Chapter fiveteen
Mi respiración era irregular, agitada.
La punta de mi espada yacía tocando la tierra bajo mis talones, mientras que mi completa atención se encontraba puesta en la colision de los mundos elementales.
Oh quizá, un poco más allá.
En donde el viento soplaba con más intensidad y los colores del cielo se tornaba más claro, volviendo mas delgada la línea entre lo divino y lo terrenal, algo excelso.
En donde aquellos ojos me miraban con curiosidad, lo que duró sólo un instante.
"Mirada al frente, soldado" mire a mi hermano tan rápido como me hablo, una sonrisa se bordó en sus labios mientras me apuntaba con su espada "O perderás la cabeza cualquier día de estos, hermano"
"Sólo un momento, y ya te alcanzo" dije.
"¿Qué quieres hacer?" Sonó intrigado y su tono de voz cambio cuando camine el dirección a la frontera con los demás reinos "Hey, para donde vas, Min Yoongi"
Camine, esquivando algunas hierbas en el camino, respirando la frescura del lago que separaba cada reino elemental del otro. No fue mucho más allá cuando me detuve, encontrándome tan solo con más prados vacíos, aquellas personas se habían ido.
"¿Qué fue lo que te llamo tanto la atención del reino de los hijos del aire? Hermano" giró si rostro hacia mí, ambos guardando silencio por unos minutos "¿Viste a alguien importante cerca de la frontera, Yoongi?"
"Me pareció, si" suspire "No creo que se trate de nada demasiado importante, así que no deberías preocuparte de más ¿Ok?" Alce una mano y la pose en su hombro "Creo que ya deberíamos regresar, mamá pronto se cuestionara sobre si fue buena idea dejarnos venir a entrenar a este lugar, no dudará en enviar a Hye-jinssi por nosotros si seguimos demorandonos acá"
Él rio.
"Eso es seguro, mejor regresemos" me tendió mi espada y ambos procuramos irnos con cuidado durante el camino "Sabes" comenzó diciendo, me giré para tomarle atención "Hace unas noches tuve en mi mente por horas, todo este asunto con la Orden de calder y que son hijos del invierno. No le hallo una respuesta a todo esto que nos ha acontecido como pueblo.."
"Trato de no darles demasiadas vueltas a este asunto, Hoseok" respondí, aclarando mi garganta y viendo mi alrededor volverse más y más oscuro, la noche caería pronto "Porque igual que tú, no puedo hallarle una respuesta coherente a todo lo que hacen. Con que motivos adentrarse a nuestro reino y atacar a la gente en nuestro pueblo, no lo puedo comprender, hermano. Es.. horrible pensar que el mundo alberga a personas de esa índole, y que nadie puede hacer algo para castigarlos por sus malos actos por desconocer quienes son realmente ellos.."
"Es un problema que a pesar de su magnitud, madre lo ha sobrellevado de la manera más cautelosa posible" le oí suspirar "Solo espero que las cosas por el momento se mantengan de este modo, no quisiera pensar en como sería todo para nosotros si la orden de calder ataca una vez más" Asentí ante su comentario "El pánico se desataria en el pueblo, y sería verdaderamente difícil mantener un orden"
"Sería catastrófico, básicamente" bufé "Ni siquiera los propios reyes de los hijos del invierno están al tanto de esta agrupación"
Ya casi nos encontrábamos cerca.
El viento sopló una vez más y el último rayo del día sucumbió ante la estrella lunar. Los cabellos en mi nuca se erizaron de pronto, y el silencio que hubo entre nosotros luego se vio perturbado por un crujido, algo tan tenue como una gota de lluvia cayendo en las hojas de los árboles, tan fino, tan ligero pero aun siendo perceptible ante mi oído.
Y también el de mi hermano.
Porque su rostro basto para decirme que él también había escuchado ese sonido, por lo que nos detuvimos a mitad de camino.
"¿Será algún ciervo?" Inquiri, en mi inocencia. Alejando las malas suposiciones "Deberíamos apresurarnos hermano"
Su rostro se mantuvo impasible.
"Un ciervo no sería tan cauteloso con sus pasos, Yoongi-ah" contestó. Mire en la misma dirección en donde los ojos de mi hermano se encontraban puestos, nada más que arbustos y árboles viéndose en el camino, bailando al ritmo de la brisa "Vamos, se nos hará mucho más tarde.."
Pero sucedió, que el crujido seguía allí.
"¿Qué supones, Hoseok-ah?" Murmure "Quedarnos acá, solo puede empeorar las cosas y mamá nos prohibirá poner un pie fuera del palacio otra vez" pero pareció no escucharme, me quedé a su lado aún así. Di un paso hacia adelante e intente aclarar mi visión, buscando la manera de ver que o quien era lo que se ocultaba tras las ramas.
Afiance mi agarre en el mango de mi espada. Pero mi hermano sujeto mi mano, deteniendo todo movimiento que hubiera de mi parte y es que la ansiedad me estaba consumiendo desmedidamente, el ruido se había esfumado, pero la sensación de que aún seguía allí tan latente.. me insistía.
"Sólo un cobarde se ocultaria de esta manera tan pusilánime" murmure, con mi pecho vibrante. Y tan repentino como una lluvia en pleno otoño, esa carcajada leve me congelo de los pies a la cabeza, la sombra delante de lo que se escondía se hacia más opaca con cada acercamiento, hasta que finalmente solo quedó la silueta, la persona en su máximo esplendor "Quién quiera que sea, le ordenó que se detenga"
Su caminar no se detuvo.
Y aquella sonrisa burlesca en su rostro no hizo más que agotarme la paciencia.
"¡Es una orden! Deténgase y revele su identidad ante su altezas" exclame. Mi espada fue desenvainada tan rápido como mis manos me lo permitieron y apuntaron directamente a la cabeza de ese hombre.
Se detuvo.
"¿Qué quiere?" Indagó Hoseok con firmeza, sin flaquear en sus palabras "Exigimos una respuesta con la suficiente sinceridad para creer que esto no es una simple casualidad porque de ser asi, sería una estolidez.." miré a mi hermano un segundo, receloso ante la presencia de aquel desconocido frente a nosotros, su rostro tan pálido como la nieve en las montañas más lejanas "¿A perdido la capacidad para hablar señor? Hable ya.."
Mi corazón comenzó a latir fuertemente.
El hombre comenzó a murmurar cosas.
"Esto no me agrada, hermano" susurre. Hoseok me miro con su rostro consternado en preocupación, negó sutilmente. Manteniendo la calma lo mejor posible, su mano yacía en el mango de su espada aún guardada en su cartucho "Hay que volver"
"Vagar por este tipo de parajes no suele ser una actividad recurrente para un hijo del fuego, señor" habló mi hermano con calma "Quisiera que esto no llegue a oídos de su majestad la reina, por lo que sería correcto que esto se esclarezca en este momento.."
"¿Involucrar a la reina?" Escuchar su voz había sido escalofriante, comenzó a negar "Sería una estolidez" imitó sus palabras. Las mismas siendo suaves al oído, su ser tan sereno causando inquietud alrededor. Le sostuve la mirada cuando alzó su rostro, aquella frialdad en sus ojos no pasando desapercibida "Pero es irónico, que se tomen libertades tan absurdas, cuando es ella la que más involucrada se encuentra en todo esto que les acontece, esto que temen y no entienden. Simplemente porque ella no ha sido del todo honesta con sus hijos.."
Le miré seriamente.
Esta vez empuñando mi espada con más fuerza hacia su cabeza.
"Yoongi" Llamó mi hermano.
"¿De que esta hablando?" Pregunté entre dientes "¿Como se atreve a hablar con esa familiaridad de su majestad la reina? ¿Qué sabe usted sobre la relación que tenemos con nuestra madre? ¿He? ¿Quien es usted?"
Pasos se escuchaban a mi alcance.
"La pregunta persiste, pero tal parece que no tiene ánimos de responder, señor" dijo mi hermano "Lo único que sabemos, es que usted está hablando de temas que no le corresponden en absoluto, no sabe nada.."
"Se lo suficiente, para estar de pie frente a ustedes" dijo sin más "Y sostener lo que les estoy hablando. No digo mentiras" sonrió sutilmente "Su majestad la reina esconde más de lo que ustedes pueden llegar a imaginar, y todo aquel que vivió la fatídica noche de la decadencia elemental lo sabe"
Fruncí mi ceño.
"Miente" respondió mi hermano.
"Siquiera insinuen algo sobre lo que les estoy comentando, y la reacción que ella les de será su respuesta" Guarde silencio "Verán que les digo la verdad, su altezas"
"¿Por qué hace esto? ¿Qué ganará?"
"Que la vida idealizada que creo Ahn Sook se quiebre de una vez por todas. El mundo en el que vivimos merece ser restaurado, comencemos por esto" volvió a sonreír, de esa forma tan malévola que te helaba la sangre "Ya basta de irregularidades ¿No creen? Los reinos elementales deben ser lo que siempre debieron ser, un mundo en donde lo perfecto seguía siendo como tal"
"¿Qué..?"
"Sin alteraciones" enfatizó "Impoluto" suspiro. Cerro sus ojos y alzó su rostro al cielo, inhalando y exhalando lentamente, manteniendonos en una cuerda floja de inquietud, de intriga y confusión por todo lo que estábamos escuchando "Ella lo desea"
"¿Quien es ella?" Alce la voz. Nervioso.
Sus ojos se abrieron.
Mi hermano toco mi antebrazo, llamando mi atención, sus labios se entreabrieron y me señaló la mano de aquel hombre. Y fue cuando lo vi, aquello diminuto que trataba de ocultar tras su cuerpo, brillando de pronto cuando una ráfaga de hielo brotó de las manos de ese señor y nos arrastro al suelo. De pronto el frío comenzó a subir.
"Impoluto.." murmuró, su pecho subía y bajaba "Impoluto" amago en volver a atacar pero de alguna manera actúe más rápido, y una bola de fuego colisionó contra él.
"Vámonos" le dije a mi hermano y tome su mano para sacarnos a ambos lo antes posible de allí. Sin importarme nada más, corrimos bajo el manto de la noche, bajo la mirada latente de ese hombre a nuestras espaldas, causando que el pavor en mi se acrecentara con cada paso que dábamos "No mires atrás, no voltees, hermano.."
Y no fue hasta que mi hermano habló, que reaccione a la gravisima situación.
"Yoongi, era un hijo del invierno"
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