Extra 2 - Codificado.
Alpha.
Golpeo con fuerza el saco de boxeo que tengo en frente, la tela crujiendo debajo de las arremetidas que doy cargado de frustración e ira. Sentimientos que ahora conozco demasiado bien y que hasta cierto punto repudio.
Todo era demasiado simple cuando no tenía la capacidad de experimentar emociones. Pero convivir entre personas que sienten y las viven no solo me obligo a verlas sino que termine experimentándolas.
Presiono mi puño con más fuerza blanqueando mis nudillos y vuelvo a golpear esta vez soltando un gruñido ronco y cargado de ira, cuando el saco vibra, se tambalea hacia atrás con fuerza y se desprende el techo llevándose consigo la cadena que lo sujeta. Cae al suelo haciendo un ruido sordo al mismo tiempo que la puerta del pequeño mini gimnasio se abre.
Mis ojos se desvían hacia allí donde Megan me observa con las cejas elevadas y expresión sorprendida. Mi pecho sube y baja agitado no solo por las emociones que siento y me desesperan sino también por la actividad física.
— ¿Qué pasa? — pregunta cruzándose de brazos sin moverse de la puerta.
— Nada — suelto entre dientes, regresando mi atención al saco, el cual recojo y muevo hacia una esquina, dispuesto a huir de allí y todo lo que ella me hace sentir.
— ¿Qué pasa Alpha? — pregunta una vez más y el que diga mi nombre me tensa.
— Nada...— repito girándome sin verla.
— Dime que ocurre...— demanda con autoridad — es una orden — y el que diga esas putas tres palabras al final me desespera.
Todo mi cuerpo se contrae y lucho con desobedecer, trago con fuerza conteniendo el impulso demandante de mi cuerpo por acatar la orden y responder que mierda me pasa pero me contengo. Mis brazos tensos empiezan a temblar ligeramente por el esfuerzo físico que supone para mi cuerpo desobedecer una orden directa de ese tipo.
— Alpha...— advierte y mi mandíbula se presiona aún más, mis dientes chocando entre sí con fuerza.
Odio cuando se aprovecha del poder de control que tiene sobre mi sistema. Me recuerda que soy un puto experimento, que no tengo derecho a decidir por mí mismo en ocasiones como esta y que sea ella quien lo haga me echa en cara que a pesar de todas las cosas que siento por ella, está allí para ordenarme que hacer y qué no.
A veces quisiera alejarla de mí y así evitar toda esta mierda que me atormenta, que su presencia causa y genera no solo a mi cuerpo sino a mi cabeza demasiado bien estructura y llena de patrones a seguir que con ella se rompen.
— Corvin llamo...— suelto entre dientes sin poder resistirme más a su jodida orden — se enteró del ataque a Dark y quiere que regresemos...—suelto tajante.
Cuando elevo mis ojos y la contemplo su expresión me deja ver la verdad. Ella fue quien le llamo, mi cuerpo se tensa aún más y por primera vez desde que la conozco siento un creciente odio en mi interior por ella.
Por su estupidez y por la debilidad que muestra hacia su padre. Megan podría ser todo lo que quisiera en la puta vida, pero ese hijo de perra la tiene tan controlada como a cualquiera de nosotros y no por medio de órdenes codificadas.
Por los putos sentimientos que la mantienen atada a su existencia. Después de mirarnos unos segundos, rio sin ganas negando con la cabeza consciente que esto es una enorme pérdida de tiempo, mis esfuerzos por hacerla entender que puede desligarse de él, que puede incluso hundirlo y que gracias a lo que hice posiblemente al volver Corvin termine por desactivarme y dejarme fuera de esto irónicamente, gracias a ella.
— Creí que eras más inteligente que esto...— murmuro caminando hacia la puerta donde está de pie, su cuerpo se tensa conforme me acerco.
Sus hermosos y oscuros ojos me ven con aprensión gritando tantas emociones que me gustaría que no me importasen, justo como cuando la conocí y me pareció una niña tonta, pero hermosa. Pero la realidad es que es que lo hacen, aun así siguiendo mi entrenamiento y para lo que malditamente fui creado... las ignoro. Paso junto a ella evitando tocarla o verla nuevamente, porque no quiero que note cuanto me afecta esto.
Con lo que acaba de hacer acaba de recordarme cual es mi maldito puesto y no es más que el del jodido soldado que está a cargo de un ejército casi perfecto y ella no es más que mi superior, con un objetivo muy claro que no me involucra en lo más mínimo.
— Alpha...— me llama pero me niego a detenerme y si no me lo ordena directamente puedo pasar de ella.
Aliviado que no lo haga, me alejo de su lado y de todo lo que ella despierta y significa para mí. Camino por el pasillo hasta la cocina, tomo un vaso y lo lleno con agua del grifo antes de beberlos completo en un par de tragos, una vez termino regreso sobre mis pasos y camino hacia mi habitación temporal en este lugar.
Si debemos partir tengo que recoger todos los equipos y dejar todo organizado para cuando ella decida que es momento de irnos. Antes de empezar con esa labor decido darme una ducha, necesito bajar toda la ira que siento y la frustración. Me deshago de mi ropa con rapidez y me detengo frente al espejo de cuerpo entero para verme.
Cada centímetro de mi piel marcando los músculos que se han fortalecido desde que tengo uso de memoria. Mis ojos se desvían hacia el tatuaje en mi cuello y ladeo el rostro para ver el código de barras que me da mi clasificación y permite a la tinta recolectar todo lo que mi sistema procesa y como lo hace además también de mi entorno.
Por suerte la única forma en entrar a esa pequeña base de datos portátil e individualizada es una vez esté muerto por lo que todo lo que contiene y he vivido estos años sintiendo por Megan no serán cosas que sepa Corvin. Al menos hasta que muera y una vez lo haga no importara.
Ignoro el hecho de sentirme como un maldito esclavo anclado a los deseos vengativos de un enfermo y entro a la ducha. Abro el grifo y el agua helada cae sobre mis hombros trayendo de regreso a mi memoria los muchos castigos que recibí siendo un pequeño cuando no lograba culminar una de las tareas que se me asignaban.
Las gotas de agua como agujas golpean mi piel y cierro los ojos regulando la temperatura evitando volver a esos días. Permanezco debajo del agua tratando que la tibieza de esta empiece a hacer su efecto y relajar mis músculos. Respiro profundo y trato por todos los medio no pensar en ese maldito beso pero no puedo evitarlo.
Mi cabeza se esfuerza por evocarlo y traerlo con demasiado detalle, con todas las sensaciones que ocasiono en mí. Suelto un gruñido abriendo los ojos para mantenerlos fijos en el agua se cuela por la coladera. Cuando el ruido susurrante de la tela en movimiento me hace girarme con rapidez y sujetar con rudeza el cuello de la persona que se ha acercado a mí.
En cuanto ese par de orbes negros me miran me desarmo. Mi corazón late desbocado y aunque pienso con todas mi fuerza el no aflojar el agarre, el no soltarla mis dedos se relajan de inmediato. Sus ojos me miran llenos de emociones que odio y me gustan al mismo tiempo.
La confusión, la culpa, el desespero y las ganas de estar así de cerca se dibujan en sus rasgos. Una de sus manos va a mi muñeca y la sujeta con delicadeza. Su toque ardiendo en mi piel y enviando tensos espasmos por mi organismo. Megan me ha tocado muchas veces, pero nunca había sentido su toque así... suave, dulce, cálido.
— Lo siento...— susurra sin dejar de verme.
El agua la empapa y maldigo mi interior por tener estas locas ganas de volver a besarla.
— ¿Por qué exactamente? — Suelto con más brusquedad de la que pretendía — ¿por habernos delatado o por haberme recordado que mierda soy? — sus ojos se humedecen de inmediato y la culpa se hace más grande en su expresión.
Sé que soy un hijo de puta por hacerla sentir así, pero no me nace ser de otra forma en este momento. He estado poniendo mi maldita vida en riesgo por ella desde que la conozco y lo que menos esperaba era una traición por su parte.
— No, nos delate...— murmura sorprendiéndome.
— ¿Qué?
— Llame a papa y le dije que Vitaly había atacado antes de tiempo a Dark...— mi ceño se frunce, sin comprender.
Pero la verdad ignoro la confusión abrazando el alivio que siento al saber que no me ha traicionado al menos no del todo al haberle hablado al hijo de puta de su padre. Y con esta sensación me dejo arrastrar por el deseo que siento, me inclino una vez más sobre ella y estrello mis labios en los suyos, priorizando por primera vez en mi vida mis sentimientos, unos que no tengo idea de cómo manejar pero que están allí jodiendo mi existencia.
Su boca me recibe jadeante, demandante y necesitada, el beso de horas antes me parece solo un dulce bocado de lo que estoy saboreando ahora. Sus manos se deslizan por mis brazos hasta descender a mis caderas donde se afianzan, tiro de ella pegándola a mi cuerpo y olvidándome por completo quien es y lo que puede hacerme con tan solo pronunciar un par de palabras.
Un jadeo se escapa de sus labios cuando alejo mi boca de la suya y sus dedos se presionan contra mi piel. Mi frente reposa sobre la suya tratando de acompasar mi respiración y las crecientes ganas que se acumulan en mi entrepierna endureciéndome la polla.
— Alpha...— jadea mi nombre con necesidad y es todo lo que necesito para dejarme llevar por el deseo que siempre he sentido por ella.
Mi mano abandona su cuello y se desliza hasta su blusa la cual empuño y junto a la otra tiro de ella rasgando la tela. Sus ojos se abren sorprendidos y sonrió de lado cuando muerde su labio inferior.
— Si no quieres que haga esto di el puto código...— le espeto deslizando mis dedos por el borde montañoso de sus pechos.
Un jadeo se escapa de sus labios estremeciéndome y haciendo que se erice mi piel. He deseo a muchas mujeres y las he tenido debajo de mí y de distintas formas, pero con Meg todo siempre es malditamente más intenso. Sus manos liberan mis caderas y descienden tentadoras hacia mi entrepierna. Cierro los ojos y respiro profundo cuando una de sus manos se cierra sobre el tallo de mi pollo y la presiona ligeramente.
— Lo único que me escucharas decir será tu nombre mientras lo jadeo...— susurra con sensualidad y no puedo creer que la simple idea me guste más que el hecho de disparar y quitar una jodida vida.
No me demoro más, haciéndome con los botones de su pantalón, los cuales deshago y sin perder tiempo introduzco mi mano en el interior de sus bragas empapadas de agua, pero la humedad que sale de sus pliegues me deja de una pieza. Abro los ojos y la contemplo fascinando por lo que significa tenerla así, rindiéndose a esto que sé muy bien que ambos sentimos. Pero de pronto recuerdo que su padre ha manchado con su maldito toque toda su extensión y la ira crece en mi interior.
— Voy a borrar cada maldita caricia, beso o asquerosa sensación que sus manos o su jodida boca ha causado en ti...— suelto entre dientes conteniendo los gruñidos que pugnan por salir en tanto ella mueve sus manos sobre mi miembro.
— No hables tanto y solo tómame de una maldita vez Alpha...— mis ojos se encuentran con los suyos y sonrió cuando veo en ellos seguridad y confianza — es una orden...— inevitablemente rio y vuelvo a estrellar mis labios en los suyos.
No solo gustoso de seguir la orden que me ha dado sino porque sé muy bien que desea hacerlo, que está consciente que mis ganas por ellas no son solo un deseo sin más, su orden es una insinuación clara, me quiere todo para ella y con gusto seré el maldito soldado que le de todo.
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Follar es una necesidad fisiológica que se nos permitió satisfacer a los 15 años, cada uno de los miembros del pelotón estuvo con una mujer a esa corta edad, ninguno sabía que hacer o como moverse, pero Corvin diciendo que era importante para nosotros saber lo que era el placer de la carne nos permitió experimentarlo.
Desde entonces he satisfecho mi necesidad carnal con cuanta mujer he deseado. Pero jamás me había sentido así, ninguna de ellas me había hecho sentir algo en otra parte de mi cuerpo que no fuera mi vientre y mi polla. Con Megan... con ella todo es tan distinto.
Un jadeo sale de su boca convirtiéndose en un gemido entrecortado, cuando vuelvo a envestirla entrando en ella con fuerza, sus uñas se entierran en la piel de mis hombros mientras me recibe, gruño sobre rostro moviéndome una vez más mientras ella gime y jadea incontroladamente.
— Maldición...— suelto entre dientes cuando siento como mi polla se tensa y empiezo a descargarme en su interior.
Ella gime mi nombre en un sensual tono que me hace estremecer, ambos nos corremos con intensidad dejándonos caer sobre la cama que se hunde con nuestro peso. Mi rostro se oculta en su cuello respirando agitado mientras sus manos rodean mi brazo.
— No puedo volver...— jadea haciendo que frunza el ceño y salga del cálido lugar para contemplarla.
— ¿A dónde?
— No a donde, sino a que...— responde, acariciando mi mejilla con calidez — papa me oculta algo Alpha, algo que estoy segura que cambiaría todo...— me tenso ante la mención del hijo de puta y odio que su presencia empañe nuestro momento.
— Lo sé, pero no tengo idea que es...
— No puedo volver a ser lo que era después de hoy...— continua con su idea como si no hubiese prestado atención a mis palabras — ya no quiero ser una pieza en su juego, en su venganza...— hace una pausa y suspira — yo vi una cara de los monstruos que se empeñó en hacerme creer que eran Dark y Claus...— me remuevo acostándome a su lado contemplándola.
Megan nunca hablo de nada lo que vivió cuando su madre fue asesinada, lo poco sabemos lo asumimos.
— Dark y Claus estaban allí cumpliendo órdenes...— murmura sin mirarme — Dark no es el monstruo sin corazón que mi padre dice que es...— mi cuerpo se tensa.
Si es cierto que Dark es como nosotros, es muy posible que no sienta una mierda, pero lo que he visto a lo largo de la vida y lo que he investigado sobre él, sé muy bien que es capaz de sentir y la expresión en su rostro cuando se separó de esa mujer es una clara confirmación.
Hay cosas sobre Dark que Megan desconoce, su padre le ha ocultado muchas cosas, pero también a mí. Además no tengo permitido decirle lo que sé, pero ese no es el problema, el detalle aquí es que ella está abriéndose, contándome sus secretos más escondidos.
— ¿Qué quieres decir?
— No odio a Dark, ni a Claus Alpha...— confiesa mirándome con intensidad.
Sus palabras me sorprenden un poco pero creo que las esperaba, el que hubiese querido ayudar a Elena y a Claus aquella vez me lo confirma.
— ¿Qué quieres hacer Meg? — pregunto acariciando su mejilla.
— Volveremos con mi padre y descubriremos que demonios oculta...— mi cuerpo se tensa porque incluye lo que yo le oculto — sé muy bien que tienes información confidencial y que tienes prohibido compartirla conmigo...— asegura sorprendiéndome — pero no te culpo por ello, sé que si pudieras decirlo ya lo habrías hecho...— sonrió porque Megan me conoce muy bien y es bueno ver que sabe que puede confiar en mi.
— Vitaly...— murmuro.
— ¿Qué pasa con el?
— Es quien puede decirte lo que tu padre te oculta...— su ceño se frunce.
— ¿Qué quieres decir?
— El esta al tanto de todo lo que ha planeado Corvin, es quien te dirá lo que necesitas saber...— ella asiente concordando conmigo y luego suspira.
— No entiendo porque Vitaly quiere muerto a Dark...— murmura.
— Ni yo, pero la verdad no me interesa mientras el muera y tu seas libre...— sus ojos se desvían hacia los míos y niega con la cabeza.
— No quiero que mueran Alpha...— su confesión no solo me toma por sorpresa sino que también me dejan de piedra.
Fui creado para acabar con ellos, cada partícula de mi ser ha sido codificada para asesinarlos una vez pueda hacerlo y el que ella este diciéndome que no los quiere muertos es la contracción más grande de mi existencia, porque lo único que quiero hacer es ayudarla, pero mi sistema grita que debo matarlos.
— Dark y Claus no pueden morir...— asegura de pronto, incorporándose y apoyándose sobre sus codos.
— ¿Por qué no? — pregunto confuso.
— Porque creo que son tan victimas de esto como yo...— murmura — hasta no saber que paso exactamente y que es lo que mi padre oculta no quiero que pienses en matarlos...— mi mandíbula se tensa y ella sonríe — por favor...— murmura con calidez y suspiro asintiendo — gracias...
— Volvamos a Rusia, Vitaly estará encantando de recibirnos...— murmuro acercándome a sus labios y besándolos con suavidad — pero antes déjame volver a poseerte...— su boca se curva en una sonrisa y asiente.
— Hazme el amor una vez más Alpha y recuérdame porque no estoy mal...— asiento y vuelvo a tomarla como nunca antes había tomado a una mujer en mi vida...
Con sentimietos y no por simple placer.
Maxwell.
Ubicación: La Mansión – Oslo, Noruega
Hora: 7:00 pm
(Un mes después del ataque)
Retiro con cuidado el vendaje del costado de Dark mientras el mantiene su vista fija en la pantalla del teléfono, donde puedo ver como Nisha camina por la habitación que comparte con el en su casa. Se remueve incomodo cuando me cuesta un poco retirar el vendaje pero no dice absolutamente nada, concentrado en su constante revisión de las actitudes y reacciones de Nish.
