Jungkook extendió su mano enguantada, pero sólo había un duro suelo junto a él. Apenas había despertado y ya el día estaba en un comienzo de mierda. Cuando abrió los ojos pudo ver el toque de naranja a través de los árboles cuando el sol salió. JiMin estaba cerca de espaldas.

Ellos acamparon, durmiendo en las agujas de pino, bien fuera de la carretera, donde los árboles crecían tan densamente que tuvieron que caminar junto a la moto esquivando ramas. Jungkook estiró los músculos rígidos. Dios, hacía mucho frío, y llevaba prácticamente toda la ropa que tenía encima. Las montañas en octubre no eran su idea de temporada de camping.

Había sido extremadamente lento en Seongju y Chilgok, ya que tomó el camino más largo sobre las montañas. Los túneles en la interestatal eran demasiado arriesgados en caso de que quedaran atrapados con los infectados, por lo que zigzaguearon su camino hacia adelante. Pasaron mucho tiempo mendigando por gas, lo cual era una preocupación constante.

Con un pequeño gemido, Jungkook se puso de pie. Después de un momento de debate, con cautela se acercó a JiMin. Sabía que JiMin le oía venir y puede ser... Pero el segundo que él se acercó, JiMin se arrancó lejos de él.

Jungkook se tragó la decepción y el dolor y trató de mantener su voz.

─Hey. ¿Dormiste bien?

─Sí. ¿Y tú?─. JiMin no lo miró mientras él se agachó a hurgar en la mochila y desplegar su mapa.

─Por supuesto.

Habían pasado dos semanas desde aquella noche. Mientras todos los días antes se acurrucaban juntos, ahora JiMin dormía de espaldas a Jungkook, sólo un borde de la manta térmica sobre él. A veces Jungkook se movía una pulgada más cerca, pero era como si JiMin tuviera una alarma de proximidad y mantenía un espacio entre ellos.

Jungkook se aclaró la garganta.

─¿Así que, cuánto más lejos hasta que estemos por Daegu?

─Podría ser unos pocos días más. Una vez que estemos en el medio sureste deberíamos ser capaces de hacer un mejor tiempo.

─Genial. ¿Cómo te sientes?

JiMin mantuvo sus ojos en el mapa.

─Bueno bien. Todavía no hay virus, a la vista─. Con un suspiro, JiMin volvió a doblar el mapa─. Jungkook, hemos hablado de esto.

─Lo sé, pero en serio, estás exagerando. Estás siendo paranoico.

─¿Qué pasa si no estoy siendo paranoico? No vale la pena.

─Pero han sido semanas. Incluso si lo portaras, ¿no estaría muerto ahora?

─Hay personas con la Tifoidea, que llevan la enfermedad durante décadas. Hay portadores del VIH que son asintomáticos por años.

Súper.

─Está bien, así que puede ser que no podamos coger, pero...─. Pero ¿no puedes al menos mirarme?

Se había sentido más cerca de JiMin de lo que nunca estuvo a otra persona y ahora este abismo se había agrietado, abierto entre ellos. No se habían besado. Apenas se habían tocado, incluso una leve caricia con los dedos era raro ahora.

─Pero, ¿qué?─ JiMin inspiró fuerte─. Si te infecto, te irás en cuestión de minutos─. Él empujó el mapa en la mochila─. Vamos a empezar a movernos.

Ellos empacaron en silencio y rodaron a Wannie a la carretera. Jungkook se subió y envolvió sus brazos alrededor de JiMin. Este era el único contacto que se le permitió ahora, y tomaría lo que pudiera conseguir.

★ ★ ★ ★

"Los Pinos". Jungkook leyó el letrero al pie de la calzada. La señal fue expertamente elaborada a partir de madera y vidrio biselado y desde la parte trasera de la moto se inclinó más cerca y pasó los dedos por el grano suave y húmedo.

─Esto podría ser agradable.

Ellos siguieron un camino pavimentado de la carretera principal temprano una mañana gris con una lluvia constante que se convirtió en aguanieve. Ellos continuaron a través de la noche ya que la temperatura había descendido aún más y era demasiado frío para dormir fuera. Estaban casi en Daegu ahora, no habían visto ningún infectado o cualquier otra persona en días. La posibilidad de un lugar cómodo para descansar era difícil de pasar por alto, sobre todo con el desorden de las carreteras.

─Suena como que tiene dos camas. Puede ser una ducha si hay suficiente presión de agua. Dios, necesito una ducha.

JiMin estaba mirando fijamente por la calzada, donde los árboles se alzaban cuidados.

─Hay gente aquí.

─Mierda. Yo creo que deberíamos irnos. Yo tenía muchas ganas de no apestar durante unas horas por lo menos─. Aguanieve goteaba de su capucha en los ojos de Jungkook y él la apartó temblando.

JiMin estaba empapado, pero no parecía molestarle tanto.

─Alguien viene─. JiMin vibró con tensión.

─¿Qué? ¿Cómo saben que estamos aquí?─. Jungkook giró la cabeza y vio la cámara montada en lo alto de un árbol. La cámara se movió, barriendo la zona─. Whoa. Sistema de seguridad. ¿Cómo que todavía tienen poder? ¿Yo creo que deberíamos hablar con ellos? Puede ser que tengan la información.

─Supongo─. JiMin estaba rígido, agarrando el manillar.

El zumbido de un motor llegó a oídos de Jungkook y él agarró la pistola de la mochila y quitó el seguro. Esperaba que nunca tuviera que disparar a cualquiera que no estuviera infectado. Esperaron en la moto, el motor de Wannie aún en marcha. Cuando el SUV negro llegó alrededor de la curva en el camino de entrada, Jungkook vislumbró Los Pinos escrito en el lado en verde oscuro. El vehículo se detuvo y dos hombres en equipos forestales impermeables verdes y jeans salieron. El hombre joven del pasajero de unos veinte años, llevaba una escopeta, pero apuntó hacia el suelo.

El conductor de mediana edad cerró la puerta SUV y se llevó una mano a la punta de su sombrero de vaquero.

─Hola.

JiMin asintió.

─Buen día.

─¿De dónde vienes? ¿Este, Norte?

─Norte─. Respondió JiMin.

─¿Cómo están las cosas por ahí?

Jungkook habló.

─No es genial─. Él les dio un breve resumen de lo que había visto en su viaje─. Pero lo hicimos a través. Uh, obviamente─

El hombre joven dijo:

─Me alegro que lo lograran. Algunos de nuestro pueblo son de Goesan. Apenas lograron salir.

─¿Se dirigen al sur?─. El conductor asintió hacia el horizonte.

─Si─. Respondió Jungkook─. ¿Oyeron cualquier cosa de ahí fuera?

─Tenemos una pareja que vino a nosotros la semana pasada de la costa. Por lo que sé, las cosas se ven bastante deprimentes─. Aunque no fue inesperado, todavía era un golpe. Había tratado de no pensar demasiado acerca de sus padres, ya que sólo le molestaba y cuando lo hizo, su pecho se tensó como si hubiera una pitón a su alrededor.

¿Estarán vivos? ¿Jin? ¿Hoseok y Taehyung? Incluso si lo están, ¿alguna vez los veré de nuevo?

JiMin le apretó la rodilla con suavidad y Jungkook logró aspirar una bocanada de aire. Sí, esto era por lo que no trató de pensar en ello.

El conductor continuó.

─Son bienvenidos a quedarse aquí. Tenemos un montón de espacio y de la forma en que lo vemos, hay fuerza en los números. Hemos escuchado historias de personas que se vuelven unos contra otros. Eso va a ser el final de nosotros con certeza, aunque esta enfermedad no lo sea. Así que tenemos reglas aquí.

─Pueden conseguir limpiarse y tener una buena comida. Es un bonito complejo. Pero no hay presión─. Agregó el pasajero.

JiMin y Jungkook compartieron una mirada.

─Dejaremos que lo discutan mientras giramos el vehículo. Pueden seguirnos. Si no es así, les deseamos un viaje seguro─. El conductor se quitó el sombrero de nuevo.

─¿Creo que ellos parecen bien?─ Susurró Jungkook.

JiMin asintió.

