Hola mis Darklings como les va... aaaahhh lo se tiempo sin estar aquí, no me maten es que han pasado demasiadas cosas y pues he estado en mil... pero aja ya estoy aquí, no les quitare mucho tiempo aquí solo les diré que se sienten, pónganse cómodos y a leer... 

Dark

El final de las cosas para mí siempre es agradable. Ponerle fin a la vida de personas que odio o que representan un peligro para los que me importan no solo es grato... es perfecto y de alguna inexplicable forma siempre se me da la oportunidad de llegar a ellas.

Dejo el teléfono frente a mí sintiendo una extraña sensación en el pecho. No solo porque han pasado años desde que le vi sino porque quien acaba de hablar conmigo representa muchas cosas. Claus me observa curioso ante mi falta de expresión.

—¿Qué pasa? — pregunta sacando la paleta de su boca.

—Megan Corvin Nakamura — murmuro mirándole serio.

Sus ojos se abren como platos, reconociendo el nombre de inmediato, sus labios se abren formando una O pero no dice nada realmente sorprendido.

—¿Era ella? — pregunta después de algunos segundos.

Asiento, para luego mirar por la ventanilla. Sobrevolamos las extensiones de bosque que hay en Rusia. De regreso a la base de Darkness. Mi cabeza viaja con rapidez al pasado rememorando la primera vez que supe sobre ella o su familia.

—¿Quién es? — pregunto a Dark sosteniendo la fotografía del sujeto en mi mano.

—Tu siguiente objetivo, no solo me debe dinero — agrega —el sujeto es un peligro D lo quiero muerto — me explica.

—Bien, ¿quieres algo en particular de el? — pregunto tomando mi cazadora de cuero.

—Varias cosas, la primera información es un ex militar corrupto tuvo acceso a varios proyectos gubernamentales hace algunos años. Su padre era un general muy importante del ejercito ambos estuvieron liados en un escándalo hace algún tiempo — Dark saca una carpeta negra y la coloca frente a mí — la información sobre su hija y esposa — agrega sonriendo con maldad.

—¿Quieres que llegue a él, a través de ellas? — pregunto tensándome, Dark me observa con una sonrisa maliciosa y asiente.

—Considera este el último paso para pasar al top de mi lista de opciones para ser mi sucesor D...— sus ojos se desvían hacia la puerta detrás de mí que es abierta y por la cual ingresa Claus colocándose una chaqueta.

—Jefe...— saluda con una sonrisa socarrona — sus putas como siempre haciendo un trabajo magnifico, ninguno pudo detenerme — ríe colocándose a mi lado y tendiéndome su puño.

Pongo los ojos en blanco y suspiro.

—Claus te he dicho un millón de veces que no debes matar a nadie dentro de la organización — lo reprende Dark y Claus ríe a mi lado sosteniendo su polla.

—Querían un poco de esto y soy de gustos finos no meto mi polla en cualquier culo cachondo que encuentre por allí — Dark sonríe de lado negando con la cabeza.

—Si no fueras tan divertido y eficiente hace mucho estarías muerto muchacho — Claus ríe a mi lado y me mira orgulloso.

—¿Tenemos trabajo no es así? — pregunta mirándome ansioso. Esa mirada anhelante en sus ojos.

—Si — le tiendo la foto que aun sostengo entre mis manos antes de inclinarme y tomar la carpeta con los documentos que Dark me ha dado — Nos vemos luego — me giro para salir de la oficina del líder de la organización, pero su voz me detiene.

—D espera...— me detengo y lo miro sobre mi hombro — No las mate a menos que sea extremadamente necesario y sácales el paradero de Corvin — asiento y salgo de la oficina.

Regreso al presente siendo consciente que le quite todo a esa pequeña niña, que nunca me moleste en buscar otra vez. Sabía que había caído en manos del gobierno y había sido adoptada por una familia que asumí le daría todo lo que necesitaría para crecer y ser alguien medianamente normal.

Que me busque ahora no solo me sorprende, me intriga. Porque además lo más importante aquí es ¿cómo demonios llego a mí?

—¿Qué piensas? — pregunta Claus serio mirándome con esa rara expresión preocupada que pocas veces se ve en su rostro.

—Nada importante — le restó importancia centrándome en lo que si lo es en este instante — ¿Qué tenemos del tirador? — indago Claus suspira y niega con la cabeza.

—Nada, sea quien sea es muy bueno y hace muy bien su trabajo, sabremos más una vez extraigamos la bala, aunque algo me dice que no daremos con él así como así...— se encoge de hombros.

—¿Volkov? — una sonrisa divertida se extiende por sus labios.

—Tomando culos rusos, cosa de nada — sonrió — ¿algo más? — pregunta aun sonriendo.

—¿El griego? — su sonrisa disminuye.

—Con Nish... —Hace una pausa y suspira— llenando los vacíos que tú y yo dejamos — agrega en un murmuro y sus ojos me dan una mirada rápida delatando que algo lo tiene curioso— esa pequeña Dark es especial.

—¿De quién hablas?

—Uxia...— comenta — ¿has hablado con ella? — mi ceño se frunce y lo veo con interés, los niños hasta que llego Darko nunca fueron de su interés.

—¿Tu sí? — Claus lleva una de sus manos a su nuca y la rasca un poco incómodo.

—Pues me moría de curiosidad por saber quién era y porque una simple niña era tan importante para el griego como para tomarse tantas molestias, así que si lo hice...— niego con la cabeza y rio.

—¿Qué hay con ella?

—Es muy lista, demasiado para ser solo una niña de cinco años y de alguna forma me recuerda a ti cuando éramos niños — mi ceño se frunce.

—¿A qué te refieres? —sus ojos se desvían y suspira guardando silencio como si no supiera muy bien que decir.

Analizo un instante sus palabras y suspiro. Claus siempre ha estado muy centrado en lo que significó para el vivir el infierno que vivió en ese orfelinato, pero también lo que fue tener a alguien como yo junto a él siempre.

—No te preocupes al menos tiene suerte de tener al griego cuidando de ella y evitando que viva lo que nosotros vivimos, si es eso lo que te preocupa — el asiente y luego sonríe, aunque sé que hay algo más lo dejo estar.

—Sería divertido darle un susto de muerte al griego con la pequeña — rio.

—Si se equivoca podría ser más que un susto...— me encojo de hombros cerrado los ojos para descansar un poco, consciente que, aunque no me guste esto de meter a inocentes, se lo he advertido.

Y en mi mundo en este instante es, matar o morir y es claro quién puede morir aquí.

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(Tres días después de la muerte de Vitaly)

—Los tengo...— suelta Jasón con la vista fija en la pantalla y sus dedos moviéndose con rapidez sobre las teclas — se mueven hacia el centro de Oslo, estarán allí en veinte minutos — se gira para verme con una sonrisa suficiente — ¿necesita algo más? — niego con la cabeza.

—Gracias Jasón — el chico asiente y se gira para continuar con su trabajo.

Mientras me giro y salgo de la sala de operaciones. Claus se une a mí, caminando con expresión seria pero ese brillo divertido en sus ojos, a los segundos Arkasha también se une a nosotros y en la puerta de principal nos espera Max cruzada de brazos.

Un traje de cuero negro cubre gran parte de su cuerpo entallándolo a la perfección, lo que hace que sus marcadas curvas resalten. Mis ojos la observan un instante y como ahora es costumbre solo demora unos segundos mirándome, cuando su atención se posa en el idiota de mi mejor amigo.

—¿Y bien? — pregunta mientras Claus se acerca a ella.

Enreda una de sus manos en su cabellera y tira de ella hacia atrás para luego besarla con cierta brusquedad. Respondiendo de esa forma lo que yo no pensaba responder.

Paso de ellos dirigiéndome hacia la camioneta que espera frente a la mansión. Una vez subo me alcanzan los demás. Asiento hacia Arkasha quien conduce llevándonos al centro de Oslo donde me reuniré con Megan y uno de sus hombres.

El camino lo hacemos en completo silencio. El dispositivo con el que se han estado comunicando conmigo esta encriptado pero nos ha servido para rastrear un poco sus pasos hasta aquí. No me he preocupado mucho por ella, la razón que sea por la que está buscándome me tiene sin cuidado. Aunque me causa curiosidad saber cómo dio conmigo.

Una vez llegamos al lugar donde hemos quedado vernos asiento en dirección a Claus quien es el primero en descender. Unos metros más allá lo hace Max y finalmente en el estacionamiento del edificio, bajamos Arkasha y yo. El plan en un principio es simple, Claus y Max harán reconocimiento, solo para cerciorarse que esta todo bajo control y luego nos uniremos a ellos.

—¿Qué tienen? — pregunto por el intercomunicador.

—No vas a creerme esto...— responde la voz de Claus entre incrédula y anonadado.

—¿Qué pasa? — pregunto deteniéndome.

—Tienes que verlo por ti mismo — continuo mi camino y luego es la voz de Max sorprendida quien se oye.

—¿Qué mierda? Esto tiene que ser una puta broma...

Termino el recorrido hacia el lugar en que pactamos encontrarnos y en cuanto veo las espaldas de los que me esperan me detengo reconociendo sus cuerpos. La primera en girarse es la mujer que reconozco de inmediato. Sus ojos negros dan con los míos y se llenan de preocupación al ver mi expresión seria. Conserva los mismos rasgos que de pequeña, solo que ahora luce más madura, más mujer.

Camino hacia ellos en el instante en que el sujeto a su lado se gira y encuentro la expresión imperturbable de Aleph, me sorprende verle aquí pero también me sorprende ver la preocupación en la mirada de Megan al vernos desafiarnos con la mirada. Cuando los alcanzo la tensión entre nosotros es enorme.

—Ratko...— me saluda Megan tendiéndome una de sus manos — un gusto volver a verte.

—No me puedo creer esto, ¿en serio eres esa pequeña niña? — Pregunta Claus uniéndose a nosotros.

Megan le da una mirada rápida como si estuviera acostumbrada a su aspecto a sus interacciones lo que me deja claro que quizás no sea esta la primera vez que sabe de nosotros.

—Claus...— lo saluda y este pasa su mano por su cuello sorprendido.

—Mierda como has crecido —comenta socarrón mirando su cuerpo provocando que Aleph se tense a su lado.

—Claus — lo silencio porque no quiero iniciar una discusión sin sentido tan pronto— Megan —saludo a la chica de rasgos asiáticos frente a mí y luego poso mis ojos en el sujeto que está junto a ella— Aleph, aunque debo suponer que no es tu nombre real ¿o me equivoco?

Niega ligeramente con la cabeza y ve de reojos a Megan quien suspira y asiente en su dirección, resignada a algo y como autorizándole para dar su nombre real, lo que deja claro quien trabaja para quien y cause aún más expectación en mí.

—Mi nombre es Alpha, soldado 231289 sobreviviente del primer cargamento del proyecto Soldado Perfecto y prototipo para la creación de los siguientes — hace una pausa y me observa con aprensión — tus padres me crearon — esas palabras me hacen fruncir el ceño.

—¿Qué? — pregunta Claus a mi lado.

—No eres sordo...— suelta Alpha entre dientes y mi mejor amigo sonríe de lado.

—Disculpa bonito pero...

—Basta, por favor sigamos con esto dentro...— los corto a ambos pasando de ellos y caminando hacia el interior de una de las oficinas que compre en cuanto decidí trasladar aquí la organización.

Estamos en uno de los edificios del centro, muchas personas trabajan aquí es un poco sucio tener reuniones de este tipo en lugres como este, pero preferí hacerlo de este modo no por mi sino por ellos.

En el interior algunos de los empleados nos observan sin saber quién rayos somos, pero me limito a seguir mi camino con Claus a mi lado, Megan y Alpha detrás y cerrando el conjunto Max y Arkasha. Una vez en mi oficina tomamos asiento. Claus abre la boca para decir algo pero lo asesino con la mirada por lo que eleva sus manos en el aire y hace el típico gesto de pasarse un cierre en la boca.

—No diré nada.

Luego de eso se limita a caminar hacia el mini bar y servir un par de vasos con whiskey se acerca a mí tendiéndome uno mientras él se recuesta al mueble que está a mi espalda dando pequeños sorbos a su vaso. El silencio es tenso en la estancia pero después de unos segundos lo rompo.

—¿De qué habla? — le pregunto a Megan quien suspira.

—Antes de decirte más, prométenos que nos mantendrás a salvo — Claus detrás de mí hace un ruido incrédulo y ríe divertido.

—¿A salvo de qué? — pregunto intrigado.

—Si estas consciente que tu culo corre más riesgo aquí de lo que podría correr allá afuera estando frente a nosotros exponiéndote así, ¿no? —mis ojos se desvían hacia Claus que sonríe de lado— lo siento, dije que no abriría la boca —repite haciendo nuevamente la acción de pasarse el cierre.

—Es complicado —murmura Megan y sonrió.

—Tengo tiempo y tienes mi atención aprovéchala —Alpha se tensa a su lado tras mis palabras, pero le ignoro.

—¿Recuerdas a mi padre? —pregunta sin mirarme.

—Por supuesto.

—Después que D te envió a ti y a Claus a buscarnos para poder dar con él...—hace una pausa mirando sus manos, sus ojos llenándose de lágrimas por lo que entiendo lo que esta recordando— papa apareció un par de semanas después —elevo una de mis cejas porque no pudimos encontrarle y creímos hasta cierto punto que había muerto.

Aunque siempre tuve mis sospechas y asumí que estaba siendo ayudado por alguna milicia en algún país, D lo dejo estar y seguimos adelante. Quizás ese fue un gran error por parte del antiguo líder, uno que no pienso cometer yo, mucho menos ahora que tengo tanto que proteger.

—Me llevo con él y se centró en entrenarme y junto a mí a Alpha —sus ojos se desvían hacia al sujeto a su lado que la observa con cierta adoración— es parte del experimento soldado perfecto que mi abuelo llevo a cabo con tus padres —explica y mi cuerpo se tensa.

No tengo recuerdo alguno sobre mis padres, al menos nada más a parte de ese sueño recurrente.

—Tu madre logro modificar de alguna forma el ADN y lo perfecciono aún más, de ello nacieron un grupo de soldados modificados, entre ellos Alpha, pero mi padre descubrió que estos futuros soldados tenían un defecto, sus cuerpos podían "programarse" pero en realidad no eran perfectos —Megan sonríe y sus ojos se enfocan en mi— al menos no como tú —mi ceño se frunce.

—Eres el único ser humano que no sufre de enfermedades, su recuperación es mucho más rápida y además prácticamente tiene mejoras, muchas de las cuales mis hombres y yo tenemos, pero no al nivel tuyo —explica Alpha con cierto rencor en su voz.

—¿Quieren decir que Dark es como un Bucky Barnes? —pregunta Claus riendo divertido.

Ambos lo observan serio y su risa se extingue.

—¿Es una broma verdad? —pregunta esta vez más serio— sí, es cierto es un puto amo en casi todo lo que hace, pero a ser un soldado del invierno es mucho —continua y yo pongo los ojos en blanco.

—Claus cierra la boca —le espeto consciente que quizás todo lo que dicen es cierto, pero no le doy importancia.

—Ya, pero joder que mi mejor amigo sea un vengador en persona...

—¡Claus! —advierto elevando el tono un poco más haciendo que repita el puto gesto de cerrar su boca con un cierre.

Megan ríe suavemente y suspira.

—Mi padre a estado toda la vida detrás de ti, de alguna forma descubrió que la Dra. Stevens no hizo lo que sea que te hizo a ti a sus soldados y eso lo enloqueció...—hace una pausa y me observa seria— quiero saber algo...—murmura.

—¿Qué?

—Corvin dijo que estabas detrás de él, por un ajuste de cuentas y que te ensañaste con mi madre como venganza —sonrió negando con la cabeza.

—Ambos sabemos que las cosas no ocurrieron de ese modo y tu madre estaría con vida de no ser por la cobardía de tu padre —me inclino hacia el frente entrelazando mis dedos sobre el escritorio— sus deudas eran con D y ese hombre pudo ser muchas cosas, pero trataba en lo posible de no meterse con quienes no tenían nada que ver, Corvin huyo y tu madre pago las consecuencias —su cuerpo se tensa y sus ojos se humedecen.

—Quiero que lo mates —suelta entre dientes.

—Wow niña que es tu papa —nos interrumpe Claus y cierro los ojos negando con la cabeza.

—Y eso no le ha impedido hacerle la vida un infierno o tratarla como un objeto —le espeta Alpha y de inmediato me doy cuenta que entre ambos hay algo más.

—Si eres uno de estos soldados ¿Cómo es que estas aquí? —me centro en él, porque muy bien que esto podría ser una trampa.

—Está aquí porque...—me interrumpe Megan, pero niego con la cabeza y permanezco mirándolo con atención.

—He pasado la vida entera siendo un esclavo de los deseos de Corvin, hasta que Megan llego a mi vida, de alguna forma —hace una pausa y la observa de reojos— le debo mucho —Megan sonríe con calidez y justo cuando estoy por preguntar otra cosa Claus empieza a reír a carcajadas.

—Te gusta la hija del jefe —empieza aplaudir y niega con la cabeza— todos sabemos cómo terminan esas historias con tu polla colgando de una herida en tu garganta —suspiro ignorando la intervención.

—¿Por qué debería confiar ti? —ambos se tensan y de inmediato Alpha lleva una de sus manos a su cintura donde reposa su arma.

—Estamos aquí, ¿Qué más prueba que esa? —sonrió.

—¿Dónde está Corvin? —pregunto después de unos segundos.

—Mónaco —susurra Megan.

—¿Jasón? —pregunto por el intercomunicador.

—No van a dar con el —nos interrumpe una vez más Megan— cambio su aspecto hace años, no es ni la sombra de lo que recuerdas, es alguien completamente diferente —hace una pausa y suspira— el hombre con el que te reuniste hace unos años en aquel restaurante —asiento recordándole— era él.

Sonrió ampliamente porque ha sido una jugada épica, me tuvo frente a él y podría decirse que se burló en mi cara, pero cometió un error y ese esta delante de mi hoy.

—Alpha —susurra Megan haciendo que el soldado a su lado meta una de sus manos en uno de sus bolsillos.

Después saca una memoria y me la tiende.

—Aquí está todo lo que necesitas —dudo un instante, pero la tomo— ubicación de cada soldado infiltrado, planos de las distintas bases de operaciones, casas de seguridad y toda la información bancaria que necesitas de el —mis cejas se elevan algo sorprendido.

—¿Vas a entregarme todo? —le pregunto a Megan y ella suspira asintiendo.

—Quiero que pague por todo lo que ha hecho —siento.

—De acuerdo, ¿Qué quieres a cambio?

—Vivir —responde con simpleza.

—¿Estos soldados infiltrados asumo que tienen una misión en común no? —murmuro analizando la actitud de Alpha.

—Encontrarte y asesinarte —responde él y rio.

—¿Y tú?

—Tiene la misma programación que el resto, pero hasta que no se le ordene hacerlo no lo hará —explica con rapidez Megan y Claus ríe.

—Puta madre, en serio eres como el soldado del invierno —Alpha lo asesina con la mirada y rio suavemente.

—Jasón adelante —unos segundos después ingresa a la oficina mi técnico informático y Hayden, ambos con un maletín cada uno.

—De acuerdo, haremos esto de la siguiente manera.

Mientras hablo, Jasón abre el maletín donde tiene un dispositivo que implantara en ambos.

—¿Qué es eso? —pregunta Alpha.

—Un microchip —le explico.

—Uno que los hará volar por los aires si se portan mal —agrega Hayden y los ojos de Megan se abren como platos.

—¿Qué?

—No tengo nada contra ti Megan, pero el sigue siendo uno de estos soldados y puede ser un problema, esto —digo señalando el aparato donde Jasón acaba de insertar el microchip que es del tamaño de un grano de arroz— no solo nos dará la ubicación de ambos, sino que nos dará un esquema de todo lo que hacen y si en algún momento pasan a ser un peligro —mis ojos se posan sobre Alpha que esta tan malditamente tenso que las venas de su frente se marcan— terminaremos con ustedes de forma remota.

Jasón se acerca a Alpha que aparta el brazo con brusquedad haciendo que Jasón de un paso atrás nervioso. Mis ojos se posan sobre él y sonrió retándole a hacer algo.

—Alpha...—susurra Megan.

Este no reacciona por lo que ella se pone en pie y camina hacia Jasón que me observa inseguro. Nuestras miradas se encuentran un segundo antes de subir la manga de su blusa y Jasón niega con la cabeza.

—Va directo al torrente sanguíneo, debo colocarlo en la arteria, tiene una capa sintética que se disolverá y solo el chip quedará en la sangre —explica haciendo que Megan lo mire sorprendida.

—De acuerdo —aparta su cabello y expone su cuello, por lo que Jasón tiene acceso a él y justo antes de clavar la aguja Alpha se pone en pie apuntándole con un arma.

Al mismo tiempo Claus, Arkasha y Max le apuntan a él.

—Tranquilo —susurra Megan— estaremos bien, con lentitud desciende el arma y Jasón procede a colocar el microchip.

Una vez termina con ella se acerca a Alpha y hace exactamente lo mismo, después activar los microchips y probar el funcionamiento de ambos somos capaces hasta de registrar los latidos por minuto de cada uno de sus corazones.

—¿Y ahora qué? —me espeta Alpha.

—Ahora es tiempo de dormir belleza — suelta Claus disparando un dardo a cada uno de ellos sedándolos— te juro que este método me gusta, me siento como un cazador de bestias —comenta Claus y rio negando.

—¿A dónde los llevamos? —pregunta Max inclinándose mientras Arkasha abre la puerta y un equipo entra para llevárselos.

—Ciudad del Vaticano —Claus me ve sorprendido.

—¿Por qué allá?

—Estarán seguros y no molestarán allí, Jasón encárgate de escanear la información y asegúrate que no sea una trampa —le tiendo el USB al chico que asiente antes de salir y dejarme solo con los demás.

—¿Sabías todo esto sobre tus padres? —pregunta Max y niego con la cabeza.

—¿Quieres que investigue?

—No me interesa quienes fueron o lo que hicieron, ya no están y no es algo que podamos cambiar, céntrense en lo que tenemos que hacer, si todo esto es cierto tenemos un pequeño ejército tras mi cabeza, hay que dar con cada uno y eliminarlo.

—¿Qué harás con Corvin?

—De él me hare cargo en persona.

—Pues de casería otra vez —murmura Claus sonriendo con maldad.

Nota del autor: aja rapidito, de maldad dividí el capitulo pero por una muy buena razón, ya es el final oficialmente y quería pues volver a lo grande y que nos veamos en un en vivo en IG estaré avisándoles el día y la hora, para publicar ese día la otra parte, posiblemente sea el viernes o el sábado cosa que todos podamos, pero si es antes les avisare. Ahora si, a lo que íbamos

 Megan y Alpha destaparon la olla, que piensan? que creen que pasara con estos dos, volaran por los aires?  (amo a Hay en serio jajajajaj) Les gusta esta parejita?

Corvin bebe, corre porque lo que te viene es... uy uy spoiler! 

Amando a Claus lo juro...

Ahora no se me impacienten, espero estén super, le eche de menos un montón pero volví y con mucho que ofrecerles, así que ya estoy de vuelta, un beso enorme, les amo y gracias infinitas por el apoyo, por leernos y seguir aquí!

GRACIAS TOTALES!