Indicó horrorizada cuando al fin observó la ropa de Renato y las pequeñas salpicaduras en el delantal.

-Accidente en la cocina, Tsuna por suerte aún no se ha cambiado, el afectado por completo fui yo, por suerte-

-Mmmm... Traes amarillo claro, tu nunca usas colores claros o cualquier otro que no sea amarillo, dorado o negro-

-Eso crees pero en esta ocasión es porque mi hermoso prometido lucirá un bello jumper con bellas flores amarillas y naranjas, así que quería combinar con él, después de todo son nuestros colores-

Debía reconocer que Renato era brillante, sabía de los puntos débiles de Tsunako y el de la ropa era uno muy fuerte, se infló mi ego cuando vi la mirada de ella al saber eso.

-Bueno iré a cambiarme, enseguida regreso-

-Cielo ¿puedes pasarme a león para arreglar mi ropa?-

Asentí con la cabeza.

-Bueno no se queden parados, siéntanse, no tardamos nada-

Renato entro después de mi y mientras se sacaba la camisa, yo agarraba el jumper que había dejado en mi cama.

-Sabes ya te acostumbraste a que sea yo quien le pida a león arregle tus cosas, antes lo hacías tu solo-

-Es más divertido que lo hagas tu, además me creas o no león hace cosas mejores cuando se las pides tú, incluso con Tsunako se pone un tanto molesto-

-Ah tu y tus halagos. Perdón pero estoy nervioso. No debo desquitarme contigo-

Tome a León quien estaba sobre mi cama comiendo un pequeño trozo de galleta de miel y con una sonrisa le pedí ayuda para limpiar la camisa de su dueño y éste con un movimiento limpió cualquier rastro que hubiera quedado del café molido.

Renato ya no dijo nada, solo se dio media vuelta para abrocharse la camisa mientras yo aproveche para colocarme rápidamente el Jumper

-¿Me ayudas a amarrar las cintas del cuello?-

Tampoco contestó y solo hizo lo que le pedí, harto del silencio me voltee y lo abrace.

-Estoy pensando, no estoy molesto-

Me terminó diciendo, acaricio mi cabello y yo le sonreí.

-Anda ve con nuestros invitados mientras termino de arreglar mi cabello y pongo poco maquillaje-

Renato salió, tome una liga para hacerme una coleta, busque mis zapatitos negros -regalo de Luce- y retoque levemente mi rostro, me mire, sonreí y me dirigí a la puerta para salir, de pronto Renato volvió a entrar y en esta ocasión si se veía molesto, me arrastro fuera de la habitación y me hizo una seña con el dedo para que guardara silencio.
Entonces note el porque de su comportamiento, Kyoya se estaba besando con Tsunako.

Y algo se quebró en mi. Esto era muy diferente al anuncio, la boda y todo porque nunca había visto alguna muestra de cariño como esa en ellos, sentí que las lágrimas se acumulaban y apreté fuerte la mano de Renato. Él solo me atrajo hacia su cuerpo y me abrazo fuerte impidiendo que yo siguiera viendo como se comían mutuamente, me dio un beso en la coronilla y de manera más calmada hablo.

-Vamos pequeño, hay una boda que evitar-

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro