Bodas & Magazine.
Nina y yo nos miramos por un instante y enseguida volteamos a ver a Renato. Yo con cara de "¿estás demente?" y Nina con un enorme brillo de esperanza en sus ojos.
Tenía que parar esto pronto.
—¡Renato, ni lo sueñes!¿Qué te dije sobre eso? ¿Acaso le habló a la pared?—
Nina ante mi arranque me sonrió cálidamente como esperando que con eso me relajara y me convenciera de hacer eso.
—A ver Tsuna, es lo único que me viene a la mente, si tienes una mejor idea dila y lo hacemos, pero debes pensar rápido porque tenemos que empezar a la de ya—
Agache la cabeza, no tenía alguna idea mejor y es que ¡Carajo! Eso era lo único que podía llamar suficientemente la atención. Después de todo como alguien podría imaginarse que Reborn Arcobaleno se casaría con la desgracia de Vongola y Nemésis de la mafia Tsunayoshi Sawada.
—Ah. Gracias por la Ayuda Renato pero tampoco creo que la solución sea mentirle a todo el mundo, y eso incluye a la mafia—
—Tecnicamente no estamos mintiendo Nina—
¡Maldito Asesino, Mentiroso experto! Tomó mi mano y mostró el anillo que me había dado momentos antes con una sonrisa de superioridad en su cara que juro por Gea se la quería borrar de un golpe.
—¿Se van a casar?—
La incredulidad que pasó ante su propia pregunta hizo que se me revolviera el estómago. Definitivamente Renato debía morir.
—Renato a Nina no voy a mentirle, ella debe saber la verdad, necesitamos a un cómplice en todo esto—
Oh al menos yo, necesito con quien desahogarme cuando sienta que no puedo más.
—Esta bien, tu ganas. Se lo diremos. Nina, presta atención porque no me gusta repetir las cosas. Tsuna y yo pensamos fingir un compromiso las razones son personales y no son trascendentes en este caso, solo queríamos que lo supieras—
—Entiendo. Pero repito lo de antes, gracias por la ayuda, más no le mentire a los Lectores—
—Nadie va a saber que es fingido, al menos Tsuna y yo no lo diremos y esperamos que con la confianza que hay entre nosotros tu tampoco lo menciones. Además es la única solución que tenemos por ahora tu di que si y yo convenzo a Tsuna—
—Estoy aquí por si lo olvidaste Renato, y esto no me parece nada bien. Sabes perfectamente que no quería que nadie más se enterara, ya no quiero engañar a nadie más, aunque darlo a conocer en la revista sea por una buena causa. Esto se hará cada vez se hace más grande—
—Va a ser algo diferente a lo que acostumbramos, sería un especial de bodas... ¡Si!, que todo gire alrededor de ese tema, desde la columna de Adrien, hasta la entrevista de la pareja del número. Incluso ZS y CC colaborarán en esto—
—Me gusta la idea Renato—
—Ah... Ya lo decidieron ¿cierto?. Bueno entonces explicame Renato ¿como que estarán presentes Zorro y Comadreja?—
—¿Recuerdas la idea de la que te hablé ayer? ¡De eso se trata! Pensé en hacer una crónica ahora, una que parezca un cuento sobre como una pareja de amigos intenta impedir la boda de sus mejores amigos. Pero no lo dejaremos todo para este número, oh claro que no, pensaba en dos o tres números más para terminar la historia—
Amaría su idea sino fuera porque justo de quienes hablaríamos en la historia sería de nosotros y lo que haremos en los siguientes días. Además, si alguien llegaba a relacionarlos, las cosas se irían por completo al infierno.
—¡Me encanta, me fascina! Tienen que escribir sobre eso definitivamente—
—Bien, colaborare con la columna pero no me han convencido para la entrevista ¡eh!—
—Tsuna...—
Ambos me miraron como si fuera una madre injusta pero debían entenderme. Ahg. Esto de verdad era un dolor de cabeza, de verdad no me convencía del todo esta situación... Aunque tal vez podría poner un poco las cosas a mi favor.
—Bien, haré la dichosa entrevista pero con una condición. No habrá tal entrevista, yo pondré lo que crea conveniente poner y la entregaré, si acaso Renato puede colaborar o acompletar cosas. Las fotos pueden ser como sean pero igual yo las voy a escoger—
—Excelente, y claro será como tu digas—
—Gracias, y por favor que esto se maneje con total discreción. De las fotos, que sea Sarah la que las tome—
—Perfecto... Entonces los quiero ver trabajando en su columna a la de ya, le avisaré a los demás—
Salimos de su oficina y cada uno se dirigió a la suya; yo para empezar con la entrevista y Renato para empezar con la columna.
Renato POV
Esto va a ser interesante, nunca pensamos en escribir sobre experiencias personales, así que me emocionaba esta experiencia –sería la primera vez que exprese realmente mis experiencias y pensamientos–, haber que tal salía.
Hola lectores, como podrán notar en este número estaremos acorde a la temática y hablaremos sobre bodas, pero no de esas que terminan en un "felices para siempre" o al menos eso esperan nuestros nuevos amigos; Si no de una historia que a mí, Zorro S. y a Comadreja C., nos han contado nuestros protagonistas, ellos se llamarán S y G, usaremos esto para cubrir su identidad. Y por favor recuerden...
Cualquier parecido con la realidad no es más que una mera coincidencia.
Casualidad o destino
S y G se conocieron en una pequeña cafetería con antigüedades como mobiliario, buscando algún lugar tranquilo para alejar los problemas que absorbían gran parte de su tiempo y buen humor. Su buen gusto en el café, comida y libros les hizo coincidir. Y como buenos conversadores que eran mantuvieron una apasionante charla acerca del libro que en ese momento S leía, fue tan apasionante el momento que decidieron llevar su sueño frustrado a la realidad poniendo en marcha la realización de su libro. Diversos temas pasaron por su mente, al principio se reunían cada tercer día encontrando un tema interesante y muchas cosas en común, después se veían pero ya no era solamente para tratar cosas relacionadas al trabajo sino también simplemente por que los dos se sentían cómodos con la presencia del otro.
Llego el momento en que de ser simple conocidos con un proyecto en común pasaron a ser los mejores amigos.
¿Pero cómo pasó? Se preguntaran ustedes, también nosotros nos dimos a la tarea de preguntarlo y G muy amablemente fue quien nos respondió:
"No puedo decirte una fecha exacta pero si existe un antes y un después; creo que aquella tarde lluviosa y fría justo al momento de descorchar la botella de vino fue el después. Nunca había hablado tanto en toda mi vida ni tampoco había mostrado tanto de mí, era como vomitar información por completo y no pude parar hasta vaciar todo lo que traía dentro. Él (refiriéndose a S) es la mejor audiencia que alguien pudiera tener, se queda callado hasta el final para después regalarte una hermosa sonrisa. Te dice las palabras exactas que necesitas escuchar.
Y entonces aquella sensación de empezar de nuevo, de sentir que alguien a pesar de todo pasado o presente te acepta tal cual eres, es un respiro enorme y delicioso en una vida de apariencias.
Mientras teníamos esta charla Comadreja no dejaba de mirar fijamente a mis queridos amigos. Extrañado por su actuar y en un breve descanso le pregunte que cual era su curiosidad a lo que él preguntó "Díganme... ¿Cómo es que logran ponerse de acuerdo cuando S es una poeta romántico trágico y tu G eres un escritor práctico, preciso, crudo y muy realista? "...
Tsuna entro a la oficina con un pequeño maletín, eso quería decir que ya era la hora de la comida y me sorprendió eso.
Nunca me había pasado que al escribir la columna el tiempo corriera tan rápido.
—¿Y como vas?—
—Excelente claro esta, ¿pero quieres leerlo?, Necesito de Comadreja para lo siguiente—
—Claro, te ayudó un momento y me voy—
Se situó detrás de mi y comenzó a leer lo que había estado escribiendo hasta hora.
¿Saben? Ver leer a Tsuna era uno de mis pasatiempo favoritos, era imposible no divertirte con los gestos y ruiditos que inconscientemente hacia, es más ahora mismo traía un gesto divertido, parecía sus ojos bailaban mientras leia y cuando sonrió esos mismos ojos brillaron cuál sol abarcando todo el cielo. Ah... Ay iba de nuevo un ataque sentimental como cada mes, solo esperaba que no llorara. Afortunadamente no lo hizo pero a cambio se abrazo a mi cuello y me dio un sonoro beso en la mejilla e inmediatamente volvió su vista hacia lo escrito. En definitiva, este joven quería acabar con mi vida, porque parecía querer asfixiarme y justo cuando estaba por quitarme su brazo, me soltó y sonrió enorme.
—Por Gea, ¿Sabes cuanto te amo en estos momentos Renato? Me encanta lo que has ido haciendo, ni siquiera quiero meterme y arruinar lo que llevas, nunca creí que me llegaría a gustar que escribieras sobre nosotros pero lo que escribiste es tan bonito que...—
—Tsuna sabes que conmigo no funciona el endulzar mi oído, mejor siéntate rápido para que te vayas en unos minutos—
Tsuna me soltó un golpe en la cabeza y molesto se sentó
—Jamás eh... Jamás vuelvo a decir algo lindo de ti o de lo que haces... ¿Entiendes Renato?—
—Estoy seguro que en cuanto veas a mi hijo no vas a evitar decir lo hermoso que es y como se parece a su padre—
Solo rodó los ojos y comenzó a escribir.
S al escuchar el intercambio de palabras que se suscitaba entre nosotros respondió:
"Eso es exactamente lo que nos hizo juntarnos. Nuestras diferencias y nuestros estilos tan distintos es el equilibrio que necesita cada cosa que escribimos, damos lo mejor de cada uno poniendo nuestro sello personal y al final queda algo totalmente a la medida, es decir lo que valoran y quieren nuestros lectores".
Y entonces comprendí... La clave del éxito de los libros que hasta el momento han publicado.
Zorro desesperado como siempre apresuró a G para que siguiera contando la historia.
Cuéntenos entonces del proyecto que ahora llevan a cabo; ya nos han contado cómo llegaron a ser los amigo que ahora son y cómo sus diferencias hacen que lo que escriban sea tan aceptado y rentable. S fue quién tomo la palabra y comenzó.
"El plan surgió hace meses en un momento de desesperación de los dos, yo nunca me convencí del todo, pero al ser yo quien cree en los finales felices y quien lucha intensamente por sus creencias –en este caso en el amor y el felices para siempre– decidí embarcarme en este plan con G, que por cierto no tiene nombre alguno, tal vez mientras les relatamos los sucesos se les ocurre algo. Así por fin tendremos el nombre de nuestro siguiente libro. Bueno a lo que iba, este proyecto salió de la perversa y malévola mente de G"
Mientras que Tsuna escribía yo intentaba poner mi mente en blanco, necesitaba hacer un plan que me diera resultados lo más rápido posible, así evitar muchos problemas, además de que así Tsunayoshi dejaría de quejarse tanto. Cuando note que sería imposible concentrarme en ese momento, comencé a leer lo que el había escrito, podría jurar por Leon que había visto una sonrisita burlona en su rostro que en cuanto le mire fijamente desapareció por obra de magia. Al terminar se hizo para a atrás y me sonrió.
—Te toca Renato—
Pero como se separaba G se defendió.
"Claro... como él tiene cara de niño bueno y de inocencia pura que si no lo conoces podrías creer que es incapaz de romper un plato. Pero no se dejen engañar queridos lectores, que en cuanto avance el relato se enteraran de todo lo que ha hecho y seguirá haciendo. Aunque tal vez esa es nuestra mejor arma. Que él luzca tan inofensivo y bueno, hará que nadie se dé cuenta de sus verdaderas intenciones"
S, le miro acusadoramente y tomo la palabra.
"Bien basta de introducción y charlas que seguramente a los lectores no les interesaran. Como G es un misterioso y quiere hacerla de emoción yo les diré.
