Jonatan ha sido flechado por el dios del amor cupido, pero, ese sentimiento no es por una fémina con curvas exageradas o por una prostituta local; es por un hombre, cuyos ojos lo llevaron a un mar de sensaciones que nunca había experimentado con las novias que tuvo.

Él no tiene el valor suficiente para siquiera dirigirle la palabra, a pesar de que es uno de los chicos de su mismo departamento en la universidad, Jonatan tiene miedo de que Davis se encuentre extraño los sentimientos de él e incluso peor, que lo rechace; debido a esos temores, Jonatan se compró un paquete de sobres blancos y un paquete de folios del color de los ojos de su enamorado, azules.

Ahora el joven, cada vez que tiene tiempo libre, utiliza los folios como inspiración para poder plasmar aquellos versos que no puede expresar abiertamente por miedo a las burlas y rechazos de sus allegados; cada uno de ellos para Davis: El de ojos azules.