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Capítulo O1

Todo estaba desmoronándose en el cine negro de Bogart en Mulholland Drive.

─¿C menos?─. Jungkook parpadeó austero observando el círculo rojo en la parte delantera de su hoja. Su estómago estaba revuelto. Tenía que haber algún tipo de error. Otro estudiante le dio un codazo, dándole una mirada hasta que se alejó de la mesa de la profesora para que los demás pudieran encontrar sus trabajos en la pila. Visualizando la pantalla de su teléfono, la profesora de mediana edad estaba junto a la pizarra, que se extendía en la parte delantera de la sala de conferencias. Cuadrado de hombros, Jungkook se acercó.

─Um, ¿Perdón?

La profesora levantó la vista─: ¿Sí? ¿Tiene una pregunta?─. Jungkook le mostró el papel, la letra roja en él condenatoria, acusatoria. Bajó la voz.

─Recibí una C menos.

Ella hojeó las tres páginas─: ¿Quizás deba leer los comentarios de la TA? Creo que hay algunos puntos excelentes y podría tenerlos en cuenta la próxima vez. Más análisis y menos resumen de la trama, para empezar. Hay otro trabajo para este mes. No se preocupe conseguirá mejorar su nota...─. Miró el papel─. Jungkook.

Aunque sabía que no había manera que pudiera recordar todos los nombres de los nuevos estudiantes, la humillación lo atravesó.

Podía haber sido valedictorian* en la Universidad Pukyong en Busan, pero en Yonsei, en Seúl era nadie.

Ella continuó─: Estoy segura que Jimin estará encantado de ayudar. ¿Conoce sus horarios de oficina? Ellos están en la website. Él debería estar allí esta tarde.

─Mire, yo no... Soy un buen estudiante. Tiene que haber algún error.

El resto de la clase se había ido, y ella recogió los pocos trabajos restantes de la mesa.

─¿Por qué no habla con Jimin? Y si aún continúa insatisfecho, voy a revisarlo. Lo siento. Tengo que dar mi próxima clase─. Sus zapatos hicieron tap-tap mientras ella salía.

Jungkook guardó el trabajo infractor en su bolsa de mensajero, deseando poder grabarlo. En el exterior, parpadeó al sol y se dejó caer en la escalinata del edificio, sacando su teléfono. Rápidamente tecleó un mensaje a Taehyung, su mejor amigo en Daegu.


JungKook

Tengo un C-menos en una clase sobre una estúpida película que se suponía iba a ser fácil. ¡Esto va a acabar mi promedio! Estoy enloqueciendo.


Esperó a Taehyung para responder, en busca de los tres pequeños puntos que debían aparecer. Y esperó.

Y esperó.

Luego envió el mismo mensaje a Hoseok, que había vivido tres casas a la suya en Busan. Esperó de nuevo. Sintió la tentación de llamar a Seokjin a Londres, pero su hermano estaría demasiado ocupado para hablar con él sobre un estúpido trabajo de la universidad y que probablemente era la hora de comer de cualquier manera. Aunque Seokjin probablemente todavía estaría en el trabajo, el comercio de acciones con los mercados americanos.

Jungkook se quedó mirando su teléfono como si esperara que apareciera un mensaje de texto de uno de sus amigos. Era ridículo. Estaba siendo ridículo. Pero la ola de soledad era innegable, y su aliento titubeó. Había estado tan emocionado de venir a Yonsei y actuar por su cuenta, pero no había sido en absoluto lo que había esperado.

Observó los grupos de personas riendo y hablando en el césped. Otros estudiantes se apresuraban hacia las escaleras, y Jungkook se preguntó si habían hecho amigos. Se sentó allí con su C menos y se sintió patéticamente solo.

Jesucristo. No empieces a llorar, perdedor.

Taehyung y Hoseok estaban ocupados en la Universidad. Antes de la universidad a menudo pasaban horas mandándose mensajes de texto entre sí, y rara vez la respuesta había tomado más de un minuto. Pero en el mes desde que la escuela había comenzado, apenas supo de ellos. Taehyung entró en una fraternidad, y Hoseok parecía tener un horario ininterrumpido de clases y fiestas.

Después de lo que pareció una eternidad, su teléfono sonó, y el corazón de Jungkook saltó.


Taehyung

Kook, tienes que aflojar. Estarás bien. No es gran cosa. La escuela acaba de comenzar.


Jungkook suspiró. Taehyung nunca se había preocupado tanto por la parte académica, para disgusto de sus padres. Nunca entendería el problema que suponía obtener una C menos. En una clase sobre cine que sólo se había tomado porque supuestamente sería fácil de aprobar.

Taehyung envió un mensaje nuevo:


Taehyung

Échate un polvo. Debe haber un montón de chicos calientes en Yonsei. Hasta más tarde, Kook.


No había mensaje de Hoseok, y Jungkook respondió el mensaje de texto de Taehyung:

JungKook

Sí, tienes razón. Gracias. Hasta luego.

Taehyung tenía razón, tenía que echarse un polvo. Jungkook es cierto que no había realmente intentado, pero él ya estaba abrumado con la tarea. No tenía ni idea de cómo sus amigos salían mucho cuando él tenía que pasar cada hora libre que tenía estudiando para mantener el ritmo. La escuela había sido fácil para él, pero la universidad se sentía como ser lanzado fuera de la piscina infantil y arrojado en la parte más profunda.

Sin embargo, debía esforzarse para conocer a alguien. Puede ser que necesitara revisar Grindr o una de esas aplicaciones de citas gay y poner su foto. Sí, eso sería más productivo que sentir lástima por sí mismo. Giró su cámara hacia él y se pasó una mano por el cabello corto.

Era pelinegro, Jungkook se lo había pintado una vez ante la insistencia de Hoseok, pero se había sentido increíblemente estúpido, como si estuviera tratando de entrar en una banda de chicos. De cualquier manera, no se vio mejor. Así que no le importaba su cabello, pero deseaba que sus ojos no fueran de ese color marrón oscuro ordinario. Hoseok había sugerido lentes de contacto azules, pero él se había negado.

Jungkook se tomó un selfie, forzando una sonrisa. Su boca de labios delgados podría haber sido un poco más gruesa, pero ellos estaban bien y rojos sin que necesitara usar pintalabios. Una buena boca tragona se dijo a sí mismo. Sus dientes eran blancos y rectos gracias a una pequeña fortuna en ortodoncia cuando él era un niño, y su nariz era ligeramente más grande pero luciendo en proporción con los demás. Tomó unas cuantas fotos, pero vaciló cuando fue a subirlas en Grindr en el App Store.

¿Y si nadie quiere salir conmigo? ¿O incluso follar conmigo?

Pensó que era lo suficientemente lindo, ¿pero qué si nadie lo contactaba? Había un montón de hombres calientes en Yonsei. ¿Y si él subía su foto y sólo recibía grillos a cambio? Ni siquiera había sucedido y ya la promesa de la humillación revolvió el estómago. Él guardó su teléfono. Descargaría la aplicación más tarde.

Jungkook suspiró. Uf, debía ir y resolver su maldito problema. Tenía la garganta rasposa, y bebió una botella de agua en su trayecto hacia el edificio cercano, donde el asistente técnico de la clase de cine tenía su oficina. Con cada paso, el fracaso parecía filtrarse en él otra pulgada y con ella la mortificación y un resentimiento creciente. No era justo. Tenía Matemática, Estadística y Economía como materias importantes para preocuparse pero esta optativa tonta no se suponía que fuera trabajo real.

Soy muy malo. Debería haber trabajado más duro. ¿Qué va a decir papá si repruebo?

Subió hasta el nivel de las oficinas en la parte superior del edificio de cuatro pisos y examinó las placas de identificación al lado de cada puerta. Sus zapatillas chirriaron en el suelo, y se sentía inexplicablemente tranquilo. Al final del pasillo, Jungkook encontró el nombre que estaba escrito en el pedazo de papel doblado y coincidía con la placa de identificación.

Park Jimin: Cine y Estudios de los Medios.

Jungkook se burló de sí mismo. Estudios de Cine y Medios de Comunicación. No era como una disciplina académica real. Este Park Jimin probablemente sería un gilipollas pretencioso que usaría cuello de tortuga negro y gafas de carey. Probablemente bebía té y leía sobre filosofía existencial. Él-...

La puerta se abrió.

─Oh hola. ¿Puedo ayudarle?

Su garganta se secó completamente, Jungkook sólo pudo gruñir.

─Uh...─. Park Jimin no llevaba gafas de carey.

Todavía no estaba seguro si tendría un cuello de tortuga en su armario, pero por el momento llevaba una chaqueta de cuero negra sobre una camisa azul y jeans. Era un par de pulgadas más bajo que Jungkook y el cuero se extendía sobre sus hombros anchos. Su espeso cabello negro era corto y brillante, del largo correcto para que Jungkook se preguntarse cómo se sentiría contra su piel.

Jungkook observó que sus ojos eran un color avellana oscuro y tenían una aureola extrañamente dorada.

─¿Necesita ayuda?

─Yo soy...─. Jungkook trató de ignorar los deseos tarareando en sus venas─. C menos.

─¿Eres C menos?

Sus mejillas ardieron, Jungkook tomó la hoja de su bolso y se la acercó, volviendo a centrarse en su ira.

─Esa es la nota que obtuve en mi tarea, y no es justo─. Dios, él se estaba quejando, debía irse. Cortar por lo sano.

Hombre, vete ya.

Park Jimin abrió más la puerta y dio un paso a un lado. Él simplemente dijo─: Está bien─. Se sentó detrás de su escritorio y miró el reloj redondo en la pared─. Mis horas de oficina son más, pero...─. Hubo un zumbido de su bolsillo y Jimin levantó una mano a Jungkook cuando él contestó su celular─. Hola, Seulgi. Sí. Estaré ahí pronto. Está bien─. Sonrió─. Sí. Tú también─. Él colgó.

─Mire, si tienen que ir a encontrarse con su novia o lo que sea, está bien─. Jungkook murmuró.

─Ella está atrasada, así que puedo quedarme durante unos minutos. Usted obviamente está molesto y...

─¡No estoy molesto!─. Jungkook se encaramó en la silla de visita, su pie golpeando sin descanso─. Creo que ha habido un error. No entiendo esta C menos.

─¿Usted es un estudiante de primer año?─. Jimin tomó el trabajo y lo examinó.

JungKook asintió con la cabeza─: Economía, pero estoy en pre-ley.

Jimin siguió leyendo antes de devolverle el trabajo─: Mucha gente piensa que los estudios de cine serán una elección fácil. Usted es claramente inteligente, pero este documento luce como si lo hubiera confeccionado en 15 minutos la mañana de la entrega, y aparentemente ni siquiera vio la película.

─¡La vi!─. Bueno, vi unos videos en YouTube y leí la sinopsis. Entendí la esencia. ¿Cómo se suponía que debía pasar su tiempo viendo películas viejas en lugar de estudiar las materias importantes? Ya estaba sobrepasado de lecturas─. Estoy seguro que usted verá que al menos merezco una B.

La ceja de Jimin se arqueó.

─¿Lo haré? Parece muy seguro de sí mismo.

─Bueno, como dije. No entiendo la C menos. ¡Gané el concurso de ortografía de la ciudad cuando tenía nueve años. Me presenté para el concurso de las Naciones en la escuela preparatoria y conocí a la Secretaría de Estado! Yo no... yo soy mejor que esto.

─Estoy seguro que lo es. Para el próximo trabajo, vea la película y coloque un poco de reflexión en él, y su nota reflejará eso.

Jungkook sabía que tenía razón, pero lo único que podía ver era la C menos en el papel, burlándose de él. Tercera semana de clases, y él ya estaba teniendo problemas. Se sentía como si todos sus fracasos estuvieran simbolizados por esta nota. Él sólo podía imaginar lo que su padre diría.

─Esto es lo que pasa cuando no te concentras.

─No voy a cambiar la nota─. La declaración de Jimin sacó a Jungkook de sus pensamientos.

Su pulso se aceleró, Jungkook intentó contener la desesperación en su voz.

─Mi promedio hasta hoy ha sido perfecto. Excepto una vez. Pero eso no puede volver a suceder. No puedo conseguir una C menos. Debe cambiarlo.

─¿Debo?─. Jimin rió. Él se echó a reír.

Jungkook sentía calor por todas partes, y sabía que estaba fuera de control. Tenía que cortar por lo sano y salir con un trozo de dignidad, pero no podía detener la indignación que lo atravesaba.

─¡No te rías de mí! ¿Quién crees que eres? Esto no es ni siquiera una materia académica real.

Jimin sólo lo miró─: Creo que soy el profesor que no cambiará esa nota, no importa cuánto basura o epítetos lancen sobre él. Así que aguántate y aprende algo de todo esto.

Jungkook quería pararse y huir, pero él se congeló en su silla, sonrojado y avergonzado en el silencio que siguió.

Jimin suspiró, y su tono se suavizó.

─Apuesto a que diste el discurso de despedida, ¿no? ¿El niño más sobresaliente de la escuela? Pero Yonsei no es la escuela secundaria. Puede ser una transición difícil.

Tenía las mejillas sonrojadas de nuevo. No, no fue valedictorian. Fue salutatorian*, o sea tuvo el segundo lugar, también conocido como perdedor, gracias al récord perfecto de puntuación de Kim Mingyu en el último momento. Al igual que entonces, Jungkook no consiguió la excelencia, y ahora tenía una C menos y no tenía amigos aquí, y se odiaba a sí mismo más de lo que nunca lo había hecho. Él debía ser capaz de superar esto.

─Vas a tener que trabajar duro en cada clase. Incluso si la película es sobre Mickey Mouse. Sé que puede ser un verdadero shock cuando las cosas no son fáciles por primera vez en nuestra vida.

Jungkook atacó. ─He trabajado duro todos los días. ¡Estoy trabajando duro! Todo lo que hago es estudiar. Las materias importantes, por supuesto. Voy a ser economista. ¿Qué va a ser usted?

El rostro de Jimin era impasible. ─Estoy terminando mi maestría en realización de documentales.

─Es probable que termines trabajando para algún reality show de mierda─. Murmuró Jungkook. Estaba siendo un idiota, pero por el momento no le importaba lo suficiente como para morderse la lengua.

Empujando hacia atrás la silla, Jimin se levantó. ─Si eso es todo, tengo cosas que hacer, además de aguantar la actitud de un estudiante de primer año perezoso que espera que todo le sea entregado en bandeja de plata.

Jungkook se puso de pie. ─No me conoces.

─Sé cómo son los de tu tipo. He conocido a unos mil...─. Tomó el papel y leyó el nombre en el frente─. Jeon Jungkook's en mi vida.

Arrebatándole el papel de nuevo, Jungkook intentó pensar en algo que decir. Él soltó ─Voy a dejar esta clase estúpida.

Jimin lo miró impasible.

─Está bien─. Entonces volvió a observar su teléfono. Al cabo de unos instantes, miró hacia arriba─. ¿Hay algo más?

Con los dientes apretados, Jungkook giró sobre sus talones. La mortificación peleó contra la ira cuando partió el papel por la mitad y lo tiró en un cubo de basura al salir del edificio. Sacó su teléfono para comprobar la hora y saltó una maldición entre dientes. Su clase de estadística comenzaba en dos minutos y nunca llegaría a tiempo. Ni siquiera era mediodía, y estaba más que dispuesto a ir a la cama y que el día terminara rápido. Realmente debería haberse ido a la cama.

En su lugar, Jungkook estaba en un aula vacía sentado en un círculo con un montón de gente que parecía que fumaban y jugaban hacky sack. Se retorció en su silla de madera, preguntándose si sólo podría levantarse y caminar en medio de la historia sobre su lucha de las lesbianas para agregar artículos veganos al menú de la cafetería. No tenía nada en contra de las lesbianas o los veganos (vegetarianos estrictos o lesbianas), pero claramente no encajaba con el grupo de estudiantes LGBT. El activismo en realidad no era lo suyo.

Había ido a la reunión del grupo después de su clase, y había decidido que era hora de dejar de sentir lástima por sí mismo y tratar de hacer amigos. O tomar el consejo de Taehyung y buscarse un chico caliente.

Por supuesto, el único hombre en quién podía pensar era Park Jimin. Durante todo el día, Jungkook había repasado su encuentro en su mente, elaborando respuestas ingeniosas y comentarios mordaces. No es que él volvería a ver a Jimin de nuevo, gracias a Dios. Mañana a primera hora, se saldría de esa clase. Elegiría otra materia el próximo semestre, o en el verano, si tenía que hacerlo.

─¿Qué piensas, Jungkook? Eres Jungkook, ¿verdad?─. La chica rubia que había estado hablando le sonrió alentadoramente.

Mierda.

─Um, creo que es genial. Suena como un plan.

Un murmullo zumbó alrededor del círculo, y un chico con el cabello corto, habló. ─¿Crees que deberíamos organizar una sentada hasta que la escuela se avenga a prohibir toda la carne y los productos lácteos? ¿No crees que eso es un poco extremo?

Sintió el calor de una docena de pares de ojos sobre él. ─Uh... sería llamar su atención, sin embargo. ¿Entonces podríamos obtener algún compromiso?

La rubia exclamó─: ¡Exactamente!

Mientras todo el mundo debatía los méritos del activismo de base alimentaria, Jungkook observó al chico lindo sentado a su lado. Cabello rojizo, ojos marrones y un cuerpo apretado. El chico no había dicho mucho de cualquier cosa hasta el momento. ¿Podía ser que no estuviera entendiendo tampoco? Era difícil decirlo. Pero podría ser cool. Definitivamente era caliente, por lo menos.

No voy a conocer a alguien si no lo intento.

Haciendo acopio de coraje, Jungkook se inclinó y le susurró─: ¿La carne, lo entiendo, pero la leche? ¿Y sin chocolate? La vida no es digna de ser vivida.

El pelirrojo lo miró con una expresión indescifrable.

─El chocolate está sobrevalorado.

─Uh, por supuesto─. Jungkook hizo un gesto con la mano─. Sólo estaba bromeando─. El chico sonrió. Hmm. Espera, ¿había estado bromeando también? A todo el mundo le gustaba el chocolate, ¿no? Su corazón golpeteó, Jungkook le susurró─. ¿Quieres ir a tomar un café después de esto? Podríamos vivir peligrosamente y pedir un café con leche, con leche de verdad.

Por favor di que sí. Por favor di que sí.

El pelirrojo lo miró de arriba y abajo, Jungkook quería vomitar cuando el hombre le dijo con una sonrisa.

─Eso es muy dulce. Pero tengo un montón que estudiar después de la reunión─. Luego se volvió hacia el grupo─. ¿Saben? ¿Podemos hablar de esa broma que Kappa Sigma nos hizo el fin de semana en nuestra venta de pasteles? Creo que deberíamos pedir a la administración...

Entonces discutieron algo que implicaba una alianza impía de snickerdoodles y condones, Jungkook deseó que el suelo de baldosas se abriera y se lo tragara. Tristemente, el piso era aparentemente vegano, porque Jungkook se quedó dónde estaba, con el rostro enrojecido, seguro que cada uno sabía que había sido rechazado.

Se maldijo por pensar que era una buena idea asistir a esta reunión en primer lugar. ¿Por qué se necesitaba conocer oficialmente a otras personas homosexuales? Puede ser que sólo debía entrar en una fraternidad y dar un buen uso a sus habilidades para chupar pollas como lo había hecho en la escuela preparatoria. No necesitaba un novio de cualquier manera.

Pero yo quiero uno.

La vergüenza inundó a Jungkook cuando recordó, uniéndose a la nueva humillación de ser rechazado por el pelirrojo a su lado. Sólo había intentado besar a Kim Mingyu una vez, y todavía podía sentir el suelo de baldosas duro de la ducha, frío y húmedo cuando aterrizó sobre el culo, mientras Mingyu lo miraba con el labio curvado.

─Estás siendo un poco maricón, Jeon.

El hecho de que tuviera dieciocho años y todavía no lo hubieran besado adecuadamente era tan patético que apenas podía soportarlo. Sentado allí en el círculo de los estudiantes LGBT que probablemente habían sido besados por una docena de personas, se sentía como si tuviera un letrero de neón que parpadeaba sobre su cabeza.

¡Perdedor! ¡Perdedor! ¡Perdedor!

¿Cuál era el punto de encontrar un novio de cualquier manera? No es como que podría llevarlo a casa. Sus padres hicieron todo lo posible, realmente lo hicieron, pero todo el asunto gay los dejaba incómodos y torpes. Por no hablar que sabían que sus amigos ricos en el club de campo seguramente no lo aprobarían. Jungkook se preguntó lo que su padre diría si salía con un anti-establishment hippie. La sola idea le hizo contener una carcajada.

─¿Hay algo que quieras compartir?─. La rubia le preguntó, su sonrisa un poco forzada.

Antes de que Jungkook pudiera responder, un hombre con rastas interrumpió, frunciendo el ceño ante su smartphone.

─Whoa. ¿Chicos vieron esto? Hay algunos disturbios locos o algo así.

─¿Son protestas?

─Probablemente no contra la carne y productos lácteos.

─¿Ocuparon la calle principal? Espero que sí.

─No sé. Oh, espera, están en las noticias también. Probablemente sea algo contra la brutalidad policial.

A medida que el grupo hablaba sobre ello, comprobando sus teléfonos, Jungkook se pasó la bolsa de mensajero sobre su cabeza y se dirigió derecho hacia la puerta. Se escapó de nuevo hacia los dormitorios y compró un sándwich (pavo y queso) en su camino. La sala común estaba llena de gente viendo TV Chosun, pero Jungkook no le importaba la protesta o motín o lo que sea que estuviera pasando. Probablemente debería, pero tenía mucho para leer, sobre todo después de perder el tiempo en esa reunión.

La vergüenza le inundó de nuevo al pensar en la forma despectiva con que el pelirrojo lo había observado. Entonces una voz resonó en su cabeza, Park Jimin llamándolo un estudiante de primer año perezoso.

─Trabajo duro en lo que me importa. Bah, es un idiota─. Jungkook murmuró mientras pateaba la puerta para que se cerrara detrás de él.

─¿Quién es un idiota?

─¡Jesús!─. El corazón de Jungkook dio un vuelco─. No hagas eso.

Sonriendo, Jackson se sacó su camiseta sobre su cabeza rapada.

─Lo siento, Kook. Acabo de volver para lavar algo de ropa─. Olió su axila─. Febreze* es el mejor invento jamás creado.

─Apenas he visto un producto de limpieza para el hogar─. La charla de orientación para los nuevos estudiantes había sido una semana de actividades obligatorias diseñadas para ayudar a resolver los problemas de adaptación y hacer amigos. Jungkook había aprendido a lidiar con ello, pero no consiguió estar con nadie. Jackson era bastante agradable, pero sintió otra punzada de nostalgia por Taehyung y Hoseok. Se aclaró la garganta─. ¿Cómo está Ae-Ra?

─Espectacular. En serio, sus tetas son sólo...─. Jackson levantó sus dedos a la boca para besarlos─. Bellísima. He encontrado a la mujer de mis sueños─. Se encogió de hombros─. Al menos por ahora. Oye, su compañera de cuarto es muy caliente también. ¿Quieres venir conmigo? Tengo un poco de hierba. Podemos pasar el rato y jugar a Call of Duty. Apuesto a que vas a volar al final de la noche.

Jungkook se echó a reír. Él, sin duda, podría darle consejos a la compañera de habitación de Ae-Ra.

─Nah. Tengo un montón de cosas para leer. Tengo examen de economía mañana─. Tak vez debería ir y pasar el día con ellos, pero no tenía los ánimos y no tenía ningún interés en la maleza. A veces Jungkook sentía como si tuviera cuarenta y cinco años. Drogarse en realidad nunca le pareció divertido.

─Guay. Si cambias de opinión dame un zumbido─. Jackson levantó la mano mientras se dirigía a la puerta.

Jungkook golpeó la palma de Jackson y se dejó caer en su cama.

─Hasta luego─. En el silencio que siguió, Jungkook lo encontró realmente desconcertante, en especial, después del casi constante ruido de la música electrónica de la chica de al lado. Probablemente ella (ahora) estaba viendo las noticias sobre los disturbios en la sala. Los canales de noticias sabían montar un buen show hoy en día.

Se quedó mirando la cama vacía de Jackson. Taehyung había sido su compañero de cuarto durante toda la secundaria, por lo que debería ser agradable tener prácticamente su propia habitación en la universidad. Debería estar volviéndose loco de alegría. Pero no era así.

Jungkook sacó su teléfono. No había ningún mensaje de Hoseok. Marcó su número y esperó mientras sonaba, suspirando cuando su correo de voz hizo clic.

─Este es Hoseok. Deja un mensaje antes de que los teléfonos se vuelvan completamente obsoletos.

Por un momento, Jungkook se congeló por la indecisión. Luego tocó la pantalla y terminó la llamada. ¿Cómo decir algo que no sonara 99% patético?

─Bueno, basta─. Su voz sonó fuerte en el silencio de la habitación─. Es hora de ponerse a trabajar.

Después de devorar su sándwich, abrió los libros de texto. El dormitorio estaba más tranquilo que de costumbre, y él puso su teléfono en modo avión y se perdió en la teoría de libre comercio. A las ocho sus ojos cayeron. Dejó la alarma para las nueve y se acostó para tomar una siesta. Él iba a la deriva cuando la penetrante voz de una chica se hizo eco en el pasillo.

─¡Está sucediendo en Daejeon!

Jungkook se puso sus tapones para los oídos y se curvó contra la pared. Comprobaría las noticias más tarde, cuando no había información real para reportar en su lugar sólo ofrecían especulación y alarmismo. Dejaría que protestaran contra los corporativos o la policía o lo que sea que estaban haciendo.

Tenía otras cosas por las qué preocuparse.

Eran las diez y media cuando Jungkook se arrastró fuera de la cama. Todavía llevaba sus jeans y una camiseta, y se subió la cremallera de su sudadera negra con capucha antes de deslizar sus pies en sus zapatillas. Los quince minutos a pie desde el campus hasta la cafetería lo despertarían y la dulce cafeína lo mantendría despierto toda la noche. Tenía que hacerlo mejor. Tenía que estudiar más duro. Necesitaba hacer este examen. Él debía aprobar este examen.

Colocándose sus auriculares, bordeó a las personas que se encontraban en la habitación común de la residencia de estudiantes.

─Jungkook, ¿viste esta mierda?─. Wonho de dos habitaciones abajo, un tipo bastante agradable, pero obsesionado con los deportes llamó a Jungkook cuando éste se apresuraba hacia la puerta.

─Más tarde, Lee. Necesito café─. Jungkook saludó con la mano y se volvió a su música.

Probablemente estaban viendo algún partido y su equipo estaba ganando, pero no podía dejarse distraer.

Se había trazado este acceso directo la primera semana de clases después que las autoridades del dormitorio confiscaran su cafetera. El aire de la noche estaba fresco, y Jungkook metió las manos en los bolsillos de su sudadera con capucha mientras caminaba entre los edificios. Él vislumbró el patio principal, donde un gran número de personas caminaban por los alrededores. Probablemente algo de fraternidad, mejor que los evitara así podría volver a sus libros lo antes posible.

Pero se preguntó qué sucedía con los disturbios, y pensó desactivar el modo avión en su teléfono para poder buscarlo. Cuando el teléfono volvió a conectarse, vibró en su mano y la pantalla se llenó de notificaciones. Nada de Hoseok o Taehyung, y Jungkook deseó no sentir esa punzada de decepción y dolor. No era culpa de nadie que estuvieran adaptándose y haciendo amigos en la universidad. No podía esperar para pasar tiempo con los dos cómo solían hacer antes de ir a la universidad. Pero todavía le molestaba.

Él apartó esos pensamientos y se centró en la pantalla.

─¿Siete llamadas perdidas de mamá?─. Se dijo a sí mismo con una sonrisa─. Clásico─. Cuando ella tenía algo en la cabeza, era un perro con un hueso. Mientras caminaba, escuchó el mensaje de correo de voz que había dejado.

Cariño─. La grabación sonaba confusa y estática, con algún tipo de ruido de fondo. Jungkook se detuvo a escuchar con más fuerza. No pudo distinguir las siguientes palabras. Entonces, escuchó―. La casa de campo en Busan. Te amamos―. Y el mensaje concluyó.

¿Eh? Eso fue raro.

¿Por qué iban a irse a la casa de campo en Busan? Sus padres iban la mayoría de los fines de semana de septiembre, pero era martes. Jungkook borró el mensaje y comenzó a caminar de nuevo. Él llamaría cuando regresara al dormitorio, o esperaría hasta mañana.

JungKook tomó un atajo detrás de uno de los edificios de ciencias, pero se detuvo en seco a mitad de camino. Cerca de un árbol, estaba Park Jimin y sus pómulos ridículos. Por supuesto: nunca había visto al chico antes de hoy, y ahora estaba probablemente condenado a encontrarse con él a diario.

Jimin tenía un casco de moto en una mano, y había cambiado sus mocasines por botas de trabajo negras. Usaba auriculares, y miraba la brillante pantalla de su teléfono con el ceño fruncido y arrugando la frente.

Ugh.

La mirada de Jimin se disparó hosca, mientras se quitaba los auriculares.

─¿Discúlpame?

Jungkook se dio cuenta que podría haber dicho el "ugh" en voz alta. Se detuvo y se aclaró la garganta, tratando de recordar una de los ingeniosos comentarios de los casi un millón que pensó aquella tarde.

─Um, nada─. Por supuesto que él pensaría diez más en el momento en que dejara a Jimin detrás. Lo que no parecía ser demasiado pronto. Usaba una chaqueta de cuero negro gastada, parecía ridículo. Ridículamente caliente, lo que no era realmente justo para un friki de película. ¡Un documentalista, incluso! Por no hablar de un condescendiente sabelotodo.

Jungkook siguió caminando.

─No tenías que presentar una queja ante el decano─. Jimin le dijo.

Jungkook se detuvo y lo miró─: ¿Eh?

─¿En serio vas a pretender que no fuiste tú? Tengo que reunirme con el profesor y el jefe del departamento al final de la semana porque un estudiante con padres ricos presentó una queja. No quisieron decirme quién, pero no era necesario.

─No fui yo─. Cuando Jimin bufó y empezó a alejarse, Jungkook no podía dejar de seguirlo─. ¡Oye! No fui yo, idiota.

─¿Soy el idiota?─. Jimin se volvió, agarrando su casco. Sus fosas nasales se ampliaron─. Cada año niños como tú toman mis cursos. Niños que no se preocupan por las artes y sólo quieren una calificación fácil. Y ahora juegas con mi futuro. Este trabajo es todo para mí. Mi doctorado es todo para mí.

─En primer lugar, ¿dices que no me importan las artes? Me gusta mucho el arte, gracias. Yo tocaba el violín en mi orquesta de la escuela. Y como he dicho, no era yo. Lo que sea, amigo. Tengo cosas importantes que hacer, como estudiar para mi prueba de economía.

─Uh huh.

─¿Qué? ¿Qué significa eso?

─A los dieciocho años se piensan que lo saben todo─. Jimin se encogió de hombros, un destello de pasión oculta detrás de una expresión plana─. Si dices que no eras tú, supongo que no lo eras.

Dios, este tipo era molesto.

─¿Y cuándo tener veintidós años te hace tan sabio?

─Veintitrés, en realidad.

─Oh, eso lo cambia todo. Lo que sea. No tengo que hablar contigo.

─Bueno─. Se encogió de hombros otra vez, ahora completamente calmo.

─Economía es un infierno más importante que diseccionar películas.

Jimin lo observó con una mirada inescrutable. Al igual que el pelirrojo lindo, se sentía como si estuviera siendo evaluado y lo encontraran desesperadamente deficiente.

─Bueno.

─¡Deja de decir eso! Oh, Dios mío, ¿por qué estoy aún teniendo esta conversación?─. Jungkook pasó a su lado y apuró el paso a pesar de que iba por el camino equivocado hacia la cafetería. Más daría un rodeo, ya que no podía dar marcha atrás─. Que tengas una buena vida─. Si Jimin respondió, Jungkook no lo oyó sobre la música en sus oídos.

Abandonaría esa clase cuanto antes.

Un grito atravesó la noche, tan fuerte que lo oyó sobre la nueva canción. Jungkook se quitó los auriculares y miró a su alrededor. Él y Jimin se quedaron mirando el uno al otro.

─Escuchaste...

─Sí─. Respondió Jimin, todo su cuerpo se tensó.

A lo lejos, los gritos aumentaron cuando otras voces se unieron. El corazón de Jungkook golpeó.

─Eso debe ser algún tipo de ritual de novatadas.

El estruendo aumentó y más gritos erizaron el vello de los brazos de Jungkook. Una chica y un chico corrieron alrededor del edificio.

─¿Qué está pasando?─. Jungkook gritó.

─¡Están matando a todos!─. La chica lo miraba con ojos salvajes mientras pasaba a su lado y se alejaba.

Más estudiantes corrían detrás de los edificios, y el cerebro de Jungkook luchó para procesar lo que estaba sucediendo. Entonces él fue empujado con tanta fuerza que pensó que su hombro podría salirse de su lugar. Jimin lo impulsó hacia adelante.

―¡Corre!

Jungkook no había oído ningún disparo, pero los gritos llenaron la noche. No tenía ni idea de hacia dónde estaban corriendo, pero siguió a la multitud y a Park Jimin. Delante, más personas inundaron la calle detrás de la biblioteca, y bajo el resplandor de la luz de seguridad por el camino, vio pintura roja en el aire y a los estudiantes que tropezaban y caían. Otras personas se amontonaban sobre ellos.

Ellos corrían con desesperación frenética, y cuando uno de ellos mordió la cara de un hombre que llevaba una camiseta de Sigma Nu, Jungkook entendió que no era pintura sino sangre lo que flotaba en el aire.

─¡Por aquí!─. Jimin se metió en un callejón estrecho.

Jungkook quiso gritar, el impulso tensó su pecho, pero él tomó aire y continuó, con los pies golpeando el asfalto. Jimin le llevaba unos metros de ventaja y él miró hacia atrás.

─¡Más rápido!

Los pulmones de Jungkook quemaban y él movió sus brazos. Más rápido, más rápido, más rápido. Pero no pudo mantener el ritmo.

Jimin miró hacia atrás un par de veces más─. ¡Sigue corriendo!─. Gritó. Luego corrió más rápido si eso fuese posible y desapareció al final del callejón.

Oh mierda. Oh Dios.

Jungkook quiso gritarle que esperara, pero ya se había ido. Aún tenía su teléfono en la mano con los auriculares colgando de él. Los arrancó y la pantalla se iluminó. Tenía que llamar al 911. Estaba solo, excepto... Oh Jesucristo, maldición. No estaba solo, porque ahora los locos estaban bajando por el callejón, sus extremidades se movían en sacudidas extrañas, ¿Y qué mierda estaba sucediendo?

Jungkook jadeó en busca de aire mientras corría por el callejón que parecía más largo que antes. Estaba solo e iba a morirse, estaba atrapado, y joder esto tenía que ser un sueño, porque no podía ser real, pero lo estaban alcanzando...

Un faro lo cegó. Escuchó el extraño parloteo de la gente más cerca, como un zumbido extraño y dientes golpeando entre sí como un motor acelerando. Jungkook patinó hasta detenerse y levantó el brazo para protegerse del impacto de la moto en el callejón. Los neumáticos chirriaron cuando el conductor hizo girar las ruedas hacia un lado.

─¡Sube!─. Jimin gritó, agarrándolo con una mano. Todavía sostenía su casco con la otra, y golpeó con él la cabeza de un hombre que intentó agarrar a Jungkook.

La moto zumbaba entre las piernas de Jungkook, y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Jimin.

─¡Vamos!

El parloteo era más fuerte, y las manos ensangrentadas intentaron agarrarlo, uno incluso se enganchó en su capucha. El material se apretó en su garganta, lo asfixió durante un instante terrible hasta que se liberó de la camiseta, la cual cayó en una esquina.

Se aferró de forma precaria, sus dedos clavándose en la chaqueta de cuero de Jimin. Las principales calles de la escuela estaban obstruidas con los coches, los faros iluminando grupos de personas que se movían espasmódicamente, parecían animales, mordiendo a los estudiantes mientras los gemidos resonaban a través del campus. Jimin maniobró hábilmente la moto a través del campus, pasando alrededor de los grupos de cuerpos retorcidos.

Los helicópteros sobrevolaban inútilmente a la distancia sobre ellos. ¿Cómo si no hubiera oído hablar de ellos antes? Sólo podía ver como Jimin serpenteaba a través del césped y las aceras.

─¿A dónde vamos?─. La voz de Jungkook sonaba frágil e irregular. Dios, tenía sed.

─Walmart─. Jimin gritó.

Esto tenía que ser una maldita pesadilla. Esto no podía ser real. Era imposible. Su mente giró alrededor del lago, húmedo y pantanoso después de las tormentas finales de verano a principios de semana.

─¿Qué?

Jimin condujo a través del campo de prácticas y se sumió en la oscuridad del campo de golf. Él no contestó.

** Valedictorian: Es una calificación académica, se le considera así al estudiante con notas más altas, que pronuncia un discurso en la ceremonia de graduación.

** Salutatorian: En la educación secundaria, un salutatorian puede hablar sobre la clase que se gradúa del curso o para dar una invocación o bendición.

** Febreze: Desodorante.

‼️Esta es una adaptación sin fines de lucro, todos los créditos correspondientes a su autor original, traductor y colaboradores, ¡GRACIAS!
















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