¡Hace dos días fue la celebración de mi abuela! Si fue un poco agitado aquel día pero bueno, no he hablado por chat contigo en ese tiempo creo que revisaré mi teléfono más tarde, luego de escribirte esto.

¿Qué más te escribo?...

¡Ah si! Hoy fui al parque que visitaba en mi infancia, me hubiera gustado traerte y beber unas cervezas, sentados en los bancos.

Hoy estuve pensando en tus ojos, y más que nada tu costumbre de morderte los labios cuando estás incómodo, son de un tono agradable a la vista, y creo que no soy el único que piensa de esa manera.

Creo que mis deseos carnales están deseando estar contigo, besarte en la frente, en los ojos y finalizar devorando tu boca con pequeñas mordidas y suaves caricias, creo que me estoy calentando...

Mejor dejo de pensar en hacer esas cosas contigo, pero ¿y si eres gay, y ese tal Alejandro es un exnovio que te rompió el corazón? ¿Habría una oportunidad para mí? ¿Podría yo ser el dueño de tus lágrimas?

Quisiera no ser tan cobarde frente a ti, y poder robarte un beso como lo hiciste tú en la fiesta con nuestros compañeros.

Primero que nada creo que debo aclarar mi sexualidad, porque sí me gustas mucho, ya hasta te imagino en mis sueños húmedos, en algunas ocasiones, no creas que soy un viejo verde, un degenerado o un adicto a los juegos esos raros que se ven en los vídeos para adultos, simplemente creo que tú eres mi primer amor homosexual ¿Será así?

Tendré que empezar a probar con algunos de mi sexo para ver si soy o no.

Ahora una cuestión ¿Seré el de arriba o el de abajo? ¿Esas posiciones importan?

No te hablaré más de estas cosas, creo que sí continuó te detallaré como sería nuestra primera noche juntos, y no quiero hacerlo.

Mejor te escribiré dos frases para despedirme:

“No te preocupes, es que me gustas así”.

“Quiero besarte, y espero pronto tocarte”.