— ¿Qué crees que te dirá cuando regreses? — pregunto cuando lo veo fruncir el ceño y suspirar ruidosamente cuando escucho la voz de Nish hablarle.
— Estoy seguro que querrá matarme...— murmura y sonrió.
— Posiblemente...— una vez el vendaje no cubre la herida puedo examinarlo con detenimiento.
— Pero era esto a exponerla y sabemos lo que escogeré siempre...— responde desviando sus ojos finalmente de la pantalla y descendiendo la mirada para ver la herida.
El proceso de recuperación y cicatrización de Dark es maravilloso, no solo por la rapidez con que lo hace, sino la forma tan estilizada del mismo. Apenas y le quedara una cicatriz en el lugar. Sus órganos internos están trabajando a la perfección y funcionan sin ningún tipo de inconveniente. Dark es simplemente perfecto y su organismo me lo confirma cada día.
Estoy maravillado con lo que logro Jara. Esta molécula no solo es perfecta, la mejoro tanto que restructura el sistema constantemente... es decir evoluciona constantemente con rapidez. Por lo que sin duda alguna él bebe que viene en camino será todo un reto para mí.
Reviso que todo vaya bien y conecto el equipo a su cuerpo, como cada día de revisión bajo su atenta mirada. Trabajar estas cosas con Dark puede parecer incómodo para muchos, pero la verdad su falta de curiosidad respecto a su origen hace todo demasiado sencillo.
En cuanto los equipos registran los pulsos y marcan en la pantalla lo que busco sonrió. Señalo la línea roja que estaba por debajo del límite normal y sus ojos se desvían a ella cuando la señalo.
— Todo en orden, deberías poder moverte con comodidad ya sin correr riesgos...— asiente mirando la pantalla y suspiro — ¿Quieres preguntar algo? — una de sus cejas se eleva mirándome con atención pero niega después de unos segundos.
— No, el pasado no importa...— se encoje de hombros y empieza a quitarse los censores el mismo antes que yo lo haga.
Se pone en pie y mueve su cuello, como probando sus articulaciones, luego sus brazos, sus piernas y finalmente sus manos que abre y cierra en puños.
— ¿Puedo entrenar? — pregunta mirándome serio.
— Si, pero no esfuerces demasiado...— asiente.
— ¿Qué hay de Claus? — pregunta tomando una de las camisas de botones que le ha traído April.
— Complicado...— murmuro recostándome del escritorio y viéndolo serio.
El brillo que pasa por sus ojos me hace ladear la cabeza y mirarlo con curiosidad. Definitivamente Nish hace milagros en él.
— ¿Preocupado? — pregunto y el suspira.
— ¿La verdad? — Asiento como respuesta — si, después de todo está así por intentar salvarme, cosa que agradezco aunque me lo debe...— comenta encogiéndose de hombros — necesito que viva, no puedo terminar con esto sin el...— mis cejas se elevan ante esas palabras y lo observo sorprendido.
— Cuando hablas de esto...— comento.
— Claus por más que me moleste admitirlo es de mucha ayuda y las cosas no serían lo mismo sin el por aquí...— hace una pausa y suspira — además Nish lo adora, volver sin el seria arrancarle una parte de su vida y ya tiene muy poco...— sus ojos se enfocan en mi — has todo lo que este a tu alcance para mantenerlo con vida y entero...— asiento y suspiro girándome para tomar su historia.
— Las cosas dependen mucho más de él que de mí, la cirugía fue un éxito pero la recuperación es cosa de el...
— Hierva mala nunca muere...— comenta en tono burlón Dark y sonrió — y ambos sabemos que Claus es de las peores, así que solo mantenlo con vida y has que despierte...— con eso se gira pero se detiene antes de salir — ¿Arkasha? — pregunta en un susurro.
— Cabreado para variar...— ríe suavemente y asiente saliendo del consultorio.
Una vez me deja a solas tomo la historia del ruso y suspiro al abrirla. Para un sujeto como el, el haber perdido una pierna y parte de uno de sus brazos es fatal. Y como espere su recuperación ha sido buena pero la herida interna a su ego y sus entereza tardara mucho más en sanar.
Dark.
Camino por el corto pasillo que me lleva a la habitación contigua en donde me ha chequeado Maxwell y respiro profundo antes de abrir la puerta, una vez lo hago y entro debo agacharme con rapidez para evitar algo que se estrella contra el marco y se hace añicos en el suelo, cuando me giro para ver que es, elevo una de mis cejas observando lo que queda de la lámpara que se supone debe estar en la mesita de noche.
Cuando me giro Arkasha respira aceleradamente y me asesina con la mirada, rio negando con la cabeza.
— ¿Pretendías matar a alguien con una lámpara? — me burlo, pero el simplemente gruñe algo en ruso que no alcanzo a entender.
— ¿Qué mierda quieres? — me espeta recostándose en la cama una vez más.
— Vine con la intención de hacerte sentir mejor, pero con ese puto recibimiento me apetece más patearte los huevos...— sus ojos se abren y me ve con ganas de hacerme trizas.
— ¿Ahora te burlaras de mí? — suelta entre dientes y rio.
— No, eso sería perder mi tiempo y no estoy interesado en hacerlo, pero si en encontrar a los hijos de putas que nos atacaron y no hablo de los idiotas siguiendo órdenes, esos ambos sabemos que ya están diez metros bajo tierra — sus ojos brillan con irritación y abre la boca para protestar pero continuo antes de darle oportunidad de hacerlo — quiero la maldita cabeza de Vitaly y tú vas a traérmela...— suelto haciendo que su ceño se frunza.
— ¿Si notas que me falta una maldita pierna y un brazo no? — suelta con brusquedad y rio.
— Si, Claus diría que te vez muy sexy y que mientras tengas la polla entre tus piernas todo está bien...— me encojo de hombros y el hacer el comentario me deja ver cuánto extraño al hijo de puta y su bocota.
— Que te den Dark...— suelta frustrado cerrando los ojos y colocando un brazo sobre su cara.
— Tienes dos días para cambiar de humor y levantarte de esa puta cama Arkasha sino yo mismo te matare y no será lindo...— le advierto girándome para salir de la habitación pero antes de hacerlo sonrió — Jasón vendrá más tarde con tu pierna y tu brazo nuevo, por favor no vayas a joder la mano pajeandote...— con eso salgo de la habitación dejándolo solo.
Termino el pasillo y doblo a la izquierda hacia el área de terapia intensiva, cuando abro la puerta que divide el área del resto la temperatura es mucho menor y suspiro caminando hacia la puerta donde el idiota de mi mejor amigo esta. Cuando llego a esta lo veo a través de la puerta de vidrio que se desliza a la izquierda dándome paso.
Claus está en una cama cubierto de tubos, y aparatos que lo mantienen con vida, su rostro esta vendado y solo puedo ver la mitad de él, donde aprecio la palidez de su piel. Camino hacia él y recorro su cuerpo cubierto por una cálida manta. Verlo de esta forma por culpa de una maldita explosión me enerva.
— Dark...— la voz de Max me hace girarme para verla.
Las ojeras debajo de sus ojos me dice lo poco que esta durmiendo.
— ¿Qué haces aquí? Ya puedes levantarte...— asiento y se acerca con prisa para abrazarme, gesto que correspondo de inmediato besando su coronilla.
— ¿Estas bien? — Pregunto apartando el cabello que cubre su rostro, donde consigo un moretón que me hace fruncir el ceño — ¿y esto? — desvía sus ojos y suspira.
— Uno de los idiotas que dejamos con vida...— me explica y la ira se hace cargo de mí ser — Dark, Maxwell no me dice nada, Claus...
— Tranquila despertara y volverá con nosotros...— me giro para verlo y sonrió — más te vale hacerlo hijo de puta sino bajare al infierno por tu maldita alma y juro que la destrozare con mi manos...— le advierto antes de besar nuevamente la frente de Max y salir de allí.
Tengo mucho que hacer y nada de tiempo que perder. Por lo que me encamino hacia las instalaciones subterráneas donde sé que hay dos sujetos de los que nos atacaron que están ansiosos por tener una agradable conversación conmigo.
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Observo al imbécil frente a mí con expresión seria, su rostro está bastante inflamado con la golpiza que le ha dado pero el inútil no ha abierto la boca y no he ordenado que alguien más lo torture pero hay placeres que me gusta reservarlos. Torturar basuras como esta es uno de ellos, Claus estaría más que encantado de darle amor, pero el idiota aun no despierta por lo que lo hare por él.
— Así que eres lo suficientemente estúpido como para no hablar — tomo una silla y la arrastro hasta dejarla frente a él.
Me dejo caer en ella y suspiro, sacando una cajita de molda dientes. Sus ojos se desvían hacia ella cuando la agito y sonrió con malicia.
— Quizás quieras hablarme un poco de los lugares en los que Vitaly suele vivir...— dejo caer sacando uno — me interesa hacerle una visita sorpresa...— pero el tipo permanece en silencio suspiro negando y me inclino sobre el tomando una de sus manos y fijando sus dedos con el peso de mi mano — Claus adoraría hacer esto...— murmuro al colocar el palillo entre la piel y la uña — darle a amor a otros es lo suyo...— susurro antes de empujar con fuerza el pequeño trozo de madera puntiagudo.
El grito de dolor que sale de su garganta me hace sonreír, la sangre mana de la herida y lo observo con curioseada.
— ¿Y bien? — pregunto moviendo un poco el palillo arrancándole otra grito de dolor.
— No se...— gime entre lloriqueos.
— No sé es una muy fea palabra que no te ayudara...— tomo otro palillo y repito la acción en el costado de la misma uña haciendo que se retuerza de dolor.
— Hijo de puta...— brama y rio.
— ¿Dónde se esconde Vitaly? — insisto pero como pensé no habla — tienes veinte dedos podemos demorarnos un poco...— comento encogiéndome de hombros.
Después de unos 15 mondadientes decorando sus manos finalmente se desmaya dejándome sin nada y con la misma frase dando vueltas en la cabeza. Este es un soldado de bajo rango, no tiene idea donde vive o la base central del Pakhan. Por lo que saco mi arma y dejo un tiro en su frente. Cuando salgo del quirófano una de las gemelas me espera con una tableta en las manos.
— ¿Qué pasa?
— El otro sujeto...— murmura posando sus ojos azules en mi — también es solo un soldado, no te dará nada.
— Gracias...— camino hacia la puerta de al lado, la abro llamando la atención del sujeto que está sentado en la misma posición que el anterior.
Este no se ve tan mal, pero no me sirve de nada —cosa que sabía en cuanto su compañero no me dio absolutamente nada— por lo que le apunto y disparo sin decir nada. Su cabeza se echa hacia atrás tras el impacto, suspiro y me giro para ver como la gemela me observa con una ceja levantada.
— Jasón están con Ark...— me explica y asiento — pero se me ha ocurrido que quizás podríamos hackear el sistema gubernamental ruso e investigar las propiedades de Vitaly...— continua con rapidez y sonrió.
— No me importa los medios por el cual lo ubiques, siempre y cuando lo hagas y no dejes rastros...— ella asiente y me mira con ojos brillosos.
— ¿Puedo hacer lo que quiera?
— Lo dicho siempre y cuando no lo jodas y dejes que te atrapen...— vuelvo advertirle — te recuerdo que no soy el griego y si te equivocas estas muerta...— con eso me giro y me alejo dejándola pálida en el pasillo.
Me gusta que las gemelas tengan iniciativa y quieran probar de que están hechas pero si cometen un error no me quedara más remedio que matarlas y será una perdida maliciosa porque ambas son bastante buenas y han estado haciendo un trabajo muy bueno con Jasón. Además él ha cambiado bastante gracias a ellas, ya no es el chico tímido e inseguro, asumo que le hacía falta un poco más de lo que hay en sí mismo a su alrededor.
Una vez llego al primer nivel de las instalaciones subterráneas camino hacia el gimnasio para entrenar un poco y despejar mi mente. La cual se mantiene a demasiado kilómetros de distancia donde están Nish y mi hijo. Pensar en ellos me llena de emociones extrañas que me hacen tragar con fuerza.
Una vez dentro del gimnasio me cambio y al salir encuentro al griego de pie esperando por mí. Mi ceño se frunce de inmediato. El no debería estar aquí.
— ¿Qué haces aquí? — pregunto pasando junto a él.
— ¿En serio vas a seguir con esto? — pregunta siguiéndome hasta el saco de boxeo, tentándome a intercambiarlo con él.
— Zarek deberías estar en otro lugar no aquí...— advierto fijando mis ojos en él.
— ¿Tienes idea de lo que hace cada que te extraña? — me reprocha, tensándome.
— ¿Tienes idea de lo que pasara si alguien la señala como el principal objetivo para joderme? — le espeto dando un paso hacia él.
Nuestras miradas se desafían y luego de unos segundos respira profundo dándose por vencido.
— No es justo...— murmura — si le hubieses explicado se habría mantenido oculta sin necesidad de hacerla pasar por todo esto...— rio sin ganas y me giro para empezar a golpear el saco.
— Si en serio crees que Nish se habría escondido mientras yo me enfrento al mundo solo quiere decir una cosa griego...— suelto dos puñetazos al saco sintiéndome incomodo ya que mi costado molesta ligeramente — no la conoces...— su cuerpo se tensa y niega con la cabeza.
— Creo que lo hago mejor que tu — osa comentar y esta vez el golpe que suelto lleva el saco al suelo después de haberse desprendido del gancho por la fuerza que he usado.
Sus ojos se abren como platos mientras mi pecho se hincha en una profunda respiración tratando de contenerme.
— ¿Puedes decirme que mierda haces aquí? — le espeto dando un paso hacia el — porque si viniste aquí a presumir mierdas que solo están en tu cabeza estas haciéndome perder el tiempo y estas incumpliendo con la maldita orden que te di y eso significa solo una cosa, quieres que empiece a matar a los tuyos...— doy un paso más y solo nos separan unos diez centímetros — será un puto placer hacerlo Zarek así que mueve tu maldito culo de aquí y ve hacer lo que tienes que hacer...— sus puños están cerrados con fuerza.
Duda un instante antes de girarse y echarse andar hacia la puerta, inevitablemente sonrió.
— Deja el drama y de intentar enmendar un daño que decidiste hacer al aceptar lo que te ordene...— rio — si hubieses sido inteligente y quizás un poco más egoísta no estarías en la posición en la que estas...— se detiene en seco y gira el rostro para verme sobre su hombro.
— No me diste opción Dark...— suelta entre dientes y vuelvo a reír girándome para empezar a levantar un poco de pesas.
— Esa es la cosa griego, que cuando no las hay yo las fabrico esa es la gran diferencia entre tú y yo, por lo cual tu vida y la de los tuyos me pertenece...— me dejo caer en el banco y miro su espalda a través del espejo.
Su cuerpo esta malditamente tenso y de alguna forma restregarle su realidad me hace sentir un poco mejor. después de unos segundos empieza andar una vez más.
— No te quiero aquí de nuevo, ni muy lejos de ellos...— sin responder sale del gimnasio dejándome solo.
Antes de levantar las pesas saco mi teléfono y entro al sistema de vigilancia y la busco. Sonrió cuando la veo en mi cama con una sudadera mía puesta y sus manos sobre su vientre acariciándolo, sus ojos cerrados.
— ¿Crees que se parecerá a ti? — susurra comprimiendo mi pecho.
— Espero que se parezca a ti en realidad...— respondo tragando el nudo de emociones que me provoca verla fingir hablar conmigo.
Suspiro y cierro la ventana centrándome en entrenar y no en cuanto la extraño, en cuanto anhelo meterme en la cama con ella y hablarle a mi pequeño contándole lo grande y valiente que es su madre y lo orgulloso que debe sentirse de ella.
Nota del autor: hola mis Darklings como están? primero que nada este extra va dedicado a @DeliRojas que esta de cumplea;os hoy, hermosa espero te haya gustado el capitulo. Se que me pediste Zero pero Dark los mata a todos y ambas lo sabemos, espero lo estes pasando en grande.
Ahora si vamos al capitulo, GENTE AMO A ALPHA Y TODA SU HISTORIA... estoy tan ansiosa de escribirla, que por cierto se llamara así
Alpha el soldado perfecto.
Bueno confieso estoy ansiosa de escribir todas las historias que se desprenden de esta. Pero vayamos por partes como dice el pana Jack...
en fin cuantas amando Alpha? Megan me encanta tambien.
Ahora Maxwell esta en plan de experimentemos con Dark y el ni pendiente, doc diviertase jajajaja.
Mi bello Dark esta en plan calentando motores, se que aun faltan algunas cosas por aclarar pero lo haré no se preocupen, quedan dos extras explicativos de lo que ocurrió, ya luego podemos pasar a los extras después del epilogo como tal, que pueden venir de sus peticiones... así que nos leemos prontito, un beso enorme les amo y gracias infinitas.
DELI HERMOSA FELIZ CUMPLE OTRA VEZ TE ADORO BELLEZA
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