─Él está diciendo la verdad.

─¿Cómo lo sabes?

─Puedo escuchar el latido de su corazón. Es estable. Cuando la gente miente, emiten todo tipo de señales. Sus corazones saltan alrededor, a veces sólo un poco, pero lo suficiente. Él parece honesto.

─Whoa, ¿tienes un 'detector de mentiras hombre lobo'? Eso es genial. También deberías haberlo mencionado, idiota─. Por un momento maravilloso, JiMin sonrió.

─Eres un mentiroso terrible de cualquier manera.

El SUV se dirigió por el camino poco a poco.

─Debemos comprobar que funciona, ¿sí? La comida caliente sería bastante increíble justo ahora.

JiMin asintió.

─Si no se siente bien, nos iremos─. Siguieron el SUV por el largo y sinuoso camino y Jungkook dio un golpecito de nuevo a la seguridad en su pistola. La unidad ha sido pavimentada y el asfalto estaba inmaculado. Al doblar una esquina, una valla de madera alta apareció a la vista. Tenía que ser veinte pies de altura, hechas de troncos que se mezclan en el entorno natural. Una puerta de metal enorme medio abierta a través de la calzada.

Una mujer joven en el puesto del guardia sonrió y saludó con la mano mientras conducían. Con un zumbido electrónico, la puerta se cerró detrás de ellos. El SUV se detuvo y el conductor desenrolló su ventana.

─MinJu, tenemos dos visitantes. Lo sentimos muchachos no les dijimos nuestros nombres. Soy Baek, y este es Jay─. La chica salió de la cabina, sus rubios rizos balanceándose mientras se ponía la capucha de su abrigo de uniforme verde.

─¡Bienvenidos!

─Gracias. Soy Jungkook y este es JiMin─ Indicó la valla con el pulgar ─¿Seguro de que este lugar no es una prisión? ¿Qué pasa con la seguridad?

─Anti-paparazzi─. Respondió MinJu─. Esto se supone que es el nuevo escape caliente para los ricos y famosos, donde podrían venir y convivir con la naturaleza y tener total privacidad. Estábamos listos para la gran inauguración. Se suponía que iba a ser la próxima semana, pero obviamente eso no está sucediendo─. Su sonrisa fue forzada─. Oh bien. Por lo menos estamos vivos, ¿no?

Jungkook le devolvió la sonrisa.

─Sí. Gracias por dejarnos entrar.

─¡Claro! No es seguro estar fuera de aquí. Casi no puedo creer las cosas que la gente me ha dicho. Tuve la suerte de estar aquí.

─¿Cuándo es tu turno de nuevo?─. Baek preguntó.

─No es hasta el mediodía. Te veré más tarde─. Con otro salto MinJu regresó a su taburete en la cabina, cerrando la puerta con firmeza.

Condujeron adelante, y cuando llegaron alrededor de otra curva, Jungkook se quedó sin aliento.

─Santa mierda.

El hotel enorme precioso de madera y vidrio, un edificio de tres pisos que se extendía por el centro de un gran claro. Había cumbres, todos los sentidos de Jungkook miraron, y se sentía como si estuvieran excavando en el corazón de Daegu. Incluso en el aguanieve, la vista era impresionante. Desmontaron. Él y JiMin dudaron en dejar a Wannie.

─Supongo que ella va a estar bien aquí, ¿verdad?─. Jungkook preguntó.

JiMin no parecía convencido, pero asintió con la cabeza.

Jay les indicó que siguieran el camino de losas hasta el hotel.

─Vamos, vamos a llegar e instalarlos─.

En el gran hall de entrada, con un techo de catedral, las luces del cielo, y de ladrillo visto y vigas de madera, un grupo de personas los saludó. Ellos tenían edades desde niños hasta ancianos. Una mujer de unos treinta años con el pelo carbón anudado en un moño elegante y lentes angulares de montura negra se adelantó. Llevaba una blusa clara y pantalones.

─Soy Kim Ji-Yeon, gerente general de los Pinos─. Ella sonrió con fuerza─. Mis funciones han cambiado un poco, pero todavía estoy a cargo de mantener cada cosa funcionando sin problemas aquí.

Jungkook levantó la mano y saludó al grupo antes de sacarse el abrigo remojado.

─Hola a todos. Soy Jungkook─. Esperó a que JiMin se presentarse a sí mismo, pero cuando miró por encima, JiMin estaba mirando a alguien en el comité de bienvenida─. Uh, él es JiMin─. Él le dio un codazo a JiMin y JiMin asintió un 'hola'.

─Maravilloso conocerlos─. Ji-Yeon sonrió─. Vamos a hacer todas las introducciones más tarde, ya que estoy segura les gustaría descansar y limpiarse. Tenemos cientos de habitaciones, así que pueden tener cada uno la suya o pueden compartir una suite. Cualquiera que sea su gusto.

─Vamos a compartir una habitación─. Dijo Jungkook. Cualquiera que no le gustara le podría morder. (Bueno, no literalmente)

Ji-Yeon hizo un gesto a un hombre cerca de ella, que era de unos veintitantos años, increíblemente caliente.

─Perfecto. ¿JongIn? ¿Puedes decirle al Chef que tendremos dos más para el desayuno?─. Para Jungkook añadió─. Podemos enviarlo a la habitación, si gustan.

─Por supuesto─. Con una sonrisa, JongIn desapareció por un pasillo al lado del vestíbulo.

─Por aquí─. Ji-Yeon les hizo un gesto hacia la gran escalera en el centro del vestíbulo, sus tacones sonando en la pizarra─. Todas nuestras habitaciones están en el segundo y tercer piso, que ofrece un máximo de privacidad y vistas a la montaña─. Ella hizo una pausa en la parte superior de las escaleras─. Disculpen. Es difícil deshacerse del lenguaje "modo hotel". Han pasado tanto desde la apertura─. Ella sonrió con tristeza─. A veces me resulta un desafío aceptar estas nuevas circunstancias que estamos viviendo. Pero estoy segura de que es sólo temporal.

Dios, Jungkook deseaba poder creer eso, pero cualquier apariencia de su antigua vida parecía imposiblemente fuera de su alcance. Forzó una sonrisa.

─Esperemos que así sea─. JiMin no dijo nada y Jungkook no estaba seguro de que estuviera incluso escuchando.

Ji-Yeon señaló hacia el pasillo en el que JongIn había desaparecido.

─La cocina y el comedor se encuentran al final de ese pasillo. Cenamos en el salón para el personal en el sótano desde que el comedor principal no tiene ninguna cubierta en las ventanas y nos han dicho que los infectados son atraídos por la luz.

─Sí, definitivamente lo son─. Confirmó Jungkook.

─Como un centro de eco-centrado, afortunadamente tenemos algún poder solar y nuestro propio invernadero. Parte del atractivo de Los Pinos era que íbamos a ofrecer alimentos orgánicos cultivados localmente todo independiente. No estábamos completamente equipados para la apertura pero el Chef está haciendo lo mejor que puede con lo que tenemos en los congeladores y el efecto invernadero. Cada uno es bienvenido a comer el desayuno y el almuerzo en el comedor, o para llevar un plato a su habitación en cualquier momento. Nuestra única regla es que los alimentos no se desperdicien y limpiar después nosotros mismos.

Jungkook miró a JiMin, que realmente parecía estar flotando. La preocupación apretó su intestino. JiMin definitivamente tenía que ponerse al día con su sueño. Jungkook volvió su atención a Ji-Yeon.

─Vamos a seguir las reglas, no se preocupe. ¿Cuántas personas están quedándose aquí?

─Con ustedes dos, tenemos setenta y tres. Cuarenta eran personal, y el resto son una mezcla de los amigos que escaparon y fueron lo suficientemente inteligentes como para venir aquí con la familia y viajeros como ustedes mismos─. Ella señaló hacia el otro lado del vestíbulo─. Hay un completo gym, piscina cubierta y salón de baile en el ala oeste. Por ahora, todavía tenemos electricidad. Tenemos un muy potente generador de respaldo a la energía solar, pero esperamos que no tengamos que abusar de ello. Con el invierno que viene, es una preocupación.

─¿Han tenido infectados llegando hasta aquí?─. No añadió, sin embargo, que era sólo cuestión de tiempo.

Ella parpadeó.

─¿Infectados? Esa es una... palabra descriptiva. Hasta el momento no hemos encontrado ninguno. Tenemos una estricta política de apagar las luces. Actualmente a las 18:00. Y todas las persianas se deben cerrar, las luces en habitaciones con ventanas apagadas de manera que incluye todas las habitaciones. Incluso con las persianas venecianas de madera, que fueron especialmente diseñadas para la privacidad absoluta, para que la luz no escape al exterior por los bordes. Cada habitación está equipada con linternas que utilizan la inducción electromagnética. Tenemos un stock de velas de emergencia, pero es obvio que puede ser un peligro de incendio y preferimos mantenerlas fuera de las habitaciones. De cualquier manera, en otras palabras sólo hay que agitar las linternas para activarlas. Estas linternas son para uso interior solamente y no alrededor de una ventana al descubierto. No podemos ser demasiado cuidadosos─. Jungkook asintió.

─Correcto. Suena lógico. Si tienen energía, ¿pueden ver por internet? ¿Descubrir cualquier cosa sobre lo que causó todo esto?─. Ella suspiró.

─Tenemos la energía, pero nuestro ISP aparentemente no, así que no podemos estar en línea. Las líneas telefónicas también están muertas y nosotros no tenemos cable o televisión por satélite ya que parte del mandato para el complejo era que se trataba de un refugio del mundo. El personal iba a tener acceso a televisión por satélite, pero no se había instalado aún. Lo increíble es que nos hemos hecho dependientes de la tecnología, ¿no? Tenemos una transmisión de radio que estaba destinada a las emergencias. Tenemos turnos manejando así las bandas están siendo monitoreadas las veinticuatro horas del día. No hay información dispersa de todo. Parece que es en su mayoría rumores, por desgracia. Estamos trabajando en la ampliación de nuestra gama.

─¿Tienen notas de lo que escucharon?─. Preguntó Jungkook.

─Claro. Los registros son detallados y presentados diariamente. Estaré encantada de mostrarles. Y una vez que estén asentados, si pudiéramos sentarnos y obtener algunas notas sobre vuestras experiencias sería muy apreciado.

─Por supuesto. ¿Sabe cuál es la situación en todo el mundo?

Ella suspiró profundamente─: Me temo que no es positiva por lo que hemos escuchado. Hay rumores de un grupo reclamando responsabilidad. 'Zacarías', se llaman a sí mismos. Dios los envió a limpiar la tierra... y todas las tonterías del fin del mundo. Pero como ya he dicho, no ha sido confirmado─. Ji-Yeon siguió caminando, llevándolos por un pasillo decorado con enormes acuarelas enmarcadas de las montañas. La mente de Jungkook giro.

Zacarías. Maravilloso. Fanáticos enfermos con biotecnología era justo lo que el mundo necesita.

Ji-Yeon puso una amplia sonrisa, cambiando con firmeza el tema.

─Y para que no piensen que tienen algunas largas tardes aburridas por delante, hemos tenido noches de cine en el salón para el personal, que está en el sótano, como ya he mencionado. Todos son bienvenidos a asistir. Tenemos una buena colección de Blu-ray─. Tardes aburridas sonaban malditamente increíble, en realidad.

─Una película sería bastante impresionante, ¿verdad?─. Jungkook dio un codazo a JiMin.

─Uh-huh─. JiMin sonrió débilmente─. Gracias. Apreciamos su hospitalidad.

─Como estoy segura que Baek dijo creemos que hay fuerza en los números. Queremos construir nuestra comunidad aquí para que podamos afrontar juntos cualquier reto que traiga el futuro. Los Pinos fue fundada en el ideal de la sostenibilidad y el trabajo en equipo─. Ella hizo una mueca─. Lo siento por la jerga corporativa. Quiero decir, seamos honestos. Este lugar fue diseñado para ser un refugio para los asquerosamente ricos. Pero quería ejecutarlo en el trabajo en equipo y la lucha por un objetivo común. Ese objetivo solía ofrecer a nuestros clientes el mejor y más discreto servicio. Ahora es la supervivencia.

─No estoy seguro de cuánto tiempo nos quedaremos, pero nos cuentan para el equipo ya que estamos aquí─. Dijo Jungkook.

Ji-Yeon sonrió y se ajustó las gafas.

─Excelente.

Los condujo por el pasillo del segundo piso del ala este.

─Por ahora, son libres de usar toda la electricidad y el agua que quieran dentro de lo razonable, por supuesto. Las cantidades normales. Tengo una suite en el tercer piso que estoy segura disfrutaran─. Ella abrió la puerta a una escalera a medio camino por el pasillo─. Hemos encerrado los ascensores ya que no queremos correr el riesgo de cualquiera quedarse atascado si hay un problema de energía.

En el tercer piso, siguieron a Ji-Yeon al final del pasillo. Ella sacó una llave de su bolsillo y la metió en la puerta. La luz se volvió verde.

─¿Qué pasa con las puertas si no hay energía?

─No van a bloquearse, a excepción de las cajas de seguridad dentro de las habitaciones. Tenemos la esperanza de que no será un problema─. Ella abrió la puerta─. Aquí están. Alguien traerá su bandeja de desayuno en breve. No esperes más mimos, pero nos gusta dar a nuestros nuevos amigos una cálida bienvenida. Por favor vengan más tarde para el almuerzo, o si prefieren dormir únanse a nosotros para la cena. Son libres de hacer como deseen de verdad. Se espera de todo el mundo que limpie sus habitaciones, y nuestra única guía es que tratamos a cada uno aquí en Los Pinos con respeto y recordar la regla de oro. Estoy asumiendo que lo aprendieron de niños.

─Absolutamente. Haz a los demás, etc. Eso suena muy bien. ¿Correcto JiMin?─. JiMin asintió.

─Gracias Ji-Yeon.

─Oh, ¿tienen un cargador de teléfono?─. Preguntó Jungkook.

─Sí. Puedes pasar por mi oficina después y recoger uno. Aunque ninguno de nosotros hemos tenido ningún servicio en semana.

─Lo sé. Sólo quiero ver si todavía funciona. Se mojó.

─Bueno, espero que estén con nosotros por algún tiempo─. Ella sonrió cálidamente y se volvió a ir─. Oh, hay una regla más: no armas. Estamos manteniendo cada cosa cerrada con seguridad en mi oficina. Tenemos una cerca de seguridad y cuatro puestos de guardia, incluyendo la puerta principal. Si hay un evento, vamos a tener mucho tiempo para armarnos. Con los niños en el hotel, no nos sentimos cómodos con cualquiera que tenga armas en su habitación. Por supuesto, cuando se vayan, se devolverán de inmediato.

─Correcto. Supongo que eso tiene sentido─. Jungkook miró a JiMin, quien asintió con la cabeza. Jungkook desató el machete y le pasó la pistola a Ji-Yeon, que los tomó como si fueran a morder.

─Gracias, señores. Espero verlos más tarde hoy.

Cerraron la puerta tras de sí, y Jungkook mantuvo su voz baja.

─¿Qué hay de ella? ¿Ella parece muy bien, pero qué dice nuestro detector de mentiras?

─Ella está en el nivel.

─Bueno, bien─. Jungkook colgó su chaqueta empapada y silbó─. Echa un vistazo a este punto de vista─. Las ventanas eran de piso a techo, ofreciendo una instantánea perfecta de los picos y millas de bosque de pinos y brillante de color naranja y rojo los colores de otoño nevados que lo rodeaban─. Y esta sala es dulce. Cama King y una sala de estar.

─Mmm.

JiMin ni siquiera estaba mirando, en su lugar aparentemente prefiriendo mirar a los zapatos.

Jungkook encendió la luz del baño y abrió el grifo en el lavabo más cercano en el mostrador de mármol doble. Se frotó las manos con un jabón cremoso.

─Joder, es la ducha más grande que he visto en mi vida aquí, además de una bañera de hidromasaje separada construida para dos.

─¿No creciste con cosas como esta? Pensé que tu familia era rica─. JiMin todavía no lo miraba.

─Hay ricos y luego está esto─. Jungkook se movió tímidamente─. Pasamos la mayor parte de nuestras vacaciones en nuestro velero. Qué tengo que admitir era bastante grande y caro. Pero todavía se puede apreciar una bonita habitación. Especialmente teniendo en cuenta nuestros alojamientos últimamente. Y no es como si mi dormitorio fuera de lujo. No estaba en tan mal estado. No voy a decir que no era privilegiado, pero...─. Se detuvo antes de sonar más ridículamente a la defensiva.

─No me refiero a nada de eso─. Dijo JiMin y se volvió hacia la ventana.

─Está bien─. ¿Entonces por qué lo dices? Jungkook desató sus zapatillas de deporte y las echó fuera─. Ya sabes, si quieres tu propia habitación, solo di algo.

JiMin volvió, con el ceño fruncido.

─¿Por qué querría mi propia habitación?─. ¿En serio?

─Sólo pareces un poco... lo que sea, está bien. ¿Estás bien con quedarte aquí conmigo?─. JiMin lo miró como si estuviera loco.

─Por supuesto, Jungkook.

Un golpe suave en la puerta apartó a Jungkook de decir cualquier otra cosa, que era probablemente una buena cosa. Abrió la puerta para encontrar a una niña y un niño de unos diez o doce años. El muchacho pelirrojo llevaba una bandeja de servir cubierta, mientras que la bandeja de la chica morena tenía una jarra de jugo de naranja y dos vasos de hielo.

La chica sonrió ampliamente.

─Hola. Soy Suni y este es mi hermano Hyun. Espero que tengan hambre.

Jungkook le devolvió la sonrisa.

─Hey, son mis dos nuevos mejores amigos. ¿Es eso tocino lo que huelo? Pasen adelante─. Riendo, los niños colocaron con cuidado la bandeja en una pequeña mesa de comedor junto a la pared de las ventanas.

─¿Va a venir abajo después?─. Preguntó Hyun─. Vamos a jugar al fútbol en el salón de baile a las once.

─Estamos un poco cansados, pero vamos a tratar de hacerlo. Gracias por el desayuno. El chico de allí es JiMin y yo soy Jungkook.

─Es divertido tener gente nueva─. Dijo Hyun─. Vamos a ver 'la Liga de la Justicia' esta noche, así ustedes definitivamente deben venir para eso.

─¡Música para mis oídos! Créeme cuando te digo que no me lo perdería por nada─. Jungkook levantó la mano y choco los cinco con ambos chicos.

─Vayan entonces.

─Ah, y se supone que debemos decirles que pueden bajar su ropa más tarde y utilizar las máquinas.

─Nunca he pronunciado estas palabras en mi vida, pero lavar la ropa sería el cielo. Lo haré─.

Los niños saludaron a JiMin y Jungkook cerró la puerta detrás de ellos.

─Ropa limpia. Apuesto a que incluso tienen suavizante. ¡Y una película! Eso va a ser divertido. Es bueno hacer algo normal, por una vez, ¿no?

─Mmm. Uh-huh─. JiMin se quitó su chaqueta de cuero y la colgó en el respaldo de una silla.

Jungkook se tragó una oleada de irritación y trató de mantener su tono ligero.

─¿Qué pasa contigo? Todo esto está muy bien, ¿no? ¿No podemos incluso disfrutar de un poco de comodidad ahora?─. JiMin no encontró su mirada.

─Disculpa. Estoy cansado. Voy a asearme Adelantate y come.

─¿Estás seguro? Va a enfriarse.

─Sí. No esperes por mí─. JiMin desapareció en el cuarto de baño y cerró la puerta.

Jungkook escuchó la ducha.

Está cansado y estresado. Está bien. Estaremos bien.

El tocino estaba perfectamente preparado, sólo lo suficiente crujiente, pero aún tierno, los huevos revueltos y tostadas con mantequilla se derretían en la boca. Jungkook devoró la primera comida caliente que había tenido en semanas y trató de disfrutar de la vista. En su lugar, obsesionado acerca de JiMin, diseccionando cada palabra y mirada, preguntándose lo que había hecho mal.