Cuando vivía en cierta mansión me hice amigo de una de las mejores personas que he conocido, ya saben, de esas amistades que perduran en el tiempo y pese a adversidades. Durante ese tiempo fuimos amigos ayudándonos el uno con el otro enfocados en sus propios asuntos y amores, después de un tiempo cada uno "sentó cabeza" y se enamoro. Aunque como era de esperarse fracasamos terminando con nuestras respectivas parejas; el tiempo paso y yo por mi parte abrí los ojos y me di cuenta quien estaba a mi lado. Fue un poco desconcertante saber que lo que siempre buscaba en alguien para compartir mi vida lo tenía esa persona que siempre ha había estado ahí para mí. Luche tanto como pude contra ese sentimiento, intente hacerme a la idea de que se me pasaría pronto, así que me concentre en mis libros y trabajo, más cuando ocultarlo estaba empezando a ser imposible y doloroso, me dije que valia la pena arriesgar nuestra amistad por algo más. Pero creo que fue muy tarde porque un viernes por la mañana llego a mi oficina un sobre que contenía la invitación a una boda y no cualquiera boda... Claro que no, era la de él. Sobra decir que me sorprendió y dolió, en un principio no quería verlo ni hablar con él, pude huir algunos días pero sabía que tarde o temprano tenía que enfrentarlo, y cuando lo hice me di cuenta de quién era la persona con quien se casaba y por azar termino siendo la persona que amaba G."
Ahora todo estaba quedando más claro, intuímos ya de que se trataba todo el asunto, a los dos les concernía esto y que mejor manera que ayudarse entre ellos a conseguir su objetivo...
Tsuna se levantó, acomodo su ropa y respiro profundo. Esperaba que se comportara y no tuviera ataques de sinceridad o culpabilidad porque si no echaría todo por la borda.
—Ahora si, es todo tuyo—
—Por favor comportate Sawada—
—No te estreses que lo haré—
Tsuna POV
Kyoya estaba hasta el fondo de aquel bello lugar, con una bella camisa púrpura, pantalón de vestir azul Marino y una corbata que combinaba con todo y resaltaba su mirada, su tono de piel y cabello. Por Gea, se veía guapísimo, tan embobado estaba que casi tropiezo por no fijarme de la silla que se interponía en mi camino pero es que simplemente no podía quitarle los ojos de encima.
—¿Estas bien conejito?—
Preguntón mientras se levantaba para retirar la silla y guiarme a ella para sentarme, de verdad estaba muy guapo este día.
—Si, no vi la silla. Te ves muy bien, de haber sabido me ponía un bonito vestido o un traje más entallado—
Conteste un poco en broma, por eso no espere ver un pequeño sonrojo en Kyoya.
—No gracias, no quiero imaginar como te verías y los tipos que tendría que morder hasta la muerte por mirarte inapropiadamente—
Perfecto... Ahora era yo quien parecía un tomate maduro.
¿Por qué sin Tsunako de por medio, parecía que las cosas eran como antes? O tal vez yo fui quien se hizo falsas ilusiones y vio cosas donde no las había. De pronto un silencio incómodo se hizo presente.
—Tsunako insiste que al ser su prometido debo vestir de esta forma, que me veo bien y creo que tiene un poco de razón—
—Si, no lo voy a negar. Te sienta bien—
De nuevo hubo silencio, el cual fue cortado cuando el mesero llegó con las cartas estuvimos unos minutos pensando en lo que ordenariamos, hasta que Kyoya llamó nuevamente al mesero y este tomó nuestra orden, nos miramos entonces un rato sin decir nada hasta que el suspiró.
—Te ves muy diferente a la penúltima vez que nos vimos conejito, me refiero a la salida de antes de ayer—
—¿Ah si? Bueno todos cambiamos diariamente, aunque no siento que sea diferente ¿que es lo que dices se ve diferente en mi?—
—No se como explicarlo, pero veo algo que antes no vi, ahora si eres un bello doncel comprometido—
Señalo el hermoso anillo que aún estaba en mi mano.
—Tú también lo estás y si, tal vez las cosas han cambiado un poco pero se que sigues siendo Kyoya el prefecto de Namichu y yo sigo siendo el torpe de Tsunayoshi. Los cambios no son tan radicales ¿cierto?—
—Si Conejito, de pronto siento que me he perdido una muy importante parte de tu vida. Es como si no hubiera estado presente los últimos años y no un mes. Eso ha creado un enorme abismo entre los dos y eso no me gusta—
—Yo no creo te haya excluido de algo, desde que somos amigos has estado presente en mis pensamientos y mi corazón, aunque yo no se si te pasa lo mismo conmigo. Yo también siento que algo se me escapó, que no me entere de algo, tal vez ya no tienes la misma confianza de antes, porque se que primero me lo hubieras dicho a mí y no a todos en la mansión como lo has hecho, pero tus razones has de tener y no soy nadie para cuestionarlas. A mí tampoco me gusta esto por que son los síntomas de que nuestra amistad está dejando de ser especial para volverse solo amistad ¿me entiendes?—
—Te entiendo conejito y no quiero que pase eso realmente. Aun estamos a tiempo de salvarla ¿no crees?. Por cierto, me ha sorprendido tu relación con el carnívoro, y estoy seguro que también te ha causado lo mismo mi relación con tu hermana Tsunako—
—A mi igual me sorprendió mi relación con Renato... —
—Espera... ¿Qué?—
—Me refiero a que como sabes él y yo somos como el agua y el aceite, es cierto que tenemos cosas en común pero tenemos muchas más que no se llevan y que nos complementemos tan bien es un tanto extraño. Pero supongo aplica que es física pura—
Kyoya desvió el rostro y entendí que le incómodo mi comentario, al parecer lo había entendido mal.
—No es lo que piensas Kyoya, me refiero más específico a la ley de la atracción, tu sabes "física", que dice que los polos opuestos se atraen. Es más tu me deberías de entender Tsunako y tú son muy diferentes y mírate, se casaran—
Era incómodo y doloroso hablar del tema, fingir que no dolía era difícil. Renato era el bueno en ocultar los sentimientos, hacerse el duro e impasible pero yo no. Estoy seguro de que el sabría cómo manejar la situación y qué decir, es más seguramente a él le habrá ido mejor con Tsunako.
—Sí... Nadie se podría imaginar que tu y el carnívoro estuvieran juntos o que la omnivora de Tsunako y yo, creo que era más factible que fuéramos tu y yo y el carnívoro con Tsunako—
—Y predecible tambien—
No quise decir la palabra "correcto" algo me decía que no lo hiciera, pero joder. Tsunako era perfecta para Renato, bueno tal vez le quitaría un poco lo manipuladora y posesiva, porque estoy seguro que ella alejaría a mi amigo de mi, pero de ahí en fuera yo estaba segura de que juntos serían muy felices. Y por otro lado Kyoya y yo habíamos vivido tantas cosas juntos hay tantos lazos, cariño, amor. ¡Pero no! ellos querían romper con los esquemas y revolver todo, dejándonos a Renato y a mí con una inquietante y loca decisión.
—Ayer todo fue muy rápido y confuso, creí que se iba a armar una pelea en cuanto mi carnívoro hermano se paro, pero se lo ha tomado demasiado bien—
—Lo sé, a mi me sorprendió tanto como a ti, pero creo que Fon ya tenía que aceptar que él y yo como pareja no íbamos a llegar a ningún lado y que tarde o temprano iba a estar con alguien más—
—Si, ¿pero te das cuenta que estas hablando del Carnívoro del sol? El único con quien mi carnívoro hermano no puede pelear—
—¿A donde quieres llegar con eso Kyoya?—
—A nada, es solo que es muy extraño todo eso—
Kyoya me miraba como si quisiera decirme algo y al final se arrepentía, tenía tantas ganas de incitarlo a que me dijera lo que tuviera que decirme, aunque no sabía si realmente quería escucharlo, porque ¿Y si quería hablar de su novia? O peor aun de su boda. No iba a manejar eso tan bien. Además quería dejar por el momento el tema hasta estar menos susceptible para hablarlo.
—Buscaré un trabajo cerca de Mamá—
Lo había estado pensando y creo que era hora de empezar a trabajar con algo relacionado a lo que estudiaba, me sobraba tiempo en la revista y prácticamente ya no necesitaba ir a la universidad ese último semestre. Pero sabía que la vida no era tan fácil como había estado haciendo, ya había disfrutado mucho tiempo sin presiones y viviendo relajadamente, tenía muchos proyectos en mente, aunque algunos eran "Causas perdidas" según Renato, aunque muy amablemente dijo que tal vez apoyaría con capital, podía empezar con eso.
—Crei que estabas contento en el bar—
—Si, me gusta pero siento que no demanda tanto de mi como algún trabajo relacionado a lo que estudio, te recuerdo que este semestre finalizó gastronomía y no bebidas solamente, en el bar no tengo posibilidad alguna de ascender—
—Sabes conejito, nunca entendí porque te aferrabas a ese trabajo—
—Aunque no lo creas me divierto y lo disfruto—
Ciertamente, no tenía pensado dejar la revista por ahora, si tuviera que dejarla de manera definitiva aun, no me embarcaría en el proyecto.
—Y también porque esta el carnívoro—
—Si, el tiene que ver de cierta manera, pero no siempre íbamos a estar juntos, él tarde que temprano tiene que hacerse cargo de sus misiones; ahora hace esto por pasatiempo—
—¿¡No te cansas de pasar tanto tiempo con el carnívoro?! , en la oficina, en tu casa, ¿en todos lados?—
No me había gustado nada el tono con el que había dicho aquello, apostaba todos mis libros y dulces de que había algo de celos en esas palabras. Pero no me haría esperanzas, tal vez después le hablaría a Renato de esto, él sería más lógico para este asunto. Por otra parte, alguna vez yo también me había hecho esa pregunta porque a veces pasábamos días completos juntos sin matarnos. Pero aunque no me creyeran también teníamos nuestro espacio. Renato para sus mujeres y yo para mi familia y demás amigos.
—Aunque no lo creas Kyoya, también nos damos nuestro espacio aparte no me pesa el tiempo que paso con él, se me va muy rápido o ¿a ti no te pasa igual con Tsunako?—
—No es lo mismo, no estamos juntos todo el día—
—Pensé que sí, después de todo viven juntos en la mansión Vongola, creí que habían pasado todo el día y noche juntos para conocerse lo suficiente y por eso el casarse—
No pude evitar que mis palabras sonarán molestas y amargas, tendría que morderme la lengua en el siguiente comentario.
—¿También crees eso conejito? Qué es poco tiempo para tomar esa decisión, creí que el Carnívoro de mi hermano lo decía por la hermana de la pila pero si también lo dices tu conejito...—
Por Gea, ¿por qué me hace esto a mi? Sabía que si yo le decía que si, probablemente replantearía su decisión, pero no podía hacerlo aunque en el fondo deseara que fuera así.
—Cada quien sabe sus tiempos Kyoya, tal vez solo has convivido con ella poco tiempo pero eso a sido suficiente para los dos, o tal vez se han conocido más que si tuvieran toda una vida de hacerlo, solo ustedes dos saben—
Renato me mataría cuando supiera lo que estoy haciendo, pero yo no podía romper a Kyoya tal vez si fuera Tsunako otra cosa sería.
—Hmp. ¿Aunque sabes? siento que todo fue tan rápido, pero tú sabes de pronto te dan esos ataques y sientes que debes hacerlo—
—Te entiendo—
Llego el mesero y comimos en silencio, de pronto vi que la mirada de Kyoya estaba fija en un punto, voltee a ver en la misma dirección y...
era Tsunako.
Bien, definitivamente estaba muy enojado, en la mañana había sido con Renato y ahora era con Kyoya.
¿Qué no podía dejarme disfrutar un tiempo con mis amigos?
Esto ya era personal.
Y si Tsunako Vongola quería guerra pues guerra tendría...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro