Abrí mis ojos con lentitud y de manera perezosa, bostecé un poco mientras me estiraba un poco en mi cama. Me giré hacia el otro lado de mi cama con los ojos cerrados, pero sentí un agradable calor, sonreí sin poder evitarlo. Abrí mis ojos para poder ver la fuente de ese agradable calor y...

─ ¡Waaaa! ─ salte de mi cama, literalmente, al ver a una persona acostada en mi cama.

─Buenos días también para ti. ─ se asomó por el borde de la cama para verme. ─ ¿No crees que es muy temprano para andar gritando? ─

─ ¡¿Quién rayos eres?!─ conteste en cambio.

─Pensé que ya había quedado claro, yo soy el amo de las tinieblas, soy el señor Lucifer, el rey del infierno, como quieras decirme, soy Jungkook. ─ dijo mirándose sus uñas, parecía cansado sobre el tema, como si ya me hubiera dicho mil veces quien era.

Restregué mis ojos y retrocedí lejos de esa persona, recordé lo que había pasado. Pensé que solo había sido una pesadilla que había quedado en eso, solo una pesadilla. Pero tal parece que no, que si había sido verdad todo.

─ ¿Qué haces aquí? ─ pregunte un poco más calmada, pero sin bajar la guardia del todo.

─Te dije que vendría contigo, te comerían los demonios si yo no estuviera aquí─ se levante de la cama y miro por la ventana. ─ El sol aquí es demasiado luminoso, se ve realmente bien el mundo de los humanos ─ comento como si nada.

Me levante del suelo para poder mirarlo mejor, su ropa ya no era igual a la que había visto en el infierno, esta vez vestía de manera más casual, incluso se veía como un chico normal de preparatoria. No tenía cuernos y tampoco una corona ni nada de eso, solo... normal.

─Jungkook... ─ comente dudosa por el nombre, él se giró de inmediato. ─ ¿Por qué precisamente tienes que estar aquí conmigo? ─

─Eso es fácil, tú me cuidaras ─ sonrió de lado.

─ ¿Qué? ─ abrí mis ojos sorprendida por eso.

─Viviré contigo y cuidarás de mi cuerpo... Humano. ─ señaló su cuerpo. ─ A cambio te cuidaré de los demonios que puedan venir a comerte, ¿buen trato, no? ─ sus blancos dientes se asomaron por sus labios rosados.

─No es un buen trato, yo no puedo dejar que vivas aquí, yo... ¡No puedo mantenerte! ─ comenté desesperada, era obvio que no podía dejar que él se quedara.

─No tienes de que preocuparte, esto puede servir, tengo entendido que los humanos la usan para comprar cosas ─ mostró una tarjeta de color negro. ─Tiene dinero sin fin, jamás se agotará ─ sonrió satisfecho de lo que había hecho.

No sabía como rayos había conseguido esa tarjeta, pero teniendo en cuenta que él era el diablo, bueno, podía hacer lo que quisiera.

─No puedes vivir aquí conmigo, yo soy humana y tú eres...  Eres un demonio ─

Jungkook me miró ofendido, sus labios hicieron un puchero y su entrecejo se frunció.

─¡No me rebajes con esos infelices! ─ chilló. ─¡Tengo hambre! ─ volvió a chillar.

Me sorprendía como él podía cambiar de tema cada vez.

─¿Qué quieres que haga? No puedes comer humanos─

─No como humanos ─ su rostro se transformó en un gesto de asco. ─ Tal vez ricas almas de chicas vírgenes pero... Ah~ las chicas vírgenes escasean y me quedo con hambre ─ era dramático. ─ Si no me das algo de comer ahora mismo, yo destruiré este mundo ─ amenazó.

─Ya voy, ya voy, solo no...  ¡Argh! ─

─Yo espero ─ sonrió sentándose en la cama y moviendo sus pies de manera infantil.

Jamás me hubiera imaginado que el gran príncipe o rey de las tinieblas y dueño del infierno fuera algo... Así. Más bien parecía que era un gran niño pequeño, realmente fuera de lo normal.

No podía hacer nada en su contra, tal vez si hacía algo mal, él ocasionaria tragedias en este mundo... Por ahora tendría que darle de  comer, y no solo eso. Cuidar de él.

¡¿En que me estaba metiendo?!

•••

Es el segundo capítulo que subí en el día, no me resistí.

Esta historia tiene intento de comedia, claro que tendrán su +18, pero más adelante. No puedo hacer que co*a de un momento a otro 😂

Gracias por leer.