Besos sabor café amargó.
A regañadientes me aleje de Renato, no me sentía cómodo ya, mi pecho albergaba un inquietante e incómodo vacío.
¿Qué carajos estaba haciendo?
Renato diría que estoy luchando por un amor.
¿pero cómo iba luchar?
Ahora no podía sacarme de la cabeza que eran ideas mías el que Kyoya sintiese lo mismo que yo, seguramente él nunca me vio como algo más allá que su amigo y yo en mi mente confundí todo.
Qué estúpido fui.
Él lucia tan enamorado ¿Quién era yo para impedir su felicidad?
Y eso me hacía sentir profundamente mal, Kyoya era mi amigo e iba a conspirar en su contra...
Pero también estaba Renato, él a diferencia mía tenía posibilidades, tal vez Tsunako al ver la poca atención y que no iba a cambiar Renato se había ido a refugiar con Kyoya. Pero si ella veía que Renato estaba dispuesto a formar una familia a su lado tal vez y solo tal vez consideraría las cosas. No era ciego, veía como Tsunako se sentía incomoda conmigo, es más sentía como sus celos salían a flote y no podía disimularlos.
Así que estaba decidido yo me retiraba de la jugada, ya no lucharía por Kyoya pero le debía a mis mejores amigos que la mujer que quieren este segura de su decisión.
—Quita ese cara Tsuna—
Me saco de mis pensamientos Renato mientras nos internábamos en la cocina sin ser vistos por la pareja.
—No tengo otra Girardi—
—Hey, hey, hey... ¿Cómo que Girardi?—
Comentó Renato en voz baja mientras su sonrisa traviesa se asomaba en su rostro y me acorralaba entre el refrigerador y él.
—Renato quítate, tengo que terminar la salsa ahora—
Juro que intente empujarlo pero falle estrepitosamente no logre moverlo ni un milímetro de su posición.
—No me quítare hasta que mejore tu cara—
Me sonroje ante aquello y es que el muy maldito lo había dicho muy cerca de mi oído, de pronto y para mi sorpresa comenzó a hacerme cosquillas, intente huir para evitar que siguiera, sin embargo en algún momento el juego se torno en otra cosa y Renato ahora intentaba besarme a lo que yo movía mi cabeza evitando eso.
De pronto sentí que dos miradas estaban puestas en nosotros lo que me hizo tomar a Renato por el cuello y ser yo quien lo besara. Él se sorprendió un poco, pero inmediatamente rodeo mi cintura con sus brazos y profundizó el beso.
Mentiría si dijera que no estaba nervioso y es que seguía siendo raro besarlo. Aún así me permití analizar el beso; los labios de Renato eran suaves aunque no por eso sus besos dejaban de ser firmes y demandantes.
Me costaba seguir su ritmo y es que mi experiencia se limitaba a un par de besos inocentes con Bermuda, a un asqueroso beso con Checker face y muchos tiernos e inocentes con Fon, así que ninguno fue como este. El aire me faltaba pero ni por eso Renato paraba así que tuve que morderlo para que se separara.
Renato soltó una risita burlona que me contagio, para cuando al fin mire a nuestros invitados y vi la cara de total enojo de Tsunako reí con más ganas.
—¿Gustan cenar ya o nos esperamos un rato más?—
—Un rato más conejito-+—
Asentí, tome a Renato de la mano y nos fuimos a sentar en el sillón de tres plazas que estaba frente a ellos -que estaban en el sillón de dos plazas-, en el sillón yo casi estaba encima de Renato y él tenía su brazo rodeando mi cuello descansando en mi hombro, lo que ocasionaba que estuviera pegado a su dorso.
—Mmm huele delicioso Conejito. ¿Qué has preparado?, ya se... puede ser tu clásica crema de zanahoria con—
—No, no es nada que hayas probado aun, es más nada que yo haya cocinado normalmente. Lo que prepare son recetas que están en el libro de las comidas Vongola, Nono me lo ha regalado, así que haré la comida favorita de Renato, la que Daniela le preparaba siempre. Lo que sí quiero aclarar es que el me ayudo a preparar la cena también—
—¿Renato cocinando? Me hubiera encantado verlo—
—Le encanta ayudarme cuando cocino, es mi sous chef, lava los platos o acomoda los trastes. Aunque no lo crean es muy buen cocinero, me ha hecho de comer un par de veces y tengo que aceptar que la habilidad que tiene para disparar o conquistar se ve reflejada en lo culinario—
La cara de Tsunako por un segundo mostró una mueca de fastidio que quito rápidamente para ofrecernos una gran sonrisa.
—¿Y entonces que es lo que has preparado?—
Iba a contestar cuando Renato contestó con una sonrisa en su rostro y un tono de orgullo en él.
—De entrada Crema de Calabaza y jengibre con huevo poché, de plato fuerte Estofado Vongola que consiste en rost beef con rajas de chile serrano, papas con especias, Vermicelli con salsa Skordalia de nueces aunque Tsuna le ha dado su toque con chips saladas y de postre pastel de capuchino con salsa de granos de café molido, chocolate amargó y menta, también la salsa es obra de él—
Parecía presumirme con aquella sonrisa en su rostro, yo solo baje la cabeza avergonzado, de pronto sentí como me daba un beso en la coronilla.
—Todo se escucha muy rico Conejito—
—Espera a que lo pruebes—
—Mmm, ¿Qué tal todo en Vongola?—
—Va bien, al menos dentro de las reglas de Bermuda y él, aunque aún somos la mayor mafia. Pero si te refieres a mi relación con Kyoya, muchos de los aliados se sorprendieron, no creían que fuese cierto pero el ver como ahora Kyoya esta en a mi lado en el asiento derecho han callado las habladurías—
–Ya veo. ¿Qué tal mini Hibari? Quien diría que impondrías tu lugar—
—No voy a permitir que dañen a la Omnivora, Herbívoros débiles y patéticos—
Renato comenzó a reír, Tsunako y yo lo miramos mal ante su reacción.
—No lo molestes Renato, ya te quiero ver a ti en la reunión mensual—
—¿Dejaras que me maten?—
Pregunto en tono dolido mientras jugaba su mano con una de sus patillas y lanzadome un beso con la mano libre.
Me estremecí, maldito Renato era muy buen actor.
—Por supuesto que no—
Aunque no estaría mal que te golpearan... Lo mereces Renato.
—¿Aun no hacen la reunión Arcobaleno?, creí que ya Reborn—
—El quiso aplazarla para poder dar la noticia de que nos casamos, la verdad me quería mentalizar que esto de verdad ha pasado antes de anunciarlo a más gente—
Renato me abrazo ante aquellas palabras y yo solo pensaba que necesitaba un poco de aire para continuar con esto. Mire a Renato y su mirada me hizo sentir se nuevo tranquilo.
—Bueno, aunque ahora que lo sacaste one sama, quería proponerte Renato, ¿que tal pasado mañana la reunión? porque si te digo mañana no podrían asistir—
—Por mi esta bien que sea mañana, no será nada grande, ¿En la mansión de Nono? Iemitsu se comportará como un buen padre—
—¿Qué? Iemitsu se portará... Espera ¿Qué te pidió a cambio?, ese hombre es capaz de todo con tal de salirse con la suya—
—Nada que digas raro o extraño... Es más es algo predecible—
Al parecer no era el único preocupado, Kyoya también y es que por mi es que no confiaba en Iemitsu.
Oh, esperen. Ahora entendía a Renato cuando dijo que por los gestos esto valia la pena y es que las caras y muecas que hacia Tsunako valían oro.
—Bueno y dejando eso de lado, ¿Ya tienen fecha para la boda?—
—Planeabamos que fuera en Abril, ¿ustedes?—
—Si por mi fuera la próxima semana seria perfecto, pero se que él va a querer tiempo para la organización así que yo quiero que sea en mi cumpleaños, en Octubre ¿Qué mejor regalo que casarme con el doncel que amo? Así tendré doble regalo por parte de él cada año—
Creo que nuestros conocidos, amigos y algunos familiares aun no se acostumbraban a las muestras de cariño que Renato tiene para mí, y para ser sinceros este Renato era muy diferente a mi amigo y me estaba dando miedo.
—¿Atún estas de acuerdo con eso?—
—Sí, creo que un año es suficiente para organizar la boda, además en la luna de miel el también tendrá que darme regalo—
Y aunque dije un año, esperaba que ella tomará la mejor decisión en menos de seis meses al menos.
—Es tanto lo que se debe planear y tan poco tiempo... por eso he decidió en contratar a una organizadora, no quiero estresarme, tomaré solo las decisiones importantes y disfrutaré de los preparativos sin presión—
—Hey, ¿por que no hacemos eso Cariño?—
¡Eres un Genio Renato! El haber usado el nosotros en la pregunta y el haberla hecho se veía muy lindo de su parte.
—No se, sabes lo perfeccionista y obsesivo que soy, aparte no creo necesitar más ayuda. Con Mamá, Nono, Luce y yo espero que sea suficiente—
—Se hará como tu quieras Cielo. Bien basta de charla ¿Qué les parece si pasamos a comer ya?—
Todos aceptamos y nos pasamos a la mesa, bueno al menos los invitados porque había ido a la cocina por la comida para colocarla en la mesa. Una vez finalice, Renato me ayudó a pasar los platos; debía de admitir que era un excelente anfitrión.
A los minutos de servir la comida Tsunako sonrió y acepto que cocinaba bien, mientras que Renato y Kyoya se desvivieron en halagos hacia mí. Lo mejor de la noche fue ver cuánto le fascino el pastel a Renato, aunque por un momento tuve miedo a que se indigestara pues casi se lo había acabado el solo.
La cena transcurrió muy tranquila, el tema de las bodas no fue tocado otra vez pero cambio Kyoya y Tsunako nos contaban sobre sus viajes, misiones y alguna que otra escapada para tener citas. Intentaba poner de atención y mostrarme interesado pero no lograba quitarme de la cabeza la imagen de Kyoya y Tsunako besándose.
Por eso agradecí internamente cuando se marcharon, mi humor no me permitía seguir soportando esas muestras de cariño, necesitaba tiempo para trabajar con mi corazón, era momento de aceptar que Kyoya no era para mi.
Aun quedaban un par de cosas que tenía que hablar con Renato. La principal: desertar de mis intentos con Kyoya, pero que seguiría en esto por él; así como también tratar sobre la reunión Arcobaleno que no se como si se dará mañana.
-Renato, ya no puedo seguir con esto. Al menos no como al principio, ya entendí que Kyoya no me quiere no de esa forma, que él solo me ve como una amiga y no quiero ponerlo en un predicamento. Aunque te seguiré ayudando porque tu si tienes oportunidad con Tsunako, lo he visto. Quiero que la decisión que tome Tsunako sea la correcta.
Lo hare por ti y por Kyoya-
Solté todo tan rápido que vi como le costó un poco a Renato procesar la información.
-Sabes bien que te necesito en esto, pero tampoco quiero que te sientas con la obligación de hacerlo, tal vez fui un poco demandante con eso y me seguiste en esta locura pero si te incomoda, no lo hare-
Y era por estas cosas que a veces me daban ganas de agarrarlo y abrazarlo tan fuerte... era tan lindo cuando su fachada de malo la dejaba a un lado.
-Lo haré, ¡vamos! Si me pude hacer una personalidad de maldito, sádico y bromista para mi misión de hacer a la mafia como Giotto quería, ¿crees que no haría esto por ti? Además es mi hermana de quien hablamos y quiero que si ella te escoge a ti sean muy felices o que si se queda con Kyoya este segura de su elección-
-Mini Hibari es un idiota-
-Tal vez...-
Abrí mi armario, saque mi Pijama y una bolsa de algodón, la cual se la tendí a Renato, dentro contenía un pijama de franela Naranja con pequeños leones y camaleones. Renato me miro interrogante y espere a que la abriera.
-¿Naranja? Sabes que me queda mejor el negro, pero gracias-
-Ayer cuando llegue de con Nana se la pedí a Leon, la verdad pensé en el naranja y nuestras mascotas porque sentí que te verías tierno aunque dudaba de eso, tampoco es que importe ¿Qué acaso que te veas gracioso o dulce es tan malo para ti? No se que te preocupa solo yo te veré. También la pedí para que la uses en mi casa, no quiero que el esposo de la vecina me reclame porque sales semi desnudo a estirarte en el jardín-
Y lo decía enserio, ayer observe desde la ventana de la sala como mi vecina babeaba desde su ventana y es que Renato había despertado y salido al jardín a hacer sus ejercicios de estiramiento matutinos, no hubiera dicho nada si el adulto no hubiera salido solo en bóxers, me arrepentí de pedirle que se quedara pero ya era muy noche cuando me fue a recoger de con Nana.
-Tsuna el que tu estés acostumbrado al espectáculo no quiere decir que las demás lo estén, es entendible que babee por mi, ya va para casi los 50, talvez su esposo sea un trabajolico que no le da atención-
-Si verdad, ¿Quien me manda a invitarte a quedar? Por cierto, ¿me puedes explicar el asunto de Iemitsu? Porque se muy bien que broma no era-
-Tienes toda la razón, Iemitsu se portará como tu padre en la reunión, porque pienso pedirte a él y tu madre-
-Renato no tienes porque hacer eso, basta con Nana y si gustas incluir a Nono. Aunque dime ¿Qué te pidió a cambio ese?-
-Claro que lo tengo que hacer Tsuna, aunque sea una farsa te mereces que te pida como es propio y no puedo darte eso si Iemitsu no se comporta como tu padre ¿Qué crees que pensarían todos si el no esta? Si vamos a hacer esto lo haremos bien ¿no crees?-
No podía evitar sentirme halagado y preocupado, pues que Iemitsu aceptara equivalía a que un pedido grande de su parte.
-Puedo manejar el que piensen de mi lo que quieran pero no de ti ya no, ya fue suficiente el daño que te hemos hecho y me incluyo porque me gusto o no pertenezco a Vongola-
-¡Pero es Iemitsu de quien hablamos! ¡El hombre que casi lleva a la ruina a Vongola y me mantuvo encerrado por 10 años Renato!-
-Tranquilo solo me pidió hacerme cargo de un par de misiones de negociación, serán uno par de meses-
-¿Par de meses? No Renato, no puedes, se cuanto odias esas cosas si no involucran tortura o muertes. No lo tienes porque hacer no me importa que Iemitsu me ignore nuevamente o que no vaya, Renato se rompió la maldición hace poco ya tienes más libertad, imponte como el hitman #1 que eres, además si te vas ¿Cuántos meses dijiste? ¿Qué haré?-
-Serán tres o cuatro meses-
-¿Cómo se supone seguiremos con la farsa? Necesito que estés aquí Renato si tu no estás aquí, todo podría desmoronarse-
-Vendre con regularidad, para eso Verde hizo las máquinas de teletransportación o tomó algún vuelo privado-
-¿Y la revista?-
-No la dejaré, no esta en mi planes hacerlo, hablaré con Nina de la situación y enviaré por e-mail lo que haga-
-Te voy a extrañar, será raro no verte parlotear a mi alrededor a diario ¿con quién desayunare, comeré y cenaré?-
-Puedes llamar a Haru, ella por un tiempo padeció el mismo mal-
Le avente la almohada, pero esta fue esquiva da con total facilidad.
Como era costumbre cada quien se fue a un extremo de la cama. Siendo él quien apagara la luz. Ya acostado y a punto de quedar dormido Renato comenzó.
-¿Te das cuenta como cambió nuestra vida en unos días?
Si alguien nos hubiera dicho la semana pasada que estaríamos comprometidos, nos hubiéramos encargado de mandarlo con Lucifer-
-Si... ¿Nos encanta complicarnos la vida verdad?-
-No complicarla solo la hacemos más emocionante-
Tenía razón nuestra vida ahora pacífica necesitaba un poco de la vieja emoción, aunque esta sería diferente de la que habíamos vivido en aquel tiempo, pero bueno esto también era una guerra y sabia que él no estaba dispuesto a perderla y yo estaba dispuesto a ayudar a que eso no pasara-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro