"Detente" se escucho agitado "Ya basta" se soltó. Ambos nos detuvimos en medio de la noche, con hijos del fuego caminando a nuestro alrededor de manera precavida, las miradas no pasando desapercibidas. Mire a mi hermano afligido, con el corazón en la garganta "¿Qué fue todo esto, Yoongi-ah?"
Mis labios se entreabieron.
Mire a mi alrededor y pase una de mis manos por mi cabello, exasperado.
"No entiendo absolutamente nada, hermano. No logro inferir al respecto de todo lo que ese hombre nos dijo sin más" las miradas de los demás seguían allí, saludando con respeto y cariño absoluto. Volví a tomar de su mano y nos lleve hacia otro lugar, acercándonos un poco más al palacio "¿Pero tú te encuentras bien?" Dije.
Asintió "Estoy bien" aclaro su garganta, y apoyo una de sus manos sobre mi hombro "Ambos estamos bien, podemos regresar" Giré mi rostro y miré hacia la profundidad del bosque, en donde las penumbras reinaban y la calidez del pueblo escaseaba. La sensación persistía en mi interior, ese hombre seguía ocultándose en el bosque "Tendremos la oportunidad de esclarecer todo esto hermano, por el momento demos gracias a los dioses por habernos dado la oportunidad de escapar con bien de esa situación. Pudo hacernos daño, Yoongi-ah"
"Lo sé. Y la única persona con el poder de disipar esta aflicción que ese sujeto depositó en nosotros, es madre" Él negó.
"No podemos creer ciegamente en lo que ese hombre nos dijo" su rostro se enserió "Sus acusaciones fueron una falta grave hacia su majestad la reina, lo admito, pero no tenemos pruebas contundentes de lo que se reveló frente a nosotros, Yoongi" deje caer mi rostro, mire el suelo por unos minutos "No quiero solo atacar a madre con nuestras dudas, ese hombre solo tenía afán de fastidiar al ser un hijo del invierno, y miembro del clan de la orden de calder.."
Mi cabeza punzo.
Esa daga aun incrustada en mi memoria.
"Algo así no había sucedido antes, Hoseok-ah" Sentí la presión en mi pecho "Ellos nunca habían estado tan cerca de nosotros, y me enfurece no saber las razones verdaderas de porque lo hacen.."
"¿Quien es ella?" Repitió la pregunta "Al menos tenemos indicio de que quien comanda todo este asunto es una mujer"
Suspire.
"Aunque tampoco tenemos la certeza de que eso sea verdad" bufé.
"Su altezas" ambos callamos y giramos hacia el grupo que reverenciaba frente a nosotros. Hye-jin-ssi y un grupo joven de soldados yacían de pie mostrándonos gratitud "Su majestad nos ordenó ir por ustedes, los espera en el palacio" comentó.
"Buenas noches, Hye-jin-ssi" saludo mi hermano "Íbamos de regreso, pero nos distraimos con la gente que nos saludo.."
"Esperamos no haberte causado problemas, Hye-jin-ssi al venir hasta acá" dije sonriendole amablemente. Ella negó.
"Es hora de regresar al palacio"
"¿Sabes.. recuerdas los cuatro mayores preceptos de nuestro universo elemental?" Mi respiración se atasco en mi garganta lo que me hizo abrir de par en par mis ojos. Mi rostro alzado, colisionando con nuestra estrella lunar fue motivo para que sus ojos brillarán en esa oscuridad, a causa de lo que sus acciones estaban consiguiendo.
Le miré de reojo cuando giró a mi alrededor, aún con sus dedos entrelazados a mi cabello. Mis labios se entreabrieron.
"Aquellos que fueron dictados, cuando los dioses aún reinaban en la tierra" suspiro, su voz manteniéndose serena, provocando que un cosquilleo naciera en el centro de mi estómago y un escalofrío recorriera todo mi cuerpo "Necesito que enumeres cada uno, necesito escucharte decirlos.."
Tiro de mis cabellos.
"N-no caeré en este absurdo juego" dije con molestia "Si va a hacerme a un lado por lo que sucedió, hágalo antes de que pueda obtener la oportunidad de acabar primero con usted" el aire me falto por un instante. Mi cabeza punzaba y todo me daba vueltas "¿Cree que no tengo la fuerza para hacerlo, mi señora?" Trague saliva con dificultad "Pude acabar con ellos en ese momento.."
"¿Piensas que todo esto es un juego?" Sus cejas se fruncieron apenas en confusión, y sus dedos entrelazados de manera brusca en mis cabellos se volvieron una caricia "Me sorprende que pienses que solo trato divertirme con todo esto querido Uk-ssi. Es algo que me tomo muy enserió, y que nadie se imaginaria el tiempo que llevo ansiando" me soltó y encare a su espalda, ese manto azulado cayendo como cascada de sus hombros, tan sutilmente. Que nadie creería que fuese capaz de tales pensamientos "¿Y que puedo esperar de ti entonces, Uk-ssi?"
Se giró.
"Me subestimas demasiado y piensas que no soy capaz de hacer algo por mi cuenta" sonrió de pronto "Es increíble que un hijo del invierno tan poco relevante como tú tenga el descaro de referirse de esta forma a alguien que esta mil pies por sobre él" las cadenas que alzaban mis brazos de pronto se sintieron más frías de lo normal en mis muñecas "¿Acabar conmigo? Cuando ni siquiera pudiste hacerlo con dos jovencitos que juegan a ser príncipes en un mundo corrompido por la impudicia, una realidad en la que ellos son los causantes mayores"
Rio un segundo.
Sus pasos resonaron en las paredes.
"Entonces, ¿Vas a decirme los cuatro preceptos más importantes, Uk-ssi?" Su rostro se encontraba a pocos centímetros del mío, la oscuridad en sus ojos y ese brillo peculiar cuando algo salía como ella quería no terminando de hacerme sentir el temor que debería sentir en esta situación "El primero, obediencia y lealtad ante todo. Segundo, respetar y serle fiel a las leyes prescritas en cada reino elemental. Tercero.." comenzó a girar a mi alrededor "Bien tengas el conocimiento de a que reino perteneces, nunca ir a otro, nunca mezclarse con otro hijo elemental. Y cuarto, quien no respete estas normas debe ser estrictamente castigado y privado de sus derechos como hijo de una nación"
Se detuvo.
"¿Quieres que te comente algo, Uk-ssi?" Susurró en mi oído, el tono en sus palacio helandome la sangre, parecía divertirse "Las cosas no siempre suelen ser lo que parecen, y las palabras son un vacío que no tienen el peso que aparentan" mi corazón comenzó a latir fuertemente. Dio un paso y se posicionó frente a mí, sus ojos viendo cada centímetro de mi rostro, cada detalle, cada semblante que pudiera dejar en evidencia lo que ella intentaba imponerme "La ley es respetada solamente cuando le conviene a una persona, eso lo he sabido siempre. La mayoría se deja llevar por sucios impulsos que solo los hacen ver lo que ellos quieren ver, convenciendolos de que lo que hacen no tendrá consecuencias"
Suspiro y viró su vista hacia otro punto.
"Que esta bien" enfatizó con molestia "Hijos como esos, deben ser erradicados del plano terrenal, llevándose con ellos ese mal que propagan por los universos cada día"
"¿Lo está disfrutando, no es así?" Indague. Sentí mis brazos acalambrarse de pronto, solté un quejido "U-usted, disfruta este maldito jueguito infantil de cazar a la gente que usted quiere por haber violado la ley" me quedo observando de manera atenta "¿Quien se cree usted? ¿Quien demonios se esconde detrás de esta fachada de mujer samaritana? Darle equilibrio al mundo es lo que quiere, pero creo que todo esto va más allá de hacerle justicia a las leyes que los dioses hicieron para un futuro en la tierra"
"¿Piensas que hay otra razón, Uk-ssi?"
"Usted no es el tipo de persona que hace algo desinteresadamente" sonrió apenas "Debe haber otra razón, para que usted se haya involucrado tanto en esto de restaurar lo que alguna vez fue nuestra r-realidad.."
"Más que restaurar, es un asunto más personal, Uk-ssi" comentó con simpleza "Alguna vez permití que se burlaran en mi cara, y no hice lo suficiente para enmendar ese error conmigo misma, ¿Entiendes?" Alce la mirada, la oscuridad de aquella habitación molestandome a estas alturas "Fue una situación desagradable en la que personas resultaron lastimadas, no quisiera que se vuelva a repetir jamás" negó "Y para ello, debo comenzar erradicando hasta el más mínimo de los errores que me cruce.."
"¿Qué intenta hacer?"
"¿Yo? Absolutamente nada" sus dedos se movieron sutilmente en el aire, y de ellos un tenue color celeste nació, apretando las cadenas en mis muñecas y alzando mi cuerpo hasta que mis pies no tocaron el suelo frío de esa habitación tan inhóspita.
Entonces sentí el temor.
"El tiempo se encargará de castigarte esta vez Uk-ssi" dijo sin más "Acostúmbrate a la vida que tendrás en estas cuatro paredes, porque no volveras a ver a alguien jamás. Tuviste tu oportunidad y la descartaste.."
"¡No, no puede dejarme aquí! ¡Le fui leal todos estos años! ¡Merezco su gratitud!"
"Padre, Minho-ssi dijo que necesitaba vernos a los dos" Despeje mi garganta.
"¿Sucede algo? Nuestro entrenamiento se vio interrumpido por esto" comentó mi hermano, tomando una bocanada de aire "¿Donde esta madre? No la he visto toda la tarde" su tono de voz sonó preocupado.
"Necesitaba verlos, para decirles que su madre se ausentara unos días por temas de salud" paso una de sus manos por el puente de su nariz "Le ha dado un tipo de descompensacion que le impide poner un pie fuera de la cama, el doctor Lee la ha revisado, y ha sido una carga de estrés.."
"¿Estrés? ¿Acaso el asunto con esa gente no se ha solucionado, padre?" Pregunto mi hermano. Me mantuve al margen de la situación, con ese pesar en el pecho "Ha pasado más de un mes que su majestad de los hijos del fuego le comentó a nuestra madre acerca de esa agrupación que ha estado merodeando su reino por razones que aún todo el mundo desconoce, ¿No se ha conseguido ningún tipo de informe?"
"No estaríamos en esta situación, Namjoon. Ha sido más difícil de lo que habíamos esperado y a su madre le ha afectado en demasía que esto no se haya solucionado, prometió darle una respuesta a su majestad de los hijos del fuego"
"Ha hecho todo lo que esta a su alcance" dije en defensa. Despeje mi garganta y miré a mi padre "¿Como podemos ayudar?"
"Manteniéndose al margen, su madre se rehúsa terminantemente que se involucren en todo este problema. Es peligroso" dio un suspiro "Y estoy de acuerdo con ella, solo centren su atención en los entrenamientos, nosotros como los reyes de los hijos del invierno nos encargaremos de esta gente"
"Tenemos derecho como príncipes de este reino" proteste "Queremos ser útiles, padre"
"Ya esta decidido, ni una palabra más" guarde silencio. Y me mantuve al lado de mi hermano mayor "Pueden retirarse, el sol está por ponerse, su entrenamiento aun no ha terminado, los veré para la cena chicos"
Sus pasos comenzaron a resonar en las paredes, y la soledad se volvió compañía.
Namjoon se alejó unos centímetros de mi, y se posicionó al frente, su ceño fruncido no calmando ese pesar que persistía en mi.
"No pensé que se tratara de algo tan grave" suspire, y deje caer mis hombros. La armadura en mi cuerpo chocando entre sí causando un ruido leve "Me preocupa que madre empeore con toda esta carga que se le atribuyo de un momento a otro ¿No?"
"Es nuestra responsabilidad, Namjoon-ah" apoye la punta de mi espada en el suelo "Nació de nuestras tierras, se trata de gente que lleva la sangre de los hijos del invierno"
"No tiene que ver con lo que verdaderamente somos, esa gente será terriblemente castigada cuando se les haya capturado" comentó con seguridad "La furia de los dioses se hará notar ese día"
"Y así será hermano. Pero mientras, padre debió darnos su permiso de hacer algo al respecto" Namjoon me observo atento "Como darles la respuesta que madre no ha podido a los hijos del fuego, algo aunque sea insignificante, pero que les de certeza, seguridad de que las cosas están bien"
"Padre ya nos dijo, no debemos desobedecer a su palabra" su semblante cambio de pronto "Piensa con racionalidad y no nos metas en problemas, Taehyung" vire mis ojos hacia otra parte "No ahora que madre necesita apoyo, no más disgustos"
"Sólo intento ayudar" dije.
"Regresemos a nuestro entrenamiento, el general Dong nos está esperando, vamos" Me quede de pie en mi lugar, pensando en la conversación que habíamos tenido, y todos esos cabos sueltos de los que nadie se hacia cargo "Taehyung-ah, vamos ya"
Alce la mirada, y Namjoon me observaba.
"Que sean diez minutos más, quisiera descansar por hoy. Si te parece correcto" espere una respuesta de su parte. Él solo se limito a asentir y siguió su camino sin esperarme, mire hacia el ventanal a unos metros, mostrando el atardecer agonizante.
La imagen de aquel muchacho regresando a mi con cada último rayo de sol del día.
"¿Qué estará pasando?" Murmure.
"¿Su alteza?" El rostro asomado entre la puerta de Minho-ssi capto mi atención "Pensé que ya se habría ido a su entrenamiento, vi a su hermano ir en dirección a los campos de simulación"
"Iba en camino, Minho-ssi" le sonreí "¿Mi padre te ha concedido el derecho de desligarte de tus labores por este día?" Rio.
Su cabeza se ladeo, y sus ojos se entrecerraron por unos cuantos segundos.
"Luce angustiado, su alteza. ¿Se trata de su madre?" Su tono de voz se oyó preocupado "No debería sentirse agobiado por todo lo que esta sucediendo, su majestad la reina se repondrá antes de que usted lo note. Asuntos como estos están presentes en la vida de cada persona destinada a reinar un pueblo, es parte del proceso solamente.."
Suspire.
"No es eso lo que preocupa verdaderamente, si es un asunto que no me ha dejado en paz estas últimas semanas, se que puede solucionarse con tiempo" guarde silencio un momento "Es solo que el estar de pie sin hacer nada me hace sentir incómodo e inútil, soy príncipe, debería estar involucrado tanto como mis padres"
"Son asuntos que solo los reyes pueden solucionar, su alteza. No debería involucrarse más de lo que se le permite" se acercó y apoyo una de sus manos en mi hombro "Por su seguridad, absténgase"
"Supuse que dirías algo parecido, Minho-ssi" le regrese la palmada en el hombro y me separé para caminar en la dirección que tomo mi hermano mayor "¿Te veo más tarde? Alcanzaré a Namjoon-ah"
"Por supuesto alteza, estaré dando vueltas por el palacio por si su majestad necesita de mis servicios" dio una reverencia "Lo veré cuando el sol caiga, cuídese mucho"
Solo me limité a asentir.
Le di una sonrisa pequeña y di media vuelta para alcanzar a hacer algo por este día. La melodía de la aves comenzó a surgir desde las ramas de los árboles, dándole ánimo a corazones que debían luchar día a día por ello. El último sol del día se despedía con calidez de las personas, algunos soldados que resguardaban la entrada principal al palacio dieron su saludo cordial a su alteza.
"Buenas tardes" salude de vuelta.
Y es que fue extraño de pronto, la sensación que sentí al poner un pie en el exterior, una bandada volaba sobre mi. Me detuve a tan solo unos metros de donde un grupo de soldados entrenaba junto a mi hermano mayor, fue una situación singular.
Se volvió aún más extraño, cuando una de ellas se separo de su grupo, destacando entre las demás, llevando consigo lo que parecía ser un pedazo de papel atado a una cinta dorada, mi corazón se alarmó ante lo repentino que estaba siendo todo esto, y la duda abordo cada partícula de mi cerebro.
¿Quien era el remitente de ese columbograma? Mis manos picaron cuando el ave, que era tan blanca como la nieve, comenzó a descender para posarse sobre mi mano, tan delicadamente. Con sumo cuidado desate la nota, y deje que volará eventualmente con las demás.
Bedelia,
Reino de los hijos del fuego;
"Oh, ¿Cómo empiezo esto? Buenas tardes, no acostumbro a hacer esto, de hecho, nunca he enviado un columbograma a nadie. Pero presionado, me vi en la obligación de buscar respuestas en la única persona que se que puede dármelas. No espero que usted me responda este mensaje, ni esta en obligación de disipar todas mis dudas, pero lo espero esta noche a la orilla del lago Abner, de no ser así, sabré y respetaré su respuesta ante todo, espero haber enviado con éxito este mensaje. Se despide cordialmente, su alteza real el príncipe Min Hoseok"
Arrugue el papel entre mis manos.
Abrumado por todo lo que ocasionó en mi un par de palabras de alguien que jamás espere, y a quien trataba de olvidar porque no conseguía absolutamente nada manteniendo el recuerdo de alguien que no había visto más allá de dos pocas veces.
"¿Su alteza real, príncipe Min Hoseok?" Mis labios se mantuvieron abiertos un segundo. Mire hacia un costado, en donde el grupo de soldados entrenaba junto a mi hermano, el sonido de las espadas y ragafas de hielo siendo un eco en mi cabeza, me sentía raro "Mingyu-ssi" llame a uno de los soldados.
"¿Si, su alteza?" Se posicionó a mi lado.
"Avisa a mi hermano que me ausentare unos minutos, debo atender un asunto importante" le mire. El dio una afirmativa y y reverencio antes de pasar a mi lado para dirigirse hacia donde estaba Namjoon-ah.
Cambiar de rumbo, era una opción que estaba completamente fuera de mis planes al culminar este día. No meterme en problemas era algo que intentaba respetar en cada acción cometida y no defraudar a mis padres era sumamente importante para mí. Pero ¿Qué hacer en momentos como estos? Tomar una decisión parecía ser la cosa más complicada del mundo.
Y últimamente había cometido muchos errores que avergonzaron a la familia real;
Sentir nuevamente la brisa fría proveniente del lago me dio la quietud que necesitaba, la luz de la luna se volvía más fuerte con cada paso que daba, y la calidez se volvió una conmigo mismo cuando la colision de los mundos se hizo visible ante mis ojos.
"No está aquí" murmure cuando me detuve frente al lago. Mi respiración era profunda, y entre mis memorias busqué su rostro, con mis ojos cerrados y el sonido del agua, pensé en él, así como lo vi la última vez.
Hojas quebrandose bajo los talones, y el choque de una espada contra la tierra fue el detonante de mi aterrizaje en la realidad.
"Buenas noches, alteza" entonces supe que su recuerdo no le hacía justicia a tenerlo frente a mí. Poder ver con nitidez cada fracción de su rostro, sus ojos brillantes y aquel cabello sedoso bailando a la par con el aire. Simplemente no se le comparaba "Espero no ser un desconocido para usted"
Despeje mi garganta.
"En absoluto, desde que lo vi en la reunión de los cuatro clanes. Es difícil de olvidar su alteza" reverencie sutilmente "¿A que debo el honor de su llamado? Es un encuentro bastante inesperado si desea una opinión"
Viró sus ojos por un momento, suspirando.
"No esperaba tampoco acudir a esta última opción, su alteza. Pero se me acaban los caminos, y necesito respuestas" explicó, así como decía la carta "Si no, no sabre que acciones tomar al respecto, debo saber cuan preparado debo estar para enfrentar esta situación, ansío que pueda ayudarme"
Le vi con preocupación.
"Dígame entonces, su alteza. Que es eso que tanto le atormenta, y si he entendido bien esto puede involucrarnos a ambos.."
"A nuestros reinos, príncipe Kim" mi ceño se frunció "Es más complicado de lo que piensa, todo esto abarca más que a dos personas. Seguramente ha oído hablar de la orden de calder ¿No es así, su alteza?"
"Estoy al tanto" afirme "Pero así como su pueblo, desconocemos totalmente quiénes son los que conforman esa terrible secta de lunáticos" mi respuesta pareció no ser de su agrado "La reina de los hijos del invierno ha estado buscando por semanas, pero sus intentos han sido en vano, alteza"
"Hijos de su pueblo son los que conforman esta calamidad" se acercó un poco más "¿Y me dice que aún no consiguen descifrar algo sobre ellos? ¿Qué tan grande puede ser nuestro universo elemental que nadie puede dar con esa peste, su alteza real?"
"Entiendo su malestar, príncipe Min" dije despacio "Pero hacemos todo lo que esta a nuestro alcance. Madre- La reina Minseo ha hecho lo imposible, pero tal parece que esa gente sabe nuestros pasos, prevee cada uno de los movimientos que daremos, y me atrevo a decir, que esto parece un juego de alcanzame si puedes, que ellos disfrutan"
"Hace dos noches, mi hermano menor y yo nos vimos en una situación desagradable provocada por uno de los miembros de esa orden" me sorprendí "Al finalizar uno de nuestros entrenamientos, uno de ellos nos sorprendió en medio del bosque, un sujeto de no más de cincuenta años se atrevió a amenazarnos, y advertirnos sobre algo que aún no termino de entender, pero que ellos se mantienen firmes en hacer respetar.."
Guarde silencio.
De alguna manera sintiéndome avergonzado por esta situación tan bochornosa hacia nuestro reino elemental.
"Algo así no nos había sucedido" comentó con su rostro serio "Y es por eso que me urge saber quien esta detrás de todo esto. La amenaza es directamente contra los príncipes de los hijos del fuego, su alteza, no se trata de cualquier cosa, nuestra integridad está en juego y la de todo el reino" su mirada se suavizo al decir "Mi última oportunidad es usted, príncipe Kim"
"Su alteza, como quisiera serle útil, pero se tanto como sabe usted al respecto" sus hombros cayeron y sus pies retrocieron. Mis manos quisieron detener cualquier movimiento de su parte, pero me limité a verle con lamentación "La orden de calder no es más que los clanes elementales su alteza, no está en su destino ganar en este estúpido juego desquiciado, príncipe Min"
"Me disculpo por haberle quitado su tiempo, su alteza" reverencio sutilmente "Esperé que usted fuera la solución a este mar de incógnitas, pero sabe igual o menos que mi pueblo sobre esta orden" comentó sin más, desviando su mirada de la mía.
Y fue mi desesperación de no volver a verlo, ¿Más grande que mi racionalidad?.
"¿Entonces se irá, príncipe Min?" Su semblante se mostró confundido "¿Así sin más?" Se acercó, acortando los metros que nos separaban anteriormente.
"¿Qué más puedo hacer aquí? Sin las respuestas que necesitaba, mi regreso a casa en inminente. Lo que necesitaba de usted, no lo he conseguido su alteza real. Ni mi madre ni mi hermano saben que he salido del palacio a estas horas, no van a tardar en enviar a alguien por mi cuando lo noten, no quisiera arriesgarme a que nos vean juntos" y coincidí con su respuesta.
"Puedo ayudarlo" dije sin pensar "Puedo tomar cartas en el asunto y darle las respuestas que esta necesitando, después de todo, es gente de mi pueblo la que esta involucrada en todo este disparate, es de mi interés arreglar todo esto y es mi deber como príncipe de los hijos del invierno darle una solución a su alteza de los hijos del fuego" mi discurso pareció ser no muy convincente "Para mantener las buenas relaciones entre mundos elementales.."
"Se me hace tarde, su alteza" dijo tratando de terminar la conversación de raíz "Mi cometido esta noche con usted termino, le agradezco su tiempo y que allá accedido a encontrarse conmigo, pero no volveré a reunirme con usted, porque no es correcto"
Agaché la cabeza.
Inhalando y exhalando profundamente.
"Disculpe mi tesón, su alteza" reverencie sutilmente "Pero no tiene que ser incorrecto si decide no verlo de esa forma" su ceño se volvió a fruncir "Príncipe Min, la enemistad entre mundos elementales no existe, y esa orden fue propuesta por reyes que alguna vez no supieron sobrellevar la carga de ver al universo elemental mezclarse sin más.."
"No es así, príncipe Kim" despejo su garganta "Es una orden implementada por nuestros antepasados, Dioses que alguna vez rigieron estas hermosas tierras. No tiene que ser diferente ahora, su alteza"
"¿Usted lo cree así? Porque yo pienso que de verdad puede existir amistad entre los reinos elementales sin pensar en un caos.." guardo silencio "Podemos ser amigos.."
Una sonrisa pequeña se bordó en mi boca.
"Y así verá, que no todo debe ser así como nos han enseñado desde pequeños, alteza"
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